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-
Y
SALOMÓN hijo de David fué afirmado
en su reino; y Jehová su Dios fué
con él, y le engrandeció
sobremanera.
-
Y llamó
Salomón á todo Israel, tribunos,
centuriones, y jueces, y á todos los
príncipes de todo Israel, cabezas de
familias.
-
Y fué
Salomón, y con él toda esta junta,
al alto que había en Gabaón; porque
allí estaba el tabernáculo del
testimonio de Dios, que Moisés
siervo de Jehová había hecho en el
desierto.
-
Mas
David había traído el arca de Dios
de Chîriath-jearim al lugar que él
le había preparado; porque él le
había tendido una tienda en
Jerusalem.
-
Asimismo
el altar de bronce que había hecho
Bezaleel hijo de Uri hijo de Hur,
estaba allí delante del tabernáculo
de Jehová, al cual fué á consultar
Salomón con aquella junta.
-
Subió
pues Salomón allá delante de Jehová,
al altar de bronce que estaba en el
tabernáculo del testimonio, y
ofreció sobre él mil holocaustos.
-
Y
aquella noche apareció Dios á
Salomón, y díjole: Demanda lo que
quisieres que yo te dé.
-
Y
Salomón dijo á Dios: Tú has hecho
con David mi padre grande
misericordia, y á mí me has puesto
por rey en lugar suyo.
-
Confírmese pues ahora, oh Jehová
Dios, tu palabra dada á David mi
padre; porque tú me has puesto por
rey sobre un pueblo en muchedumbre
como el polvo de la tierra.
-
Dame
ahora sabiduría y ciencia, para
salir y entrar delante de este
pueblo: porque ¿quién podrá juzgar
este tu pueblo tan grande?
-
Y dijo
Dios á Salomón: Por cuanto esto fué
en tu corazón, que no pediste
riquezas, hacienda, ó gloria, ni el
alma de los que te quieren mal, ni
pediste muchos días, sino que has
pedido para ti sabiduría y ciencia
para juzgar mi pueblo, sobre el cual
te he puesto por rey,
-
Sabiduría y ciencia te es dada; y
también te daré riquezas, hacienda,
y gloria, cual nunca hubo en los
reyes que han sido antes de ti, ni
después de ti habrá tal.
-
Y volvió
Salomón á Jerusalem del alto que
estaba en Gabaón, de ante el
tabernáculo del testimonio; y reinó
sobre Israel.
-
Y juntó
Salomón carros y gente de á caballo;
y tuvo mil y cuatrocientos carros, y
doce mil jinetes, los cuales puso en
las ciudades de los carros, y con el
rey en Jerusalem.
-
Y puso
el rey plata y oro en Jerusalem como
piedras, y cedro como cabrahigos que
nacen en los campos en abundancia.
-
Y
sacaban caballos y lienzos finos de
Egipto para Salomón; pues por
contrato tomaban allí los mercaderes
del rey caballos y lienzos.
-
Y
subían, y sacaban de Egipto, un
carro por seiscientas piezas de
plata, y un caballo por ciento y
cincuenta: y así se sacaban por
medio de ellos para todos los reyes
de los Hetheos, y para los reyes de
Siria.
-
DETERMINÓ pues Salomón edificar casa
al nombre de Jehová, y otra casa
para su reino.
-
Y contó
Salomón setenta mil hombres que
llevasen cargas, y ochenta mil
hombres que cortasen en el monte, y
tres mil y seiscientos que los
gobernasen.
-
Y envió
á decir Salomón á Hiram rey de Tiro:
Haz conmigo como hiciste con David
mi padre, enviándole cedros para que
edificara para sí casa en que
morase.
-
He aquí
yo tengo que edificar casa al nombre
de Jehová mi Dios, para
consagrársela, para quemar perfumes
aromáticos delante de él, y para la
colocación continua de los panes de
la proposición, y para holocaustos á
mañana y tarde, y los sábados, y
nuevas lunas, y festividades de
Jehová nuestro Dios; lo cual ha de
ser perpetuo en Israel.
-
Y la
casa que tengo que edificar, ha de
ser grande: porque el Dios nuestro
es grande sobre todos los dioses.
-
Mas
¿quién será tan poderoso que le
edifique casa? Los cielos y los
cielos de los cielos no le pueden
comprender; ¿quién pues soy yo, que
le edifique casa, sino para quemar
perfumes delante de él?
-
Envíame
pues ahora un hombre hábil, que sepa
trabajar en oro, y en plata, y en
metal, y en hierro, en púrpura, y en
grana, y en cárdeno, y que sepa
esculpir con los maestros que están
conmigo en Judá y en Jerusalem, los
cuales previno mi padre.
-
Envíame
también madera de cedro, de haya, de
pino, del Líbano: porque yo sé que
tus siervos entienden de cortar
madera en el Líbano; y he aquí, mis
siervos irán con los tuyos,
-
Para que
me apresten mucha madera, porque la
casa que tengo de edificar ha de ser
grande y portentosa.
-
Y he
aquí para los operarios tus siervos,
cortadores de la madera, he dado
veinte mil coros de trigo en grano,
y veinte mil coros de cebada, y
veinte mil batos de vino, y veinte
mil batos de aceite.
-
Entonces
Hiram rey de Tiro respondió por
letras, las que envió á Salomón:
Porque Jehová amó á su pueblo, te ha
puesto por rey sobre ellos.
-
Y además
decía Hiram: Bendito sea Jehová el
Dios de Israel, que hizo los cielos
y la tierra, y que dió al rey David
hijo sabio, entendido, cuerdo y
prudente, que edifique casa á
Jehová, y casa para su reino.
-
Yo pues
te he enviado un hombre hábil y
entendido, que fué de Hiram mi
padre,
-
Hijo de
una mujer de las hijas de Dan, mas
su padre fué de Tiro; el cual sabe
trabajar en oro, y plata, y metal, y
hierro, en piedra y en madera, en
púrpura, y en cárdeno, en lino y en
carmesí; asimismo para esculpir
todas figuras, y sacar toda suerte
de diseño que se le propusiere, y
estar con tus hombres peritos, y con
los de mi señor David tu padre.
-
Ahora
pues, enviará mi señor á sus siervos
el trigo y cebada, y aceite y vino,
que ha dicho;
-
Y
nosotros cortaremos en el Líbano la
madera que hubieres menester, y te
la traeremos en balsas por la mar
hasta Joppe, y tú la harás llevar
hasta Jerusalem.
-
Y contó
Salomón todos los hombres
extranjeros que estaban en la tierra
de Israel, después de haberlos ya
contado David su padre, y fueron
hallados ciento cincuenta y tres mil
seiscientos.
-
Y señaló
de ellos setenta mil para llevar
cargas, y ochenta mil que cortasen
en el monte, y tres mil y
seiscientos por sobrestantes para
hacer trabajar al pueblo.
-
Y
COMENZÓ Salomón á edificar la casa
en Jerusalem, en el monte Moria que
había sido mostrado á David su
padre, en el lugar que David había
preparado en la era de Ornán
Jebuseo.
-
Y
comenzó á edificar en el mes
segundo, á dos del mes, en el cuarto
año de su reinado.
-
Estas
son las medidas de que Salomón fundó
el edificio de la casa de Dios. La
primera medida fué, la longitud de
sesenta codos; y la anchura de
veinte codos.
-
El
pórtico que estaba en la delantera
de la longitud, era de veinte codos
al frente del ancho de la casa, y su
altura de ciento y veinte: y
cubriólo por dentro de oro puro.
-
Y techó
la casa mayor con madera de haya, la
cual cubrió de buen oro, é hizo
resaltar sobre ella palmas y
cadenas.
-
Cubrió
también la casa de piedras preciosas
por excelencia: y el oro era oro de
Parvaim.
-
Así
cubrió la casa, sus vigas, sus
umbrales, sus paredes, y sus
puertas, con oro; y esculpió
querubines por las paredes.
-
Hizo
asimismo la casa del lugar
santísimo, cuya longitud era de
veinte codos según el ancho del
frente de la casa, y su anchura de
veinte codos: y cubrióla de buen oro
que ascendía á seiscientos talentos.
-
Y el
peso de los clavos tuvo cincuenta
siclos de oro. Cubrió también de oro
las salas.
-
Y dentro
del lugar santísimo hizo dos
querubines de forma de niños, los
cuales cubrieron de oro.
-
El largo
de las alas de los querubines era de
veinte codos: porque la una ala era
de cinco codos: la cual llegaba
hasta la pared de la casa; y la otra
ala de cinco codos, la cual llegaba
al ala del otro querubín.
-
De la
misma manera la una ala del otro
querubín era de cinco codos: la cual
llegaba hasta la pared de la casa; y
la otra ala era de cinco codos, que
tocaba al ala del otro querubín.
-
Así las
alas de estos querubines estaban
extendidas por veinte codos: y ellos
estaban en pie con los rostros hacia
la casa.
-
Hizo
también el velo de cárdeno, púrpura,
carmesí y lino, é hizo resaltar en
él querubines.
-
Delante
de la casa hizo dos columnas de
treinta y cinco codos de longitud,
con sus capiteles encima, de cinco
codos.
-
Hizo
asimismo cadenas en el oratorio, y
púsolas sobre los capiteles de las
columnas: é hizo cien granadas, las
cuales puso en las cadenas.
-
Y asentó
las columnas delante del templo, la
una á la mano derecha, y la otra á
la izquierda; y á la de la mano
derecha llamó Jachîn, y á la de la
izquierda, Boaz.
-
HIZO
además un altar de bronce de veinte
codos de longitud, y veinte codos de
anchura, y diez codos de altura.
-
También
hizo un mar de fundición, el cual
tenía diez codos del un borde al
otro, enteramente redondo: su altura
era de cinco codos, y una línea de
treinta codos lo ceñía alrededor.
-
Y debajo
de él había figuras de bueyes que lo
circundaban, diez en cada codo todo
alrededor: eran dos órdenes de
bueyes fundidos juntamente con el
mar.
-
Y estaba
asentado sobre doce bueyes, tres de
los cuales miraban al septentrión, y
tres al occidente, y tres al
mediodía, y tres al oriente: y el
mar asentaba sobre ellos, y todas
sus traseras estaban á la parte de
adentro.
-
Y tenía
de grueso un palmo, y el borde era
de la hechura del borde de un cáliz,
ó flor de lis. Y hacía tres mil
batos.
-
Hizo
también diez fuentes, y puso cinco á
la derecha y cinco á la izquierda,
para lavar y limpiar en ellas la
obra del holocausto; mas el mar era
para lavarse los sacerdotes en él.
-
Hizo
asimismo diez candeleros de oro
según su forma, los cuales puso en
el templo, cinco á la derecha, y
cinco á la izquierda.
-
Además
hizo diez mesas y púsolas en el
templo, cinco á la derecha, y cinco
á la izquierda: igualmente hizo cien
tazones de oro.
-
A más de
esto hizo el atrio de los
sacerdotes, y el gran atrio, y las
portadas del atrio, y cubrió las
puertas de ellas de bronce.
-
Y asentó
el mar al lado derecho hacia el
oriente, enfrente del mediodía.
-
Hizo
también Hiram calderos, y palas, y
tazones; y acabó Hiram la obra que
hacía al rey Salomón para la casa de
Dios;
-
Dos
columnas, y los cordones, los
capiteles sobre las cabezas de las
dos columnas, y dos redes para
cubrir las dos bolas de los
capiteles que estaban encima de las
columnas;
-
Cuatrocientas granadas en las dos
redecillas, dos órdenes de granadas
en cada redecilla, para que
cubriesen las dos bolas de los
capiteles que estaban encima de las
columnas.
-
Hizo
también las basas, sobre las cuales
asentó las fuentes;
-
Un mar,
y doce bueyes debajo de él:
-
Y
calderos, y palas, y garfios; y
todos sus enseres hizo Hiram su
padre al rey Salomón para la casa de
Jehová, de metal purísimo.
-
Y
fundiólos el rey en los llanos del
Jordán, en tierra arcillosa, entre
Suchôt y Seredat.
-
Y
Salomón hizo todos estos vasos en
grande abundancia, porque no pudo
ser hallado el peso del metal.
-
Así hizo
Salomón todos los vasos para la casa
de Dios, y el altar de oro, y las
mesas sobre las cuales se ponían los
panes de la proposición;
-
Asimismo
los candeleros y sus candilejas, de
oro puro, para que las encendiesen
delante del oratorio conforme á la
costumbre.
-
Y las
flores, y las lamparillas, y las
despabiladeras se hicieron de oro,
de oro perfecto;
-
También
los platillos, y las jofainas, y las
cucharas, y los incensarios, de oro
puro. Cuanto á la entrada de la
casa, sus puertas interiores para el
lugar santísimo, y las puertas de la
casa del templo, de oro.
-
Y
ACABADA que fue toda la obra que
hizo Salomón para la casa de Jehová,
metió Salomón en ella las cosas que
David su padre había dedicado; y
puso la plata, y el oro, y todos los
vasos, en los tesoros de la casa de
Dios.
-
Entonces
Salomón juntó en Jerusalem los
ancianos de Israel, y todos los
príncipes de las tribus, los cabezas
de las familias de los hijos de
Israel, para que trajesen el arca
del pacto de Jehová de la ciudad de
David, que es Sión.
-
Y
juntáronse al rey todos los varones
de Israel, á la solemnidad del mes
séptimo.
-
Y
vinieron todos los ancianos de
Israel, y tomaron los Levitas el
arca:
-
Y
llevaron el arca, y el tabernáculo
del testimonio, y todos los vasos
del santuario que estaban en el
tabernáculo: los sacerdotes y los
Levitas los llevaron.
-
Y el rey
Salomón, y toda la congregación de
Israel que se había á él reunido
delante del arca, sacrificaron
ovejas y bueyes, que por la multitud
no se pudieron contar ni numerar.
-
Y los
sacerdotes metieron el arca del
pacto de Jehová en su lugar, en el
oratorio de la casa, en el lugar
santísimo, bajo las alas de los
querubines:
-
Pues los
querubines extendían las alas sobre
el asiento del arca, y cubrían los
querubines por encima así el arca
como sus barras.
-
E
hicieron salir fuera las barras, de
modo que se viesen las cabezas de
las barras del arca delante del
oratorio, mas no se veían desde
fuera: y allí estuvieron hasta hoy.
-
En el
arca no había sino las dos tablas
que Moisés había puesto en Horeb,
con las cuales Jehová había hecho
alianza con los hijos de Israel,
después que salieron de Egipto.
-
Y como
los sacerdotes salieron del
santuario, (porque todos los
sacerdotes que se hallaron habían
sido santificados, y no guardaban
sus veces;
-
Y los
Levitas cantores, todos los de
Asaph, los de Hemán, y los de
Jeduthún, juntamente con sus hijos y
sus hermanos, vestidos de lino fino,
estaban con címbalos y salterios y
arpas al oriente del altar; y con
ellos ciento veinte sacerdotes que
tocaban trompetas:)
-
Sonaban
pues las trompetas, y cantaban con
la voz todos á una, para alabar y
confesar á Jehová: y cuando alzaban
la voz con trompetas y címbalos é
instrumentos de música, cuando
alababan á Jehová, diciendo: Porque
es bueno, porque su misericordia es
para siempre: la casa se llenó
entonces de una nube, la casa de
Jehová.
-
Y no
podían los sacerdotes estar para
ministrar, por causa de la nube;
porque la gloria de Jehová había
henchido la casa de Dios.
-
ENTONCES
dijo Salomón: Jehová ha dicho que él
habitaría en la oscuridad.
-
Yo pues
he edificado una casa de morada para
ti, y una habitación en que mores
para siempre.
-
Y
volviendo el rey su rostro, bendijo
á toda la congregación de Israel: y
toda la congregación de Israel
estaba en pie.
-
Y él
dijo: Bendito sea Jehová Dios de
Israel, el cual con su mano ha
cumplido lo que habló por su boca á
David mi padre, diciendo:
-
Desde el
día que saqué mi pueblo de la tierra
de Egipto, ninguna ciudad he elegido
de todas las tribus de Israel para
edificar casa donde estuviese mi
nombre, ni he escogido varón que
fuese príncipe sobre mi pueblo
Israel.
-
Mas á
Jerusalem he elegido para que en
ella esté mi nombre, y á David he
elegido para que fuese sobre mi
pueblo Israel.
-
Y David
mi padre tuvo en el corazón edificar
casa al nombre de Jehová Dios de
Israel.
-
Mas
Jehová dijo á David mi padre:
Respecto á haber tenido en tu
corazón edificar casa á mi nombre,
bien has hecho en haber tenido esto
en tu corazón.
-
Empero
tú no edificarás la casa, sino tu
hijo que saldrá de tus lomos, él
edificará casa á mi nombre.
-
Y Jehová
ha cumplido su palabra que había
dicho, pues levantéme yo en lugar de
David mi padre, y heme sentado en el
trono de Israel, como Jehová había
dicho, y he edificado casa al nombre
de Jehová Dios de Israel.
-
Y en
ella he puesto el arca, en la cual
está el pacto de Jehová que concertó
con los hijos de Israel.
-
Púsose
luego Salomón delante del altar de
Jehová, en presencia de toda la
congregación de Israel, y extendió
sus manos.
-
Porque
Salomón había hecho un púlpito de
metal, de cinco codos de largo, y de
cinco codos de ancho, y de altura de
tres codos, y lo había puesto en
medio del atrio: y púsose sobre él,
é hincóse de rodillas delante de
toda la congregación de Israel, y
extendiendo sus manos al cielo,
dijo:
-
Jehová
Dios de Israel, no hay Dios
semejante á ti en el cielo ni en la
tierra, que guardas el pacto y la
misericordia á tus siervos que
caminan delante de ti de todo su
corazón;
-
Que has
guardado á tu siervo David mi padre
lo que le dijiste: tú lo dijiste de
tu boca, mas con tu mano lo has
cumplido, como parece este día.
-
Ahora
pues, Jehová Dios de Israel, guarda
á tu siervo David mi padre lo que le
has prometido, diciendo: No faltará
de ti varón delante de mí, que se
siente en el trono de Israel, á
condición que tus hijos guarden su
camino, andando en mi ley, como tú
delante de mí has andado.
-
Ahora
pues, oh Jehová Dios de Israel,
verifíquese tu palabra que dijiste á
tu siervo David.
-
Mas ¿es
verdad que Dios ha de habitar con el
hombre en la tierra? He aquí, los
cielos y los cielos de los cielos no
pueden contenerte: ¿cuánto menos
esta casa que he edificado?
-
Mas tú
mirarás á la oración de tu siervo, y
á su ruego, oh Jehová Dios mío, para
oir el clamor y la oración con que
tu siervo ora delante de ti.
-
Que tus
ojos estén abiertos sobre esta casa
de día y de noche, sobre el lugar
del cual dijiste, Mi nombre estará
allí; que oigas la oración con que
tu siervo ora en este lugar.
-
Asimismo
que oigas el ruego de tu siervo, y
de tu pueblo Israel, cuando en este
lugar hicieren oración, que tú oirás
desde los cielos, desde el lugar de
tu morada: que oigas y perdones.
