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Índice:
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-
ESTOS
son los nombres de los hijos de
Israel, que entraron en Egipto con
Jacob; cada uno entró con su
familia.
-
Rubén,
Simeón, Leví y Judá;
-
Issachâr,
Zabulón y Benjamín;
-
Dan y
Nephtalí, Gad y Aser.
-
Y todas
las almas de los que salieron del
muslo de Jacob, fueron setenta. Y
José estaba en Egipto.
-
Y murió
José, y todos sus hermanos, y toda
aquella generación.
-
Y los
hijos de Israel crecieron, y
multiplicaron, y fueron aumentados y
corroborados en extremo; y llenóse
la tierra de ellos.
-
Levantóse entretanto un nuevo rey
sobre Egipto, que no conocía á José;
el cual dijo á su pueblo:
-
He aquí,
el pueblo de los hijos de Israel es
mayor y más fuerte que nosotros:
-
Ahora,
pues, seamos sabios para con él,
porque no se multiplique, y
acontezca que viniendo guerra, él
también se junte con nuestros
enemigos, y pelee contra nosotros, y
se vaya de la tierra.
-
Entonces
pusieron sobre él comisarios de
tributos que los molestasen con sus
cargas; y edificaron á Faraón las
ciudades de los bastimentos, Phithom
y Raamses.
-
Empero
cuanto más los oprimían, tanto más
se multiplicaban y crecían: así que
estaban ellos fastidiados de los
hijos de Israel.
-
Y los
Egipcios hicieron servir á los hijos
de Israel con dureza:
-
Y
amargaron su vida con dura
servidumbre, en hacer barro y
ladrillo, y en toda labor del campo,
y en todo su servicio, al cual los
obligaban con rigorismo.
-
Y habló
el rey de Egipto á las parteras de
las Hebreas, una de las cuales se
llamaba Siphra, y otra Phúa, y
díjoles:
-
Cuando
parteareis á las Hebreas, y mirareis
los asientos, si fuere hijo,
matadlo; y si fuere hija, entonces
viva.
-
Mas las
parteras temieron á Dios, y no
hicieron como les mandó el rey de
Egipto, sino que reservaban la vida
á los niños.
-
Y el rey
de Egipto hizo llamar á las parteras
y díjoles: ¿Por qué habéis hecho
esto, que habéis reservado la vida á
los niños?
-
Y las
parteras respondieron á Faraón:
Porque las mujeres Hebreas no son
como las Egipcias: porque son
robustas, y paren antes que la
partera venga á ellas.
-
Y Dios
hizo bien á las parteras: y el
pueblo se multiplicó, y se
corroboraron en gran manera.
-
Y por
haber las parteras temido á Dios, él
les hizo casas.
-
Entonces
Faraón mandó á todo su pueblo,
diciendo: Echad en el río todo hijo
que naciere, y á toda hija reservad
la vida.
-
UN varón
de la familia de Leví fue, y tomó
por mujer una hija de Leví:
-
La cual
concibió, y parió un hijo: y
viéndolo que era hermoso, túvole
escondido tres meses.
-
Pero no
pudiendo ocultarle más tiempo, tomó
una arquilla de juncos, y
calafateóla con pez y betún, y
colocó en ella al niño, y púsolo en
un carrizal á la orilla del río:
-
Y paróse
una hermana suya á lo lejos, para
ver lo que le acontecería.
-
Y la
hija de Faraón descendió á lavarse
al río, y paseándose sus doncellas
por la ribera del río, vió ella la
arquilla en el carrizal, y envió una
criada suya á que la tomase.
-
Y como
la abrió, vió al niño; y he aquí que
el niño lloraba. Y teniendo
compasión de él, dijo: De los niños
de los Hebreos es éste.
-
Entonces
su hermana dijo á la hija de Faraón:
¿Iré á llamarte un ama de las
Hebreas, para que te críe este niño?
-
Y la
hija de Faraón respondió: Ve.
Entonces fué la doncella, y llamó á
la madre del niño;
-
A la
cual dijo la hija de Faraón: Lleva
este niño, y críamelo, y yo te lo
pagaré. Y la mujer tomó al niño, y
criólo.
-
Y como
creció el niño, ella lo trajo á la
hija de Faraón, la cual lo prohijó,
y púsole por nombre Moisés,
diciendo: Porque de las aguas lo
saqué.
-
Y en
aquellos días acaeció que, crecido
ya Moisés, salió á sus hermanos, y
vió sus cargas: y observó á un
Egipcio que hería á uno de los
Hebreos, sus hermanos.
-
Y miró á
todas partes, y viendo que no
parecía nadie, mató al Egipcio, y
escondiólo en la arena.
-
Y salió
al día siguiente, y viendo á dos
Hebreos que reñían, dijo al que
hacía la injuria: ¿Por qué hieres á
tu prójimo?
-
Y él
respondió: ¿Quién te ha puesto á ti
por príncipe y juez sobre nosotros?
¿piensas matarme como mataste al
Egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo,
y dijo: Ciertamente esta cosa es
descubierta.
-
Y oyendo
Faraón este negocio, procuró matar á
Moisés: mas Moisés huyó de delante
de Faraón, y habitó en la tierra de
Madián; y sentóse junto á un pozo.
-
Tenía el
sacerdote de Madián siete hijas, las
cuales vinieron á sacar agua, para
llenar las pilas y dar de beber á
las ovejas de su padre.
-
Mas los
pastores vinieron, y echáronlas:
Entonces Moisés se levantó y
defendiólas, y abrevó sus ovejas.
-
Y
volviendo ellas á Ragüel su padre,
díjoles él: ¿Por qué habéis hoy
venido tan presto?
-
Y ellas
respondieron: Un varón Egipcio nos
defendió de mano de los pastores, y
también nos sacó el agua, y abrevó
las ovejas.
-
Y dijo á
sus hijas: ¿Y dónde está? ¿por qué
habéis dejado ese hombre? llamadle
para que coma pan.
-
Y Moisés
acordó en morar con aquel varón; y
él dió á Moisés á su hija Séphora:
-
La cual
le parió un hijo, y él le puso por
nombre Gersom: porque dijo:
Peregrino soy en tierra ajena.
-
Y
aconteció que después de muchos días
murió el rey de Egipto, y los hijos
de Israel suspiraron á causa de la
servidumbre, y clamaron: y subió á
Dios el clamor de ellos con motivo
de su servidumbre.
-
Y oyó
Dios el gemido de ellos, y acordóse
de su pacto con Abraham, Isaac y
Jacob.
-
Y miró
Dios á los hijos de Israel, y
reconociólos Dios.
-
Y
APACENTANDO Moisés las ovejas de
Jethro su suegro, sacerdote de
Madián, llevó las ovejas detrás del
desierto, y vino á Horeb, monte de
Dios.
-
Y
apareciósele el Angel de Jehová en
una llama de fuego en medio de una
zarza: y él miró, y vió que la zarza
ardía en fuego, y la zarza no se
consumía.
-
Entonces
Moisés dijo: Iré yo ahora, y veré
esta grande visión, por qué causa la
zarza no se quema.
-
Y viendo
Jehová que iba á ver, llamólo Dios
de en medio de la zarza, y dijo:
¡Moisés, Moisés! Y él respondió:
Heme aquí.
-
Y dijo:
No te llegues acá: quita tus zapatos
de tus pies, porque el lugar en que
tú estás, tierra santa es.
-
Y dijo:
Yo soy el Dios de tu padre, Dios de
Abraham, Dios de Isaac, Dios de
Jacob. Entonces Moisés cubrió su
rostro, porque tuvo miedo de mirar á
Dios.
-
Y dijo
Jehová: Bien he visto la aflicción
de mi pueblo que está en Egipto, y
he oído su clamor á causa de sus
exactores; pues tengo conocidas sus
angustias:
-
Y he
descendido para librarlos de mano de
los Egipcios, y sacarlos de aquella
tierra á una tierra buena y ancha, á
tierra que fluye leche y miel, á los
lugares del Cananeo, del Hetheo, del
Amorrheo, del Pherezeo, del Heveo, y
del Jebuseo.
-
El
clamor, pues, de los hijos de Israel
ha venido delante de mí, y también
he visto la opresión con que los
Egipcios los oprimen.
-
Ven por
tanto ahora, y enviarte he á Faraón,
para que saques á mi pueblo, los
hijos de Israel, de Egipto.
-
Entonces
Moisés respondió á Dios: ¿Quién soy
yo, para que vaya á Faraón, y saque
de Egipto á los hijos de Israel?
-
Y él le
respondió: Ve, porque yo seré
contigo; y esto te será por señal de
que yo te he enviado: luego que
hubieres sacado este pueblo de
Egipto, serviréis á Dios sobre este
monte.
-
Y dijo
Moisés á Dios: He aquí que llego yo
á los hijos de Israel, y les digo,
El Dios de vuestros padres me ha
enviado á vosotros; si ellos me
preguntaren: ¿Cuál es su nombre?
¿qué les responderé?
-
Y
respondió Dios á Moisés: YO SOY EL
QUE SOY. Y dijo: Así dirás á los
hijos de Israel: YO SOY me ha
enviado á vosotros.
-
Y dijo
más Dios á Moisés: Así dirás á los
hijos de Israel: Jehová, el Dios de
vuestros padres, el Dios de Abraham,
Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha
enviado á vosotros. Este es mi
nombre para siempre, este es mi
memorial por todos los siglos.
-
Ve, y
junta los ancianos de Israel, y
diles: Jehová, el Dios de vuestros
padres, el Dios de Abraham, de
Isaac, y de Jacob, me apareció,
diciendo: De cierto os he visitado,
y visto lo que se os hace en Egipto;
-
Y he
dicho: Yo os sacaré de la aflicción
de Egipto á la tierra del Cananeo, y
del Hetheo, y del Amorrheo, y del
Pherezeo, y del Heveo, y del
Jebuseo, á una tierra que fluye
leche y miel.
-
Y oirán
tu voz; é irás tú, y los ancianos de
Israel, al rey de Egipto, y le
diréis: Jehová, el Dios de los
Hebreos, nos ha encontrado; por
tanto nosotros iremos ahora camino
de tres días por el desierto, para
que sacrifiquemos á Jehová nuestro
Dios.
-
Mas yo
sé que el rey de Egipto no os dejará
ir sino por mano fuerte.
-
Empero
yo extenderé mi mano, y heriré á
Egipto con todas mis maravillas que
haré en él, y entonces os dejará ir.
-
Y yo
daré á este pueblo gracia en los
ojos de los Egipcios, para que
cuando os partiereis, no salgáis
vacíos:
-
Sino que
demandará cada mujer á su vecina y á
su huéspeda vasos de plata, vasos de
oro, y vestidos: los cuales pondréis
sobre vuestros hijos y vuestras
hijas, y despojaréis á Egipto.
-
ENTONCES
Moisés respondió, y dijo: He aquí
que ellos no me creerán, ni oirán mi
voz; porque dirán: No te ha
aparecido Jehová.
-
Y Jehová
dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu
mano? Y él respondió: Una vara.
-
Y él le
dijo: Échala en tierra. Y él la echó
en tierra, y tornóse una culebra: y
Moisés huía de ella.
-
Entonces
dijo Jehová á Moisés: Extiende tu
mano, y tómala por la cola. Y él
extendió su mano, y tomóla, y
tornóse vara en su mano.
-
Por esto
creerán que se te ha aparecido
Jehová, el Dios de tus padres, el
Dios de Abraham, Dios de Isaac, y
Dios de Jacob.
-
Y díjole
más Jehová: Mete ahora tu mano en tu
seno. Y él metió la mano en su seno;
y como la sacó, he aquí que su mano
estaba leprosa como la nieve.
-
Y dijo:
Vuelve á meter tu mano en tu seno: y
él volvió á meter su mano en su
seno; y volviéndola á sacar del
seno, he aquí que se había vuelto
como la otra carne.
-
Si
aconteciere, que no te creyeren, ni
obedecieren á la voz de la primera
señal, creerán á la voz de la
postrera.
-
Y si aún
no creyeren á estas dos señales, ni
oyeren tu voz, tomarás de las aguas
del río, y derrámalas en tierra; y
volverse han aquellas aguas que
tomarás del río, se volverán sangre
en la tierra.
-
Entonces
dijo Moisés á Jehová: ¡Ay Señor! yo
no soy hombre de palabras de ayer ni
de anteayer, ni aun desde que tú
hablas á tu siervo; porque soy tardo
en el habla y torpe de lengua.
-
Y Jehová
le respondió: ¿Quién dió la boca al
hombre? ¿ó quién hizo al mudo y al
sordo, al que ve y al ciego? ¿no soy
yo Jehová?
-
Ahora
pues, ve, que yo seré en tu boca, y
te enseñaré lo que hayas de hablar.
-
Y él
dijo: ¡Ay Señor! envía por mano del
que has de enviar.
-
Entonces
Jehová se enojó contra Moisés, y
dijo: ¿No conozco yo á tu hermano
Aarón, Levita, y que él hablará? Y
aun he aquí que él te saldrá á
recibir, y en viéndote, se alegrará
en su corazón.
-
Tú
hablarás á él, y pondrás en su boca
las palabras, y yo seré en tu boca y
en la suya, y os enseñaré lo que
hayáis de hacer.
-
Y él
hablará por ti al pueblo; y él te
será á ti en lugar de boca, y tú
serás para él en lugar de Dios.
-
Y
tomarás esta vara en tu mano, con la
cual harás las señales.
-
Así se
fué Moisés, y volviendo á su suegro
Jethro, díjole: Iré ahora, y volveré
á mis hermanos que están en Egipto,
para ver si aún viven. Y Jethro dijo
á Moisés: Ve en paz.
-
Dijo
también Jehová á Moisés en Madián:
Ve, y vuélvete á Egipto, porque han
muerto todos los que procuraban tu
muerte.
-
Entonces
Moisés tomó su mujer y sus hijos, y
púsolos sobre un asno, y volvióse á
tierra de Egipto: tomó también
Moisés la vara de Dios en su mano.
-
Y dijo
Jehová á Moisés: Cuando hubiereis
vuelto á Egipto, mira que hagas
delante de Faraón todas las
maravillas que he puesto en tu mano:
yo empero endureceré su corazón, de
modo que no dejará ir al pueblo.
-
Y dirás
á Faraón: Jehová ha dicho así:
Israel es mi hijo, mi primogénito.
-
Ya te he
dicho que dejes ir á mi hijo, para
que me sirva, mas no has querido
dejarlo ir: he aquí yo voy á matar á
tu hijo, tu primogénito.
-
Y
aconteció en el camino, que en una
posada le salió al encuentro Jehová,
y quiso matarlo.