-
Si
alguno pecare contra su prójimo, y
él le pidiere juramento haciéndole
jurar, y el juramento viniere
delante de tu altar en esta casa,
-
Tú oirás
desde los cielos, y obrarás, y
juzgarás á tus siervos, dando la
paga al impío, tornándole su
proceder sobre su cabeza, y
justificando al justo en darle
conforme á su justicia.
-
Si tu
pueblo Israel cayere delante de los
enemigos, por haber prevaricado
contra ti, y se convirtieren, y
confesaren tu nombre, y rogaren
delante de ti en esta casa,
-
Tú oirás
desde los cielos, y perdonarás el
pecado de tu pueblo Israel, y los
volverás á la tierra que diste á
ellos y á sus padres.
-
Si los
cielos se cerraren, que no haya
lluvias por haber pecado contra ti,
si oraren á ti en este lugar, y
confesaren tu nombre, y se
convirtieren de sus pecados, cuando
los afligieres,
-
Tú los
oirás en los cielos, y perdonarás el
pecado de tus siervos y de tu pueblo
Israel, y les enseñarás el buen
camino para que anden en él, y darás
lluvia sobre tu tierra, la cual
diste por heredad á tu pueblo.
-
Y si
hubiere hambre en la tierra, ó si
hubiere pestilencia, si hubiere
tizoncillo ó añublo, langosta ó
pulgón; ó si los cercaren sus
enemigos en la tierra de su
domicilio; cualquiera plaga ó
enfermedad que sea;
-
Toda
oración y todo ruego que hiciere
cualquier hombre, ó todo tu pueblo
Israel, cualquiera que conociere su
llaga y su dolor en su corazón, si
extendiere sus manos á esta casa,
-
Tú oirás
desde los cielos, desde el lugar de
tu habitación, y perdonarás, y darás
á cada uno conforme á sus caminos,
habiendo conocido su corazón;
(porque solo tú conoces el corazón
de los hijos de los hombres;)
-
Para que
te teman y anden en tus caminos,
todos los días que vivieren sobre la
haz de la tierra que tú diste á
nuestros padres.
-
Y
también al extranjero que no fuere
de tu pueblo Israel, que hubiere
venido de lejanas tierras á causa de
tu grande nombre, y de tu mano
fuerte, y de tu brazo extendido, si
vinieren, y oraren en esta casa,
-
Tú oirás
desde los cielos, desde el lugar de
tu morada, y harás conforme á todas
las cosas por las cuales hubiere
clamado á ti el extranjero; para que
todos los pueblos de la tierra
conozcan tu nombre, y te teman como
tu pueblo Israel, y sepan que tu
nombre es invocado sobre esta casa
que he edificado yo.
-
Si tu
pueblo saliere á la guerra contra
sus enemigos por el camino que tú
los enviares, y oraren á ti hacia
esta ciudad que tú elegiste, hacia
la casa que he edificado á tu
nombre,
-
Tú oirás
desde los cielos su oración y su
ruego, y ampararás su derecho.
-
Si
pecaren contra ti, (pues no hay
hombre que no peque,) y te airares
contra ellos, y los entregares
delante de sus enemigos, para que
los que los tomaren los lleven
cautivos á tierra de enemigos, lejos
ó cerca,
-
Y ellos
volvieren en sí en la tierra donde
fueren llevados cautivos; si se
convirtieren, y oraren á ti en la
tierra de su cautividad, y dijeren:
Pecamos, hemos hecho inicuamente,
impíamente hemos obrado;
-
Si se
convirtieren á ti de todo su corazón
y de toda su alma en la tierra de su
cautividad, donde los hubieren
llevado cautivos, y oraren hacia su
tierra que tú diste á sus padres,
hacia la ciudad que tu elegiste, y
hacia la casa que he edificado á tu
nombre;
-
Tú oirás
desde los cielos, desde el lugar de
tu morada, su oración y su ruego, y
ampararás su causa, y perdonarás á
tu pueblo que pecó contra ti.
-
Ahora
pues, oh Dios mío, ruégote estén
abiertos tus ojos, y atentos tus
oídos á la oración en este lugar.
-
Oh
Jehová Dios, levántate ahora para
habitar en tu reposo, tú y el arca
de tu fortaleza; sean, oh Jehová
Dios, vestidos de salud tus
sacerdotes, y gocen de bien tus
santos.
-
Jehová
Dios, no hagas volver el rostro de
tu ungido: acuérdate de las
misericordias de David tu siervo.
-
Y COMO
Salomón acabó de orar, el fuego
descendió de los cielos, y consumió
el holocausto y las víctimas; y la
gloria de Jehová hinchió la casa.
-
Y no
podían entrar los sacerdotes en la
casa de Jehová, porque la gloria de
Jehová había henchido la casa de
Jehová.
-
Y como
vieron todos los hijos de Israel
descender el fuego y la gloria de
Jehová sobre la casa, cayeron en
tierra sobre sus rostros en el
pavimento, y adoraron, confesando á
Jehová y diciendo: Que es bueno, que
su misericordia es para siempre.
-
Entonces
el rey y todo el pueblo sacrificaron
víctimas delante de Jehová.
-
Y
ofreció el rey Salomón en sacrificio
veinte y dos mil bueyes, y ciento y
veinte mil ovejas; y así dedicaron
la casa de Dios el rey y todo el
pueblo.
-
Y los
sacerdotes asistían en su
ministerio; y los Levitas con los
instrumentos de música de Jehová,
los cuales había hecho el rey David
para confesar á Jehová, que su
misericordia es para siempre; cuando
David alababa por mano de ellos.
Asimismo los sacerdotes tañían
trompetas delante de ellos, y todo
Israel estaba en pie.
-
También
santificó Salomón el medio del atrio
que estaba delante de la casa de
Jehová, por cuanto había ofrecido
allí los holocaustos, y los sebos de
los pacíficos; porque en el altar de
bronce que Salomón había hecho, no
podían caber los holocaustos, y el
presente, y los sebos.
-
Entonces
hizo Salomón fiesta siete días, y
con él todo Israel, una grande
congregación, desde la entrada de
Hamath hasta el arroyo de Egipto.
-
Al
octavo día hicieron convocación,
porque habían hecho la dedicación
del altar en siete días, y habían
celebrado la solemnidad por siete
días.
-
Y á los
veintitrés del mes séptimo envió al
pueblo á sus estancias, alegres y
gozosos de corazón por los
beneficios que Jehová había hecho á
David, y á Salomón, y á su pueblo
Israel.
-
Acabó
pues Salomón la casa de Jehová, y la
casa del rey: y todo lo que Salomón
tuvo en voluntad de hacer en la casa
de Jehová y en su casa, fué
prosperado.
-
Y
apareció Jehová á Salomón de noche,
y díjole: Yo he oído tu oración, y
he elegido para mí este lugar por
casa de sacrificio.
-
Si yo
cerrare los cielos, que no haya
lluvia, y si mandare á la langosta
que consuma la tierra, ó si enviare
pestilencia á mi pueblo;
-
Si se
humillare mi pueblo, sobre los
cuales ni nombre es invocado, y
oraren, y buscaren mi rostro, y se
convirtieren de sus malos caminos;
entonces yo oiré desde los cielos, y
perdonaré sus pecados, y sanaré su
tierra.
-
Ahora
estarán abiertos mis ojos, y atentos
mis oídos, á la oración en este
lugar:
-
Pues que
ahora he elegido y santificado esta
casa, para que esté en ella mi
nombre para siempre; y mis ojos y mi
corazón estarán ahí para siempre.
-
Y tú, si
anduvieres delante de mí, como
anduvo David tu padre, é hicieres
todas las cosas que yo te he
mandado, y guardares mis estatutos y
mis derechos,
-
Yo
confirmaré el trono de tu reino,
como concerté con David tu padre,
diciendo: No faltará varón de ti que
domine en Israel.
-
Mas si
vosotros os volviereis, y dejareis
mis estatutos y mis preceptos que os
he propuesto, y fuereis y sirviereis
á dioses ajenos, y los adorareis,
-
Yo los
arrancaré de mi tierra que les he
dado; y esta casa que he santificado
á mi nombre, yo la echaré de delante
de mí, y pondréla por proverbio y
fábula en todos los pueblos.
-
Y esta
casa que habrá sido ilustre, será
espanto á todo el que pasare, y
dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová á
esta tierra y á esta casa?
-
Y se
responderá: Por cuanto dejaron á
Jehová Dios de sus padres, el cual
los sacó de la tierra de Egipto, y
han abrazado dioses ajenos, y los
adoraron y sirvieron: por eso él ha
traído todo este mal sobre ellos.
-
Y
ACONTECIÓ que al cabo de veinte años
que Salomón había edificado la casa
de Jehová y su casa,
-
Reedificó Salomón las ciudades que
Hiram le había dado, y estableció en
ellas á los hijos de Israel.
-
Después
vino Salomón á Amath de Soba, y la
tomó.
-
Y
edificó á Tadmor en el desierto, y
todas las ciudades de municiones que
edificó en Hamath.
-
Asimismo
reedificó á Beth-oron la de arriba,
y á Beth-oron la de abajo, ciudades
fortificadas, de muros, puertas, y
barras;
-
Y á
Baalath, y á todas las villas de
munición que Salomón tenía; también
todas las ciudades de los carros y
las de la gente de á caballo; y todo
lo que Salomón quiso edificar en
Jerusalem, y en el Líbano, y en toda
la tierra de su señorío.
-
Y á todo
el pueblo que había quedado de los
Hetheos, Amorrheos, Pherezeos,
Heveos, y Jebuseos, que no eran de
Israel,
-
Los
hijos de los que habían quedado en
la tierra después de ellos, á los
cuales los hijos de Israel no
destruyeron del todo, hizo Salomón
tributarios hasta hoy.
-
Y de los
hijos de Israel no puso Salomón
siervos en su obra; porque eran
hombres de guerra, y sus príncipes y
sus capitanes, y comandantes de sus
carros, y su gente de á caballo.
-
Y tenía
Salomón doscientos y cincuenta
principales de los gobernadores, los
cuales mandaban en aquella gente.
-
Y pasó
Salomón á la hija de Faraón, de la
ciudad de David á la casa que él le
había edificado; porque dijo: Mi
mujer no morará en la casa de David
rey de Israel, porque aquellas
habitaciones donde ha entrado el
arca de Jehová, son sagradas.
-
Entonces
ofreció Salomón holocaustos á Jehová
sobre el altar de Jehová, que había
él edificado delante del pórtico,
-
Para que
ofreciesen cada cosa en su día,
conforme al mandamiento de Moisés,
en los sábados, en las nuevas lunas,
y en las solemnidades, tres veces en
el año, á saber, en la fiesta de los
panes ázimos, en la fiesta de las
semanas, y en la fiesta de las
cabañas.
-
Y
constituyó los repartimientos de los
sacerdotes en sus oficios, conforme
á la ordenación de David su padre; y
los Levitas por sus órdenes, para
que alabasen y ministrasen delante
de los sacerdotes, casa cosa en su
día; asimismo los porteros por su
orden á cada puerta: porque así lo
había mandado David, varón de Dios.
-
Y no
salieron del mandamiento del rey,
cuanto á los sacerdotes y Levitas, y
los tesoros, y todo negocio:
-
Porque
toda la obra de Salomón estaba
preparada desde el día en que la
casa de Jehová fué fundada hasta que
se acabó, hasta que la casa de
Jehová fué acabada del todo.
-
Entonces
Salomón fué á Esion-geber, y á
Eloth, á la costa de la mar en la
tierra de Edom.
-
Porque
Hiram le había enviado navíos por
mano de sus siervos, y marineros
diestros en la mar, los cuales
fueron con los siervos de Salomón á
Ophir, y tomaron de allá
cuatrocientos y cincuenta talentos
de oro, y los trajeron al rey
Salomón.
-
Y OYENDO
la reina de Seba la fama de Salomón,
vino á Jerusalem con un muy grande
séquito, con camellos cargados de
aroma, y oro en abundancia, y
piedras preciosas, para tentar á
Salomón con preguntas difíciles. Y
luego que vino á Salomón, habló con
él todo lo que en su corazón tenía.
-
Pero
Salomón le declaró todas sus
palabras: ninguna cosa quedó que
Salomón no le declarase.
-
Y viendo
la reina de Seba la sabiduría de
Salomón, y la casa que había
edificado,
-
Y las
viandas de su mesa, y el asiento de
sus siervos, y el estado de sus
criados, y los vestidos de ellos,
sus maestresalas y sus vestidos, y
su subida por donde subía á la casa
de Jehová, no quedó más espíritu en
ella.
-
Y dijo
al rey: Verdad es lo que había oído
en mi tierra de tus cosas y de tu
sabiduría;
-
Mas yo
no creía las palabras de ellos,
hasta que he venido, y mis ojos han
visto: y he aquí que ni aun la mitad
de la grandeza de tu sabiduría me
había sido dicha; porque tú
sobrepujas la fama que yo había
oído.
-
Bienaventurados tus hombres, y
dichosos estos tus siervos, que
están siempre delante de ti, y oyen
tu sabiduría.
-
Jehová
tu Dios sea bendito, el cual se ha
agradado en ti para ponerte sobre su
trono por rey de Jehová tu Dios: por
cuanto tu Dios amó á Israel para
afirmarlo perpetuamente, por eso te
ha puesto por rey sobre ellos, para
que hagas juicio y justicia.
-
Y dió al
rey ciento y veinte talentos de oro,
y gran copia de aromas, y piedras
preciosas: nunca hubo tales aromas
como los que dió la reina de Seba al
rey Salomón.
-
También
los siervos de Hiram y los siervos
de Salomón, que habían traído el oro
de Ophir, trajeron madera de
Algummim, y piedras preciosas.
-
E hizo
el rey de la madera de Algummim
gradas en la casa de Jehová, y en
las casas reales, y arpas y
salterios para los cantores: nunca
en tierra de Judá se había visto
madera semejante.
-
Y el rey
Salomón dió á la reina de Seba todo
lo que ella quiso y le pidió, más de
lo que había traído al rey. Después
se volvió y fuése á su tierra con
sus siervos.
-
Y el
peso de oro que venía á Salomón cada
un año, era seiscientos sesenta y
seis talentos de oro,
-
Sin lo
que traían los mercaderes y
negociantes; y también todos los
reyes de Arabia y los príncipes de
la tierra traían oro y plata á
Salomón.
-
Hizo
también el rey Salomón doscientos
paveses de oro de martillo, cada uno
de los cuales tenía seiscientos
siclos de oro labrado:
-
Asimismo
trescientos escudos de oro batido,
teniendo cada escudo trescientos
siclos de oro: y púsolos el rey en
la casa del bosque del Líbano.
-
Hizo
además el rey un gran trono de
marfil, y cubriólo de oro puro.
-
Y había
seis gradas al trono, con un estrado
de oro al mismo, y brazos de la una
parte y de la otra al lugar del
asiento, y dos leones que estaban
junto á los brazos.
-
Había
también allí doce leones sobre las
seis gradas de la una parte y de la
otra. Jamás fué hecho otro semejante
en reino alguno.
-
Toda la
vajilla del rey Salomón era de oro,
y toda la vajilla de la casa del
bosque del Líbano, de oro puro. En
los días de Salomón la plata no era
de estima.
-
Porque
la flota del rey iba á Tharsis con
los siervos de Hiram, y cada tres
años solían venir las naves de
Tharsis, y traían oro, plata,
marfil, simios, y pavos.
-
Y
excedió el rey Salomón á todos los
reyes de la tierra en riqueza y en
sabiduría.
-
Y todos
los reyes de la tierra procuraban
ver el rostro de Salomón, por oir su
sabiduría, que Dios había puesto en
su corazón:
-
Y de
éstos, cada uno traía su presente,
vasos de plata, vasos de oro,
vestidos, armas, aromas, caballos y
acémilas, todos los años.
-
Tuvo
también Salomón cuatro mil
caballerizas para los caballos y
carros, y doce mil jinetes, los
cuales puso en las ciudades de los
carros, y con el rey en Jerusalem.
-
Y tuvo
señorío sobre todos los reyes desde
el río hasta la tierra de los
Filisteos, y hasta el término de
Egipto.
-
Y puso
el rey plata en Jerusalem como
piedras, y cedros como los
cabrahigos que nacen por las
campiñas en abundancia.
-
Sacaban
también caballos para Salomón, de
Egipto y de todas las provincias.
-
Lo demás
de los hechos de Salomón, primeros y
postreros, ¿no está todo escrito en
los libros de Nathán profeta, y en
la profecía de Ahías Silonita, y en
las profecías del vidente Iddo
contra Jeroboam hijo de Nabat?
-
Y reinó
Salomón en Jerusalem sobre todo
Israel cuarenta años.
-
Y durmió
Salomón con sus padres, y
sepultáronlo en la ciudad de David
su padre: y reinó en su lugar Roboam
su hijo.
-
Y ROBOAM
fué á Sichêm porque en Sichêm se
había juntado todo Israel para
hacerlo rey.
-
Y como
lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, el
cual estaba en Egipto, donde había
huído á causa del rey Salomón,
volvió de Egipto.
-
Y
enviaron y llamáronle. Vino pues
Jeroboam, y todo Israel, y hablaron
á Roboam, diciendo:
-
Tu padre
agravó nuestro yugo: afloja tú,
pues, ahora algo de la dura
servidumbre, y del grave yugo con
que tu padre nos apremió, y te
serviremos.
-
Y él les
dijo: Volved á mí de aquí á tres
días. Y el pueblo se fué.
-
Entonces
el rey Roboam tomó consejo con los
viejos, que habían estado delante de
Salomón su padre cuando vivía, y
díjoles: ¿Cómo aconsejáis vosotros
que responda á este pueblo?
-
Y ellos
le hablaron, diciendo: Si te
condujeres humanamente con este
pueblo, y los agradares, y les
hablares buenas palabras, ellos te
servirán perpetuamente.
-
Mas él,
dejando el consejo que le dieron los
viejos, tomó consejo con los
mancebos que se habían criado con
él, y que delante de él asistían;
-
Y
díjoles: ¿Qué aconsejáis vosotros
que respondamos á este pueblo, que
me ha hablado, diciendo: Alivia algo
del yugo que tu padre puso sobre
nosotros?
-
Entonces
los mancebos que se habían criado
con él, le hablaron, diciendo: Así
dirás al pueblo que te ha hablado
diciendo, Tu padre agravó nuestro
yugo, mas tú descárganos: así les
dirás: Lo más menudo mío es más
grueso que los lomos de mi padre.
-
Así que,
mi padre os cargó de grave yugo, y
yo añadiré á vuestro yugo: mi padre
os castigó con azotes, y yo con
escorpiones.
-
Vino
pues Jeroboam con todo el pueblo á
Roboam al tercer día: según el rey
les había mandado deciendo: Volved á
mí de aquí á tres días.
-
Y
respondióles el rey ásperamente;
pues dejó el rey Roboam el consejo
de los viejos,
-
Y
hablóles conforme al consejo de los
mancebos, diciendo: Mi padre agravó
vuestro yugo, y yo añadiré á vuestro
yugo: mi padre os castigó con
azotes, y yo con escorpiones.
-
Y no
escuchó el rey al pueblo; porque la
causa era de Dios, para cumplir
Jehová su palabra que había hablado,
por Ahías Silonita, á Jeroboam hijo
de Nabat.
-
Y viendo
todo Israel que el rey no les había
oído, respondió el pueblo al rey,
diciendo: ¿Qué parte tenemos
nosotros con David, ni herencia en
el hijo de Isaí? ¡Israel, cada uno á
sus estancias! ¡David, mira ahora
por tu casa! Así se fué todo Israel
á sus estancias.
-
Mas
reinó Roboam sobre los hijos de
Israel que habitaban en las ciudades
de Judá.
-
Envió
luego el rey Roboam á Adoram, que
tenía cargo de los tributos; pero le
apedrearon los hijos de Israel, y
murió. Entonces se esforzó el rey
Roboam, y subiendo en un carro huyó
á Jerusalem.
-
Así se
apartó Israel de la casa de David
hasta hoy.
-
Y COMO
vino Roboam á Jerusalem, juntó la
casa de Judá y de Benjamín, ciento y
ochenta mil hombres escogidos de
guerra, para pelear contra Israel y
volver el reino á Roboam.
-
Mas fué
palabra de Jehová á Semeías varón de
Dios, diciendo:
-
Habla á
Roboam hijo de Salomón, rey de Judá,
y á todos los Israelitas en Judá y
Benjamín, diciéndoles:
-
Así ha
dicho Jehová: No subáis ni peleéis
contra vuestros hermanos; vuélvase
casa uno á su casa, porque yo he
hecho este negocio. Y ellos oyeron
la palabra de Jehová, y tornáronse,
y no fueron contra Jeroboam.
-
Y habitó
Roboam en Jerusalem, y edificó
ciudades para fortificar á Judá.
-
Y
edificó á Beth-lehem, y á Etham, y á
Tecoa,
-
Y á Beth-sur,
y á Sochô, y á Adullam,
-
Y á
Gath, y á Maresa, y á Ziph,
-
Y á
Adoraim, y á Lachîs, y á Acechâ,
-
Y á
Sora, y á Ajalón, y á Hebrón, que
eran en Judá y en Benjamín, ciudades
fuertes.
-
Fortificó también las fortalezas, y
puso en ellas capitanes, y
vituallas, y vino, y aceite;
-
Y en
todas las ciudades, escudos y
lanzas. Fortificólas pues en gran
manera, y Judá y Benjamín le estaban
sujetos.
-
Y los
sacerdotes y Levitas que estaban en
todo Israel, se juntaron á él de
todos sus términos.
-
Porque
los Levitas dejaban sus ejidos y sus
posesiones, y se venían á Judá y á
Jerusalem: pues Jeroboam y sus hijos
los echaban del ministerio de
Jehová.
-
Y él se
hizo sacerdotes para los altos, y
para los demonios, y para los
becerros que él había hecho.
-
Tras
aquéllos acudieron también de todas
las tribus de Israel los que habían
puesto su corazón en buscar á Jehová
Dios de Israel; y viniéronse á
Jerusalem para sacrificar á Jehová,
el Dios de sus padres.
-
Así
fortificaron el reino de Judá, y
confirmaron á Roboam hijo de
Salomón, por tres años; porque tres
años anduvieron en el camino de
David y de Salomón.
-
Y tomóse
Roboam por mujer á Mahalath, hija de
Jerimoth hijo de David, y á Abihail,
hija de Eliab hijo de Esaí.
-
La cual
le parió hijos: á Jeus, y á Samaria,
y á Zaham.
-
Después
de ella tomó á Maachâ hija de
Absalom, la cual le parió á Abías, á
Athai, Ziza, y Selomith.
-
Mas
Roboam amó á Maachâ hija de Absalom
sobre todas sus mujeres y
concubinas; porque tomó diez y ocho
mujeres y sesenta concubinas, y
engendró veintiocho hijos y sesenta
hijas.
-
Y puso
Roboam á Abías hijo de Maachâ por
cabeza y príncipe de sus hermanos,
porque quería hacerle rey.
-
E hízole
instruir, y esparció todos sus hijos
por todas las tierras de Judá y de
Benjamín, y por todas las ciudades
fuertes, y dióles vituallas en
abundancia, y pidió muchas mujeres.
-
Y COMO
Roboam hubo confirmado el reino,
dejó la ley de Jehová, y con él todo
Israel.
-
Y en el
quinto año del rey Roboam subió
Sisac rey de Egipto contra Jerusalem,
(por cuanto se habían rebelado
contra Jehová,)
-
Con mil
y doscientos carros, y con sesenta
mil hombres de á caballo: mas el
pueblo que venía con él de Egipto,
no tenía número; á saber, de Libios,
Sukienos, y Etiopes.
-
Y tomó
las ciudades fuertes de Judá, y
llegó hasta Jerusalem.
-
Entonces
vino Semeías profeta á Roboam y á
los príncipes de Judá, que estaban
reunidos en Jerusalem por causa de
Sisac, y díjoles: Así ha dicho
Jehová: Vosotros me habéis dejado, y
yo también os he dejado en manos de
Sisac.
-
Y los
príncipes de Israel y el rey se
humillaron, y dijeron: Justo es
Jehová.
-
Y como
vió Jehová que se habían humillado,
fué palabra de Jehová á Semeías,
diciendo: Hanse humillado; no los
destruiré; antes los salvare en
breve, y no se derramará mi ira
contra Jerusalem por mano de Sisac.
-
Empero
serán sus siervos; para que sepan
qué es servirme á mí, y servir á los
reinos de las naciones.
-
Subió
pues Sisac rey de Egipto á
Jerusalem, y tomó los tesoros de la
casa de Jehová, y los tesoros de la
casa del rey; todo lo llevó: y tomó
los paveses de oro que Salomón había
hecho.
-
Y en
lugar de ellos hizo el rey Roboam
paveses de metal, y entrególos en
manos de los jefes de la guardia,
los cuales custodiaban la entrada de
la casa del rey.
-
Y cuando
el rey iba á la casa de Jehová,
venían los de la guardia, y
traíanlos, y después los volvían á
la cámara de la guardia.
-
Y como
él se humilló, la ira de Jehová se
apartó de él, para no destruirlo del
todo: y también en Judá las cosas
fueron bien.
-
Fortificado pues Roboam, reinó en
Jerusalem: y era Roboam de cuarenta
y un años cuando comenzó á reinar, y
diecisiete años reinó en Jerusalem,
ciudad que escogió Jehová de todas
las tribus de Israel, para poner en
ella su nombre. Y el nombre de su
madre fué Naama Ammonita.
-
E hizo
lo malo, porque no apercibió su
corazón para buscar á Jehová.
-
Y las
cosas de Roboam, primeras y
postreras, ¿no están escritas en los
libros de Semeías profeta y de Iddo
vidente, en la cuenta de los
linajes? Y entre Roboam y Jeroboam
hubo perpetua guerra.
-
Y durmió
Roboam con sus padres, y fué
sepultado en la ciudad de David: y
reinó en su lugar Abías su hijo.
-
A LOS
dieciocho años del rey Jeroboam,
reinó Abías sobre Judá.
-
Y reinó
tres años en Jerusalem. El nombre de
su madre fué Michâía hija de Uriel
de Gabaa. Y hubo guerra entre Abías
y Jeroboam.
-
Entonces
ordenó Abías batalla con un ejército
de cuatrocientos mil hombres de
guerra valerosos y escogidos: y
Jeroboam ordenó batalla contra él
con ochocientos mil hombres
escogidos, fuertes y valerosos.
-
Y
levantóse Abías sobre el monte de
Semaraim, que es en los montes de
Ephraim, y dijo: Oidme, Jeroboam y
todo Israel.
-
¿No
sabéis vosotros, que Jehová Dios de
Israel dió el reino á David sobre
Israel para siempre, á él y á sus
hijos en alianza de sal?
-
Pero
Jeroboam hijo de Nabat, siervo de
Salomón hijo de David, se levantó y
rebeló contra su señor.
-
Y se
allegaron á el hombres vanos, hijos
de iniquidad, y pudieron más que
Roboam hijo de Salomón, porque
Roboam era mozo y tierno de corazón,
y no se defendió de ellos.
-
Y ahora
vosotros tratáis de fortificaros
contra el reino de Jehová en mano de
los hijos de David, porque sois
muchos, y tenéis con vosotros los
becerros de oro que Jeroboam os hizo
por dioses.
-
¿No
echasteis vosotros á los sacerdotes
de Jehová, á los hijos de Aarón, y á
los Levitas, y os habéis hecho
sacerdotes á la manera de los
pueblos de otras tierras, para que
cualquiera venga á consagrarse con
un becerro y siete carneros, y así
sea sacerdote de los que no son
dioses?
-
Mas en
cuanto á nosotros, Jehová es nuestro
Dios, y no le hemos dejado: y los
sacerdotes que ministran á Jehová
son los hijos de Aarón, y los
Levitas en la obra;
-
Los
cuales queman á Jehová los
holocaustos cada mañana y cada
tarde, y los perfumes aromáticos; y
ponen los panes sobre la mesa
limpia, y el candelero de oro con
sus candilejas para que ardan cada
tarde: porque nosotros guardamos la
ordenanza de Jehová nuestro Dios;
mas vosotros le habéis dejado.
-
Y he
aquí Dios está con nosotros por
cabeza, y sus sacerdotes con las
trompetas del júbilo para que suenen
contra vosotros. Oh hijos de Israel,
no peleéis contra Jehová el Dios de
vuestros padres, porque no os
sucederá bien.
-
Pero
Jeroboam hizo girar una emboscada
para venir á ellos por la espalda: y
estando así delante de ellos, la
emboscada estaba á espaldas de Judá.
-
Y como
miró Judá, he aquí que tenía batalla
delante y á las espaldas; por lo que
clamaron á Jehová, y los sacerdotes
tocaron las trompetas.
-
Entonces
los de Judá alzaron grita; y así que
ellos alzaron grita, Dios desbarató
á Jeroboam y á todo Israel delante
de Abías y de Judá:
-
Y
huyeron los hijos de Israel delante
de Judá, y Dios los entregó en sus
manos.
-
Y Abías
y su gente hacían en ellos gran
mortandad; y cayeron heridos de
Israel quinientos mil hombres
escogidos.
-
Así
fueron humillados los hijos de
Israel en aquel tiempo: mas los
hijos de Judá se fortificaron,
porque se apoyaban en Jehová el Dios
de sus padres.
-
Y siguió
Abías á Jeroboam, y tomóle algunas
ciudades, á Beth-el con sus aldeas,
á Jesana con sus aldeas, y á Ephraim
con sus aldeas.
-
Y nunca
más tuvo Jeroboam poderío en los
días de Abías: é hirióle Jehová, y
murió.
-
Empero
se fortificó Abías; y tomó catorce
mujeres, y engendró veintidós hijos,
y dieciséis hijas.
-
Lo demás
de los hechos de Abías, sus caminos
y sus negocios, está escrito en la
historia de Iddo profeta.
-
Y DURMIÓ
Abías con sus padres, y fué
sepultado en la ciudad de David. Y
reinó en su lugar su hijo Asa, en
cuyos días tuvo sosiego el país por
diez años.
-
E hizo
Asa lo bueno y lo recto en los ojos
de Jehová su Dios.
-
Porque
quitó los altares del culto ajeno, y
los altos; quebró las imágenes, y
taló los bosques;
-
Y mandó
á Judá que buscasen á Jehová el Dios
de sus padres, y pusiesen por obra
la ley y sus mandamientos.
-
Quitó
asimismo de todas las ciudades de
Judá los altos y las imágenes, y
estuvo el reino quieto delante de
él.
-
Y
edificó ciudades fuertes en Judá,
por cuanto había paz en la tierra, y
no había guerra contra él en
aquellos tiempos; porque Jehová le
había dado reposo.
-
Dijo por
tanto á Judá: Edifiquemos estas
ciudades, y cerquémoslas de muros
con torres, puertas, y barras, ya
que la tierra es nuestra: porque
hemos buscado á Jehová nuestro Dios,
hémosle buscado, y él nos ha dado
reposo de todas partes. Edificaron
pues, y fueron prosperados.
-
Tuvo
también Asa ejército que traía
escudos y lanzas: de Judá
trescientos mil, y de Benjamín
doscientos y ochenta mil que traían
escudos y flechaban arcos; todos
hombres diestros.
-
Y salió
contra ellos Zera Etiope con un
ejército de mil millares, y
trescientos carros; y vino hasta
Maresa.
-
Entonces
salió Asa contra él, y ordenaron la
batalla en el valle de Sephata junto
á Maresa.
-
Y clamó
Asa á Jehová su Dios, y dijo:
Jehová, no tienes tú más con el
grande que con el que ninguna fuerza
tiene, para dar ayuda. Ayúdanos, oh
Jehová Dios nuestro, porque en ti
nos apoyamos, y en tu nombre venimos
contra este ejército. Oh Jehová, tú
eres nuestro Dios: no prevalezca
contra ti el hombre.
-
Y Jehová
deshizo los Etiopes delante de Asa y
delante de Judá; y huyeron los
Etiopes.
-
Y Asa, y
el pueblo que con él estaba, lo
siguió hasta Gerar: y cayeron los
Etiopes hasta no quedar en ellos
aliento; porque fueron deshechos
delante de Jehová y de su ejército.
Y les tomaron muy grande despojo.
-
Batieron
también todas las ciudades alrededor
de Gerar, porque el terror de Jehová
fué sobre ellos: y saquearon todas
las ciudades, porque había en ellas
gran despojo.
-
Asimismo
dieron sobre las cabañas de los
ganados, y trajeron muchas ovejas y
camellos, y volviéronse á Jerusalem.
-
Y FUE el
espíritu de Dios sobre Azarías hijo
de Obed;
-
Y salió
al encuentro á Asa, y díjole: Oidme,
Asa, y todo Judá y Benjamín: Jehová
es con vosotros, si vosotros fueres
con él: y si le buscareis, será
hallado de vosotros; mas si le
dejareis, él también os dejará.
-
Muchos
días ha estado Israel sin verdadero
Dios y sin sacerdote, y sin
enseñador y sin ley:
-
Mas
cuando en su tribulación se
convirtieron á Jehová Dios de
Israel, y le buscaron, él fué
hallado de ellos.
-
En
aquellos tiempos no hubo paz, ni
para el que entraba, ni para el que
salía, sino muchas aflicciones sobre
todos los habitadores de las
tierras.
-
Y la una
gente destruía á la otra, y una
ciudad á otra ciudad: porque Dios
los conturbó con todas calamidades.
-
Esforzaos empero vosotros, y no
desfallezcan vuestras manos; que
salario hay para vuestra obra.
-
Y como
oyó Asa las palabras y profecía de
Obed profeta, fué confortado, y
quitó las abominaciones de toda la
tierra de Judá y de Benjamín, y de
las ciudades que él había tomado en
el monte de Ephraim; y reparó el
altar de Jehová que estaba delante
del pórtico de Jehová.
-
Después
hizo juntar á todo Judá y Benjamín,
y con ellos los extranjeros de
Ephraim, y de Manasés, y de Simeón:
porque muchos de Israel se habían
pasado á él, viendo que Jehová su
Dios era con él.
-
Juntáronse pues en Jerusalem en el
mes tercero del año décimoquinto del
reinado de Asa.
-
Y en
aquel mismo día sacrificaron á
Jehová, de los despojos que habían
traído, setecientos bueyes y siete
mil ovejas.
-
Y
entraron en concierto de que
buscarían á Jehová el Dios de sus
padres, de todo su corazón y de toda
su alma;
-
Y que
cualquiera que no buscase á Jehová
el Dios de Israel, muriese, grande ó
pequeño, hombre ó mujer.
-
Y
juraron á Jehová con gran voz y
júbilo, á son de trompetas y de
bocinas:
-
Del cual
juramento todos los de Judá se
alegraron; porque de todo su corazón
lo juraban, y de toda su voluntad lo
buscaban: y fué hallado de ellos; y
dióles Jehová reposo de todas
partes.
-
Y aun á
Maachâ madre del rey Asa, él mismo
la depuso de su dignidad, porque
había hecho un ídolo en el bosque: y
Asa deshizo su ídolo, y lo
desmenuzó, y quemó en el torrente de
Cedrón.
-
Mas con
todo eso los altos no eran quitados
de Israel, aunque el corazón de Asa
fué perfecto mientras vivió.
-
Y metió
en la casa de Dios lo que su padre
había dedicado, y lo que él había
consagrado, plata y oro y vasos.
-
Y no
hubo guerra hasta los treinta y
cinco años del reinado de Asa.
-
EN el
año treinta y seis del reinado de
Asa, subió Baasa rey de Israel
contra Judá, y edificó á Rama, para
no dejar salir ni entrar á ninguno
al rey Asa, rey de Judá.
-
Entonces
sacó Asa la plata y el oro de los
tesoros de la casa de Jehová y de la
casa real, y envió á Ben-adad rey de
Siria, que estaba en Damasco,
diciendo:
-
Haya
alianza entre mí y ti, como la hubo
entre mi padre y tu padre; he aquí
yo te he enviado plata y oro, para
que vengas y deshagas la alianza que
tienes con Baasa rey de Israel, á
fin de que se retire de mí.
-
Y
consintió Ben-adad con el rey Asa, y
envió los capitanes de sus ejércitos
á la ciudades de Israel: y batieron
á Ion, Dan, y Abel-maim, y las
ciudades fuertes de Nephtalí.
-
Y oyendo
esto Baasa, cesó de edificar á Rama,
y dejó su obra.
-
Entonces
el rey Asa tomó á todo Judá, y
lleváronse de Rama la piedra y
madera con que Baasa edificaba, y
con ella edificó á Gibaa y Mizpa.
-
En aquel
tiempo vino Hanani vidente á Asa rey
de Judá, y díjole: Por cuanto te has
apoyado en el rey de Siria, y no te
apoyaste en Jehová tu Dios, por eso
el ejército del rey de Siria ha
escapado de tus manos.
-
Los
Etiopes y los Libios, ¿no eran un
ejército numerosísimo, con carros y
muy mucha gente de á caballo? con
todo, porque te apoyaste en Jehová,
él los entregó en tus manos.
-
Porque
los ojos de Jehová contemplan toda
la tierra, para corroborar á los que
tienen corazón perfecto para con él.
Locamente has hecho en esto; porque
de aquí adelante habrá guerra contra
ti.
-
Y
enojado Asa contra el vidente,
echólo en la casa de la cárcel,
porque fué en extremo conmovido á
causa de esto. Y oprimió Asa en
aquel tiempo algunos del pueblo.
-
Mas he
aquí, los hechos de Asa, primeros y
postreros, están escritos en el
libro de los reyes de Judá y de
Israel.