-
Entonces
Séphora cogió un afilado pedernal, y
cortó el prepucio de su hijo, y
echólo á sus pies, diciendo: A la
verdad tú me eres un esposo de
sangre.
-
Así le
dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo
de sangre, á causa de la
circuncisión.
-
Y Jehová
dijo á Aarón: Ve á recibir á Moisés
al desierto. Y él fue, y encontrólo
en el monte de Dios, y besóle.
-
Entonces
contó Moisés á Aarón todas las
palabras de Jehová que le enviaba, y
todas las señales que le había dado.
-
Y fueron
Moisés y Aarón, y juntaron todos los
ancianos de los hijos de Israel:
-
Y habló
Aarón todas las palabras que Jehová
había dicho á Moisés, é hizo las
señales delante de los ojos del
pueblo.
-
Y el
pueblo creyó: y oyendo que Jehová
había visitado los hijos de Israel,
y que había visto su aflicción,
inclináronse y adoraron.
-
DESPUÉS
entraron Moisés y Aarón á Faraón, y
le dijeron: Jehová, el Dios de
Israel, dice así: Deja ir á mi
pueblo á celebrarme fiesta en el
desierto.
-
Y Faraón
respondió: ¿Quién es Jehová, para
que yo oiga su voz y deje ir á
Israel? Yo no conozco á Jehová, ni
tampoco dejaré ir á Israel.
-
Y ellos
dijeron: El Dios de los Hebreos nos
ha encontrado: iremos, pues, ahora
camino de tres días por el desierto,
y sacrificaremos á Jehová nuestro
Dios; porque no venga sobre nosotros
con pestilencia ó con espada.
-
Entonces
el rey de Egipto les dijo: Moisés y
Aarón, ¿por qué hacéis cesar al
pueblo de su obra? idos á vuestros
cargos.
-
Dijo
también Faraón: He aquí el pueblo de
la tierra es ahora mucho, y vosotros
les hacéis cesar de sus cargos.
-
Y mandó
Faraón aquel mismo día á los
cuadrilleros del pueblo que le
tenían á su cargo, y á sus
gobernadores, diciendo:
-
De aquí
adelante no daréis paja al pueblo
para hacer ladrillo, como ayer y
antes de ayer; vayan ellos y recojan
por sí mismos la paja:
-
Y habéis
de ponerles la tarea del ladrillo
que hacían antes, y no les
disminuiréis nada; porque están
ociosos, y por eso levantan la voz
diciendo: Vamos y sacrificaremos á
nuestro Dios.
-
Agrávese
la servidumbre sobre ellos, para que
se ocupen en ella, y no atiendan á
palabras de mentira.
-
Y
saliendo los cuadrilleros del pueblo
y sus gobernadores, hablaron al
pueblo, diciendo: Así ha dicho
Faraón: Yo no os doy paja.
-
Id
vosotros, y recoged paja donde la
hallareis; que nada se disminuirá de
vuestra tarea.
-
Entonces
el pueblo se derramó por toda la
tierra de Egipto á coger rastrojo en
lugar de paja.
-
Y los
cuadrilleros los apremiaban,
diciendo: Acabad vuestra obra, la
tarea del día en su día, como cuando
se os daba paja.
-
Y
azotaban á los capataces de los
hijos de Israel, que los
cuadrilleros de Faraón habían puesto
sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no
habéis cumplido vuestra tarea de
ladrillo ni ayer ni hoy, como antes?
-
Y los
capataces de los hijos de Israel
vinieron á Faraón, y se quejaron á
él, diciendo: ¿Por qué lo haces así
con tus siervos?
-
No se da
paja á tus siervos, y con todo nos
dicen: Haced el ladrillo. Y he aquí
tus siervos son azotados, y tu
pueblo cae en falta.
-
Y él
respondió: Estáis ociosos, sí,
ociosos, y por eso decís: Vamos y
sacrifiquemos á Jehová.
-
Id pues
ahora, y trabajad. No se os dará
paja, y habéis de dar la tarea del
ladrillo.
-
Entonces
los capataces de los hijos de Israel
se vieron en aflicción,
habiéndoseles dicho: No se
disminuirá nada de vuestro ladrillo,
de la tarea de cada día.
-
Y
encontrando á Moisés y á Aarón, que
estaban á la vista de ellos cuando
salían de Faraón,
-
Dijéronles: Mire Jehová sobre
vosotros, y juzgue; pues habéis
hecho heder nuestro olor delante de
Faraón y de sus siervos, dándoles el
cuchillo en las manos para que nos
maten.
-
Entonces
Moisés se volvió á Jehová, y dijo:
Señor, ¿por qué afliges á este
pueblo? ¿para qué me enviaste?
-
Porque
desde que yo vine á Faraón para
hablarle en tu nombre, ha afligido á
este pueblo; y tú tampoco has
librado á tu pueblo.
-
JEHOVÁ
respondió á Moisés: Ahora verás lo
que yo haré á Faraón; porque con
mano fuerte los ha de dejar ir; y
con mano fuerte los ha de echar de
su tierra.
-
Habló
todavía Dios á Moisés, y díjole: Yo
soy JEHOVÁ;
-
Y
aparecí á Abraham, á Isaac y á Jacob
bajo el nombre de Dios Omnipotente,
mas en mi nombre JEHOVÁ no me
notifiqué á ellos.
-
Y
también establecí mi pacto con
ellos, de darles la tierra de
Canaán, la tierra en que fueron
extranjeros, y en la cual
peregrinaron.
-
Y
asimismo yo he oído el gemido de los
hijos de Israel, á quienes hacen
servir los Egipcios, y heme acordado
de mi pacto.
-
Por
tanto dirás á los hijos de Israel:
YO JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo
de las cargas de Egipto, y os
libraré de su servidumbre, y os
redimiré con brazo extendido, y con
juicios grandes:
-
Y os
tomaré por mi pueblo y seré vuestro
Dios: y vosotros sabréis que yo soy
Jehová vuestro Dios, que os saco de
debajo de las cargas de Egipto:
-
Y os
meteré en la tierra, por la cual
alcé mi mano que la daría á Abraham,
á Isaac y á Jacob: y yo os la daré
por heredad. YO JEHOVÁ.
-
De esta
manera habló Moisés á los hijos de
Israel: mas ellos no escuchaban á
Moisés á causa de la congoja de
espíritu, y de la dura servidumbre.
-
Y habló
Jehová á Moisés, diciendo:
-
Entra, y
habla á Faraón rey de Egipto, que
deje ir de su tierra á los hijos de
Israel.
-
Y
respondió Moisés delante de Jehová,
diciendo: He aquí, los hijos de
Israel no me escuchan: ¿cómo pues me
escuchará Faraón, mayormente siendo
yo incircunciso de labios?
-
Entonces
Jehová habló á Moisés y á Aarón, y
dióles mandamiento para los hijos de
Israel, y para Faraón rey de Egipto,
para que sacasen á los hijos de
Israel de la tierra de Egipto.
-
Estas
son las cabezas de las familias de
sus padres. Los hijos de Rubén, el
primogénito de Israel: Hanoch y
Phallú, Hezrón y Carmi: estas son
las familias de Rubén.
-
Los
hijos de Simeón: Jemuel, y Jamín, y
Ohad, y Jachîn, y Zoar, y Saúl, hijo
de una Cananea: estas son las
familias de Simeón.
-
Y estos
son los nombres de los hijos de Leví
por sus linajes: Gersón, y Coath, y
Merari: Y los años de la vida de
Leví fueron ciento treinta y siete
años.
-
Y los
hijos de Gersón: Libni, y Shimi, por
sus familias.
-
Y los
hijos de Coath: Amram, é Izhar, y
Hebrón, y Uzziel. Y los años de la
vida de Coath fueron ciento treinta
y tres años.
-
Y los
hijos de Merari: Mahali, y Musi:
estas son las familias de Leví por
sus linajes.
-
Y Amram
tomó por mujer á Jochêbed su tía, la
cual le parió á Aarón y á Moisés. Y
los años de la vida de Amram fueron
ciento treinta y siete años.
-
Y los
hijos de Izhar: Cora, y Nepheg y
Zithri.
-
Y los
hijos de Uzziel: Misael, y Elzaphán
y Zithri.
-
Y tomóse
Aarón por mujer á Elisabeth, hija de
Aminadab, hermana de Naasón; la cual
le parió á Nadab, y á Abiú, y á
Eleazar, y á Ithamar.
-
Y los
hijos de Cora: Assir, y Elcana, y
Abiasaph: estas son las familias de
los Coritas.
-
Y
Eleazar, hijo de Aarón, tomó para sí
mujer de las hijas de Phutiel, la
cual le parió á Phinees: Y estas son
las cabezas de los padres de los
Levitas por sus familias.
-
Este es
aquel Aarón y aquel Moisés, á los
cuales Jehová dijo: Sacad á los
hijos de Israel de la tierra de
Egipto por sus escuadrones.
-
Estos
son los que hablaron á Faraón rey de
Egipto, para sacar de Egipto á los
hijos de Israel. Moisés y Aarón
fueron éstos.
-
Cuando
Jehová habló á Moisés en la tierra
de Egipto,
-
Entonces
Jehová habló á Moisés, diciendo: Yo
soy JEHOVA; di á Faraón rey de
Egipto todas las cosas que yo te
digo á ti.
-
Y Moisés
respondió delante de Jehová: He
aquí, yo soy incircunciso de labios,
¿cómo pues me ha de oír Faraón?
-
JEHOVÁ
dijo á Moisés: Mira, yo te he
constituido dios para Faraón, y tu
hermano Aarón será tu profeta.
-
Tú dirás
todas las cosas que yo te mandaré, y
Aarón tu hermano hablará á Faraón,
para que deje ir de su tierra á los
hijos de Israel.
-
Y yo
endureceré el corazón de Faraón, y
multiplicaré en la tierra de Egipto
mis señales y mis maravillas.
-
Y Faraón
no os oirá; mas yo pondré mi mano
sobre Egipto, y sacaré á mis
ejércitos, mi pueblo, los hijos de
Israel, de la tierra de Egipto, con
grandes juicios.
-
Y sabrán
los Egipcios que yo soy Jehová,
cuando extenderé mi mano sobre
Egipto, y sacaré los hijos de Israel
de en medio de ellos.
-
E hizo
Moisés y Aarón como Jehová les
mandó: hiciéronlo así.
-
Y era
Moisés de edad de ochenta años, y
Aarón de edad de ochenta y tres,
cuando hablaron á Faraón.
-
Y habló
Jehová á Moisés y á Aarón, diciendo:
-
Si
Faraón os respondiere diciendo,
Mostrad milagro; dirás á Aarón: Toma
tu vara, y échala delante de Faraón,
para que se torne culebra.
-
Vinieron, pues, Moisés y Aarón á
Faraón, é hicieron como Jehová lo
había mandado: y echó Aarón su vara
delante de Faraón y de sus siervos,
y tornóse culebra.
-
Entonces
llamó también Faraón sabios y
encantadores; é hicieron también lo
mismo los encantadores de Egipto con
sus encantamientos;
-
Pues
echó cada uno su vara, las cuales se
volvieron culebras: mas la vara de
Aarón devoró las varas de ellos.
-
Y el
corazón de Faraón se endureció, y no
los escuchó; como Jehová lo había
dicho.
-
Entonces
Jehová dijo á Moisés: El corazón de
Faraón está agravado, que no quiere
dejar ir al pueblo.
-
Ve por
la mañana á Faraón, he aquí que él
sale á las aguas; y tú ponte á la
orilla del río delante de él, y toma
en tu mano la vara que se volvió
culebra,
-
Y dile:
Jehová el Dios de los Hebreos me ha
enviado á ti, diciendo: Deja ir á mi
pueblo, para que me sirvan en el
desierto; y he aquí que hasta ahora
no has querido oir.
-
Así ha
dicho Jehová: En esto conocerás que
yo soy Jehová: he aquí, yo heriré
con la vara que tengo en mi mano el
agua que está en el río, y se
convertirá en sangre:
-
Y los
peces que hay en el río morirán, y
hederá el río, y tendrán asco los
Egipcios de beber el agua del río.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: Di á Aarón: Toma tu
vara, y extiende tu mano sobre las
aguas de Egipto, sobre sus ríos,
sobre sus arroyos y sobre sus
estanques, y sobre todos sus
depósitos de aguas, para que se
conviertan en sangre, y haya sangre
por toda la región de Egipto, así en
los vasos de madera como en los de
piedra.
-
Y Moisés
y Aarón hicieron como Jehová lo
mandó; y alzando la vara hirió las
aguas que había en el río, en
presencia de Faraón y de sus
siervos; y todas las aguas que había
en el río se convirtieron en sangre.
-
Asimismo
los peces que había en el río
murieron; y el río se corrompió, que
los Egipcios no podían beber de él:
y hubo sangre por toda la tierra de
Egipto.
-
Y los
encantadores de Egipto hicieron lo
mismo con sus encantamientos: y el
corazón de Faraón se endureció, y no
los escuchó; como Jehová lo había
dicho.
-
Y
tornando Faraón volvióse á su casa,
y no puso su corazón aun en esto.
-
Y en
todo Egipto hicieron pozos alrededor
del río para beber, porque no podían
beber de las aguas del río.
-
Y
cumpliéronse siete días después que
Jehová hirió el río.
-
ENTONCES
Jehová dijo á Moisés: Entra á
Faraón, y dile: Jehová ha dicho así:
Deja ir á mi pueblo, para que me
sirvan.
-
Y si no
lo quisieres dejar ir, he aquí yo
heriré con ranas todos tus términos:
-
Y el río
criará ranas, las cuales subirán, y
entrarán en tu casa, y en la cámara
de tu cama, y sobre tu cama, y en
las casas de tus siervos, y en tu
pueblo, y en tus hornos, y en tus
artesas:
-
Y las
ranas subirán sobre ti, y sobre tu
pueblo, y sobre todos tus siervos.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: Di á Aarón: Extiende
tu mano con tu vara sobre los ríos,
arroyos, y estanques, para que haga
venir ranas sobre la tierra de
Egipto.
-
Entonces
Aarón extendió su mano sobre las
aguas de Egipto, y subieron ranas
que cubrieron la tierra de Egipto.
-
Y los
encantadores hicieron lo mismo con
sus encantamientos, é hicieron venir
ranas sobre la tierra de Egipto.
-
Entonces
Faraón llamó á Moisés y á Aarón, y
díjoles: Orad á Jehová que quite las
ranas de mí y de mi pueblo; y dejaré
ir al pueblo, para que sacrifique á
Jehová.