-
Y el año
treinta y nueve de su reinado
enfermó Asa de los pies para arriba,
y en su enfermedad no buscó á
Jehová, sino á los médicos.
-
Y durmió
Asa con sus padres, y murió en el
año cuarenta y uno de su reinado.
-
Y
sepultáronlo en sus sepulcros que él
había hecho para sí en la ciudad de
David;
-
Y REINÓ
en su lugar Josaphat su hijo, el
cual prevaleció contra Israel.
-
Y puso
ejército en todas las ciudades
fuertes de Judá, y colocó gente de
guarnición, en tierra de Judá, y
asimismo en las ciudades de Ephraim
que su padre Asa había tomado.
-
Y fué
Jehová con Josaphat, porque anduvo
en los primeros caminos de David su
padre, y no buscó á los Baales;
-
Sino que
buscó al Dios de su padre, y anduvo
en sus mandamientos, y no según las
obras de Israel.
-
Jehová
por tanto confirmó el reino en su
mano, y todo Judá dió á Josaphat
presentes; y tuvo riquezas y gloria
en abundancia.
-
Y
animóse su corazón en los caminos de
Jehová, y quitó los altos y los
bosques de Judá.
-
Al
tercer año de su reinado envió sus
príncipes Ben-hail, Obdías,
Zachârías, Nathaniel y Michêas, para
que enseñasen en las ciudades de
Judá;
-
Y con
ellos á los Levitas, Semeías,
Nethanías, Zebadías, y Asael, y
Semiramoth, y Jonathán, y Adonías, y
Tobías, y Tobadonías, Levitas; y con
ellos á Elisama y á Joram,
sacerdotes.
-
Y
enseñaron en Judá, teniendo consigo
el libro de la ley de Jehová, y
rodearon por todas las ciudades de
Judá enseñando al pueblo.
-
Y cayó
el pavor de Jehová sobre todos los
reinos de las tierras que estaban
alrededor de Judá; que no osaron
hacer guerra contra Josaphat.
-
Y traían
de los Filisteos presentes á
Josaphat, y tributos de plata. Los
Arabes también le trajeron ganados,
siete mil y setecientos carneros y
siete mil y setecientos machos de
cabrío.
-
Iba pues
Josaphat creciendo altamente: y
edificó en Judá fortalezas y
ciudades de depósitos.
-
Tuvo
además muchas obras en las ciudades
de Judá, y hombres de guerra muy
valientes en Jerusalem.
-
Y este
es el número de ellos según las
casas de sus padres: en Judá, jefes
de los millares: el general Adna, y
con él trescientos mil hombres muy
esforzados;
-
Después
de él, el jefe Johanán, y con él
doscientos y ochenta mil;
-
Tras
éste, Amasías hijo de Zichri, el
cual se había ofrecido
voluntariamente á Jehová, y con él
doscientos mil hombres valientes;
-
De
Benjamín, Eliada, hombre muy
valeroso, y con él doscientos mil
armados de arco y escudo;
-
Tras
éste, Jozabad, y con él ciento y
ochenta mil apercibidos para la
guerra.
-
Estos
eran siervos del rey, sin los que
había el rey puesto en las ciudades
de guarnición por toda Judea.
-
TENÍA
pues Josaphat riquezas y gloria en
abundancia, y trabó parentesco con
Achâb.
-
Y
después de algunos años descendió á
Achâb á Samaria; por lo que mató
Achâb muchas ovejas y bueyes para
él, y para la gente que con él
venía: y persuadióle que fuese con
él á Ramoth de Galaad.
-
Y dijo
Achâb rey de Israel á Josaphat rey
de Judá: ¿Quieres venir conmigo á
Ramoth de Galaad? Y él respondió:
Como yo, así también tú; y como tu
pueblo, así también mi pueblo:
iremos contigo á la guerra.
-
Además
dijo Josaphat al rey de Israel:
Ruégote que consultes hoy la palabra
de Jehová.
-
Entonces
el rey de Israel juntó cuatrocientos
profetas, y díjoles: ¿Iremos á la
guerra contra Ramoth de Galaad, ó
estaréme yo quieto? Y ellos dijeron:
Sube, que Dios los entregará en mano
del rey.
-
Mas
Josaphat dijo: ¿Hay aún aquí algún
profeta de Jehová, para que por él
preguntemos?
-
Y el rey
de Israel respondió á Josaphat: Aun
hay aquí un hombre por el cual
podemos preguntar á Jehová: mas yo
le aborrezco, porque nunca me
profetiza cosa buena, sino siempre
mal. Este es Michêas, hijo de Imla.
Y respondió Josaphat: No hable así
el rey.
-
Entonces
el rey de Israel llamó un eunuco, y
díjole: Haz venir luego á Michêas
hijo de Imla.
-
Y el rey
de Israel y Josaphat rey de Judá,
estaban sentados cada uno en su
trono, vestidos de sus ropas; y
estaban sentados en la era á la
entrada de la puerta de Samaria, y
todos los profetas profetizaban
delante de ellos.
-
Y
Sedechîas hijo de Chênaana se había
hecho cuernos de hierro, y decía:
Así ha dicho Jehová: Con estos
acornearás á los Siros hasta
destruirlos del todo.
-
De esta
manera profetizaban también todos
los profetas, diciendo: Sube á
Ramoth de Galaad, y sé prosperado;
porque Jehová la entregará en mano
del rey.
-
Y el
mensajero que había ido á llamar á
Michêas, le habló, diciendo: He aquí
las palabras de los profetas á una
boca anuncian al rey bienes; yo pues
te ruego que tu palabra sea como la
de uno de ellos, que hables bien.
-
Y dijo
Michêas: Vive Jehová, que lo que mi
Dios me dijere, eso hablaré. Y vino
al rey.
-
Y el rey
le dijo: Michêas, ¿iremos á pelear
contra Ramoth de Galaad, ó estaréme
yo quieto? Y él respondió: Subid,
que seréis prosperados, que serán
entregados en vuestras manos.
-
Y el rey
le dijo: ¿Hasta cuántas veces te
conjuraré por el nombre de Jehová
que no me hables sino la verdad?
-
Entonces
él dijo: He visto á todo Israel
derramado por los montes como ovejas
sin pastor: y dijo Jehová: Estos no
tienen señor; vuélvase cada uno en
paz en su casa.
-
Y el rey
de Israel dijo á Josaphat: ¿No te
había yo dicho que no me
profetizaría bien, sino mal?
-
Entonces
él dijo: Oid pues palabra de Jehová:
Yo he visto á Jehová sentado en su
trono, y todo el ejército de los
cielos estaba á su mano derecha y á
su izquierda.
-
Y Jehová
dijo: ¿Quién inducirá á Achâb rey de
Israel, para que suba y caiga en
Ramoth de Galaad? Y uno decía así, y
otro decía de otra manera.
-
Mas
salió un espíritu, que se puso
delante de Jehová, y dijo: Yo le
induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué
modo?
-
Y él
dijo: Saldré y seré espíritu de
mentira en la boca de todos los
profetas. Y Jehová dijo: Incita, y
también prevalece: sal, y hazlo así.
-
Y he
aquí ahora ha puesto Jehová espíritu
de mentira en la boca de estos tus
profetas; mas Jehová ha decretado el
mal acerca de ti.
-
Entonces
Sedechîas hijo de Chênaana se llegó
á él, é hirió á Michêas en la
mejilla, y dijo: ¿Por qué camino se
apartó de mí el espíritu de Jehová
para hablarte á ti?
-
Y
Michêas respondió: He aquí tú lo
verás aquel día, cuando te entrarás
de cámara en cámara para esconderte.
-
Entonces
el rey de Israel dijo: Tomad á
Michêas, y volvedlo á Amón
gobernador de la ciudad, y á Joas
hijo del rey.
-
Y
diréis: El rey ha dicho así: Poned á
éste en la cárcel, y sustentadle con
pan de aflicción y agua de angustia,
hasta que yo vuelva en paz.
-
Y
Michêas dijo: Si tú volvieres en
paz, Jehová no ha hablado por mí.
Dijo además: Oid lo, pueblos todos.
-
Subió
pues el rey de Israel, y Josaphat
rey de Judá, á Ramoth de Galaad.
-
Y dijo
el rey de Israel á Josaphat: Yo me
disfrazaré para entrar en la
batalla: mas tú vístete tus
vestidos. Y disfrazóse el rey de
Israel, y entró en la batalla.
-
Había el
rey de Siria mandado á los capitanes
de los carros que tenía consigo,
diciendo: No peleéis con chico ni
con grande, sino sólo con el rey de
Israel.
-
Y como
los capitanes de los carros vieron á
Josaphat, dijeron: Este es el rey de
Israel. Y cercáronlo para pelear;
mas Josaphat clamó, y ayudólo
Jehová, y apartólos Dios de él:
-
Pues
viendo los capitanes de los carros
que no era el rey de Israel,
desistieron de acosarle.
-
Mas
disparando uno el arco á la ventura,
hirió al rey de Israel entre las
junturas y el coselete. El entonces
dijo al carretero: Vuelve tu mano, y
sácame del campo, porque estoy mal
herido.
-
Y
arreció la batalla aquel día, por lo
que estuvo el rey de Israel en pie
en el carro enfrente de los Siros
hasta la tarde; mas murió á puestas
del sol.
-
Y
JOSAPHAT rey de Judá se volvió en
paz á su casa en Jerusalem.
-
Y
salióle al encuentro Jehú el
vidente, hijo de Hanani, y dijo al
rey Josaphat: ¿Al impío das ayuda, y
amas á los que aborrecen á Jehová?
Pues la ira de la presencia de
Jehová será sobre ti por ello.
-
Empero
se han hallado en ti buenas cosas,
porque cortaste de la tierra los
bosques, y has apercibido tu corazón
á buscar á Dios.
-
Habitó
pues Josaphat en Jerusalem; mas daba
vuelta y salía al pueblo, desde
Beer-seba hasta el monte de Ephraim,
y reducíalos á Jehová el Dios de sus
padres.
-
Y puso
en la tierra jueces en todas las
ciudades fuertes de Judá, por todos
los lugares.
-
Y dijo á
los jueces: Mirad lo que hacéis:
porque no juzguéis en lugar de
hombre, sino en lugar de Jehová, el
cual está con vosotros en el negocio
del juicio.
-
Sea pues
con vosotros el temor de Jehová;
guardad y haced: porque en Jehová
nuestro Dios no hay iniquidad, ni
acepción de personas, ni recibir
cohecho.
-
Y puso
también Josaphat en Jerusalem
algunos de los Levitas y sacerdotes,
y de los padres de familias de
Israel, para el juicio de Jehová y
para las causas. Y volviéronse á
Jerusalem.
-
Y
mandóles, diciendo: Procederéis
asimismo con temor de Jehová, con
verdad, y con corazón íntegro.
-
En
cualquier causa que viniere á
vosotros de vuestros hermanos que
habitan en las ciudades, entre
sangre y sangre, entre ley y
precepto, estatutos y derechos,
habéis de amonestarles que no pequen
contra Jehová, porque no venga ira
sobre vosotros y sobre vuestros
hermanos. Obrando así no pecaréis.
-
Y he
aquí Amarías sacerdote será el que
os presida en todo negocio de
Jehová; y Zebadías hijo de Ismael,
príncipe de la casa de Judá, en
todos los negocios del rey; también
los Levitas serán oficiales en
presencia de vosotros. Esforzaos
pues, y obrad; que Jehová será con
el bueno.
-
PASADAS
estas cosas, aconteció que los hijos
de Moab y de Ammón, y con ellos
otros de los Ammonitas, vinieron
contra Josaphat á la guerra.
-
Y
acudieron, y dieron aviso á Josaphat,
diciendo: Contra ti viene una grande
multitud de la otra parte de la mar,
y de la Siria; y he aquí ellos están
en Hasasón-tamar, que es Engedi.
-
Entonces
él tuvo temor; y puso Josaphat su
rostro para consultar á Jehová, é
hizo pregonar ayuno á todo Judá.
-
Y
juntáronse los de Judá para pedir
socorro á Jehová: y también de todas
las ciudades de Judá vinieron á
pedir á Jehová.
-
Púsose
entonces Josaphat en pie en la
reunión de Judá y de Jerusalem, en
la casa de Jehová, delante del atrio
nuevo;
-
Y dijo:
Jehová Dios de nuestros padres, ¿no
eres tú Dios en los cielos, y te
enseñoreas en todos los reinos de
las Gentes? ¿no está en tu mano tal
fuerza y potencia, que no hay quien
te resista?
-
Dios
nuestro, ¿no echaste tú los
moradores de aquesta tierra delante
de tu pueblo Israel, y la diste á la
simiente de Abraham tu amigo para
siempre?
-
Y ellos
han habitado en ella, y te han
edificado en ella santuario á tu
nombre, diciendo:
-
Si mal
viniere sobre nosotros, ó espada de
castigo, ó pestilencia, ó hambre,
presentarnos hemos delante de esta
casa, y delante de ti, (porque tu
nombre está en esta casa,) y de
nuestras tribulaciones clamaremos á
ti, y tú nos oirás y salvarás.
-
Ahora
pues, he aquí los hijos de Ammón y
de Moab, y los del monte de Seir, á
la tierra de los cuales ni quisiste
que pasase Israel cuando venían de
la tierra de Egipto, sino que se
apartasen de ellos, y no los
destruyesen;
-
He aquí
ellos nos dan el pago, viniendo á
echarnos de tu heredad, que tú nos
diste á poseer.
-
¡Oh Dios
nuestro! ¿no los juzgarás tú? porque
en nosotros no hay fuerza contra tan
grande multitud que viene contra
nosotros: no sabemos lo que hemos de
hacer, mas á ti volvemos nuestros
ojos.
-
Y todo
Judá estaba en pie delante de
Jehová, con sus niños, y sus
mujeres, y sus hijos.
-
Y estaba
allí Jahaziel hijo de Zachârías,
hijo de Benaías, hijo de Jeiel, hijo
de Mathanías, Levita de los hijos de
Asaph, sobre el cual vino el
espíritu de Jehová en medio de la
reunión;
-
Y dijo:
Oid, Judá todo, y vosotros moradores
de Jerusalem, y tú, rey Josaphat.
Jehová os dice así: No temáis ni os
amedrentéis delante de esta tan
grande multitud; porque no es
vuestra la guerra, sino de Dios.
-
Mañana
descenderéis contra ellos: he aquí
que ellos subirán por la cuesta de
Sis, y los hallaréis junto al
arroyo, antes del desierto de
Jeruel.
-
No habrá
para qué vosotros peleéis en este
caso: paraos, estad quedos, y ved la
salud de Jehová con vosotros. Oh
Judá y Jerusalem, no temáis ni
desmayéis; salid mañana contra
ellos, que Jehová será con vosotros.
-
Entonces
Josaphat se inclinó rostro por
tierra, y asimismo todo Judá y los
moradores de Jerusalem se postraron
delante de Jehová, y adoraron á
Jehová.
-
Y
levantáronse los Levitas de los
hijos de Coath y de los hijos de
Coré, para alabar á Jehová el Dios
de Israel á grande y alta voz.
-
Y como
se levantaron por la mañana,
salieron por el desierto de Tecoa. Y
mientras ellos salían, Josaphat
estando en pie, dijo: Oidme, Judá y
moradores de Jerusalem. Creed á
Jehová vuestro Dios, y seréis
seguros; creed á sus profetas, y
seréis prosperados.
-
Y habido
consejo con el pueblo, puso á
algunos que cantasen á Jehová, y
alabasen en la hermosura de la
santidad, mientras que salía la
gente armada, y dijesen: Glorificad
á Jehová, porque su misericordia es
para siempre.
-
Y como
comenzaron con clamor y con
alabanza, puso Jehová contra los
hijos de Ammón, de Moab, y del monte
de Seir, las emboscadas de ellos
mismos que venían contra Judá, y
matáronse los unos á los otros:
-
Pues los
hijos de Ammón y Moab se levantaron
contra los del monte de Seir, para
matarlos y destruirlos; y como
hubieron acabado á los del monte de
Seir, cada cual ayudó á la
destrucción de su compañero.
-
Y luego
que vino Judá á la atalaya del
desierto, miraron hacia la multitud;
mas he aquí yacían ellos en tierra
muertos, que ninguno había escapado.
-
Viniendo
entonces Josaphat y su pueblo á
despojarlos, hallaron en ellos
muchas riquezas entre los cadáveres,
así vestidos como preciosos enseres,
los cuales tomaron para sí, tantos,
que no los podían llevar: tres días
duró el despojo, porque era mucho.
-
Y al
cuarto día se juntaron en el valle
de Beracah; porque allí bendijeron á
Jehová, y por esto llamaron el
nombre de aquel paraje el valle de
Beracah, hasta hoy.
-
Y todo
Judá y los de Jerusalem, y Josaphat
á la cabeza de ellos, volvieron para
tornarse á Jerusalem con gozo,
porque Jehová les había dado gozo de
sus enemigos.
-
Y
vinieron á Jerusalem con salterios,
arpas, y bocinas, á la casa de
Jehová.
-
Y fué el
pavor de Dios sobre todos los reinos
de aquella tierra, cuando oyeron que
Jehová había peleado contra los
enemigos de Israel.
-
Y el
reino de Josaphat tuvo reposo;
porque su Dios le dió reposo de
todas partes.
-
Así
reinó Josaphat sobre Judá: de
treinta y cinco años era cuando
comenzó á reinar, y reinó veinte y
cinco años en Jerusalem. El nombre
de su madre fué Azuba, hija de
Silhi.
-
Y anduvo
en el camino de Asa su padre, sin
apartarse de él, haciendo lo recto
en los ojos de Jehová.
-
Con todo
eso los altos no eran quitados; que
el pueblo aun no había enderezado su
corazón al Dios de sus padres.
-
Lo demás
de los hechos de Josaphat, primeros
y postreros, he aquí están escritos
en las palabras de Jehú hijo de
Hanani, del cual es hecha mención en
el libro de los reyes de Israel.
-
Pasadas
estas cosas, Josaphat rey de Judá
trabó amistad con Ochôzías rey de
Israel, el cual fué dado á la
impiedad:
-
E hizo
con él compañía para aparejar navíos
que fuesen á Tharsis; y construyeron
los navíos en Esion-geber.
-
Entonces
Eliezer hijo de Dodava de Mareosah,
profetizó contra Josaphat, diciendo:
Por cuanto has hecho compañía con
Ochôzías, Jehová destruirá tus
obras. Y los navíos se rompieron, y
no pudieron ir á Tharsis.
-
Y DURMIÓ
Josaphat con sus padres, y
sepultáronlo con sus padres en la
ciudad de David. Y reinó en su lugar
Joram su hijo.
-
Este
tuvo hermanos, hijos de Josaphat, á
Azarías, Jehiel, Zachârías, Azarías,
Michâel, y Sephatías. Todos estos
fueron hijos de Josaphat rey de
Israel.
-
Y su
padre les había dado muchos dones de
oro y de plata, y cosas preciosas, y
ciudades fuertes en Judá; mas había
dado el reino á Joram, porque él era
el primogénito.