-
Y dijo
Moisés á Faraón: Gloríate sobre mí:
¿cuándo oraré por ti, y por tus
siervos, y por tu pueblo, para que
las ranas sean quitadas de ti, y de
tus casas, y que solamente se queden
en el río?
-
Y él
dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Se
hará conforme á tu palabra, para que
conozcas que no hay como Jehová
nuestro Dios:
-
Y las
ranas se irán de ti, y de tus casas,
y de tus siervos, y de tu pueblo, y
solamente se quedarán en el río.
-
Entonces
salieron Moisés y Aarón de con
Faraón, y clamó Moisés á Jehová
sobre el negocio de las ranas que
había puesto á Faraón.
-
E hizo
Jehová conforme á la palabra de
Moisés, y murieron las ranas de las
casas, de los cortijos, y de los
campos.
-
Y las
juntaron en montones, y apestaban la
tierra.
-
Y viendo
Faraón que le habían dado reposo,
agravó su corazón, y no los escuchó;
como Jehová lo había dicho.
-
Entonces
Jehová dijo á Moisés: Di á Aarón:
Extiende tu vara, y hiere el polvo
de la tierra, para que se vuelva
piojos por todo el país de Egipto.
-
Y ellos
lo hicieron así; y Aarón extendió su
mano con su vara, é hirió el polvo
de la tierra, el cual se volvió
piojos, así en los hombres como en
las bestias: todo el polvo de la
tierra se volvió piojos en todo el
país de Egipto.
-
Y los
encantadores hicieron así también,
para sacar piojos con sus
encantamientos; mas no pudieron. Y
había piojos así en los hombres como
en las bestias.
-
Entonces
los magos dijeron á Faraón: Dedo de
Dios es este. Mas el corazón de
Faraón se endureció, y no los
escuchó; como Jehová lo había dicho.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: Levántate de mañana y
ponte delante de Faraón, he aquí él
sale á las aguas; y dile: Jehová ha
dicho así: Deja ir á mi pueblo, para
que me sirva.
-
Porque
si no dejares ir á mi pueblo, he
aquí yo enviaré sobre ti, y sobre
tus siervos, y sobre tu pueblo, y
sobre tus casas toda suerte de
moscas; y las casas de los Egipcios
se henchirán de toda suerte de
moscas, y asimismo la tierra donde
ellos estuvieren.
-
Y aquel
día yo apartaré la tierra de Gosén,
en la cual mi pueblo habita, para
que ninguna suerte de moscas haya en
ella; á fin de que sepas que yo soy
Jehová en medio de la tierra.
-
Y yo
pondré redención entre mi pueblo y
el tuyo. Mañana será esta señal.
-
Y Jehová
lo hizo así: que vino toda suerte de
moscas molestísimas sobre la casa de
Faraón, y sobre las casas de sus
siervos, y sobre todo el país de
Egipto; y la tierra fué corrompida á
causa de ellas.
-
Entonces
Faraón llamó á Moisés y á Aarón, y
díjoles: Andad, sacrificad á vuestro
Dios en la tierra.
-
Y Moisés
respondió: No conviene que hagamos
así, porque sacrificaríamos á Jehová
nuestro Dios la abominación de los
Egipcios. He aquí, si sacrificáramos
la abominación de los Egipcios
delante de ellos, ¿no nos
apedrearían?
-
Camino
de tres días iremos por el desierto,
y sacrificaremos á Jehová nuestro
Dios, como él nos dirá.
-
Y dijo
Faraón: Yo os dejaré ir para que
sacrifiquéis á Jehová vuestro Dios
en el desierto, con tal que no
vayáis más lejos: orad por mí.
-
Y
respondió Moisés: He aquí, en
saliendo yo de contigo, rogaré á
Jehová que las diversas suertes de
moscas se vayan de Faraón, y de sus
siervos, y de su pueblo mañana; con
tal que Faraón no falte más, no
dejando ir al pueblo á sacrificar á
Jehová.
-
Entonces
Moisés salió de con Faraón, y oró á
Jehová.
-
Y Jehová
hizo conforme á la palabra de
Moisés; y quitó todas aquellas
moscas de Faraón, y de sus siervos,
y de su pueblo, sin que quedara una.
-
Mas
Faraón agravó aún esta vez su
corazón, y no dejó ir al pueblo.
-
ENTONCES
Jehová dijo á Moisés: Entra á
Faraón, y dile: Jehová, el Dios de
los Hebreos, dice así: Deja ir á mi
pueblo, para que me sirvan;
-
Porque
si no lo quieres dejar ir, y los
detuvieres aún,
-
He aquí
la mano de Jehová será sobre tus
ganados que están en el campo,
caballos, asnos, camellos, vacas y
ovejas, con pestilencia gravísima:
-
Y Jehová
hará separación entre los ganados de
Israel y los de Egipto, de modo que
nada muera de todo lo de los hijos
de Israel.
-
Y Jehová
señaló tiempo, diciendo: Mañana hará
Jehová esta cosa en la tierra.
-
Y el día
siguiente Jehová hizo aquello, y
murió todo el ganado de Egipto; mas
del ganado de los hijos de Israel no
murió uno.
-
Entonces
Faraón envió, y he aquí que del
ganado de los hijos de Israel no
había muerto uno. Mas el corazón de
Faraón se agravó, y no dejó ir al
pueblo.
-
Y Jehová
dijo á Moisés y á Aarón: Tomad
puñados de ceniza de un horno, y
espárzala Moisés hacia el cielo
delante de Faraón:
-
Y vendrá
á ser polvo sobre toda la tierra de
Egipto, el cual originará sarpullido
que cause tumores apostemados en los
hombres y en las bestias, por todo
el país de Egipto.
-
Y
tomaron la ceniza del horno, y
pusiéronse delante de Faraón, y
esparcióla Moisés hacia el cielo; y
vino un sarpullido que causaba
tumores apostemados así en los
hombres como en las bestias.
-
Y los
magos no podían estar delante de
Moisés á causa de los tumores,
porque hubo sarpullido en los magos
y en todos los Egipcios.
-
Y Jehová
endureció el corazón de Faraón, y no
los oyó; como Jehová lo había dicho
á Moisés.
-
Entonces
Jehová dijo á Moisés: Levántate de
mañana, y ponte delante de Faraón, y
dile: Jehová, el Dios de los
Hebreos, dice así: Deja ir á mi
pueblo, para que me sirva.
-
Porque
yo enviaré esta vez todas mis plagas
á tu corazón, sobre tus siervos, y
sobre tu pueblo, para que entiendas
que no hay otro como yo en toda la
tierra.
-
Porque
ahora yo extenderé mi mano para
herirte á ti y á tu pueblo de
pestilencia, y serás quitado de la
tierra.
-
Y á la
verdad yo te he puesto para declarar
en ti mi potencia, y que mi Nombre
sea contado en toda la tierra.
-
¿Todavía
te ensalzas tú contra mi pueblo,
para no dejarlos ir?
-
He aquí
que mañana á estas horas yo haré
llover granizo muy grave, cual nunca
fué en Egipto, desde el día que se
fundó hasta ahora.
-
Envía,
pues, á recoger tu ganado, y todo lo
que tienes en el campo; porque todo
hombre ó animal que se hallare en el
campo, y no fuere recogido á casa,
el granizo descenderá sobre él, y
morirá.
-
De los
siervos de Faraón el que temió la
palabra de Jehová, hizo huir sus
criados y su ganado á casa:
-
Mas el
que no puso en su corazón la palabra
de Jehová, dejó sus criados y sus
ganados en el campo.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: Extiende tu mano
hacia el cielo, para que venga
granizo en toda la tierra de Egipto
sobre los hombres, y sobre las
bestias, y sobre toda la hierba del
campo en el país de Egipto.
-
Y Moisés
extendió su vara hacia el cielo, y
Jehová hizo tronar y granizar, y el
fuego discurría por la tierra; y
llovió Jehová granizo sobre la
tierra de Egipto.
-
Hubo
pues granizo, y fuego mezclado con
el granizo, tan grande, cual nunca
hubo en toda la tierra de Egipto
desde que fue habitada.
-
Y aquel
granizo hirió en toda la tierra de
Egipto todo lo que estaba en el
campo, así hombres como bestias;
asimismo hirió el granizo toda la
hierba del campo, y desgajó todos
los árboles del país.
-
Solamente en la tierra de Gosén,
donde los hijos de Israel estaban,
no hubo granizo.
-
Entonces
Faraón envió á llamar á Moisés y á
Aarón, y les dijo: He pecado esta
vez: Jehová es justo, y yo y mi
pueblo impíos.
-
Orad á
Jehová: y cesen los truenos de Dios
y el granizo; y yo os dejaré ir, y
no os detendréis más.
-
Y
respondióle Moisés: En saliendo yo
de la ciudad extenderé mis manos á
Jehová, y los truenos cesarán, y no
habrá más granizo; para que sepas
que de Jehová es la tierra.
-
Mas yo
sé que ni tú ni tus siervos temeréis
todavía la presencia del Dios
Jehová.
-
El lino,
pues, y la cebada fueron heridos;
porque la cebada estaba ya espigada,
y el lino en caña.
-
Mas el
trigo y el centeno no fueron
heridos; porque eran tardíos.
-
Y salido
Moisés de con Faraón de la ciudad,
extendió sus manos á Jehová, y
cesaron los truenos y el granizo; y
la lluvia no cayó más sobre la
tierra.
-
Y viendo
Faraón que la lluvia había cesado y
el granizo y los truenos, perseveró
en pecar, y agravó su corazón, él y
sus siervos.
-
Y el
corazón de Faraón se endureció, y no
dejó ir á los hijos de Israel; como
Jehová lo había dicho por medio de
Moisés.
-
Y JEHOVA
dijo á Moisés: Entra á Faraón;
porque yo he agravado su corazón, y
el corazón de sus siervos, para dar
entre ellos estas mis señales;
-
Y para
que cuentes á tus hijos y á tus
nietos las cosas que yo hice en
Egipto, y mis señales que dí entre
ellos; y para que sepáis que yo soy
Jehová.
-
Entonces
vinieron Moisés y Aarón á Faraón, y
le dijeron: Jehová, el Dios de los
Hebreos ha dicho así: ¿Hasta cuándo
no querrás humillarte delante de mí?
Deja ir á mi pueblo para que me
sirvan.
-
Y si aún
rehusas dejarlo ir, he aquí que yo
traeré mañana langosta en tus
términos,
-
La cual
cubrirá la faz de la tierra, de modo
que no pueda verse la tierra; y ella
comerá lo que quedó salvo, lo que os
ha quedado del granizo; comerá
asimismo todo árbol que os produce
fruto en el campo:
-
Y
llenarse han tus casas, y las casas
de todos tus siervos, y las casas de
todos los Egipcios, cual nunca
vieron tus padres ni tus abuelos,
desde que ellos fueron sobre la
tierra hasta hoy. Y volvióse, y
salió de con Faraón.
-
Entonces
los siervos de Faraón le dijeron:
¿Hasta cuándo nos ha de ser éste por
lazo? Deja ir á estos hombres, para
que sirvan á Jehová su Dios; ¿aun no
sabes que Egipto está destruido?
-
Y Moisés
y Aarón volvieron á ser llamados á
Faraón, el cual les dijo: Andad,
servid á Jehová vuestro Dios. ¿Quién
y quién son los que han de ir?
-
Y Moisés
respondió: Hemos de ir con nuestros
niños y con nuestros viejos, con
nuestros hijos y con nuestras hijas:
con nuestras ovejas y con nuestras
vacas hemos de ir; porque tenemos
solemnidad de Jehová.
-
Y él les
dijo: Así sea Jehová con vosotros
como yo os dejaré ir á vosotros y á
vuestros niños: mirad como el mal
está delante de vuestro rostro.
-
No será
así: id ahora vosotros los varones,
y servid á Jehová: pues esto es lo
que vosotros demandasteis. Y
echáronlos de delante de Faraón.
-
Entonces
Jehová dijo á Moisés: Extiende tu
mano sobre la tierra de Egipto para
langosta, á fin de que suba sobre el
país de Egipto, y consuma todo lo
que el granizo dejó.
-
Y
extendió Moisés su vara sobre la
tierra de Egipto, y Jehová trajo un
viento oriental sobre el país todo
aquel día y toda aquella noche; y á
la mañana el viento oriental trajo
la langosta:
-
Y subió
la langosta sobre toda la tierra de
Egipto, y asentóse en todos los
términos de Egipto, en gran manera
grave: antes de ella no hubo
langosta semejante, ni después de
ella vendrá otra tal;
-
Y cubrió
la faz de todo el país, y
oscurecióse la tierra; y consumió
toda la hierba de la tierra, y todo
el fruto de los árboles que había
dejado el granizo; que no quedó cosa
verde en árboles ni en hierba del
campo, por toda la tierra de Egipto.
-
Entonces
Faraón hizo llamar apriesa á Moisés
y á Aarón, y dijo: He pecado contra
Jehová vuestro Dios, y contra
vosotros.
-
Mas
ruego ahora que perdones mi pecado
solamente esta vez, y que oréis á
Jehová vuestro Dios que quite de mí
solamente esta muerte.
-
Y salió
de con Faraón, y oró á Jehová.
-
Y Jehová
volvió un viento occidental
fortísimo, y quitó la langosta, y
arrojóla en el mar Bermejo: ni una
langosta quedó en todo el término de
Egipto.
-
Mas
Jehová endureció el corazón de
Faraón; y no envió los hijos de
Israel.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: Extiende tu mano
hacia el cielo, para que haya
tinieblas sobre la tierra de Egipto,
tales que cualquiera las palpe.
-
Y
extendió Moisés su mano hacia el
cielo, y hubo densas tinieblas tres
días por toda la tierra de Egipto.
-
Ninguno
vio á su prójimo, ni nadie se
levantó de su lugar en tres días;
mas todos los hijos de Israel tenían
luz en sus habitaciones.
-
Entonces
Faraón hizo llamar á Moisés, y dijo:
Id, servid á Jehová; solamente
queden vuestras ovejas y vuestras
vacas: vayan también vuestros niños
con vosotros.
-
Y Moisés
respondió: Tú también nos entregarás
sacrificios y holocaustos que
sacrifiquemos á Jehová nuestro Dios.
-
Nuestros
ganados irán también con nosotros;
no quedará ni una uña; porque de
ellos hemos de tomar para servir á
Jehová nuestro Dios; y no sabemos
con qué hemos de servir á Jehová,
hasta que lleguemos allá.
-
Mas
Jehová endureció el corazón de
Faraón, y no quiso dejarlos ir.
-
Y díjole
Faraón: Retírate de mí: guárdate que
no veas más mi rostro, porque en
cualquier día que vieres mi rostro,
morirás.