-
Fué pues
elevado Joram al reino de su padre;
y luego que se hizo fuerte, mató á
cuchillo á todos sus hermanos, y
asimismo algunos de los príncipes de
Israel.
-
Cuando
comenzó á reinar era de treinta y
dos años, y reinó ocho años en
Jerusalem.
-
Y anduvo
en el camino de los reyes de Israel,
como hizo la casa de Achâb; porque
tenía por mujer la hija de Achâb, é
hizo lo malo en ojos de Jehová.
-
Mas
Jehová no quiso destruir la casa de
David, á causa de la alianza que con
David había hecho, y porque le había
dicho que le daría lámpara á él y á
sus hijos perpetuamente.
-
En los
días de éste se rebeló la Idumea,
para no estar bajo el poder de Judá,
y pusieron rey sobre sí.
-
Entonces
pasó Joram con sus príncipes, y
consigo todos sus carros; y
levantóse de noche, é hirió á los
Idumeos que le habían cercado, y á
todos los comandantes de sus carros.
-
Con todo
eso Edom quedó rebelado, sin estar
bajo la mano de Judá hasta hoy.
También se rebeló en el mismo tiempo
Libna para no estar bajo su mano;
por cuanto él había dejado á Jehová
el Dios de sus padres.
-
Demás de
esto hizo altos en los montes de
Judá, é hizo que los moradores de
Jerusalem fornicasen, y á ello
impelió á Judá.
-
Y
viniéronle letras del profeta Elías,
que decían: Jehová, el Dios de David
tu padre, ha dicho así: Por cuanto
no has andado en los caminos de
Josaphat tu padre, ni en los caminos
de Asa, rey de Judá,
-
Antes
has andado en el camino de los reyes
de Israel, y has hecho que fornicase
Judá, y los moradores de Jerusalem,
como fornicó la casa de Achâb; y
además has muerto á tus hermanos, á
la familia de tu padre, los cuales
eran mejores que tú:
-
He aquí
Jehová herirá tu pueblo de una
grande plaga, y á tus hijos y á tus
mujeres, y á toda tu hacienda;
-
Y á ti
con muchas enfermedades, con
enfermedad de tus entrañas, hasta
que las entrañas se te salgan á
causa de la enfermedad de cada día.
-
Entonces
despertó Jehová contra Joram el
espíritu de los Filisteos, y de los
Arabes que estaban junto á los
Etiopes;
-
Y
subieron contra Judá, é invadieron
la tierra, y tomaron toda la
hacienda que hallaron en la casa del
rey, y á sus hijos, y á sus mujeres;
que no le quedó hijo, sino Joachâz
el menor de sus hijos.
-
Después
de todo esto Jehová lo hirió en las
entrañas de una enfermedad
incurable.
-
Y
aconteció que, pasando un día tras
otro, al fin, al cabo de dos años,
las entrañas se le salieron con la
enfermedad, muriendo así de
enfermedad muy penosa. Y no le hizo
quema su pueblo, como las había
hecho á sus padres.
-
Cuando
comenzó á reinar era de treinta y
dos años, y reinó en Jerusalem ocho
años; y fuése sin ser deseado. Y
sepultáronlo en la ciudad de David,
mas no en los sepulcros de los
reyes.
-
Y LOS
moradores de Jerusalem hicieron rey
en lugar suyo á Ochôzías su hijo
menor: porque la tropa había venido
con los Arabes al campo, había
muerto á todos los mayores; por lo
cual reinó Ochôzías, hijo de Joram
rey de Judá.
-
Cuando
Ochôzías comenzó á reinar era de
cuarenta y dos años, y reinó un año
en Jerusalem. El nombre de su madre
fué Athalía, hija de Omri.
-
También
él anduvo en los caminos de la casa
de Achâb: porque su madre le
aconsejaba á obrar impíamente.
-
Hizo
pues lo malo en ojos de Jehová, como
la casa de Achâb; porque después de
la muerte de su padre, ellos le
aconsejaron para su perdición.
-
Y él
anduvo en los consejos de ellos, y
fué á la guerra con Joram hijo de
Achâb, rey de Israel, contra Hazael
rey de Siria, á Ramoth de Galaad,
donde los Siros hirieron á Joram.
-
Y se
volvió para curarse en Jezreel de
las heridas que le habían hecho en
Rama, peleando con Hazael rey de
Siria. Y descendió Azarías hijo de
Joram, rey de Judá, á visitar á
Joram hijo de Achâb, en Jezreel,
porque allí estaba enfermo.
-
Esto
empero venía de Dios, para que
Ochôzías fuese hollado viniendo á
Joram: porque siendo venido, salió
con Joram contra Jehú hijo de Nimsi,
al cual Jehová había ungido para que
talase la casa de Achâb.
-
Y fué
que, haciendo juicio Jehú con la
casa de Achâb, halló á los príncipes
de Judá, y á los hijos de los
hermanos de Ochôzías, que servían á
Ochôzías, y matólos.
-
Y
buscando á Ochôzías, el cual se
había escondido en Samaria,
tomáronlo, y trajéronlo á Jehú, y le
mataron; y diéronle sepultura,
porque dijeron: Es hijo de Josaphat,
el cual buscó á Jehová de todo su
corazón. Y la casa de Ochôzías no
tenía fuerzas para poder retener el
reino.
-
Entonces
Athalía madre de Ochôzías, viendo
que su hijo era muerto, levantóse y
destruyó toda la simiente real de la
casa de Judá.
-
Empero
Josabeth, hija del rey, tomó á Joas
hijo de Ochôzías, y arrebatólo de
entre los hijos del rey, que
mataban, y guardóle á él y á su ama
en la cámara de los lechos. Así pues
lo escondió Josabeth, hija del rey
Joram, mujer de Joiada el sacerdote,
(porque ella era hermana de Ochôzías),
de delante de Athalía, y no lo
mataron.
-
Y estuvo
con ellos escondido en la casa de
Dios seis años. Entre tanto Athalía
reinaba en el país.
-
MáS
el séptimo año se animó Joiada, y
tomó consigo en alianza á los
centuriones, Azarías hijo de Jeroam,
y á Ismael hijo de Johanán, y á
Azarías hijo de Obed, y á Maasías
hijo de Adaías, y á Elisaphat hijo
de Zichri;
-
Los
cuales rodeando por Judá, juntaron
los Levitas de todas las ciudades de
Judá, y á los príncipes de las
familias de Israel, y vinieron á
Jerusalem.
-
Y toda
la multitud hizo alianza con el rey
en la casa de Dios. Y él les dijo:
He aquí el hijo del rey, el cual
reinará, como Jehová lo tiene dicho
de los hijos de David.
-
Lo que
habéis de hacer es: la tercera parte
de vosotros, los que entran de
semana, estarán de porteros con los
sacerdotes y los Levitas;
-
Y la
tercera parte, á la casa del rey; y
la tercera parte, á la puerta del
fundamento: y todo el pueblo estará
en los patios de la casa de Jehová.
-
Y
ninguno entre en la casa de Jehová,
sino los sacerdotes y Levitas que
sirven: éstos entrarán, porque están
consagrados; y todo el pueblo hará
la guardia de Jehová.
-
Y los
Levitas rodearán al rey por todas
partes, y cada uno tendrá sus armas
en la mano; y cualquiera que entrare
en la casa, muera: y estaréis con el
rey cuando entrare, y cuando
saliere.
-
Y los
Levitas y todo Judá lo hicieron todo
como lo había mandado el sacerdote
Joiada: y tomó cada uno los suyos,
los que entraban de semana, y los
que salían el sábado: porque el
sacerdote Joiada no dió licencia á
las compañías.
-
Dió
también el sacerdote Joiada á los
centuriones las lanzas, paveses y
escudos que habían sido del rey
David, que estaban en la casa de
Dios;
-
Y puso
en orden á todo el pueblo, teniendo
cada uno su espada en la mano, desde
el rincón derecho del templo hasta
el izquierdo, hacia el altar y la
casa, en derredor del rey por todas
partes.
-
Entonces
sacaron al hijo del rey, y
pusiéronle la corona y el
testimonio, é hiciéronle rey; y
Joiada y sus hijos le ungieron,
diciendo luego: ¡Viva el rey!
-
Y como
Athalía oyó el estruendo de la gente
que corría, y de los que bendecían
al rey, vino al pueblo á la casa de
Jehová;
-
Y
mirando, vió al rey que estaba junto
á su columna á la entrada, y los
príncipes y los trompetas junto al
rey, y que todo el pueblo de la
tierra hacía alegrías, y sonaban
bocinas, y cantaban con instrumentos
de música los que sabían alabar.
Entonces Athalía rasgó sus vestidos,
y dijo: ¡Conjuración, conjuración!
-
Y
sacando el pontífice Joiada los
centuriones y capitanes del
ejército, díjoles: Sacadla fuera del
recinto; y el que la siguiere, muera
á cuchillo: porque el sacerdote
había mandado que no la matasen en
la casa de Jehová.
-
Ellos
pues le echaron mano, y luego que
hubo ella pasado la entrada de la
puerta de los caballos de la casa
del rey, allí la mataron.
-
Y Joiada
hizo pacto entre sí y todo el pueblo
y el rey, que serían pueblo de
Jehová.
-
Después
de esto entró todo el pueblo en el
templo de Baal, y derribáronlo, y
también sus altares; é hicieron
pedazos sus imágenes, y mataron
delante de los altares á Mathán,
sacerdote de Baal.
-
Luego
ordenó Joiada los oficios en la casa
de Jehová bajo la mano de los
sacerdotes y Levitas, según David
los había distribuído en la casa de
Jehová, para ofrecer á Jehová los
holocaustos, como está escrito en la
ley de Moisés, con gozo y cantares,
conforme á la ordenación de David.
-
Puso
también porteros á las puertas de la
casa de Jehová, para que por ninguna
vía entrase ningún inmundo.
-
Tomó
después los centuriones, y los
principales, y los que gobernaban el
pueblo; y á todo el pueblo de la
tierra, y llevó al rey de la casa de
Jehová; y viniendo hasta el medio de
la puerta mayor de la casa del rey,
sentaron al rey sobre el trono del
reino.
-
Y todo
el pueblo del país hizo alegrías: y
la ciudad estuvo quieta, muerto que
hubieron á Athalía á cuchillo.
-
DE SIETE
años era Joas cuando comenzó á
reinar, y cuarenta años reinó en
Jerusalem. El nombre de su madre fué
Sibia, de Beer-seba.
-
E hizo
Joas lo recto en ojos de Jehová
todos los días de Joiada el
sacerdote.
-
Y tomó
para él Joiada dos mujeres; y
engendró hijos é hijas.
-
Después
de esto aconteció que Joas tuvo
voluntad de reparar la casa de
Jehová.
-
Y juntó
los sacerdotes y los Levitas, y
díjoles: Salid por las ciudades de
Judá, y juntad dinero de todo
Israel, para que cada año sea
reparada la casa de vuestro Dios; y
vosotros poned diligencia en el
negocio. Mas los Levitas no pusieron
diligencia.
-
Por lo
cual el rey llamó á Joiada el
principal, y díjole: ¿Por qué no has
procurado que los Levitas traigan de
Judá y de Jerusalem al tabernáculo
del testimonio, la ofrenda que
impuso Moisés siervo de Jehová, y de
la congregación de Israel?
-
Porque
la impía Athalía y sus hijos habían
destruído la casa de Dios, y además
habían gastado en los ídolos todas
las cosas consagradas á la casa de
Jehová.
-
Mandó
pues el rey que hiciesen un arca, la
cual pusieron fuera á la puerta de
la casa de Jehová;
-
E
hicieron pregonar en Judá y en
Jerusalem, que trajesen á Jehová la
ofrenda que Moisés siervo de Dios
había impuesto á Israel en el
desierto.
-
Y todos
los príncipes y todo el pueblo se
holgaron: y traían, y echaban en el
arca hasta henchirla.
-
Y como
venía el tiempo para llevar el arca
al magistrado del rey por mano de
los Levitas, cuando veían que había
mucho dinero, venía el escriba del
rey, y el que estaba puesto por el
sumo sacerdote, y llevaban el arca,
y vaciábanla, y volvíanla á su
lugar: y así lo hacían de día en
día, y recogían mucho dinero;
-
El cual
daba el rey y Joiada á los que
hacían la obra del servicio de la
casa de Jehová, y tomaban canteros y
oficiales que reparasen la casa de
Jehová, y herreros y metalarios para
componer la casa de Jehová.
-
Hacían
pues los oficiales la obra, y por
sus manos fué la obra restaurada, y
restituyeron la casa de Dios á su
condición, y la consolidaron.
-
Y cuando
hubieron acabado, trajeron lo que
quedaba del dinero al rey y á Joiada,
é hicieron de él vasos para la casa
de Jehová, vasos para el servicio,
morteros, cucharas, vasos de oro y
de plata. Y sacrificaban holocaustos
continuamente en la casa de Jehová
todos los días de Joiada.
-
Mas
Joiada envejeció, y murió harto de
días: de ciento y treinta años era
cuando murió.
-
Y
sepultáronlo en la ciudad de David
con los reyes, por cuanto había
hecho bien con Israel, y para con
Dios, y con su casa.
-
Muerto
Joiada, vinieron los príncipes de
Judá, é hicieron acatamiento al rey;
y el rey los oyó.
-
Y
desampararon la casa de Jehová el
Dios de sus padres, y sirvieron á
los bosques y á las imágenes
esculpidas; y la ira vino sobre Judá
y Jerusalem por este su pecado.
-
Y
envióles profetas, para que los
redujesen á Jehová, los cuales les
protestaron: mas ellos no los
escucharon.
-
Y el
espíritu de Dios envistió á
Zachârías, hijo de Joiada el
sacerdote, el cual estando sobre el
pueblo, les dijo: Así ha dicho Dios:
¿Por qué quebrantáis los
mandamientos de Jehová? No os vendrá
bien de ello; porque por haber
dejado á Jehová, el también os
dejará.
-
Mas
ellos hicieron conspiración contra
él, y cubriéronle de piedras por
mandato del rey, en el patio de la
casa de Jehová.
-
No tuvo
pues memoria el rey Joas de la
misericordia que su padre Joiada
había hecho con él, antes matóle su
hijo; el cual dijo al morir: Jehová
lo vea, y lo requiera.
-
A la
vuelta del año subió contra él el
ejército de Siria; y vinieron á Judá
y á Jerusalem, y destruyeron en el
pueblo á todos los principales de
él, y enviaron todos sus despojos al
rey á Damasco.
-
Porque
aunque el ejército de Siria había
venido con poca gente, Jehová les
entregó en sus manos un ejército muy
numeroso; por cuanto habían dejado á
Jehová el Dios de sus padres. Y con
Joas hicieron juicios.
-
Y
yéndose de él los Siros, dejáronlo
en muchas enfermedades; y
conspiraron contra él sus siervos á
causa de las sangres de los hijos de
Joiada el sacerdote, é hiriéronle en
su cama, y murió: y sepultáronle en
la ciudad de David, mas no lo
sepultaron en los sepulcros de los
reyes.
-
Los que
conspiraron contra él fueron Zabad,
hijo de Simath Ammonita, y Jozabad,
hijo de Simrith Moabita.
-
De sus
hijos, y de la multiplicación que
hizo de las rentas, y de la
instauración de la casa de Jehová,
he aquí está escrito en la historia
del libro de los reyes. Y reinó en
su lugar Amasías su hijo.
-
DE
VEINTICINCO años era Amasías cuando
comenzó á reinar, y veintinueve años
reinó en Jerusalem: el nombre de su
madre fué Joaddan, de Jerusalem.
-
Hizo él
lo recto en los ojos de Jehová
aunque no de perfecto corazón.
-
Y luego
que fué confirmado en el reino, mató
á sus siervos que habían muerto al
rey su padre;
-
Mas no
mató á los hijos de ellos, según lo
que está escrito en la ley en el
libro de Moisés, donde Jehová mandó,
diciendo: No morirán los padres por
los hijos, ni los hijos por los
padres; mas cada uno morirá por su
pecado.
-
Juntó
luego Amasías á Judá, y con arreglo
á las familias púsoles tribunos y
centuriones por todo Judá y
Benjamín; y tomólos por lista de
veinte años arriba, y fueron
hallados en ellos trescientos mil
escogidos para salir á la guerra,
que tenían lanza y escudo.
-
Y de
Israel tomó á sueldo cien mil
hombres valientes, por cien talentos
de plata.
-
Mas un
varón de Dios vino á él, diciéndole:
Rey, no vaya contigo el ejército de
Israel; porque Jehová no es con
Israel, ni con todos los hijos de
Ephraim.
-
Pero si
tú vas, si lo haces, y te esfuerzas
para pelear, Dios te hará caer
delante de los enemigos; porque en
Dios está la fortaleza, ó para
ayudar, ó para derribar.
-
Y
Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué
pues se hará de cien talentos que he
dado al ejército de Israel? Y el
varón de Dios respondió: De Jehová
es darte mucho más que esto.
-
Entonces
Amasías apartó el escuadrón de la
gente que había venido á él de
Ephraim, para que se fuesen á sus
casas: y ellos se enojaron
grandemente contra Judá, y
volviéronse á sus casas
encolerizados.
-
Esforzándose entonces Amasías, sacó
su pueblo, y vino al valle de la
Sal: é hirió de los hijos de Seir
diez mil.
-
Y los
hijos de Judá tomaron vivos otros
diez mil, los cuales llevaron á la
cumbre de un peñasco, y de allí los
despeñaron, y todos se hicieron
pedazos.
-
Empero
los del escuadrón que Amasías había
despedido, porque no fuesen con él á
la guerra, derramáronse sobre las
ciudades de Judá, desde Samaria
hasta Beth-oron, é hirieron de ellos
tres mil, y tomaron un grande
despojo.
-
Regresando luego Amasías de la
matanza de los Idumeos, trajo
también consigo los dioses de los
hijos de Seir, y púsoselos para sí
por dioses, y encorvóse delante de
ellos, y quemóles perfumes.
-
Encendióse por tanto el furor de
Jehová contra Amasías, y envió á él
un profeta, que le dijo: ¿Por qué
has buscado los dioses de gente, que
no libraron á su pueblo de tus
manos?
-
Y
hablándole el profeta estas cosas,
él le respondió: ¿Hante puesto á ti
por consejero del rey? Déjate de
eso: ¿por qué quieres que te maten?
Y al cesar, el profeta dijo luego:
Yo sé que Dios ha acordado
destruirte, porque has hecho esto, y
no obedeciste á mi consejo.
-
Y
Amasías rey de Judá, habido su
consejo, envió á decir á Joas, hijo
de Joachâz hijo de Jehú, rey de
Israel: Ven, y veámonos cara á cara.
-
Entonces
Joas rey de Israel envió á decir á
Amasías rey de Judá: El cardo que
estaba en el Líbano, envió al cedro
que estaba en el Líbano, diciendo:
Da tu hija á mi hijo por mujer. Y he
aquí que las bestias fieras que
estaban en el Líbano, pasaron, y
hollaron el cardo.