-
Y Moisés
respondió: Bien has dicho; no veré
más tu rostro.
-
Y JEHOVÁ
dijo á Moisés: Una plaga traeré aún
sobre Faraón, y sobre Egipto;
después de la cual él os dejará ir
de aquí; y seguramente os echará de
aquí del todo.
-
Habla
ahora al pueblo, y que cada uno
demande á su vecino, y cada una á su
vecina, vasos de plata y de oro.
-
Y Jehová
dió gracia al pueblo en los ojos de
los Egipcios. También Moisés era muy
gran varón en la tierra de Egipto, á
los ojos de los siervos de Faraón, y
á los ojos del pueblo.
-
Y dijo
Moisés: Jehová ha dicho así: A la
media noche yo saldré por medio de
Egipto,
-
Y morirá
todo primogénito en tierra de
Egipto, desde el primogénito de
Faraón que se sienta en su trono,
hasta el primogénito de la sierva
que está tras la muela; y todo
primogénito de las bestias.
-
Y habrá
gran clamor por toda la tierra de
Egipto, cual nunca fué, ni jamás
será.
-
Mas
entre todos los hijos de Israel,
desde el hombre hasta la bestia, ni
un perro moverá su lengua: para que
sepáis que hará diferencia Jehová
entre los Egipcios y los Israelitas.
-
Y
descenderán á mí todos estos tus
siervos, é inclinados delante de mí
dirán: Sal tú, y todo el pueblo que
está bajo de ti; y después de esto
yo saldré. Y salióse muy enojado de
con Faraón.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: Faraón no os oirá,
para que mis maravillas se
multipliquen en la tierra de Egipto.
-
Y Moisés
y Aarón hicieron todos estos
prodigios delante de Faraón: mas
Jehová había endurecido el corazón
de Faraón, y no envió á los hijos de
Israel fuera de su país.
-
Y HABLó
Jehová á Moisés y á Aarón en la
tierra de Egipto, diciendo:
-
Este mes
os será principio de los meses; será
este para vosotros el primero en los
meses del año.
-
Hablad á
toda la congregación de Israel,
diciendo: En el diez de aqueste mes
tómese cada uno un cordero por las
familias de los padres, un cordero
por familia:
-
Mas si
la familia fuere pequeña que no
baste á comer el cordero, entonces
tomará á su vecino inmediato á su
casa, y según el número de las
personas, cada uno conforme á su
comer, echaréis la cuenta sobre el
cordero.
-
El
cordero será sin defecto, macho de
un año: tomaréislo de las ovejas ó
de las cabras:
-
Y habéis
de guardarlo hasta el día catorce de
este mes; y lo inmolará toda la
congregación del pueblo de Israel
entre las dos tardes.
-
Y
tomarán de la sangre, y pondrán en
los dos postes y en el dintel de las
casas en que lo han de comer.
-
Y
aquella noche comerán la carne asada
al fuego, y panes sin levadura: con
hierbas amargas lo comerán.
-
Ninguna
cosa comeréis de él cruda, ni cocida
en agua, sino asada al fuego; su
cabeza con sus pies y sus
intestinos.
-
Ninguna
cosa dejaréis de él hasta la mañana;
y lo que habrá quedado hasta la
mañana, habéis de quemarlo en el
fuego.
-
Y así
habéis de comerlo: ceñidos vuestros
lomos, vuestros zapatos en vuestros
pies, y vuestro bordón en vuestra
mano; y lo comeréis apresuradamente:
es la Pascua de Jehová.
-
Pues yo
pasaré aquella noche por la tierra
de Egipto, y heriré á todo
primogénito en la tierra de Egipto,
así en los hombres como en las
bestias: y haré juicios en todos los
dioses de Egipto. YO JEHOVA.
-
Y la
sangre os será por señal en las
casas donde vosotros estéis; y veré
la sangre, y pasaré de vosotros, y
no habrá en vosotros plaga de
mortandad, cuando heriré la tierra
de Egipto.
-
Y este
día os ha de ser en memoria, y
habéis de celebrarlo como solemne á
Jehová durante vuestras
generaciones: por estatuto perpetuo
lo celebraréis.
-
Siete
días comeréis panes sin levadura; y
así el primer día haréis que no haya
levadura en vuestras casas: porque
cualquiera que comiere leudado desde
el primer día hasta el séptimo,
aquella alma será cortada de Israel.
-
El
primer día habrá santa convocación,
y asimismo en el séptimo día
tendréis una santa convocación:
ninguna obra se hará en ellos,
excepto solamente que aderecéis lo
que cada cual hubiere de comer.
-
Y
guardaréis la fiesta de los ázimos,
porque en aqueste mismo día saqué
vuestros ejércitos de la tierra de
Egipto: por tanto guardaréis este
día en vuestras generaciones por
costumbre perpetua.
-
En el
mes primero, el día catorce del mes
por la tarde, comeréis los panes sin
levadura, hasta el veintiuno del mes
por la tarde.
-
Por
siete días no se hallará levadura en
vuestras casas, porque cualquiera
que comiere leudado, así extranjero
como natural del país, aquella alma
será cortada de la congregación de
Israel.
-
Ninguna
cosa leudada comeréis; en todas
vuestras habitaciones comeréis panes
sin levadura.
-
Y Moisés
convocó á todos los ancianos de
Israel, y díjoles: Sacad, y tomaos
corderos por vuestras familias, y
sacrificad la pascua.
-
Y tomad
un manojo de hisopo, y mojadle en la
sangre que estará en una jofaina, y
untad el dintel y los dos postes con
la sangre que estará en la jofaina;
y ninguno de vosotros salga de las
puertas de su casa hasta la mañana.
-
Porque
Jehová pasará hiriendo á los
Egipcios; y como verá la sangre en
el dintel y en los dos postes,
pasará Jehová aquella puerta, y no
dejará entrar al heridor en vuestras
casas para herir.
-
Y
guardaréis esto por estatuto para
vosotros y para vuestros hijos para
siempre.
-
Y será,
cuando habréis entrado en la tierra
que Jehová os dará, como tiene
hablado, que guardaréis este rito.
-
Y cuando
os dijeren vuestros hijos: ¿Qué rito
es este vuestro?
-
Vosotros
responderéis: Es la víctima de la
Pascua de Jehová, el cual pasó las
casas de los hijos de Israel en
Egipto, cuando hirió á los Egipcios,
y libró nuestras casas. Entonces el
pueblo se inclinó y adoró.
-
Y los
hijos de Israel se fueron, é
hicieron puntualmente así; como
Jehová había mandado á Moisés y á
Aarón.
-
Y
aconteció que á la medianoche Jehová
hirió á todo primogénito en la
tierra de Egipto, desde el
primogénito de Faraón que se sentaba
sobre su trono, hasta el primogénito
del cautivo que estaba en la cárcel,
y todo primogénito de los animales.
-
Y
levantóse aquella noche Faraón, él y
todos sus siervos, y todos los
Egipcios; y había un gran clamor en
Egipto, porque no había casa donde
no hubiese muerto.
-
E hizo
llamar á Moisés y á Aarón de noche,
y díjoles: Salid de en medio de mi
pueblo vosotros, y los hijos de
Israel; é id, servid á Jehová, como
habéis dicho.
-
Tomad
también vuestras ovejas y vuestras
vacas, como habéis dicho, é idos; y
bendecidme también á mí.
-
Y los
Egipcios apremiaban al pueblo,
dándose priesa á echarlos de la
tierra; porque decían: Todos somos
muertos.
-
Y llevó
el pueblo su masa antes que se
leudase, sus masas envueltas en sus
sábanas sobre sus hombros.
-
E
hicieron los hijos de Israel
conforme al mandamiento de Moisés,
demandando á los Egipcios vasos de
plata, y vasos de oro, y vestidos.
-
Y Jehová
dió gracia al pueblo delante de los
Egipcios, y prestáronles; y ellos
despojaron á los Egipcios.
-
Y
partieron los hijos de Israel de
Rameses á Succoth, como seiscientos
mil hombres de á pie, sin contar los
niños.
-
Y
también subió con ellos grande
multitud de diversa suerte de
gentes; y ovejas, y ganados muy
muchos.
-
Y
cocieron tortas sin levadura de la
masa que habían sacado de Egipto;
porque no había leudado, por cuanto
echándolos los Egipcios, no habían
podido detenerse, ni aun prepararse
comida.
-
El
tiempo que los hijos de Israel
habitaron en Egipto, fué
cuatrocientos treinta años.
-
Y
pasados cuatrocientos treinta años,
en el mismo día salieron todos los
ejércitos de Jehová de la tierra de
Egipto.
-
Es noche
de guardar á Jehová, por haberlos
sacado en ella de la tierra de
Egipto. Esta noche deben guardar á
Jehová todos los hijos de Israel en
sus generaciones.
-
Y Jehová
dijo á Moisés y á Aarón: Esta es la
ordenanza de la Pascua: Ningún
extraño comerá de ella:
-
Mas todo
siervo humano comprado por dinero,
comerá de ella después que lo
hubieres circuncidado.
-
El
extranjero y el asalariado no
comerán de ella.
-
En una
casa se comerá, y no llevarás de
aquella carne fuera de casa, ni
quebraréis hueso suyo.
-
Toda la
congregación de Israel le
sacrificará.
-
Mas si
algún extranjero peregrinare
contigo, y quisiere hacer la pascua
á Jehová, séale circuncidado todo
varón, y entonces se llegará á
hacerla, y será como el natural de
la tierra; pero ningún incircunciso
comerá de ella.
-
La misma
ley será para el natural y para el
extranjero que peregrinare entre
vosotros.
-
Así lo
hicieron todos los hijos de Israel;
como mandó Jehová á Moisés y á
Aarón, así lo hicieron.
-
Y en
aquel mismo día sacó Jehová á los
hijos de Israel de la tierra de
Egipto por sus escuadrones.
-
Y JEHOVA
habló á Moisés, diciendo:
-
Santifícame todo primogénito,
cualquiera que abre matriz entre los
hijos de Israel, así de los hombres
como de los animales: mío es.
-
Y Moisés
dijo al pueblo: Tened memoria de
aqueste día, en el cual habéis
salido de Egipto, de la casa de
servidumbre; pues Jehová os ha
sacado de aquí con mano fuerte; por
tanto, no comeréis leudado.
-
Vosotros
salís hoy en el mes de Abib.
-
Y cuando
Jehová te hubiere metido en la
tierra del Cananeo, y del Hetheo, y
del Amorrheo, y del Hebeo, y del
Jebuseo, la cual juró á tus padres
que te daría, tierra que destila
leche y miel, harás esta servicio en
aqueste mes.
-
Siete
días comerás por leudar, y el
séptimo día será fiesta á Jehová.
-
Por los
siete días se comerán los panes sin
levadura; y no se verá contigo
leudado, ni levadura en todo tu
término.
-
Y
contarás en aquel día á tu hijo,
diciendo: Hácese esto con motivo de
lo que Jehová hizo conmigo cuando me
sacó de Egipto.
-
Y serte
ha como una señal sobre tu mano, y
como una memoria delante de tus
ojos, para que la ley de Jehová esté
en tu boca; por cuanto con mano
fuerte te sacó Jehová de Egipto.
-
Por
tanto, tú guardarás este rito en su
tiempo de año en año.
-
Y cuando
Jehová te hubiere metido en la
tierra del Cananeo, como te ha
jurado á ti y á tus padres, y cuando
te la hubiere dado,
-
Harás
pasar á Jehová todo lo que abriere
la matriz, asimismo todo primerizo
que abriere la matriz de tus
animales: los machos serán de
Jehová.
-
Mas todo
primogénito de asno redimirás con un
cordero; y si no lo redimieres, le
degollarás: asimismo redimirás todo
humano primogénito de tus hijos.
-
Y cuando
mañana te preguntare tu hijo,
diciendo: ¿Qué es esto? decirle has:
Jehová nos sacó con mano fuerte de
Egipto, de casa de servidumbre;
-
Y
endureciéndose Faraón en no dejarnos
ir, Jehová mató en la tierra de
Egipto á todo primogénito, desde el
primogénito humano hasta el
primogénito de la bestia: y por esta
causa yo sacrifico á Jehová todo
primogénito macho, y redimo todo
primogénito de mis hijos.
-
Serte
ha, pues, como una señal sobre tu
mano, y por una memoria delante de
tus ojos; ya que Jehová nos sacó de
Egipto con mano fuerte.
-
Y luego
que Faraón dejó ir al pueblo, Dios
no los llevó por el camino de la
tierra de los Filisteos, que estaba
cerca; porque dijo Dios: Que quizá
no se arrepienta el pueblo cuando
vieren la guerra, y se vuelvan á
Egipto:
-
Mas hizo
Dios al pueblo que rodease por el
camino del desierto del mar Bermejo.
Y subieron los hijos de Israel de
Egipto armados.
-
Tomó
también consigo Moisés los huesos de
José, el cual había juramentado á
los hijos de Israel, diciendo: Dios
ciertamente os visitará, y haréis
subir mis huesos de aquí con
vosotros.
-
Y
partidos de Succoth, asentaron campo
en Etham, á la entrada del desierto.
-
Y Jehová
iba delante de ellos de día en una
columna de nube, para guiarlos por
el camino; y de noche en una columna
de fuego para alumbrarles; á fin de
que anduviesen de día y de noche.
-
Nunca se
partió de delante del pueblo la
columna de nube de día, ni de noche
la columna de fuego.
-
Y HABLó
Jehová á Moisés, diciendo:
-
Habla á
los hijos de Israel que den la
vuelta, y asienten su campo delante
de Pihahiroth, entre Migdol y la mar
hacia Baalzephón: delante de él
asentaréis el campo, junto á la mar.
-
Porque
Faraón dirá de los hijos de Israel:
Encerrados están en la tierra, el
desierto los ha encerrado.
-
Y yo
endureceré el corazón de Faraón para
que los siga; y seré glorificado en
Faraón y en todo su ejército; y
sabrán los Egipcios que yo soy
Jehová. Y ellos lo hicieron así.
-
Y fué
dado aviso al rey de Egipto cómo el
pueblo se huía: y el corazón de
Faraón y de sus siervos se volvió
contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo
hemos hecho esto de haber dejado ir
á Israel, para que no nos sirva?
-
Y unció
su carro, y tomó consigo su pueblo;
-
y tomó
seiscientos carros escogidos, y
todos los carros de Egipto, y los
capitanes sobre ellos.
-
Y
endureció Jehová el corazón de
Faraón rey de Egipto, y siguió á los
hijos de Israel; pero los hijos de
Israel habían salido con mano
poderosa.