-
Tú
dices: He aquí he herido á Edom; y
tu corazón se enaltece para
gloriarte: ahora estáte en tu casa;
¿para qué te entrometes en mal, para
caer tú y Judá contigo?
-
Mas
Amasías no quiso oir; porque estaba
de Dios, que los quería entregar en
manos de sus enemigos, por cuanto
habían buscado los dioses de Edom.
-
Subió
pues Joas rey de Israel, y viéronse
cara á cara él y Amasías rey de
Judá, en Beth-semes, la cual es de
Judá.
-
Pero
cayó Judá delante de Israel, y huyó
cada uno á su estancia.
-
Y Joas
rey de Israel prendió en Beth-semes
á Amasías rey de Judá, hijo de Joas
hijo de Joachâz, y llevólo á
Jerusalem: y derribó el muro de
Jerusalem desde la puerta de Ephraim
hasta la puerta del ángulo,
cuatrocientos codos.
-
Asimismo
tomó todo el oro y plata, y todos
los vasos que se hallaron en la casa
de Dios en casa de Obed-edom, y los
tesoros de la casa del rey, y los
hijos de los príncipes, y volvióse á
Samaria.
-
Y vivió
Amasías hijo de Joas, rey de Judá,
quince años después de la muerte de
Joas hijo de Joachâz rey de Israel.
-
Lo demás
de los hechos de Amasías, primeros y
postreros, ¿no está escrito en el
libro de los reyes de Judá y de
Israel?
-
Desde
aquel tiempo que Amasías se apartó
de Jehová, maquinaron contra él
conjuración en Jerusalem; y habiendo
él huído á Lachîs, enviaron tras él
á Lachîs, y allá lo mataron;
-
Y
trajéronlo en caballos, y
sepultáronlo con sus padres en la
ciudad de Judá.
-
ENTONCES
todo el pueblo de Judá tomó á Uzzías,
el cual era de diez y seis años, y
pusiéronlo por rey en lugar de
Amasías su padre.
-
Edificó
él á Eloth, y la restituyó á Judá
después que el rey durmió con sus
padres.
-
De diez
y seis años era Uzzías cuando
comenzó á reinar, y cincuenta y dos
años reinó en Jerusalem. El nombre
de su madre fué Jechôlía, de
Jerusalem.
-
E hizo
lo recto en los ojos de Jehová,
conforme á todas las cosas que había
hecho Amasías su padre.
-
Y
persistió en buscar á Dios en los
días de Zachârías, entendido en
visiones de Dios; y en estos días
que él buscó á Jehová, él le
prosperó.
-
Y salió,
y peleó contra los Filisteos, y
rompió el muro de Gath, y el muro de
Jabnia, y el muro de Asdod; y
edificó ciudades en Asdod, y en la
tierra de los Filisteos.
-
Y dióle
Dios ayuda contra los Filisteos, y
contra los Arabes que habitaban en
Gur-baal, y contra los Ammonitas.
-
Y dieron
los Ammonitas presentes á Uzzías, y
divulgóse su nombre hasta la entrada
de Egipto; porque se había hecho
altamente poderoso.
-
Edificó
también Uzzías torres en Jerusalem,
junto á la puerta del ángulo, y
junto á la puerta del valle, y junto
á las esquinas; y fortificólas.
-
Asimismo
edificó torres en el desierto, y
abrió muchas cisternas: porque tuvo
muchos ganados, así en los valles
como en las vegas; y viñas, y
labranzas, así en los montes como en
los llanos fértiles; porque era
amigo de la agricultura.
-
Tuvo
también Uzzías escuadrones de
guerreros, los cuales salían á la
guerra en ejército, según que
estaban por lista hecha por mano de
Jehiel escriba y de Maasías
gobernador, y por mano de Hananías,
uno de los príncipes del rey.
-
Todo el
número de los jefes de familias,
valientes y esforzados, era dos mil
y seiscientos.
-
Y bajo
la mano de éstos estaba el ejército
de guerra, de trescientos siete mil
y quinientos guerreros poderosos y
fuertes para ayudar al rey contra
los enemigos.
-
Y
aprestóles Uzzías para todo el
ejército, escudos, lanzas, almetes,
coseletes, arcos, y hondas de tirar
piedras.
-
E hizo
en Jerusalem máquinas por industria
de ingenieros, para que estuviesen
en las torres y en los baluartes,
para arrojar saetas y grandes
piedras, y su fama se extendió
lejos, porque se ayudó
maravillosamente, hasta hacerse
fuerte.
-
Mas
cuando fué fortificado, su corazón
se enalteció hasta corromperse;
porque se rebeló contra Jehová su
Dios, entrando en el templo de
Jehová para quemar sahumerios en el
altar del perfume.
-
Y entró
tras él el sacerdote Azarías, y con
él ochenta sacerdotes de Jehová, de
los valientes.
-
Y
pusiéronse contra el rey Uzzías, y
dijéronle: No á ti, oh Uzzías, el
quemar perfume á Jehová, sino á los
sacerdotes hijos de Aarón, que son
consagrados para quemarlo: sal del
santuario, por que has prevaricado,
y no te será para gloria delante del
Dios Jehová.
-
Y airóse
Uzzías, que tenía el perfume en la
mano para quemarlo; y en esta su ira
contra los sacerdotes, la lepra le
salió en la frente delante de los
sacerdotes en la casa de Jehová,
junto al altar del perfume.
-
Y miróle
Azarías el sumo sacerdote, y todos
los sacerdotes, y he aquí la lepra
estaba en su frente; é hiciéronle
salir apriesa de aquel lugar; y él
también se dió priesa á salir,
porque Jehová lo había herido.
-
Así el
rey Uzzías fué leproso hasta el día
de su muerte, y habitó en una casa
apartada, leproso, por lo que había
sido separado de la casa de Jehová;
y Joatham su hijo tuvo cargo de la
casa real, gobernando al pueblo de
la tierra.
-
Lo demás
de los hechos de Uzzías, primeros y
postreros, escribiólo Isaías
profeta, hijo de Amós.
-
Y durmió
Uzzías con sus padres, y
sepultáronlo con sus padres en el
campo de los sepulcros reales;
porque dijeron: Leproso es. Y reinó
Joatham su hijo en lugar suyo.
-
DE
VEINTICINCO años era Joatham cuando
comenzó á reinar, y dieciséis años
reinó en Jerusalem. El nombre de su
madre fué Jerusa, hija de Sadoc.
-
E hizo
lo recto en ojos de Jehová, conforme
á todas las cosas que había hecho
Uzzías su padre, salvo que no entró
en el templo de Jehová. Y el pueblo
falseaba aún.
-
Edificó
él la puerta mayor de la casa de
Jehová, y en el muro de la fortaleza
edificó mucho.
-
Además
edificó ciudades en las montañas de
Judá, y labró palacios y torres en
los bosques.
-
También
tuvo él guerra con el rey de los
hijos de Ammón, á los cuales venció;
y diéronle los hijos de Ammón en
aquel año cien talentos de plata, y
diez mil coros de trigo, y diez mil
de cebada. Esto le dieron los hijos
de Ammón, y lo mismo en el segundo
año, y en el tercero.
-
Así que
Joatham fué fortificado, porque
preparó sus caminos delante de
Jehová su Dios.
-
Lo demás
de los hechos de Joatham, y todas
sus guerras, y sus caminos, he aquí
está escrito en el libro de los
reyes de Israel y de Judá.
-
Cuando
comenzó á reinar era de veinticinco
años, y dieciséis reinó en Jerusalem.
-
Y durmió
Joatham con sus padres, y
sepultáronlo en la ciudad de David;
y reinó en su lugar Achâz su hijo.
-
DE
VEINTE años era Achâz cuando comenzó
á reinar, y dieciséis años reinó en
Jerusalem: mas no hizo lo recto en
ojos de Jehová, como David su padre.
-
Antes
anduvo en los caminos de los reyes
de Israel, y además hizo imágenes de
fundición á los Baales.
-
Quemó
también perfume en el valle de los
hijos de Hinnom, y quemó sus hijos
por fuego, conforme á las
abominaciones de las gentes que
Jehová había echado delante de los
hijos de Israel.
-
Asimismo
sacrificó y quemó perfumes en los
altos, y en los collados, y debajo
de todo árbol espeso.
-
Por lo
cual Jehová su Dios lo entregó en
manos del rey de los Siros, los
cuales le derrotaron, y cogieron de
él una grande presa, que llevaron á
Damasco. Fué también entregado en
manos del rey de Israel, el cual lo
batió con gran mortandad.
-
Porque
Peca, hijo de Remalías mató en Judá
en un día ciento y veinte mil, todos
hombres valientes; por cuanto habían
dejado á Jehová el Dios de sus
padres.
-
Asimismo
Zichri, hombre poderoso de Ephraim,
mató á Maasías hijo del rey, y á
Azricam su mayordomo, y á Elcana,
segundo después del rey.
-
Tomaron
también cautivos los hijos de Israel
de sus hermanos doscientos mil,
mujeres, muchachos, y muchachas, á
más de haber saqueado de ellos un
gran despojo, el cual trajeron á
Samaria.
-
Había
entonces allí un profeta de Jehová,
que se llamaba Obed, el cual salió
delante del ejército cuando entraba
en Samaria, y díjoles: He aquí
Jehová el Dios de vuestros padres,
por el enojo contra Judá, los ha
entregado en vuestras manos; y
vosotros los habéis muerto con ira,
que hasta el cielo ha llegado.
-
Y ahora
habéis determinado sujetar á
vosotros á Judá y á Jerusalem por
siervos y siervas: mas ¿no habéis
vosotros pecado contra Jehová
vuestro Dios?
-
Oidme
pues ahora, y volved á enviar los
cautivos que habéis tomado de
vuestros hermanos: porque Jehová
está airado contra vosotros.
-
Levantáronse entonces algunos
varones de los principales de los
hijos de Ephraim, Azarías hijo de
Johanán, y Berechîas hijo de
Mesillemoth, y Ezechîas hijo de
Sallum, y Amasa hijo de Hadlai,
contra los que venían de la guerra.
-
Y
dijéronles: No metáis acá la
cautividad; porque el pecado contra
Jehová será sobre nosotros. Vosotros
tratáis de añadir sobre nuestros
pecados y sobre nuestras culpas,
siendo asaz grande nuestro delito, y
la ira del furor sobre Israel.
-
Entonces
el ejército dejó los cautivos y la
presa delante de los príncipes y de
toda la multitud.
-
Y
levantáronse los varones nombrados,
y tomaron los cautivos, y vistieron
del despojo á los que de ellos
estaban desnudos; vistiéronlos y
calzáronlos, y diéronles de comer y
de beber, y ungiéronlos, y
condujeron en asnos á todos los
flacos, y lleváronlos hasta Jericó,
ciudad de las palmas, cerca de sus
hermanos; y ellos se volvieron á
Samaria.
-
En aquel
tiempo envió á pedir el rey Achâz á
los reyes de Asiria que le ayudasen:
-
Porque á
más de esto, los Idumeos habían
venido y herido á los de Judá, y
habían llevado cautivos.
-
Asimismo
los Filisteos se habían derramado
por las ciudades de la llanura, y al
mediodía de Judá, y habían tomado á
Beth-semes, á Ajalón, Gederoth, y
Sochô con sus aldeas, Timna también
con sus aldeas, y Gimzo con sus
aldeas; y habitaban en ellas.
-
Porque
Jehová había humillado á Judá por
causa de Achâz rey de Israel: por
cuanto él había desnudado á Judá, y
rebeládose gravemente contra Jehová.
-
Y vino
contra él Tilgath-pilneser, rey de
los Asirios: pues lo redujo á
estrechez, y no lo fortificó.
-
Aunque
despojó Achâz la casa de Jehová, y
la casa real, y las de los
príncipes, para dar al rey de los
Asirios, con todo eso él no le
ayudó.
-
Además
el rey Achâz en el tiempo que aquél
le apuraba, añadió prevaricación
contra Jehová;
-
Porque
sacrificó á los dioses de Damasco
que le habían herido, y dijo: Pues
que los dioses de los reyes de Siria
les ayudan, yo también sacrificaré á
ellos para que me ayuden; bien que
fueron éstos su ruina, y la de todo
Israel.
-
A más de
eso recogió Achâz los vasos de la
casa de Dios, y quebrólos, y cerró
las puertas de la casa de Jehová, é
hízose altares en Jerusalem en todos
los rincones.
-
Hizo
también altos en todas las ciudades
de Judá, para quemar perfumes á los
dioses ajenos, provocando así á ira
á Jehová el Dios de sus padres.
-
Lo demás
de sus hechos, y todos sus caminos,
primeros y postreros, he aquí ello
está escrito en el libro de los
reyes de Judá y de Israel.
-
Y durmió
Achâz con sus padres, y sepultáronlo
en la ciudad de Jerusalem: mas no le
metieron en los sepulcros de los
reyes de Israel; y reinó en su lugar
Ezechîas su hijo.
-
Y
Ezechîas comenzó á reinar siendo de
veinticinco años, y reinó
veintinueve años en Jerusalem. El
nombre de su madre fué Abía, hija de
Zachârías.
-
E hizo
lo recto en ojos de Jehová, conforme
á todas las cosas que había hecho
David su padre.
-
En el
primer año de su reinado, en el mes
primero, abrió las puertas de la
casa de Jehová, y las reparó.
-
E hizo
venir los sacerdotes y Levitas, y
juntólos en la plaza oriental.
-
Y
díjoles: Oidme, Levitas, y
santificaos ahora, y santificaréis
la casa de Jehová el Dios de
vuestros padres, y sacaréis del
santuario la inmundicia.
-
Porque
nuestros padres se han rebelado, y
han hecho lo malo en ojos de Jehová
nuestro Dios; que le dejaron, y
apartaron sus ojos del tabernáculo
de Jehová, y le volvieron las
espaldas.
-
Y aun
cerraron las puertas del pórtico, y
apagaron las lámparas; no quemaron
perfume, ni sacrificaron holocausto
en el santuario al Dios de Israel.
-
Por
tanto la ira de Jehová ha venido
sobre Judá y Jerusalem, y los ha
entregado á turbación, y á
execración y escarnio, como veis
vosotros con vuestros ojos.
-
Y he
aquí nuestros padres han caído á
cuchillo, nuestros hijos y nuestras
hijas y nuestras mujeres son
cautivas por esto.
-
Ahora
pues, yo he determinado hacer
alianza con Jehová el Dios de
Israel, para que aparte de nosotros
la ira de su furor.
-
Hijos
míos, no os engañéis ahora, porque
Jehová os ha escogido á vosotros
para que estéis delante de él, y le
sirváis, y seáis sus ministros, y le
queméis perfume.
-
Entonces
los Levitas se levantaron, Mahath
hijo de Amasai, y Joel hijo de
Azarías, de los hijos de Coath; y de
los hijos de Merari, Cis hijo de
Abdi, y Azarías hijo de Jehaleleel;
y de los hijos de Gersón, Joah hijo
de Zimma, y Edén hijo de Joah;
-
Y de los
hijos de Elisaphán, Simri y Jehiel;
y de los hijos de Asaph, Zachârías y
Mathanías;
-
Y de los
hijos de Hemán, Jehiel y Simi; y de
los hijos de Jeduthún, Semeías y
Uzziel.
-
Estos
juntaron á sus hermanos, y
santificáronse, y entraron, conforme
al mandamiento del rey y las
palabras de Jehová, para limpiar la
casa de Jehová.
-
Y
entrando los sacerdotes dentro de la
casa de Jehová para limpiarla,
sacaron toda la inmundicia que
hallaron en el templo de Jehová, al
atrio de la casa de Jehová; la cual
tomaron los Levitas, para sacarla
fuera al torrente de Cedrón.
-
Y
comenzaron á santificar el primero
del mes primero, y á los ocho del
mismo mes vinieron al pórtico de
Jehová: y santificaron la casa de
Jehová en ocho días, y en el
dieciséis del mes primero acabaron.
-
Luego
pasaron al rey Ezechîas y dijéronle:
Ya hemos limpiado toda la casa de
Jehová, el altar del holocausto, y
todos sus instrumentos, y la mesa de
la proposición con todos sus
utensilios.
-
Asimismo
hemos preparado y santificado todos
los vasos que en su prevaricación
había maltratado el rey Achâz,
cuando reinaba: y he aquí están
delante del altar de Jehová.
-
Y
levantándose de mañana el rey
Ezechîas reunió los principales de
la ciudad, y subió á la casa de
Jehová.
-
Y
presentaron siete novillos, siete
carneros, siete corderos, y siete
machos de cabrío, para expiación por
el reino, por el santuario y por
Judá. Y dijo á los sacerdotes hijos
de Aarón, que los ofreciesen sobre
el altar de Jehová.
-
Mataron
pues los bueyes, y los sacerdotes
tomaron la sangre, y esparciéronla
sobre el altar; mataron luego los
carneros, y esparcieron la sangre
sobre el altar; asimismo mataron los
corderos, y esparcieron la sangre
sobre el altar.
-
Hicieron
después llegar los machos cabríos de
la expiación delante del rey y de la
multitud, y pusieron sobre ellos sus
manos:
-
Y los
sacerdotes los mataron, y expiando
esparcieron la sangre de ellos sobre
el altar, para reconciliar á todo
Israel: porque por todo Israel mandó
el rey hacer el holocausto y la
expiación.
-
Puso
también Levitas en la casa de Jehová
con címbalos, y salterios, y arpas,
conforme al mandamiento de David, y
de Gad vidente del rey, y de Nathán
profeta: porque aquel mandamiento
fué por mano de Jehová, por mano de
sus profetas.
-
Y los
Levitas estaban con los instrumentos
de David, y los sacerdotes con
trompetas.
-
Entonces
mandó Ezechîas sacrificar el
holocausto en el altar; y al tiempo
que comenzó el holocausto, comenzó
también el cántico de Jehová, con
las trompetas y los instrumentos de
David rey de Israel.
-
Y toda
la multitud adoraba, y los cantores
cantaban, y los trompetas sonaban
las trompetas; todo hasta acabarse
el holocausto.
-
Y como
acabaron de ofrecer, inclinóse el
rey, y todos los que con él estaban,
y adoraron.
-
Entonces
el rey Ezechîas y los príncipes
dijeron á los Levitas que alabasen á
Jehová por las palabras de David y
de Asaph vidente: y ellos alabaron
con grande alegría, é inclinándose
adoraron.
-
Y
respondiendo Ezechîas dijo: Vosotros
os habéis consagrado ahora á Jehová;
llegaos pues, y presentad
sacrificios y alabanzas en la casa
de Jehová. Y la multitud presentó
sacrificios y alabanzas; y todo
liberal de corazón, holocaustos.
-
Y fué el
número de los holocaustos que trajo
la congregación, setenta bueyes,
cien carneros, doscientos corderos;
todo para el holocausto de Jehová.
-
Y las
ofrendas fueron seiscientos bueyes,
y tres mil ovejas.
-
Mas los
sacerdotes eran pocos, y no podían
bastar á desollar los holocaustos; y
así sus hermanos los Levitas les
ayudaron hasta que acabaron la obra,
y hasta que los sacerdotes se
santificaron: porque los Levitas
tuvieron mayor prontitud de corazón
para santificarse, que los
sacerdotes.
-
Así pues
hubo gran multitud de holocaustos,
con sebos de pacíficos, y libaciones
de cada holocausto. Y quedó ordenado
el servicio de la casa de Jehová.
-
Y
alegróse Ezechîas, y todo el pueblo,
de que Dios hubiese preparado el
pueblo; porque la cosa fué
prestamente hecha.
-
ENVIÓ
también Ezechîas por todo Israel y
Judá, y escribió letras á Ephraim y
Manasés, que viniesen á Jerusalem á
la casa de Jehová, para celebrar la
pascua á Jehová Dios de Israel.
-
Y había
el rey tomado consejo con sus
príncipes, y con toda la
congregación en Jerusalem, para
celebrar la pascua en el mes
segundo:
-
Porque
entonces no la podían celebrar, por
cuanto no había suficientes
sacerdotes santificados, ni el
pueblo estaba junto en Jerusalem.
-
Esto
agradó al rey y á toda la multitud.
-
Y
determinaron hacer pasar pregón por
todo Israel, desde Beer-seba hasta
Dan, para que viniesen á celebrar la
pascua á Jehová Dios de Israel, en
Jerusalem: porque en mucho tiempo no
la habían celebrado al modo que está
escrito.
-
Fueron
pues correos con letras de mano del
rey y de sus príncipes por todo
Israel y Judá, como el rey lo había
mandado, y decían: Hijos de Israel,
volveos á Jehová el Dios de Abraham,
de Isaac, y de Israel, y él se
volverá á las reliquias que os han
quedado de la mano de los reyes de
Asiria.
-
No seáis
como vuestros padres y como vuestros
hermanos, que se rebelaron contra
Jehová el Dios de sus padres, y él
los entregó á desolación, como
vosotros veis.
-
No
endurezcáis pues ahora vuestra
cerviz como vuestros padres: dad la
mano á Jehová, y venid á su
santuario, el cual él ha santificado
para siempre; y servid á Jehová
vuestro Dios, y la ira de su furor
se apartará de vosotros.
-
Porque
si os volviereis á Jehová, vuestros
hermanos y vuestros hijos hallarán
misericordia delante de los que los
tienen cautivos, y volverán á esta
tierra: porque Jehová vuestro Dios
es clemente y misericordioso, y no
volverá de vosotros su rostro, si
vosotros os volviereis á él.
-
Pasaron
pues los correos de ciudad en ciudad
por la tierra de Ephraim y Manasés,
hasta Zabulón: mas se reían y
burlaban de ellos.
-
Con todo
eso, algunos hombres de Aser, de
Manasés, y de Zabulón, se
humillaron, y vinieron á Jerusalem.
-
En Judá
también fué la mano de Dios para
darles un corazón para cumplir el
mensaje del rey y de los príncipes,
conforme á la palabra de Jehová.
-
Y
juntóse en Jerusalem mucha gente
para celebrar la solemnidad de los
ázimos en el mes segundo; una vasta
reunión.
-
Y
levantándose, quitaron los altares
que había en Jerusalem; quitaron
también todos los altares de
perfumes, y echáronlos en el
torrente de Cedrón.
-
Entonces
sacrificaron la pascua, á los
catorce del mes segundo; y los
sacerdotes y los Levitas se
santificaron con vergüenza, y
trajeron los holocaustos á la casa
de Jehová.
-
Y
pusiéronse en su orden conforme á su
costumbre, conforme á la ley de
Moisés varón de Dios; los sacerdotes
esparcían la sangre que recibían de
manos de los Levitas:
-
Porque
había muchos en la congregación que
no estaban santificados, y por eso
los Levitas sacrificaban la pascua
por todos los que no se habían
limpiado, para santificarlos á
Jehová.
-
Porque
una gran multitud del pueblo de
Ephraim y Manasés, y de Issachâr y
Zabulón, no se habían purificado, y
comieron la pascua no conforme á lo
que está escrito. Mas Ezechîas oró
por ellos, diciendo: Jehová, que es
bueno, sea propicio á todo aquel que
ha apercibido su corazón para buscar
á Dios,
-
A Jehová
el Dios de sus padres, aunque no
esté purificado según la
purificación del santuario.
-
Y oyó
Jehová á Ezechîas, y sanó al pueblo.
-
Así
celebraron los hijos de Israel que
se hallaron en Jerusalem, la
solemnidad de los panes sin levadura
por siete días con grande gozo: y
alababan á Jehová todos los días los
Levitas y los sacerdotes, cantando
con instrumentos de fortaleza á
Jehová.
-
Y habló
Ezechîas al corazón de todos los
Levitas que tenían buena
inteligencia en el servicio de
Jehová. Y comieron de lo sacrificado
en la solemnidad por siete días,
ofreciendo sacrificios pacíficos, y
dando gracias á Jehová el Dios de
sus padres.
-
Y toda
aquella multitud determinó que
celebrasen otros siete días; y
celebraron otros siete días con
alegría.
-
Porque
Ezechîas rey de Judá había dado á la
multitud mil novillos y siete mil
ovejas; y también los príncipes
dieron al pueblo mil novillos y diez
mil ovejas: y muchos sacerdotes se
santificaron.
-
Alegróse
pues toda la congregación de Judá,
como también los sacerdotes y
Levitas, y toda la multitud que
había venido de Israel; asimismo los
extranjeros que habían venido de la
tierra de Israel, y los que
habitaban en Judá.
-
E
hiciéronse grandes alegrías en
Jerusalem: porque desde los días de
Salomón hijo de David rey de Israel,
no había habido cosa tal en
Jerusalem.
-
Levantándose después los sacerdotes
y Levitas, bendijeron al pueblo: y
la voz de ellos fué oída, y su
oración llegó á la habitación de su
santuario, al cielo.
-
HECHAS
todas estas cosas, todos los de
Israel que se habían hallado allí,
salieron por las ciudades de Judá, y
quebraron las estatuas y destruyeron
los bosques, y derribaron los altos
y los altares por todo Judá y
Benjamín, y también en Ephraim y
Manasés, hasta acabarlo todo.
Después volviéronse todos los hijos
de Israel, cada uno á su posesión y
á sus ciudades.
-
Y
arregló Ezechîas los repartimientos
de los sacerdotes y de los Levitas
conforme á sus órdenes, cada uno
según su oficio, los sacerdotes y
los Levitas para el holocausto y
pacíficos, para que ministrasen,
para que confesasen y alabasen á las
puertas de los reales de Jehová.
-
La
contribución del rey de su hacienda,
era holocaustos á mañana y tarde, y
holocaustos para los sábados, nuevas
lunas, y solemnidades, como está
escrito en la ley de Jehová.
-
Mandó
también al pueblo que habitaba en
Jerusalem, que diesen la porción á
los sacerdotes y Levitas, para que
se esforzasen en la ley de Jehová.
-
Y como
este edicto fué divulgado, los hijos
de Israel dieron muchas primicias de
grano, vino, aceite, miel, y de
todos los frutos de la tierra:
trajeron asimismo los diezmos de
todas las cosas en abundancia.
-
También
los hijos de Israel y de Judá, que
habitaban en las ciudades de Judá,
dieron del mismo modo los diezmos de
las vacas y de las ovejas: y
trajeron los diezmos de lo
santificado, de las cosas que habían
prometido á Jehová su Dios, y
pusiéronlos por montones.
-
En el
mes tercero comenzaron á fundar
aquellos montones, y en el mes
séptimo acabaron.
-
Y
Ezechîas y los príncipes vinieron á
ver los montones, y bendijeron á
Jehová, y á su pueblo Israel.
-
Y
preguntó Ezechîas á los sacerdotes y
á los Levitas acerca de los
montones.
-
Y
respondióle Azarías, sumo sacerdote,
de la casa de Sadoc, y dijo: Desde
que comenzaron á traer la ofrenda á
la casa de Jehová, hemos comido y
saciádonos, y nos ha sobrado mucho:
porque Jehová ha bendecido su
pueblo, y ha quedado esta
muchedumbre.
-
Entonces
mandó Ezechîas que preparasen
cámaras en la casa de Jehová; y
preparáronlas.
-
Y
metieron las primicias y diezmos y
las cosas consagradas, fielmente; y
dieron cargo de ello á Chônanías
Levita, el principal, y Simi su
hermano fué el segundo.
-
Y
Jehiel, Azazías, Nahath, Asael,
Jerimoth, Josabad, Eliel, Ismachîas,
Mahaath, y Benaías, fueron
sobrestantes bajo la mano de
Chônanías y de Simi su hermano, por
mandamiento del rey Ezechîas y de
Azarías, príncipe de la casa de
Dios.
-
Y Coré
hijo de Imna Levita, portero al
oriente, tenía cargo de las limosnas
de Dios, y de las ofrendas de Jehová
que se daban, y de todo lo que se
santificaba.
-
Y á su
mano estaba Edén, Benjamín, Jeshua,
Semaías, Amarías, y Sechânías, en
las ciudades de los sacerdotes, para
dar con fidelidad á sus hermanos sus
partes conforme á sus órdenes, así
al mayor como al menor:
-
A más de
los varones anotados por sus
linajes, de tres años arriba, á
todos los que entraban en la casa de
Jehová, su porción diaria por su
ministerio, según sus oficios y
clases;
-
También
á los que eran contados entre los
sacerdotes por las familias de sus
padres, y á los Levitas de edad de
veinte años arriba, conforme á sus
oficios y órdenes;
-
Asimismo
á los de su generación con todos sus
niños, y sus mujeres, y sus hijos é
hijas, á toda la familia; porque con
fidelidad se consagraban á las cosas
santas.
-
Del
mismo modo en orden á los hijos de
Aarón, sacerdotes, que estaban en
los ejidos de sus ciudades, por
todas las ciudades, los varones
nombrados tenían cargo de dar sus
porciones á todos los varones de los
sacerdotes, y á todo el linaje de
los Levitas.
-
De esta
manera hizo Ezechîas en todo Judá: y
ejecutó lo bueno, recto, y
verdadero, delante de Jehová su
Dios.
-
En todo
cuanto comenzó en el servicio de la
casa de Dios, y en la ley y
mandamientos, buscó á su Dios, é
hízolo de todo corazón, y fué
prosperado.
-
DESPUÉS
de estas cosas y de esta fidelidad,
vino Sennachêrib rey de los Asirios,
entró en Judá, y asentó campo contra
las ciudades fuertes, y determinó de
entrar en ellas.
-
Viendo
pues Ezechîas la venida de
Sennachêrib, y su aspecto de
combatir á Jerusalem,
-
Tuvo su
consejo con sus príncipes y con sus
valerosos, sobre cegar las fuentes
de las aguas que estaban fuera de la
ciudad; y ellos le apoyaron.
-
Juntóse
pues mucho pueblo, y cegaron todas
las fuentes, y el arroyo que derrama
por en medio del territorio,
diciendo: ¿Por qué han de hallar los
reyes de Asiria muchas aguas cuando
vinieren?
-
Alentóse
así Ezechîas, y edificó todos los
muros caídos, é hizo alzar las
torres, y otro muro por de fuera:
fortificó además á Millo en la
ciudad de David, é hizo muchas
espadas y paveses.
-
Y puso
capitanes de guerra sobre el pueblo,
é hízolos reunir así en la plaza de
la puerta de la ciudad, y hablóles
al corazón de ellos, diciendo:
-
Esforzaos y confortaos; no temáis,
ni hayáis miedo del rey de Asiria,
ni de toda su multitud que con él
viene; porque más son con nosotros
que con él.
-
Con él
es el brazo de carne, mas con
nosotros Jehová nuestro Dios para
ayudarnos, y pelear nuestras
batallas. Y afirmóse el pueblo sobre
las palabras de Ezechîas rey de
Judá.
-
Después
de esto Sennachêrib rey de los
Asirios, estando él sobre Lachîs y
con él toda su potencia, envió sus
siervos á Jerusalem, para decir á
Ezechîas rey de Judá, y á todos los
de Judá que estaban en Jerusalem:
-
Así ha
dicho Sennachêrib rey de los
Asirios: ¿En quién confiáis vosotros
para estar cercados en Jerusalem?
-
¿No os
engaña Ezechîas para entregaros á
muerte, á hambre, y á sed, diciendo:
Jehová nuestro Dios nos librará de
la mano del rey de Asiria?
-
¿No es
Ezechîas el que ha quitado sus altos
y sus altares, y dijo á Judá y á
Jerusalem: Delante de este solo
altar adoraréis, y sobre él
quemaréis perfume?
-
¿No
habéis sabido lo que yo y mis padres
hemos hecho á todos los pueblos de
la tierra? ¿Pudieron los dioses de
las gentes de las tierras librar su
tierra de mi mano?
-
¿Qué
dios hubo de todos los dioses de
aquellas gentes que destruyeron mis
padres, que pudiese salvar su pueblo
de mis manos? ¿Por qué podrá vuestro
Dios libraros de mi mano?
-
Ahora
pues, no os engañe Ezechîas, ni os
persuada tal cosa, ni le creáis; que
si ningún dios de todas aquellas
naciones y reinos pudo librar su
pueblo de mis manos, y de las manos
de mis padres, ¿cuánto menos vuestro
Dios os podrá librar de mi mano?
-
Y otras
cosas hablaron sus siervos contra el
Dios Jehová, y contra su siervo
Ezechîas.
-
Además
de todo esto escribió letras en que
blasfemaba á Jehová el Dios de
Israel, y hablaba contra él,
diciendo: Como los dioses de las
gentes de los países no pudieron
librar su pueblo de mis manos,
tampoco el Dios de Ezechîas librará
al suyo de mis manos.
-
Y
clamaron á gran voz en judaico al
pueblo de Jerusalem que estaba en
los muros, para espantarlos y
ponerles temor, para tomar la
ciudad.
-
Y
hablaron contra el Dios de
Jerusalem, como contra los dioses de
los pueblos de la tierra, obra de
manos de hombres.
-
Mas el
rey Ezechîas, y el profeta Isaías
hijo de Amós, oraron por esto, y
clamaron al cielo.
-
Y Jehová
envió un ángel, el cual hirió á todo
valiente y esforzado, y á los jefes
y capitanes en el campo del rey de
Asiria. Volvióse por tanto con
vergüenza de rostro á su tierra; y
entrando en el templo de su dios,
allí lo mataron á cuchillo los que
habían salido de sus entrañas.
-
Así
salvó Jehová á Ezechîas y á los
moradores de Jerusalem de las manos
de Sennachêrib rey de Asiria, y de
las manos de todos: y preservólos de
todas partes.
-
Y muchos
trajeron ofrenda á Jehová á
Jerusalem, y á Ezechîas rey de Judá,
ricos dones; y fué muy grande
delante de todas las gentes después
de esto.
-
En aquel
tiempo Ezechîas enfermó de muerte: y
oró á Jehová, el cual le respondió,
y dióle una señal.
-
Mas
Ezechîas no pagó conforme al bien
que le había sido hecho: antes se
enalteció su corazón, y fué la ira
contra él, y contra Judá y
Jerusalem.
-
Empero
Ezechîas, después de haberse
engreído su corazón, se humilló, él
y los moradores de Jerusalem; y no
vino sobre ellos la ira de Jehová en
los días de Ezechîas.
-
Y tuvo
Ezechîas riquezas y gloria mucha en
gran manera; é hízose de tesoros de
plata y oro, de piedras preciosas,
de aromas, de escudos, y de todas
alhajas de desear;
-
Asimismo
depósitos para las rentas del grano,
del vino, y aceite; establos para
toda suerte de bestias, y majadas
para los ganados.
-
Hízose
también ciudades, y hatos de ovejas
y de vacas en gran copia; porque
Dios le había dado mucha hacienda.
-
Este
Ezechîas tapó los manaderos de las
aguas de Gihón la de arriba, y
encaminólas abajo al occidente de la
ciudad de David. Y fué prosperado
Ezechîas en todo lo que hizo.
-
Empero
en lo de los embajadores de los
príncipes de Babilonia, que enviaron
á él para saber del prodigio que
había acaecido en aquella tierra,
Dios lo dejó, para probarle, para
hacer conocer todo lo que estaba en
su corazón.
-
Lo demás
de los hechos de Ezechîas, y de sus
misericordias, he aquí todo está
escrito en la profecía de Isaías
profeta, hijo de Amós, en el libro
de los reyes de Judá y de Israel.
-
Y durmió
Ezechîas con sus padres, y
sepultáronlo en los más insignes
sepulcros de los hijos de David,
honrándole en su muerte todo Judá y
los de Jerusalem: y reinó en su
lugar Manasés su hijo.
-
DE DOCE
años era Manasés cuando comenzó á
reinar, y cincuenta y cinco años
reinó en Jerusalem.
-
Mas hizo
lo malo en ojos de Jehová, conforme
á las abominaciones de las gentes
que había echado Jehová delante de
los hijos de Israel:
-
Porque
él reedificó los altos que Ezechîas
su padre había derribado, y levantó
altares á los Baales, é hizo
bosques, y adoró á todo el ejército
de los cielos, y á él sirvió.
-
Edificó
también altares en la casa de
Jehová, de la cual había dicho
Jehová: En Jerusalem será mi nombre
perpetuamente.
-
Edificó
asimismo altares á todo el ejército
de los cielos en los dos atrios de
la casa de Jehová.
-
Y pasó
sus hijos por fuego en el valle de
los hijos de Hinnom; y miraba en los
tiempos, miraba en agüeros, era dado
á adivinaciones, y consultaba
pythones y encantadores: subió de
punto en hacer lo malo en ojos de
Jehová, para irritarle.
-
A más de
esto puso una imagen de fundición,
que hizo, en la casa de Dios, de la
cual había dicho Dios á David y á
Salomón su hijo: En esta casa y en
Jerusalem, la cual yo elegí sobre
todas las tribus de Israel, pondré
mi nombre para siempre:
-
Y nunca
más quitaré el pie de Israel de la
tierra que yo entregué á vuestros
padres, á condición que guarden y
hagan todas las cosas que yo les he
mandado, toda la ley, estatutos, y
ordenanzas, por mano de Moisés.
-
Hizo
pues Manasés desviarse á Judá y á
los moradores de Jerusalem, para
hacer más mal que las gentes que
Jehová destruyó delante de los hijos
de Israel.
-
Y habló
Jehová á Manasés y á su pueblo, mas
ellos no escucharon:
-
por lo
cual Jehová trajo contra ellos los
generales del ejército del rey de
los Asirios, los cuales aprisionaron
con grillos á Manasés, y atado con
cadenas lleváronlo á Babilonia.
-
Mas
luego que fué puesto en angustias,
oró ante Jehová su Dios, humillado
grandemente en la presencia del Dios
de sus padres.
-
Y
habiendo á él orado, fué atendido;
pues que oyó su oración, y volviólo
á Jerusalem, á su reino. Entonces
conoció Manasés que Jehová era Dios.