-
Siguiéndolos, pues, los Egipcios,
con toda la caballería y carros de
Faraón, su gente de á caballo, y
todo su ejército, alcanzáronlos
asentando el campo junto á la mar,
al lado de Pihahiroth, delante de
Baalzephón.
-
Y cuando
Faraón se hubo acercado, los hijos
de Israel alzaron sus ojos, y he
aquí los Egipcios que venían tras
ellos; por lo que temieron en gran
manera, y clamaron los hijos de
Israel á Jehová.
-
Y
dijeron á Moisés: ¿No había
sepulcros en Egipto, que nos has
sacado para que muramos en el
desierto? ¿Por qué lo has hecho así
con nosotros, que nos has sacado de
Egipto?
-
¿No es
esto lo que te hablamos en Egipto,
diciendo: Déjanos servir á los
Egipcios? Que mejor nos fuera servir
á los Egipcios, que morir nosotros
en el desierto.
-
Y Moisés
dijo al pueblo: No temáis; estaos
quedos, y ved la salud de Jehová,
que él hará hoy con vosotros; porque
los Egipcios que hoy habéis visto,
nunca más para siempre los veréis.
-
Jehová
peleará por vosotros, y vosotros
estaréis quedos.
-
Entonces
Jehová dijo á Moisés: ¿Por qué
clamas á mí? Di á los hijos de
Israel que marchen.
-
Y tú
alza tu vara, y extiende tu mano
sobre la mar, y divídela; y entren
los hijos de Israel por medio de la
mar en seco.
-
Y yo, he
aquí yo endureceré el corazón de los
Egipcios, para que los sigan: y yo
me glorificaré en Faraón, y en todo
su ejército, y en sus carros, y en
su caballería;
-
Y sabrán
los Egipcios que yo soy Jehová,
cuando me glorificaré en Faraón, en
sus carros, y en su gente de á
caballo.
-
Y el
ángel de Dios que iba delante del
campo de Israel, se apartó, é iba en
pos de ellos; y asimismo la columna
de nube que iba delante de ellos, se
apartó, y púsose á sus espaldas:
-
E iba
entre el campo de los Egipcios y el
campo de Israel; y era nube y
tinieblas para aquéllos, y alumbraba
á Israel de noche: y en toda aquella
noche nunca llegaron los unos á los
otros.
-
Y
extendió Moisés su mano sobre la
mar, é hizo Jehová que la mar se
retirase por recio viento oriental
toda aquella noche; y tornó la mar
en seco, y las aguas quedaron
divididas.
-
Entonces
los hijos de Israel entraron por
medio de la mar en seco, teniendo
las aguas como muro á su diestra y á
su siniestra:
-
Y
siguiéndolos los Egipcios, entraron
tras ellos hasta el medio de la mar,
toda la caballería de Faraón, sus
carros, y su gente de á caballo.
-
Y
aconteció á la vela de la mañana,
que Jehová miró al campo de los
Egipcios desde la columna de fuego y
nube, y perturbó el campo de los
Egipcios.
-
Y
quitóles las ruedas de sus carros, y
trastornólos gravemente. Entonces
los Egipcios dijeron: Huyamos de
delante de Israel, porque Jehová
pelea por ellos contra los Egipcios.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: Extiende tu mano
sobre la mar, para que las aguas
vuelvan sobre los Egipcios, sobre
sus carros, y sobre su caballería.
-
Y Moisés
extendió su mano sobre la mar, y la
mar se volvió en su fuerza cuando
amanecía; y los Egipcios iban hacia
ella: y Jehová derribó á los
Egipcios en medio de la mar.
-
Y
volvieron las aguas, y cubrieron los
carros y la caballería, y todo el
ejército de Faraón que había entrado
tras ellos en la mar; no quedó de
ellos ni uno.
-
Y los
hijos de Israel fueron por medio de
la mar en seco, teniendo las aguas
por muro á su diestra y á su
siniestra.
-
Así
salvó Jehová aquel día á Israel de
mano de los Egipcios; é Israel vió á
los Egipcios muertos á la orilla de
la mar.
-
Y vió
Israel aquel grande hecho que Jehová
ejecutó contra los Egipcios: y el
pueblo temió á Jehová, y creyeron á
Jehová y á Moisés su siervo.
-
ENTONCES
cantó Moisés y los hijos de Israel
este cántico á Jehová, y dijeron:
Cantaré yo á Jehová, porque se ha
magnificado grandemente, Echando en
la mar al caballo y al que en él
subía.
-
Jehová
es mi fortaleza, y mi canción, Y
hame sido por salud: Este es mi
Dios, y á éste engrandeceré; Dios de
mi padre, y á éste ensalzaré.
-
Jehová,
varón de guerra; Jehová es su
nombre.
-
Los
carros de Faraón y á su ejército
echó en la mar; Y sus escogidos
príncipes fueron hundidos en el mar
Bermejo.
-
Los
abismos los cubrieron; Como piedra
descendieron á los profundos.
-
Tu
diestra, oh Jehová, ha sido
magnificada en fortaleza; Tu
diestra, oh Jehová, ha quebrantado
al enemigo.
-
Y con la
grandeza de tu poder has trastornado
á los que se levantaron contra ti:
Enviaste tu furor; los tragó como á
hojarasca.
-
Con el
soplo de tus narices se amontonaron
las aguas; Paráronse las corrientes
como en un montón; Los abismos se
cuajaron en medio de la mar.
-
El
enemigo dijo: Perseguiré, prenderé,
repartiré despojos; Mi alma se
henchirá de ellos; Sacaré mi espada,
destruirlos ha mi mano.
-
Soplaste
con tu viento, cubriólos la mar:
Hundiéronse como plomo en las
impetuosas aguas.
-
¿Quién
como tú, Jehová, entre los dioses?
¿Quién como tú, magnífico en
santidad, Terrible en loores,
hacedor de maravillas?
-
Extendiste tu diestra; La tierra los
tragó.
-
Condujiste en tu misericordia á este
pueblo, al cual salvaste; Llevástelo
con tu fortaleza á la habitación de
tu santuario.
-
Oiránlo
los pueblos, y temblarán; Apoderarse
ha dolor de los moradores de
Palestina.
-
Entonces
los príncipes de Edom se turbarán; A
los robustos de Moab los ocupará
temblor; Abatirse han todos los
moradores de Canaán.
-
Caiga
sobre ellos temblor y espanto; A la
grandeza de tu brazo enmudezcan como
una piedra; Hasta que haya pasado tu
pueblo, oh Jehová, Hasta que haya
pasado este pueblo que tú
rescataste.
-
Tú los
introducirás y los plantarás en el
monte de tu heredad, En el lugar de
tu morada, que tú has aparejado, oh
Jehová; En el santuario del Señor,
que han afirmado tus manos.
-
Jehová
reinará por los siglos de los
siglos.
-
Porque
Faraón entró cabalgando con sus
carros y su gente de á caballo en la
mar, y Jehová volvió á traer las
aguas de la mar sobre ellos; mas los
hijos de Israel fueron en seco por
medio de la mar.
-
Y María
la profetisa, hermana de Aarón, tomó
un pandero en su mano, y todas las
mujeres salieron en pos de ella con
panderos y danzas.
-
Y María
les respondía: Cantad á Jehová;
porque en extremo se ha
engrandecido, Echando en la mar al
caballo, y al que en él subía.
-
E hizo
Moisés que partiese Israel del mar
Bermejo, y salieron al desierto de
Shur; y anduvieron tres días por el
desierto sin hallar agua.
-
Y
llegaron á Mara, y no pudieron beber
las aguas de Mara, porque eran
amargas; por eso le pusieron el
nombre de Mara.
-
Entonces
el pueblo murmuró contra Moisés, y
dijo: ¿Qué hemos de beber?
-
Y Moisés
clamó á Jehová; y Jehová le mostró
un árbol, el cual metídolo que hubo
dentro de las aguas, las aguas se
endulzaron. Allí les dió estatutos y
ordenanzas, y allí los probó;
-
Y dijo:
Si oyeres atentamente la voz de
Jehová tu Dios, é hicieres lo recto
delante de sus ojos, y dieres oído á
sus mandamientos, y guardares todos
sus estatutos, ninguna enfermedad de
las que envié á los Egipcios te
enviaré á ti; porque yo soy Jehová
tu Sanador.
-
Y
llegaron á Elim, donde había doce
fuentes de aguas, y setenta palmas;
y asentaron allí junto á las aguas.
-
Y
PARTIENDO de Elim toda la
congregación de los hijos de Israel,
vino al desierto de Sin, que está
entre Elim y Sinaí, á los quince
días del segundo mes después que
salieron de la tierra de Egipto.
-
Y toda
la congregación de los hijos de
Israel murmuró contra Moisés y Aarón
en el desierto;
-
Y
decíanles los hijos de Israel: Ojalá
hubiéramos muerto por mano de Jehová
en la tierra de Egipto, cuando nos
sentábamos á las ollas de las
carnes, cuando comíamos pan en
hartura; pues nos habéis sacado á
este desierto, para matar de hambre
á toda esta multitud.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: He aquí yo os haré
llover pan del cielo; y el pueblo
saldrá, y cogerá para cada un día,
para que yo le pruebe si anda en mi
ley, ó no.
-
Mas al
sexto día aparejarán lo que han de
encerrar, que será el doble de lo
que solían coger cada día.
-
Entonces
dijo Moisés y Aarón á todos los
hijos de Israel: A la tarde sabréis
que Jehová os ha sacado de la tierra
de Egipto:
-
Y á la
mañana veréis la gloria de Jehová;
porque él ha oído vuestras
murmuraciones contra Jehová; que
nosotros, ¿qué somos, para que
vosotros murmuréis contra nosotros?
-
Y dijo
Moisés: Jehová os dará á la tarde
carne para comer, y á la mañana pan
en hartura; por cuanto Jehová ha
oído vuestras murmuraciones con que
habéis murmurado contra él: que
nosotros, ¿qué somos? vuestras
murmuraciones no son contra
nosotros, sino contra Jehová.
-
Y dijo
Moisés á Aarón: Di á toda la
congregación de los hijos de Israel:
Acercaos á la presencia de Jehová;
que él ha oído vuestras
murmuraciones.
-
Y
hablando Aarón á toda la
congregación de los hijos de Israel,
miraron hacia el desierto, y he aquí
la gloria de Jehová, que apareció en
la nube.
-
Y Jehová
habló á Moisés, diciendo:
-
Yo he
oído las murmuraciones de los hijos
de Israel; háblales, diciendo: Entre
las dos tardes comeréis carne, y por
la mañana os hartaréis de pan, y
sabréis que yo soy Jehová vuestro
Dios.
-
Y venida
la tarde subieron codornices que
cubrieron el real; y á la mañana
descendió rocío en derredor del
real.
-
Y como
el rocío cesó de descender, he aquí
sobre la haz del desierto una cosa
menuda, redonda, menuda como una
helada sobre la tierra.
-
Y
viéndolo los hijos de Israel, se
dijeron unos á otros: ¿Qué es esto?
porque no sabían qué era. Entonces
Moisés les dijo: Es el pan que
Jehová os da para comer.
-
Esto es
lo que Jehová ha mandado: Cogereis
de él cada uno según pudiere comer;
un gomer por cabeza, conforme al
número de vuestras personas,
tomaréis cada uno para los que están
en su tienda.
-
Y los
hijos de Israel lo hicieron así: y
recogieron unos más, otros menos:
-
Y
medíanlo por gomer, y no sobraba al
que había recogido mucho, ni faltaba
al que había recogido poco: cada uno
recogió conforme á lo que había de
comer.
-
Y
díjoles Moisés: Ninguno deje nada de
ello para mañana.
-
Mas
ellos no obedecieron á Moisés, sino
que algunos dejaron de ello para
otro día, y crió gusanos, y
pudrióse; y enojóse contra ellos
Moisés.
-
Y
recogíanlo cada mañana, cada uno
según lo que había de comer: y luego
que el sol calentaba, derretíase.
-
En el
sexto día recogieron doblada comida,
dos gomeres para cada uno: y todos
los príncipes de la congregación
vinieron á Moisés, y se lo hicieron
saber.
-
Y él les
dijo: Esto es lo que ha dicho
Jehová: Mañana es el santo sábado,
el reposo de Jehová: lo que
hubiereis de cocer, cocedlo hoy, y
lo que hubiereis de cocinar,
cocinadlo; y todo lo que os sobrare,
guardadlo para mañana.
-
Y ellos
lo guardaron hasta la mañana, según
que Moisés había mandado, y no se
pudrió, ni hubo en él gusano.
-
Y dijo
Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es
sábado de Jehová: hoy no hallaréis
en el campo.
-
En los
seis días lo recogeréis; mas el
séptimo día es sábado, en el cual no
se hallará.
-
Y
aconteció que algunos del pueblo
salieron en el séptimo día á
recoger, y no hallaron.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: ¿Hasta cuándo no
querréis guardar mis mandamientos y
mis leyes?
-
Mirad
que Jehová os dió el sábado, y por
eso os da en el sexto día pan para
dos días. Estése, pues, cada uno en
su estancia, y nadie salga de su
lugar en el séptimo día.
-
Así el
pueblo reposó el séptimo día.
-
Y la
casa de Israel lo llamó Maná; y era
como simiente de culantro, blanco, y
su sabor como de hojuelas con miel.
-
Y dijo
Moisés: Esto es lo que Jehová ha
mandado: Henchirás un gomer de él
para que se guarde para vuestros
descendientes, á fin de que vean el
pan que yo os dí á comer en el
desierto, cuando yo os saqué de la
tierra de Egipto.
-
Y dijo
Moisés á Aarón: Toma un vaso y pon
en él un gomer lleno de maná, y
ponlo delante de Jehová, para que
sea guardado para vuestros
descendientes.
-
Y Aarón
lo puso delante del Testimonio para
guardarlo, como Jehová lo mandó á
Moisés.
-
Así
comieron los hijos de Israel maná
cuarenta años, hasta que entraron en
la tierra habitada: maná comieron
hasta que llegaron al término de la
tierra de Canaán.
-
Y un
gomer es la décima parte del epha.
-
Y TODA
la congregación de los hijos de
Israel partió del desierto de Sin,
por sus jornadas, al mandamiento de
Jehová, y asentaron el campo en
Rephidim: y no había agua para que
el pueblo bebiese.
-
Y
altercó el pueblo con Moisés, y
dijeron: Danos agua que bebamos. Y
Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis
conmigo? ¿por qué tentáis á Jehová?
-
Así que
el pueblo tuvo allí sed de agua, y
murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por
qué nos hiciste subir de Egipto para
matarnos de sed á nosotros, y á
nuestros hijos y á nuestros ganados?