-
Después
de esto edificó el muro de afuera de
la ciudad de David, al occidente de
Gihón, en el valle, á la entrada de
la puerta del pescado, y cercó á
Ophel, y alzólo muy alto; y puso
capitanes de ejército en todas las
ciudades fuertes por Judá.
-
Asimismo
quitó los dioses ajenos, y el ídolo
de la casa de Jehová, y todos los
altares que había edificado en el
monte de la casa de Jehová y en
Jerusalem, y echólos fuera de la
ciudad.
-
Reparó
luego el altar de Jehová, y
sacrificó sobre él sacrificios
pacíficos y de alabanza; y mandó á
Judá que sirviesen á Jehová Dios de
Israel.
-
Empero
el pueblo aun sacrificaba en los
altos, bien que á Jehová su Dios.
-
Lo demás
de los hechos de Manasés, y su
oración á su Dios, y las palabras de
los videntes que le hablaron en
nombre de Jehová el Dios de Israel,
he aquí todo está escrito en los
hechos de los reyes de Israel.
-
Su
oración también, y cómo fué oído,
todos sus pecados, y su
prevaricación, los lugares donde
edificó altos y había puesto bosques
é ídolos antes que se humillase, he
aquí estas cosas están escritas en
las palabras de los videntes.
-
Y durmió
Manasés con sus padres, y
sepultáronlo en su casa: y reinó en
su lugar Amón su hijo.
-
De
veinte y dos años era Amón cuando
comenzo á reinar, y dos años reinó
en Jerusalem.
-
E hizo
lo malo en ojos de Jehová, como
había hecho Manasés su padre: porque
á todos los ídolos que su padre
Manasés había hecho, sacrificó y
sirvió Amón.
-
Mas
nunca se humilló delante de Jehová,
como se humilló Manasés su padre:
antes aumentó el pecado.
-
Y
conspiraron contra él sus siervos, y
matáronlo en su casa.
-
Mas el
pueblo de la tierra hirió á todos
los que habían conspirado contra el
rey Amón; y el pueblo de la tierra
puso por rey en su lugar á Josías su
hijo.
-
DE OCHO
años era Josías cuando comenzó á
reinar, y treinta y un años reinó en
Jerusalem.
-
Este
hizo lo recto en ojos de Jehová, y
anduvo en los caminos de David su
padre, sin apartarse á la diestra ni
á la siniestra.
-
A los
ocho años de su reinado, siendo aún
muchacho, comenzó á buscar al Dios
de David su padre; y á los doce años
comenzó á limpiar á Judá y á
Jerusalem de los altos, bosques,
esculturas, é imágenes de fundición.
-
Y
derribaron delante de él los altares
de los Baales, é hizo pedazos las
imágenes del sol, que estaban
puestas encima; despedazó también
los bosques, y las esculturas y
estatuas de fundición, y
desmenuzólas, y esparció el polvo
sobre los sepulcros de los que las
habían sacrificado.
-
Quemó
además los huesos de los sacerdotes
sobre sus altares, y limpió á Judá y
á Jerusalem.
-
Lo mismo
hizo en las ciudades de Manasés,
Ephraim, y Simeón, hasta en Nephtalí,
con sus lugares asolados alrededor.
-
Y como
hubo derribado los altares y los
bosques, y quebrado y desmenuzado
las esculturas, y destruído todos
los ídolos por toda la tierra de
Israel, volvióse á Jerusalem.
-
A los
dieciocho años de su reinado,
después de haber limpiado la tierra,
y la casa, envió á Saphán hijo de
Asalías, y á Maasías gobernador de
la ciudad, y á Joah hijo de Joachâz,
canciller, para que reparasen la
casa de Jehová su Dios.
-
Los
cuales vinieron á Hilcías, gran
sacerdote, y dieron el dinero que
había sido metido en la casa de
Jehová, que los Levitas que
guardaban la puerta habían recogido
de mano de Manasés y de Ephraim y de
todas las reliquias de Israel, y de
todo Judá y Benjamín, habiéndose
después vuelto á Jerusalem.
-
Y
entregáronlo en mano de los que
hacían la obra, que eran
sobrestantes en la casa de Jehová;
los cuales lo daban á los que hacían
la obra y trabajaban en la casa de
Jehová, para reparar y restaurar el
templo.
-
Daban
asimismo á los oficiales y albañiles
para que comprasen piedra de
cantería, y madera para las
trabazones, y para entabladura de
las casas, las cuales habían
destruído los reyes de Judá.
-
Y estos
hombres procedían con fidelidad en
la obra: y eran sus gobernadores
Jahath y Abdías, Levitas de los
hijos de Merari; y Zachârías y
Mesullam de los hijos de Coath, para
que activasen la obra; y de los
Levitas, todos los entendidos en
instrumentos de música.
-
También
velaban sobre los ganapanes, y eran
sobrestantes de los que se ocupaban
en cualquier clase de obra; y de los
Levitas había esribas, gobernadores,
y porteros.
-
Y al
sacar el dinero que había sido
metido en la casa de Jehová, Hilcías
el sacerdote halló el libro de la
ley de Jehová dada por mano de
Moisés.
-
Y dando
cuenta Hilcías, dijo á Saphán
escriba: Yo he hallado el libro de
la ley en la casa de Jehová. Y dió
Hilcías el libro á Saphán.
-
Y Saphán
lo llevó al rey, y contóle el
negocio, diciendo: Tus siervos han
cumplido todo lo que les fué dado á
cargo.
-
Han
reunido el dinero que se halló en la
casa de Jehová, y lo han entregado
en mano de los comisionados, y en
mano de los que hacen la obra.
-
A más de
esto, declaró Saphán escriba al rey,
diciendo: El sacerdote Hilcías me
dió un libro. Y leyó Saphán en él
delante del rey.
-
Y luego
que el rey oyó las palabras de la
ley, rasgó sus vestidos;
-
Y mandó
á Hilcías y á Ahicam hijo de Saphán,
y á Abdón hijo de Michâ, y á Saphán
escriba, y á Asaía siervo del rey,
diciendo:
-
Andad, y
consultad á Jehová de mí, y de las
reliquias de Israel y de Judá,
acerca de las palabras del libro que
se ha hallado; porque grande es el
furor de Jehová que ha caído sobre
nosotros, por cuanto nuestros padres
no guardaron la palabra de Jehová,
para hacer conforme á todo lo que
está escrito en este libro.
-
Entonces
Hilcías y los del rey fueron á Hulda
profetisa, mujer de Sallum, hijo de
Tikvath, hijo de Hasra, guarda de
las vestimentas, la cual moraba en
Jerusalem en la casa de la doctrina;
y dijéronle las palabras dichas.
-
Y ella
respondió: Jehová el Dios de Israel
ha dicho así: Decid al varón que os
ha enviado á mí, que así ha dicho
Jehová:
-
He aquí
yo traigo mal sobre este lugar, y
sobre los moradores de él, y todas
las maldiciones que están escritas
en el libro que leyeron delante del
rey de Judá:
-
Por
cuanto me han dejado, y han
sacrificado á dioses ajenos,
provocándome á ira en todas las
obras de sus manos; por tanto mi
furor destilará sobre este lugar, y
no se apagará.
-
Mas al
rey de Judá, que os ha enviado á
consultar á Jehová, así le diréis:
Jehová el Dios de Israel ha dicho
así: Por cuanto oiste las palabras
del libro,
-
Y tu
corazón se enterneció, y te
humillaste delante de Dios al oir
sus palabras sobre este lugar, y
sobre sus moradores, y te humillaste
delante de mí, y rasgaste tus
vestidos, y lloraste en mi
presencia, yo también te he oído,
dice Jehová.
-
He aquí
que yo te recogeré con tus padres, y
serás recogido en tus sepulcros en
paz, y tus ojos no verán todo el mal
que yo traigo sobre este lugar, y
sobre los moradores de él. Y ellos
refirieron al rey la respuesta.
-
Entonces
el rey envió y juntó todos los
ancianos de Judá y de Jerusalem.
-
Y subió
el rey á la casa de Jehová, y con él
todos los varones de Judá, y los
moradores de Jerusalem, y los
sacerdotes, y los Levitas, y todo el
pueblo desde el mayor hasta el más
pequeño; y leyó á oídos de ellos
todas las palabras del libro del
pacto que había sido hallado en la
casa de Jehová.
-
Y
estando el rey en pie en su sitio,
hizo alianza delante de Jehová de
caminar en pos de Jehová, y de
guardar sus mandamientos, sus
testimonios, y sus estatutos, de
todo su corazón y de toda su alma,
poniendo por obra las palabras del
pacto que estaban escritas en aquel
libro.
-
E hizo
que se obligaran á ello todos los
que estaban en Jerusalem y en
Benjamín: y los moradores de
Jerusalem hicieron conforme al pacto
de Dios, del Dios de sus padres.
-
Y quitó
Josías todas las abominaciones de
todas las tierras de los hijos de
Israel, é hizo á todos los que se
hallaron en Israel que sirviesen á
Jehová su Dios. No se apartaron de
en pos de Jehová el Dios de sus
padres, todo el tiempo que él vivió.
-
Y JOSIAS
hizo pascua á Jehová en Jerusalem, y
sacrificaron la pascua á los catorce
del mes primero.
-
Y puso á
los sacerdotes en sus empleos, y
confirmólos en el ministerio de la
casa de Jehová.
-
Y dijo á
los Levitas que enseñaban á todo
Israel, y que estaban dedicados á
Jehová: Poned el arca del santuario
en la casa que edificó Salomón hijo
de David, rey de Israel, para que no
la carguéis más sobre los hombros.
Ahora serviréis á Jehová vuestro
Dios, y á su pueblo Israel.
-
Apercibío según las familias de
vuestros padres, por vuestros
órdenes, conforme á la prescripción
de David rey de Israel, y de Salomón
su hijo.
-
Estad en
el santuario según la distribución
de las familias de vuestros hermanos
los hijos del pueblo, y según la
división de la familia de los
Levitas.
-
Sacrificad luego la pascua: y
después de santificaros, apercibid á
vuestros hermanos, para que hagan
conforme á la palabra de Jehová dada
por mano de Moisés.
-
Y
ofreció el rey Josías á los del
pueblo ovejas, corderos, y cabritos
de los rebaños, en número de treinta
mil, y tres mil bueyes, todo para la
pascua, para todos los que se
hallaron presentes: esto de la
hacienda del rey.
-
También
sus príncipes ofrecieron con
liberalidad al pueblo, y á los
sacerdotes y Levitas. Hilcías,
Zachârías y Jehiel, príncipes de la
casa de Dios, dieron á los
sacerdotes para hacer la pascua dos
mil seiscientas ovejas, y
trescientos bueyes.
-
Asimismo
Chônanías, y Semeías y Nathanael sus
hermanos, y Hasabías, Jehiel, y
Josabad, príncipes de los Levitas,
dieron á los Levitas para los
sacrificios de la pascua cinco mil
ovejas, y quinientos bueyes.
-
Aprestado así el servicio, los
sacerdotes se colocaron en sus
puestos, y asimismo los Levitas en
sus órdenes, conforme al mandamiento
del rey.
-
Y
sacrificaron la pascua; y esparcían
los sacerdotes la sangre tomada de
mano de los Levitas, y los Levitas
desollaban.
-
Tomaron
luego del holocausto, para dar
conforme á los repartimientos por
las familias de los del pueblo, á
fin de que ofreciesen á Jehová,
según está escrito en el libro de
Moisés: y asimismo tomaron de los
bueyes.
-
Y asaron
la pascua al fuego según la
costumbre: mas lo que había sido
santificado lo cocieron en ollas, en
calderos, y calderas, y repartiéron
lo prestamente á todo el pueblo.
-
Y
después aderezaron para sí y para
los sacerdotes; porque los
sacerdotes, hijos de Aarón,
estuvieron ocupados hasta la noche
en el sacrificio de los holocaustos
y de los sebos; por tanto, los
Levitas aderezaron para sí, y para
los sacerdotes hijos de Aarón.
-
Asimismo
los cantores hijos de Asaph estaban
en su puesto, conforme al
mandamiento de David, de Asaph y de
Hemán, y de Jeduthún vidente del
rey; también los porteros estaban á
cada puerta; y no era menester que
se apartasen de su ministerio,
porque sus hermanos los Levitas
aparejaban para ellos.
-
Así fué
aprestado todo el servicio de Jehová
en aquel día, para hacer la pascua,
y sacrificar los holocaustos sobre
el altar de Jehová, conforme al
mandamiento del rey Josías.
-
Y los
hijos de Israel que se hallaron
allí, hicieron la pascua en aquel
tiempo, y la solemnidad de los panes
sin levadura, por siete días.
-
Nunca
tal pascua fué hecha en Israel desde
los días de Samuel el profeta; ni
ningún rey de Israel hizo pascua tal
como la que hizo el rey Josías, y
los sacerdotes y Levitas, y todo
Judá é Israel, los que se hallaron
allí, juntamente con los moradores
de Jerusalem.
-
Esta
pascua fué celebrada en el año
dieciocho del rey Josías.
-
Después
de todas estas cosas, luego de haber
Josías preparado la casa, Nechâo rey
de Egipto subió á hacer guerra en
Carchêmis junto á Eufrates; y salió
Josías contra él.
-
Y él le
envió embajadores, diciendo: ¿Qué
tenemos yo y tú, rey de Judá? Yo no
vengo contra ti hoy, sino contra la
casa que me hace guerra: y Dios dijo
que me apresurase. Déjate de meterte
con Dios, que es conmigo, no te
destruya.
-
Mas
Josías no volvió su rostro de él,
antes disfrazóse para darle batalla,
y no atendió á las palabras de
Nechâo, que eran de boca de Dios; y
vino á darle la batalla en el campo
de Megiddo.
-
Y los
archeros tiraron al rey Josías
flechas; y dijo el rey á sus
siervos: Quitadme de aquí, porque
estoy herido gravemente.
-
Entonces
sus siervos lo quitaron de aquel
carro, y pusiéronle en otro segundo
carro que tenía, y lleváronle á
Jerusalem, y murió; y sepultáronle
en los sepulcros de sus padres. Y
todo Judá y Jerusalem hizo duelo por
Josías.
-
Y
endechó Jeremías por Josías, y todos
los cantores y cantoras recitan sus
lamentaciones sobre Josías hasta
hoy; y las dieron por norma para
endechar en Israel, las cuales están
escritas en las Lamentaciones.
-
Lo demás
de los hechos de Josías, y sus
piadosas obras, conforme á lo que
está escrito en la ley de Jehová,
-
Y sus
hechos, primeros y postreros, he
aquí está escrito en el libro de los
reyes de Israel y de Judá.
-
ENTONCES
el pueblo de la tierra tomó á
Joachâz hijo de Josías, é hiciéronle
rey en lugar de su padre en
Jerusalem.
-
De
veinte y tres años era Joachâz
cuando comenzó á reinar, y tres
meses reinó en Jerusalem.
-
Y el rey
de Egipto lo quitó de Jerusalem, y
condenó la tierra en cien talentos
de plata y uno de oro.
-
Y
constituyó el rey de Egipto á su
hermano Eliacim por rey sobre Judá y
Jerusalem, y mudóle el nombre en
Joacim; y á Joachâz su hermano tomó
Nechâo, y llevólo á Egipto.
-
Cuando
comenzó á reinar Joacim era de
veinte y cinco años, y reinó once
años en Jerusalem: é hizo lo malo en
ojos de Jehová su Dios.
-
Y subió
contra él Nabucodonosor rey de
Babilonia, y atado con cadenas lo
llevó á Babilonia.
-
También
llevó Nabucodonosor á Babilonia de
los vasos de la casa de Jehová, y
púsolos en su templo en Babilonia.
-
Lo demás
de los hechos de Joacim, y las
abominaciones que hizo, y lo que en
él se halló, he aquí está escrito en
el libro de los reyes de Israel y de
Judá: y reinó en su lugar Joachîn su
hijo.
-
De ocho
años era Joachîn cuando comenzó á
reinar, y reinó tres meses y diez
días en Jerusalem: é hizo lo malo en
ojos de Jehová.
-
A la
vuelta del año el rey Nabucodonosor
envió, é hízolo llevar á Babilonia
juntamente con los vasos preciosos
de la casa de Jehová; y constituyó á
Sedecías su hermano por rey sobre
Judá y Jerusalem.
-
De
veinte y un años era Sedecías cuando
comenzó á reinar, y once años reinó
en Jerusalem.
-
E hizo
lo malo en ojos de Jehová su Dios, y
no se humilló delante de Jeremías
profeta, que le hablaba de parte de
Jehová.
-
Rebelóse
asimismo contra Nabucodonosor, al
cual había jurado por Dios; y
endureció su cerviz, y obstinó su
corazón, para no volverse á Jehová
el Dios de Israel.
-
Y
también todos los príncipes de los
sacerdotes, y el pueblo, aumentaron
la prevaricación, siguiendo todas
las abominaciones de las gentes, y
contaminando la casa de Jehová, la
cual él había santificado en
Jerusalem.
-
Y Jehová
el Dios de sus padres envió á ellos
por mano de sus mensajeros,
levantándose de mañana y enviando:
porque él tenía misericordia de su
pueblo, y de su habitación.
-
Mas
ellos hacían escarnio de los
mensajeros de Dios, y menospreciaban
sus palabras, burlándose de sus
profetas, hasta que subió el furor
de Jehová contra su pueblo, y que no
hubo remedio.
-
Por lo
cual trajo contra ellos al rey de
los Caldeos, que mató á cuchillo sus
mancebos en la casa de su santuario,
sin perdonar joven, ni doncella, ni
viejo, ni decrépito; todos los
entregó en sus manos.
-
Asimismo
todos los vasos de la casa de Dios,
grandes y chicos, los tesoros de la
casa de Jehová, y los tesoros del
rey y de sus príncipes, todo lo
llevó á Babilonia.
-
Y
quemaron la casa de Dios, y
rompieron el muro de Jerusalem, y
consumieron al fuego todos sus
palacios, y destruyeron todos sus
vasos deseables.
-
Los que
quedaron del cuchillo, pasáronlos á
Babilonia; y fueron siervos de él y
de sus hijos, hasta que vino el
reino de los Persas;
-
Para que
se cumpliese la palabra de Jehová
por la boca de Jeremías, hasta que
la tierra hubo gozado sus sábados:
porque todo el tiempo de su
asolamiento reposó, hasta que los
setenta años fueron cumplidos.
-
Mas al
primer año de Ciro rey de los
Persas, para que se cumpliese la
palabra de Jehová por boca de
Jeremías, Jehová excitó el espíritu
de Ciro rey de los Persas, el cual
hizo pasar pregón por todo su reino,
y también por escrito, diciendo:
-
Así dice
Ciro rey de los Persas: Jehová, el
Dios de los cielos, me ha dado todos
los reinos de la tierra; y él me ha
encargado que le edifique casa en
Jerusalem, que es en Judá. ¿Quién de
vosotros hay de todo su pueblo?
Jehová su Dios sea con él, y suba.
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