-
Entonces
clamó Moisés á Jehová, diciendo:
¿Qué haré con este pueblo? de aquí á
un poco me apedrearán.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: Pasa delante del
pueblo, y toma contigo de los
ancianos de Israel; y toma también
en tu mano tu vara, con que heriste
el río, y ve:
-
He aquí
que yo estoy delante de ti allí
sobre la peña en Horeb; y herirás la
peña, y saldrán de ella aguas, y
beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo
así en presencia de los ancianos de
Israel.
-
Y llamó
el nombre de aquel lugar Massah y
Meribah, por la rencilla de los
hijos de Israel, y porque tentaron á
Jehová, diciendo: ¿Está, pues,
Jehová entre nosotros, ó no?
-
Y vino
Amalec y peleó con Israel en
Rephidim.
-
Y dijo
Moisés á Josué: Escógenos varones, y
sal, pelea con Amalec: mañana yo
estaré sobre la cumbre del collado,
y la vara de Dios en mi mano.
-
E hizo
Josué como le dijo Moisés, peleando
con Amalec; y Moisés y Aarón y Hur
subieron á la cumbre del collado.
-
Y
sucedía que cuando alzaba Moisés su
mano, Israel prevalecía; mas cuando
él bajaba su mano, prevalecía Amalec.
-
Y las
manos de Moisés estaban pesadas; por
lo que tomaron una piedra, y
pusiéronla debajo de él, y se sentó
sobre ella; y Aarón y Hur
sustentaban sus manos, el uno de una
parte y el otro de otra; así hubo en
sus manos firmeza hasta que se puso
el sol.
-
Y Josué
deshizo á Amalec y á su pueblo á
filo de espada.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: Escribe esto para
memoria en un libro, y di á Josué
que del todo tengo de raer la
memoria de Amalec de debajo del
cielo.
-
Y Moisés
edificó un altar, y llamó su nombre
Jehová-nissi;
-
Y dijo:
Por cuanto la mano sobre el trono de
Jehová, Jehová tendrá guerra con
Amalec de generación en generación.
-
Y OYÓ
Jethro, sacerdote de Madián, suegro
de Moisés, todas las cosas que Dios
había hecho con Moisés, y con Israel
su pueblo, y cómo Jehová había
sacado á Israel de Egipto:
-
Y tomó
Jethro, suegro de Moisés á Séphora
la mujer de Moisés, después que él
la envió,
-
Y á sus
dos hijos; el uno se llamaba Gersóm,
porque dijo: Peregrino he sido en
tierra ajena;
-
Y el
otro se llamaba Eliezer, porque
dijo, El Dios de mi padre me ayudó,
y me libró del cuchillo de Faraón.
-
Y Jethro
el suegro de Moisés, con sus hijos y
su mujer, llegó á Moisés en el
desierto, donde tenía el campo junto
al monte de Dios;
-
Y dijo á
Moisés: Yo tu suegro Jethro vengo á
ti, con tu mujer, y sus dos hijos
con ella.
-
Y Moisés
salió á recibir á su suegro, é
inclinóse, y besólo: y preguntáronse
el uno al otro cómo estaban, y
vinieron á la tienda.
-
Y Moisés
contó á su suegro todas las cosas
que Jehová había hecho á Faraón y á
los Egipcios por amor de Israel, y
todo el trabajo que habían pasado en
el camino, y cómo los había librado
Jehová.
-
Y
alegróse Jethro de todo el bien que
Jehová había hecho á Israel, que lo
había librado de mano de los
Egipcios.
-
Y Jethro
dijo: Bendito sea Jehová, que os
libró de mano de los Egipcios, y de
la mano de Faraón, y que libró al
pueblo de la mano de los Egipcios.
-
Ahora
conozco que Jehová es grande más que
todos los dioses; hasta en lo que se
ensoberbecieron contra ellos.
-
Y tomó
Jethro, suegro de Moisés,
holocaustos y sacrificios para Dios:
y vino Aarón y todos los ancianos de
Israel á comer pan con el suegro de
Moisés delante de Dios.
-
Y
aconteció que otro día se sentó
Moisés á juzgar al pueblo; y el
pueblo estuvo delante de Moisés
desde la mañana hasta la tarde.
-
Y viendo
el suegro de Moisés todo lo que él
hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es
esto que haces tú con el pueblo?
¿por qué te sientas tú solo, y todo
el pueblo está delante de ti desde
la mañana hasta la tarde?
-
Y Moisés
respondió á su suegro: Porque el
pueblo viene á mí para consultar á
Dios:
-
Cuando
tienen negocios, vienen á mí; y yo
juzgo entre el uno y el otro, y
declaro las ordenanzas de Dios y sus
leyes.
-
Entonces
el suegro de Moisés le dijo: No
haces bien:
-
Desfallecerás del todo, tú, y
también este pueblo que está
contigo; porque el negocio es
demasiado pesado para ti; no podrás
hacerlo tú solo.
-
Oye
ahora mi voz; yo te aconsejaré, y
Dios será contigo. Está tú por el
pueblo delante de Dios, y somete tú
los negocios á Dios.
-
Y enseña
á ellos las ordenanzas y las leyes,
y muéstrales el camino por donde
anden, y lo que han de hacer.
-
Además
inquiere tú de entre todo el pueblo
varones de virtud, temerosos de
Dios, varones de verdad, que
aborrezcan la avaricia; y
constituirás á éstos sobre ellos
caporales sobre mil, sobre ciento,
sobre cincuenta y sobre diez.
-
Los
cuales juzgarán al pueblo en todo
tiempo; y será que todo negocio
grave lo traerán á ti, y ellos
juzgarán todo negocio pequeño:
alivia así la carga de sobre ti, y
llevarla han ellos contigo.
-
Si esto
hicieres, y Dios te lo mandare, tú
podrás persistir, y todo este pueblo
se irá también en paz á su lugar.
-
Y oyó
Moisés la voz de su suegro, é hizo
todo lo que dijo.
-
Y
escogió Moisés varones de virtud de
todo Israel, y púsolos por cabezas
sobre el pueblo, caporales sobre
mil, sobre ciento, sobre cincuenta,
y sobre diez.
-
Y
juzgaban al pueblo en todo tiempo:
el negocio árduo traíanlo á Moisés,
y ellos juzgaban todo negocio
pequeño.
-
Y
despidió Moisés á su suegro, y fuése
á su tierra.
-
AL mes
tercero de la salida de los hijos de
Israel de la tierra de Egipto, en
aquel día vinieron al desierto de
Sinaí.
-
Porque
partieron de Rephidim, y llegaron al
desierto de Sinaí, y asentaron en el
desierto; y acampó allí Israel
delante del monte.
-
Y Moisés
subió á Dios; y Jehová lo llamó
desde el monte, diciendo: Así dirás
á la casa de Jacob, y denunciarás á
los hijos de Israel:
-
Vosotros
visteis lo que hice á los Egipcios,
y cómo os tomé sobre alas de
águilas, y os he traído á mí.
-
Ahora
pues, si diereis oído á mi voz, y
guardareis mi pacto, vosotros seréis
mi especial tesoro sobre todos los
pueblos; porque mía es toda la
tierra.
-
Y
vosotros seréis mi reino de
sacerdotes, y gente santa. Estas son
las palabras que dirás á los hijos
de Israel.
-
Entonces
vino Moisés, y llamó á los ancianos
del pueblo, y propuso en presencia
de ellos todas estas palabras que
Jehová le había mandado.
-
Y todo
el pueblo respondió á una, y
dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho
haremos. Y Moisés refirió las
palabras del pueblo á Jehová.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: He aquí, yo vengo á
ti en una nube espesa, para que el
pueblo oiga mientras yo hablo
contigo, y también para que te crean
para siempre. Y Moisés denunció las
palabras del pueblo á Jehová.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: Ve al pueblo, y
santifícalos hoy y mañana, y laven
sus vestidos;
-
Y estén
apercibidos para el día tercero,
porque al tercer día Jehová
descenderá, á ojos de todo el
pueblo, sobre el monte de Sinaí.
-
Y
señalarás término al pueblo en
derredor, diciendo: Guardaos, no
subáis al monte, ni toquéis á su
término: cualquiera que tocare el
monte, de seguro morirá:
-
No le
tocará mano, mas será apedreado ó
asaeteado; sea animal ó sea hombre,
no vivirá. En habiendo sonado
largamente la bocina, subirán al
monte.
-
Y
descendió Moisés del monte al
pueblo, y santificó al pueblo; y
lavaron sus vestidos.
-
Y dijo
al pueblo: Estad apercibidos para el
tercer día; no lleguéis á mujer.
-
Y
aconteció al tercer día cuando vino
la mañana, que vinieron truenos y
relámpagos, y espesa nube sobre el
monte, y sonido de bocina muy
fuerte; y estremecióse todo el
pueblo que estaba en el real.
-
Y Moisés
sacó del real al pueblo á recibir á
Dios; y pusiéronse á lo bajo del
monte.
-
Y todo
el monte de Sinaí humeaba, porque
Jehová había descendido sobre él en
fuego: y el humo de él subía como el
humo de un horno, y todo el monte se
estremeció en gran manera.
-
Y el
sonido de la bocina iba esforzándose
en extremo: Moisés hablaba, y Dios
le respondía en voz.
-
Y
descendió Jehová sobre el monte de
Sinaí, sobre la cumbre del monte: y
llamó Jehová á Moisés á la cumbre
del monte, y Moisés subió.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: Desciende, requiere
al pueblo que no traspasen el
término por ver á Jehová, porque
caerá multitud de ellos.
-
Y
también los sacerdotes que se llegan
á Jehová, se santifiquen, porque
Jehová no haga en ellos estrago.
-
Y Moisés
dijo á Jehová: El pueblo no podrá
subir al monte de Sinaí, porque tú
nos has requerido diciendo: Señala
términos al monte, y santifícalo.
-
Y Jehová
le dijo: Ve, desciende, y subirás
tú, y Aarón contigo: mas los
sacerdotes y el pueblo no traspasen
el término por subir á Jehová,
porque no haga en ellos estrago.
-
Entonces
Moisés descendió al pueblo y habló
con ellos.
-
Y HABLO
Dios todas estas palabras, diciendo:
-
Yo soy
JEHOVA tu Dios, que te saqué de la
tierra de Egipto, de casa de
siervos.
-
No
tendrás dioses ajenos delante de mí.
-
No te
harás imagen, ni ninguna semejanza
de cosa que esté arriba en el cielo,
ni abajo en la tierra, ni en las
aguas debajo de la tierra:
-
No te
inclinarás á ellas, ni las honrarás;
porque yo soy Jehová tu Dios,
fuerte, celoso, que visito la maldad
de los padres sobre los hijos, sobre
los terceros y sobre los cuartos, á
los que me aborrecen,
-
Y que
hago misericordia en millares á los
que me aman, y guardan mis
mandamientos.
-
No
tomarás el nombre de Jehová tu Dios
en vano; porque no dará por inocente
Jehová al que tomare su nombre en
vano.
-
Acordarte has del día del reposo,
para santificarlo:
-
Seis
días trabajarás, y harás toda tu
obra;
-
Mas el
séptimo día será reposo para Jehová
tu Dios: no hagas en él obra alguna,
tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu
siervo, ni tu criada, ni tu bestia,
ni tu extranjero que está dentro de
tus puertas:
-
Porque
en seis días hizo Jehová los cielos
y la tierra, la mar y todas las
cosas que en ellos hay, y reposó en
el séptimo día: por tanto Jehová
bendijo el día del reposo y lo
santificó.
-
Honra á
tu padre y á tu madre, porque tus
días se alarguen en la tierra que
Jehová tu Dios te da.
-
No
matarás.
-
No
cometerás adulterio.
-
No
hurtarás.
-
No
hablarás contra tu prójimo falso
testimonio.
-
No
codiciarás la casa de tu prójimo, no
codiciarás la mujer de tu prójimo,
ni su siervo, ni su criada, ni su
buey, ni su asno, ni cosa alguna de
tu prójimo.
-
Todo el
pueblo consideraba las voces, y las
llamas, y el sonido de la bocina, y
el monte que humeaba: y viéndolo el
pueblo, temblaron, y pusiéronse de
lejos.
-
Y
dijeron á Moisés: Habla tú con
nosotros, que nosotros oiremos; mas
no hable Dios con nosotros, porque
no muramos.
-
Y Moisés
respondió al pueblo: No temáis; que
por probaros vino Dios, y porque su
temor esté en vuestra presencia para
que no pequéis.
-
Entonces
el pueblo se puso de lejos, y Moisés
se llegó á la osbcuridad en la cual
estaba Dios.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: Así dirás á los hijos
de Israel: Vosotros habéis visto que
he hablado desde el cielo con
vosotros.
-
No
hagáis conmigo dioses de plata, ni
dioses de oro os haréis.
-
Altar de
tierra harás para mí, y sacrificarás
sobre él tus holocaustos y tus
pacíficos, tus ovejas y tus vacas:
en cualquier lugar donde yo hiciere
que esté la memoria de mi nombre,
vendré á ti, y te bendeciré.
-
Y si me
hicieres altar de piedras, no las
labres de cantería; porque si
alzares tu pico sobre él, tú lo
profanarás.
-
Y no
subirás por gradas á mi altar,
porque tu desnudez no sea junto á él
descubierta.
-
Y ESTOS
son los derechos que les propondrás.
-
Si
comprares siervo hebreo, seis años
servirá; mas al séptimo saldrá horro
de balde.
-
Si entró
solo, solo saldrá: si tenía mujer,
saldrá él y su mujer con él.
-
Si su
amo le hubiere dado mujer, y ella le
hubiere parido hijos ó hijas, la
mujer y sus hijos serán de su amo, y
él saldrá solo.
-
Y si el
siervo dijere: Yo amo á mi señor, á
mi mujer y á mis hijos, no saldré
libre:
-
Entonces
su amo lo hará llegar á los jueces,
y harále llegar á la puerta ó al
poste; y su amo le horadará la oreja
con lesna, y será su siervo para
siempre.
-
Y cuando
alguno vendiere su hija por sierva,
no saldrá como suelen salir los
siervos.
-
Si no
agradare á su señor, por lo cual no
la tomó por esposa, permitirle ha
que se rescate, y no la podrá vender
á pueblo extraño cuando la
desechare.
-
Mas si
la hubiere desposado con su hijo,
hará con ella según la costumbre de
las hijas.
-
Si le
tomare otra, no disminuirá su
alimento, ni su vestido, ni el
débito conyugal.
-
Y si
ninguna de estas tres cosas hiciere,
ella saldrá de gracia sin dinero.
-
El que
hiriere á alguno, haciéndole así
morir, él morirá.
-
Mas el
que no armó asechanzas, sino que
Dios lo puso en sus manos, entonces
yo te señalaré lugar al cual ha de
huir.
-
Además,
si alguno se ensoberbeciere contra
su prójimo, y lo matare con
alevosía, de mi altar lo quitarás
para que muera.
-
Y el que
hiriere á su padre ó á su madre,
morirá.
-
Asimismo
el que robare una persona, y la
vendiere, ó se hallare en sus manos,
morirá.
-
Igualmente el que maldijere á su
padre ó á su madre, morirá.
-
Además,
si algunos riñeren, y alguno hiriere
á su prójimo con piedra ó con el
puño, y no muriere, pero cayere en
cama;
-
Si se
levantare y anduviere fuera sobre su
báculo, entonces será el que le
hirió absuelto: solamente le
satisfará lo que estuvo parado, y
hará que le curen.
-
Y si
alguno hiriere á su siervo ó á su
sierva con palo, y muriere bajo de
su mano, será castigado:
-
Mas si
durare por un día ó dos, no será
castigado, porque su dinero es.
-
Si
algunos riñeren, é hiriesen á mujer
preñada, y ésta abortare, pero sin
haber muerte, será penado conforme á
lo que le impusiere el marido de la
mujer y juzgaren los árbitros.
-
Mas si
hubiere muerte, entonces pagarás
vida por vida,
-
Ojo por
ojo, diente por diente, mano por
mano, pie por pie,
-
Quemadura por quemadura, herida por
herida, golpe por golpe.
-
Y cuando
alguno hiriere el ojo de su siervo,
ó el ojo de su sierva, y lo
entortare, darále libertad por razón
de su ojo.
-
Y si
sacare el diente de su siervo, ó el
diente de su sierva, por su diente
le dejará ir libre.
-
Si un
buey acorneare hombre ó mujer, y de
resultas muriere, el buey será
apedreado, y no se comerá su carne;
mas el dueño del buey será absuelto.
-
Pero si
el buey era acorneador desde ayer y
antes de ayer, y á su dueño le fué
hecho requerimiento, y no lo hubiere
guardado, y matare hombre ó mujer,
el buey será apedreado, y también
morirá su dueño.
-
Si le
fuere impuesto rescate, entonces
dará por el rescate de su persona
cuanto le fuere impuesto.
-
Haya
acorneado hijo, ó haya acorneado
hija, conforme á este juicio se hará
con él.
-
Si el
buey acorneare siervo ó sierva,
pagará treinta siclos de plata su
señor, y el buey será apedreado.
-
Y si
alguno abriere hoyo, ó cavare
cisterna, y no la cubriere, y cayere
allí buey ó asno,
-
El dueño
de la cisterna pagará el dinero,
resarciendo á su dueño, y lo que fue
muerto será suyo.
-
Y si el
buey de alguno hiriere al buey de su
prójimo, y éste muriere, entonces
venderán el buey vivo, y partirán el
dinero de él, y también partirán el
muerto.
-
Mas si
era notorio que el buey era
acorneador de ayer y antes de ayer,
y su dueño no lo hubiere guardado,
pagará buey por buey, y el muerto
será suyo.
-
CUANDO
alguno hurtare buey ú oveja, y le
degollare ó vendiere, por aquel buey
pagará cinco bueyes, y por aquella
oveja cuatro ovejas.
-
Si el
ladrón fuere hallado forzando una
casa, y fuere herido y muriere, el
que le hirió no será culpado de su
muerte.
-
Si el
sol hubiere sobre él salido, el
matador será reo de homicidio: el
ladrón habrá de restituir
cumplidamente; si no tuviere, será
vendido por su hurto.
-
Si fuere
hallado con el hurto en la mano, sea
buey ó asno ú oveja vivos, pagará el
duplo.
-
Si
alguno hiciere pacer campo ó viña, y
metiere su bestia, y comiere la
tierra de otro, de lo mejor de su
tierra y de lo mejor de su viña
pagará.
-
Cuando
rompiere un fuego, y hallare
espinas, y fuere quemado montón, ó
haza, ó campo, el que encendió el
fuego pagará lo quemado.
-
Cuando
alguno diere á su prójimo plata ó
alhajas á guardar, y fuere hurtado
de la casa de aquel hombre, si el
ladrón se hallare, pagará el doble.
-
Si el
ladrón no se hallare, entonces el
dueño de la casa será presentado á
los jueces, para ver si ha metido su
mano en la hacienda de su prójimo.
-
Sobre
todo negocio de fraude, sobre buey,
sobre asno, sobre oveja, sobre
vestido, sobre toda cosa perdida,
cuando uno dijere: Esto es mío, la
causa de ambos vendrá delante de los
jueces; y el que los jueces
condenaren, pagará el doble á su
prójimo.
-
Si
alguno hubiere dado á su prójimo
asno, ó buey, ú oveja, ó cualquier
otro animal á guardar, y se muriere
ó se perniquebrare, ó fuere llevado
sin verlo nadie;
-
Juramento de Jehová tendrá lugar
entre ambos de que no echó su mano á
la hacienda de su prójimo: y su
dueño lo aceptará, y el otro no
pagará.
-
Mas si
le hubiere sido hurtado, resarcirá á
su dueño.
-
Y si le
hubiere sido arrebatado por fiera,
traerle ha testimonio, y no pagará
lo arrebatado.
-
Pero si
alguno hubiere tomado prestada
bestia de su prójimo, y fuere
estropeada ó muerta, ausente su
dueño, deberá pagar la.
-
Si el
dueño estaba presente, no la pagará.
Si era alquilada, él vendrá por su
alquiler.
-
Y si
alguno engañare á alguna doncella
que no fuere desposada, y durmiere
con ella, deberá dotarla y tomarla
por mujer.
-
Si su
padre no quisiere dársela, él le
pesará plata conforme al dote de las
vírgenes.
-
A la
hechicera no dejarás que viva.
-
Cualquiera que tuviere ayuntamiento
con bestia, morirá.
-
El que
sacrificare á dioses, excepto á sólo
Jehová, será muerto.
-
Y al
extranjero no engañarás, ni
angustiarás, porque extranjeros
fuisteis vosotros en la tierra de
Egipto.
-
A
ninguna viuda ni huérfano
afligiréis.
-
Que si
tú llegas á afligirle, y él á mí
clamare, ciertamente oiré yo su
clamor;
-
Y mi
furor se encenderá, y os mataré á
cuchillo, y vuestras mujeres serán
viudas, y huérfanos vuestros hijos.
-
Si
dieres á mi pueblo dinero
emprestado, al pobre que está
contigo, no te portarás con él como
logrero, ni le impondrás usura.
-
Si
tomares en prenda el vestido de tu
prójimo, á puestas del sol se lo
volverás:
-
Porque
sólo aquello es su cubierta, es
aquel el vestido para cubrir sus
carnes, en el que ha de dormir: y
será que cuando él á mí clamare, yo
entonces le oiré, porque soy
misericordioso.
-
No
denostarás á los jueces, ni
maldecirás al príncipe de tu pueblo.
-
No
dilatarás la primicia de tu cosecha,
ni de tu licor, me darás el
primogénito de tus hijos.
-
Así
harás con el de tu buey y de tu
oveja: siete días estará con su
madre, y al octavo día me lo darás.
-
Y habéis
de serme varones santos: y no
comeréis carne arrebatada de las
fieras en el campo; á los perros la
echaréis.
-
NO
admitirás falso rumor. No te
concertarás con el impío para ser
testigo falso.
-
No
seguirás á los muchos para mal
hacer; ni responderás en litigio
inclinándote á los más para hacer
agravios;
-
Ni al
pobre distinguirás en su causa.
-
Si
encontrares el buey de tu enemigo ó
su asno extraviado, vuelve á
llevárselo.
-
Si
vieres el asno del que te aborrece
caído debajo de su carga, ¿le
dejarás entonces desamparado? Sin
falta ayudarás con él á levantarlo.
-
No
pervertirás el derecho de tu mendigo
en su pleito.
-
De
palabra de mentira te alejarás, y no
matarás al inocente y justo; porque
yo no justificaré al impío.
-
No
recibirás presente; porque el
presente ciega á los que ven, y
pervierte las palabras justas.
-
Y no
angustiarás al extranjero: pues
vosotros sabéis cómo se halla el
alma del extranjero, ya que
extranjeros fuisteis en la tierra de
Egipto.
-
Seis
años sembrarás tu tierra, y
allegarás su cosecha:
-
Mas el
séptimo la dejarás vacante y
soltarás, para que coman los pobres
de tu pueblo; y de lo que quedare
comerán las bestias del campo; así
harás de tu viña y de tu olivar.
-
Seis
días harás tus negocios, y al
séptimo día holgarás, á fin que
descanse tu buey y tu asno, y tome
refrigerio el hijo de tu sierva, y
el extranjero.
-
Y en
todo lo que os he dicho seréis
avisados. Y nombre de otros dioses
no mentaréis, ni se oirá de vuestra
boca.
-
Tres
veces en el año me celebraréis
fiesta.
-
La
fiesta de los ázimos guardarás:
Siete días comerás los panes sin
levadura, como yo te mandé, en el
tiempo del mes de Abib; porque en él
saliste de Egipto: y ninguno
comparecerá vacío delante de mí:
-
También
la fiesta de la siega, los primeros
frutos de tus labores que hubieres
sembrado en el campo; y la fiesta de
la cosecha á la salida del año,
cuando habrás recogido tus labores
del campo.
-
Tres
veces en el año parecerá todo varón
tuyo delante del Señor Jehová.
-
No
ofrecerás con pan leudo la sangre de
mi sacrificio, ni el sebo de mi
víctima quedará de la noche hasta la
mañana.
-
Las
primicias de los primeros frutos de
tu tierra traerás á la casa de
Jehová tu Dios. No guisarás el
cabrito con la leche de su madre.
-
He aquí
yo envío el Angel delante de ti para
que te guarde en el camino, y te
introduzca en el lugar que yo he
preparado.
-
Guárdate
delante de él, y oye su voz; no le
seas rebelde; porque él no perdonará
vuestra rebelión: porque mi nombre
está en él.
-
Pero si
en verdad oyeres su voz, é hicieres
todo lo que yo te dijere, seré
enemigo á tus enemigos, y afligiré á
los que te afligieren.
-
Porque
mi Angel irá delante de ti, y te
introducirá al Amorrheo, y al
Hetheo, y al Pherezeo, y al Cananeo,
y al Heveo, y al Jebuseo, á los
cuales yo haré destruir.
-
No te
inclinarás á sus dioses, ni los
servirás, ni harás como ellos hacen;
antes los destruirás del todo, y
quebrantarás enteramente sus
estatuas.
-
Mas á
Jehová vuestro Dios serviréis, y él
bendecirá tu pan y tus aguas; y yo
quitaré toda enfermedad de en medio
de ti.
-
No habrá
mujer que aborte, ni estéril en tu
tierra; y yo cumpliré el número de
tus días.
-
Yo
enviaré mi terror delante de ti, y
consternaré á todo pueblo donde tú
entrares, y te daré la cerviz de
todos tus enemigos.
-
Yo
enviaré la avispa delante de ti, que
eche fuera al Heveo, y al Cananeo, y
al Hetheo, de delante de ti:
-
No los
echaré de delante de ti en un año,
porque no quede la tierra desierta,
y se aumenten contra ti las bestias
del campo.
-
Poco á
poco los echaré de delante de ti,
hasta que te multipliques y tomes la
tierra por heredad.
-
Y yo
pondré tu término desde el mar
Bermejo hasta la mar de Palestina, y
desde el desierto hasta el río:
porque pondré en vuestras manos los
moradores de la tierra, y tú los
echarás de delante de ti.
-
No harás
alianza con ellos, ni con sus
dioses.
-
En tu
tierra no habitarán, no sea que te
hagan pecar contra mí sirviendo á
sus dioses: porque te será de
tropiezo.
-
Y DIJO á
Moisés: Sube á Jehová, tú, y Aarón,
Nadab, y Abiú, y setenta de los
ancianos de Israel; y os inclinaréis
desde lejos.
-
Mas
Moisés sólo se llegará á Jehová; y
ellos no se lleguen cerca, ni suba
con él el pueblo.
-
Y Moisés
vino y contó al pueblo todas las
palabras de Jehová, y todos los
derechos: y todo el pueblo respondió
á una voz, y dijeron: Ejecutaremos
todas las palabras que Jehová ha
dicho.
-
Y Moisés
escribió todas las palabras de
Jehová, y levantándose de mañana
edificó un altar al pie del monte, y
doce columnas, según las doce tribus
de Israel.
-
Y envió
á los mancebos de los hijos de
Israel, los cuales ofrecieron
holocaustos y sacrificaron pacíficos
á Jehová, becerros.
-
Y Moisés
tomó la mitad de la sangre, y púsola
en tazones, y esparció la otra mitad
de la sangre sobre el altar.
-
Y tomó
el libro de la alianza, y leyó á
oídos del pueblo, el cual dijo:
Haremos todas las cosas que Jehová
ha dicho, y obedeceremos.
-
Entonces
Moisés tomó la sangre, y roció sobre
el pueblo, y dijo: He aquí la sangre
de la alianza que Jehová ha hecho
con vosotros sobre todas estas
cosas.
-
Y
subieron Moisés y Aarón, Nadab y
Abiú, y setenta de los ancianos de
Israel;
-
Y vieron
al Dios de Israel; y había debajo de
sus pies como un embaldosado de
zafiro, semejante al cielo cuando
está sereno.
-
Mas no
extendió su mano sobre los príncipes
de los hijos de Israel: y vieron á
Dios, y comieron y bebieron.
-
Entonces
Jehová dijo á Moisés: Sube á mí al
monte, y espera allá, y te daré
tablas de piedra, y la ley, y
mandamientos que he escrito para
enseñarlos.
-
Y
levantóse Moisés, y Josué su
ministro; y Moisés subió al monte de
Dios.
-
Y dijo á
los ancianos: Esperadnos aquí hasta
que volvamos á vosotros: y he aquí
Aarón y Hur están con vosotros: el
que tuviere negocios, lléguese á
ellos.
-
Entonces
Moisés subió al monte, y una nube
cubrió el monte.
-
Y la
gloria de Jehová reposó sobre el
monte Sinaí, y la nube lo cubrió por
seis días: y al séptimo día llamó á
Moisés de en medio de la nube.
-
Y el
parecer de la gloria de Jehová era
como un fuego abrasador en la cumbre
del monte, á los ojos de los hijos
de Israel.
-
Y entró
Moisés en medio de la nube, y subió
al monte: y estuvo Moisés en el
monte cuarenta días y cuarenta
noches.
-
Y JEHOVA
habló á Moisés, diciendo:
-
Di á los
hijos de Israel que tomen para mí
ofrenda: de todo varón que la diere
de su voluntad, de corazón, tomaréis
mi ofrenda.
-
Y esta
es la ofrenda que tomaréis de ellos:
Oro, y plata, y cobre,
-
Y
jacinto, y púrpura, y carmesí, y
lino fino, y pelo de cabras,
-
Y cueros
de carneros teñidos de rojo, y
cueros de tejones, y madera de
Sittim;
-
Aceite
para la luminaria, especias para el
aceite de la unción, y para el
sahumerio aromático;
-
Piedras
de onix, y piedras de engastes, para
el ephod, y para el racional.
-
Y
hacerme han un santuario, y yo
habitaré entre ellos.
-
Conforme
á todo lo que yo te mostrare, el
diseño del tabernáculo, y el diseño
de todos sus vasos, así lo haréis.
-
Harán
también un arca de madera de Sittim,
cuya longitud será de dos codos y
medio, y su anchura de codo y medio,
y su altura de codo y medio.
-
Y la
cubrirás de oro puro; por dentro y
por fuera la cubrirás; y harás sobre
ella una cornisa de oro alrededor.
-
Y para
ella harás de fundición cuatro
anillos de oro, que pondrás á sus
cuatro esquinas; dos anillos al un
lado de ella, y dos anillos al otro
lado.
-
Y harás
unas varas de madera de Sittim, las
cuales cubrirás de oro.
-
Y
meterás las varas por los anillos á
los lados del arca, para llevar el
arca con ellas.
-
Las
varas se estarán en los anillos del
arca: no se quitarán de ella.
-
Y
pondrás en el arca el testimonio que
yo te daré.
-
Y harás
una cubierta de oro fino, cuya
longitud será de dos codos y medio,
y su anchura de codo y medio.
-
Harás
también dos querubines de oro,
labrados á martillo los harás, en
los dos cabos de la cubierta.
-
Harás,
pues, un querubín al extremo de un
lado, y un querubín al otro extremo
del lado opuesto: de la calidad de
la cubierta harás los querubines en
sus dos extremidades.
-
Y los
querubines extenderán por encima las
alas, cubriendo con sus alas la
cubierta: sus caras la una enfrente
de la otra, mirando á la cubierta
las caras de los querubines.
-
Y
pondrás la cubierta encima del arca,
y en el arca pondrás el testimonio
que yo te daré.
-
Y de
allí me declararé á ti, y hablaré
contigo de sobre la cubierta, de
entre los dos querubines que están
sobre el arca del testimonio, todo
lo que yo te mandaré para los hijos
de Israel.
-
Harás
asimismo una mesa de madera de
Sittim: su longitud será de dos
codos, y de uu codo su anchura, y su
altura de codo y medio.
-
Y la
cubrirás de oro puro, y le has de
hacer una cornisa de oro alrededor.
-
Hacerle
has también una moldura alrededor,
del ancho de una mano, á la cual
moldura harás una cornisa de oro en
circunferencia.
-
Y le
harás cuatro anillos de oro, los
cuales pondrás á las cuatro esquinas
que corresponden á sus cuatro pies.
-
Los
anillos estarán antes de la moldura,
por lugares de las varas, para
llevar la mesa.
-
Y harás
las varas de madera de Sittim, y las
cubrirás de oro, y con ellas será
llevada la mesa.
-
Harás
también sus platos, y sus cucharas,
y sus cubiertas, y sus tazones, con
que se libará: de oro fino los
harás.
-
Y
pondrás sobre la mesa el pan de la
proposición delante de mí
continuamente.
-
Harás
además un candelero de oro puro;
labrado á martillo se hará el
candelero: su pie, y su caña, sus
copas, sus manzanas, y sus flores,
serán de lo mismo:
-
Y
saldrán seis brazos de sus lados:
tres brazos del candelero del un
lado suyo, y tres brazos del
candelero del otro su lado:
-
Tres
copas en forma de almendras en el un
brazo, una manzana y una flor; y
tres copas, figura de almendras en
el otro brazo, una manzana y una
flor: así pues, en los seis brazos
que salen del candelero:
-
Y en el
candelero cuatro copas en forma de
almendras, sus manzanas y sus
flores.
-
Habrá
una manzana debajo de los dos brazos
de lo mismo, otra manzana debajo de
los otros dos brazos de lo mismo, y
otra manzana debajo de los otros dos
brazos de lo mismo, en conformidad á
los seis brazos que salen del
candelero.
-
Sus
manzanas y sus brazos serán de lo
mismo, todo ello una pieza labrada á
martillo, de oro puro.
-
Y
hacerle has siete candilejas, las
cuales encenderás para que alumbren
á la parte de su delantera:
-
También
sus despabiladeras y sus platillos,
de oro puro.
-
De un
talento de oro fino lo harás, con
todos estos vasos.
-
Y mira,
y hazlos conforme á su modelo, que
te ha sido mostrado en el monte.
-
Y HARÁS
el tabernáculo de diez cortinas de
lino torcido, cárdeno, y púrpura, y
carmesí: y harás querubines de obra
delicada.
-
La
longitud de la una cortina de
veintiocho codos, y la anchura de la
misma cortina de cuatro codos: todas
las cortinas tendrán una medida.
-
Cinco
cortinas estarán juntas la una con
la otra, y cinco cortinas unidas la
una con la otra.
-
Y harás
lazadas de cárdeno en la orilla de
la una cortina, en el borde, en la
juntura: y así harás en la orilla de
la postrera cortina en la juntura
segunda.
-
Cincuenta lazadas harás en la una
cortina, y cincuenta lazadas harás
en el borde de la cortina que está
en la segunda juntura: las lazadas
estarán contrapuestas la una á la
otra.
-
Harás
también cincuenta corchetes de oro,
con los cuales juntarás las cortinas
la una con la otra, y se formará un
tabernáculo.
-
Harás
asimismo cortinas de pelo de cabras
para una cubierta sobre el
tabernáculo; once cortinas harás.
-
La
longitud de la una cortina será de
treinta codos, y la anchura de la
misma cortina de cuatro codos: una
medida tendrán las once cortinas.
-
Y
juntarás las cinco cortinas aparte y
las otras seis cortinas
separadamente; y doblarás la sexta
cortina delante de la faz del
tabernáculo.
-
Y harás
cincuenta lazadas en la orilla de la
una cortina, al borde en la juntura,
y cincuenta lazadas en la orilla de
la segunda cortina en la otra
juntura.
-
Harás
asimismo cincuenta corchetes de
alambre, los cuales meterás por las
lazadas: y juntarás la tienda, para
que se haga una sola cubierta.
-
Y el
sobrante que resulta en las cortinas
de la tienda, la mitad de la una
cortina que sobra, quedará á las
espaldas del tabernáculo.
-
Y un
codo de la una parte, y otro codo de
la otra que sobra en la longitud de
las cortinas de la tienda, cargará
sobre los lados del tabernáculo de
la una parte y de la otra, para
cubrirlo.
-
Harás
también á la tienda una cubierta de
cueros de carneros, teñidos de rojo,
y una cubierta de cueros de tejones
encima.
-
Y harás
para el tabernáculo tablas de madera
de Sittim, que estén derechas.
-
La
longitud de cada tabla será de diez
codos, y de codo y medio la anchura
de cada tabla.
-
Dos
quicios tendrá cada tabla, trabadas
la una con la otra; así harás todas
las tablas del tabernáculo.
-
Harás,
pues, las tablas del tabernáculo:
veinte tablas al lado del mediodía,
al austro.
-
Y harás
cuarenta basas de plata debajo de
las veinte tablas; dos basas debajo
de la una tabla para sus dos
quicios, y dos basas debajo de la
otra tabla para sus dos quicios.
-
Y al
otro lado del tabernáculo, á la
parte del aquilón, veinte tablas;
-
Y sus
cuarenta basas de plata: dos basas
debajo de la una tabla, y dos basas
debajo de la otra tabla.
-
Y para
el lado del tabernáculo, al
occidente, harás seis tablas.
-
Harás
además dos tablas para las esquinas
del tabernáculo en los dos ángulos
posteriores;
-
Las
cuales se unirán por abajo, y
asimismo se juntarán por su alto á
un gozne: así será de las otras dos
que estarán á las dos esquinas.
-
De
suerte que serán ocho tablas, con
sus basas de plata, diez y seis
basas; dos basas debajo de la una
tabla, y dos basas debajo de la otra
tabla.
-
Harás
también cinco barras de madera de
Sittim, para las tablas del un lado
del tabernáculo,
-
Y cinco
barras para las tablas del otro lado
del tabernáculo, y cinco barras para
el otro lado del tabernáculo, que
está al occidente.
-
Y la
barra del medio pasará por medio de
las tablas, del un cabo al otro.
-
Y
cubrirás las tablas de oro, y harás
sus anillos de oro para meter por
ellos las barras: también cubrirás
las barras de oro.
-
Y
alzarás el tabernáculo conforme á su
traza que te fue mostrada en el
monte.
-
Y harás
también un velo de cárdeno, y
púrpura, y carmesí, y de lino
torcido: será hecho de primorosa
labor, con querubines:
-
Y has de
ponerlo sobre cuatro columnas de
madera de Sittim cubiertas de oro;
sus capiteles de oro, sobre basas de
plata.
-
Y
pondrás el velo debajo de los
corchetes, y meterás allí, del velo
adentro, el arca del testimonio; y
aquel velo os hará separación entre
el lugar santo y el santísimo.
-
Y
pondrás la cubierta sobre el arca
del testimonio en el lugar
santísimo.
-
Y
pondrás la mesa fuera del velo, y el
candelero enfrente de la mesa al
lado del tabernáculo al mediodía; y
pondrás la mesa al lado del aquilón.
-
Y harás
á la puerta del tabernáculo una
cortina de cárdeno, y púrpura, y
carmesí, y lino torcido, obra de
bordador.
-
Y harás
para la cortina cinco columnas de
madera de Sittim, las cuales
cubrirás de oro, con sus capiteles
de oro: y hacerlas has de fundición
cinco basas de metal.
-
HARÁS
también altar de madera de Sittim de
cinco codos de longitud, y de cinco
codos de anchura: será cuadrado el
altar, y su altura de tres codos.
-
Y harás
sus cuernos á sus cuatro esquinas;
los cuernos serán de lo mismo; y lo
cubrirás de metal.
-
Harás
también sus calderas para echar su
ceniza; y sus paletas, y sus
tazones, y sus garfios, y sus
braseros: harás todos sus vasos de
metal.
-
Y le
harás un enrejado de metal de obra
de malla; y sobre el enrejado harás
cuatro anillos de metal á sus cuatro
esquinas.
-
Y lo has
de poner dentro del cerco del altar
abajo; y llegará el enrejado hasta
el medio del altar.
-
Harás
también varas para el altar, varas
de madera de Sittim, las cuales
cubrirás de metal.
-
Y sus
varas se meterán por los anillos: y
estarán aquellas varas á ambos lados
del altar, cuando hubiere de ser
llevado.
-
De
tablas lo harás, hueco: de la manera
que te fue mostrado en el monte, así
lo harás.
-
Asimismo
harás el atrio del tabernáculo: al
lado del mediodía, al austro, tendrá
el atrio cortinas de lino torcido,
de cien codos de longitud cada un
lado;
-
Sus
veinte columnas, y sus veinte basas
serán de metal; los capiteles de las
columnas y sus molduras, de plata.
-
Y de la
misma manera al lado del aquilón
habrá á lo largo cortinas de cien
codos de longitud, y sus veinte
columnas, con sus veinte basas de
metal; los capiteles de sus columnas
y sus molduras, de plata.
-
Y el
ancho del atrio del lado occidental
tendrá cortinas de cincuenta codos;
sus columnas diez, con sus diez
basas.
-
Y en el
ancho del atrio por la parte de
levante, al oriente, habrá cincuenta
codos.
-
Y las
cortinas del un lado serán de quince
codos; sus columnas tres, con sus
tres basas.
-
Al otro
lado quince codos de cortinas; sus
columnas tres, con sus tres basas.
-
Y á la
puerta del atrio habrá un pabellón
de veinte codos, de cárdeno, y
púrpura, y carmesí, y lino torcido,
de obra de bordador: sus columnas
cuatro, con sus cuatro basas.
-
Todas
las columnas del atrio en derredor
serán ceñidas de plata; sus
capiteles de plata, y sus basas de
metal.
-
La
longitud del atrio será de cien
codos, y la anchura cincuenta por un
lado y cincuenta por el otro, y la
altura de cinco codos: sus cortinas
de lino torcido, y sus basas de
metal.
-
Todos
los vasos del tabernáculo en todo su
servicio, y todos sus clavos, y
todos los clavos del atrio, serán de
metal.
-
Y tú
mandarás á los hijos de Israel que
te traigan aceite puro de olivas,
molido, para la luminaria, para
hacer arder continuamente las
lámparas.
-
En el
tabernáculo del testimonio, afuera
del velo que está delante del
testimonio, las pondrá en orden
Aarón y sus hijos, delante de Jehová
desde la tarde hasta la mañana, como
estatuto perpetuo de los hijos de
Israel por sus generaciones.
-
Y TU
allega á ti á Aarón tu hermano, y á
sus hijos consigo, de entre los
hijos de Israel, para que sean mis
sacerdotes; á Aarón, Nadab y Abiú,
Eleazar é Ithamar, hijos de Aarón.
-
Y harás
vestidos sagrados á Aarón tu
hermano, para honra y hermosura.
-
Y tú
hablarás á todos los sabios de
corazón, á quienes yo he henchido de
espíritu de sabiduría; á fin que
hagan los vestidos de Aarón, para
consagrarle á que me sirva de
sacerdote.
-
Los
vestidos que harán son estos: el
racional, y el ephod, y el manto, y
la túnica labrada, la mitra, y el
cinturón. Hagan, pues, los sagrados
vestidos á Aarón tu hermano, y á sus
hijos, para que sean mis sacerdotes.
-
Tomarán
oro, y cárdeno, y púrpura, y
carmesí, y lino torcido.
-
Y harán
el ephod de oro y cárdeno, y
púrpura, y carmesí, y lino torcido
de obra de bordador.
-
Tendrá
dos hombreras que se junten á sus
dos lados, y se juntará.
-
Y el
artificio de su cinto que está sobre
él, será de su misma obra, de lo
mismo; de oro, cárdeno, y púrpura, y
carmesí, y lino torcido.
-
Y
tomarás dos piedras oniquinas, y
grabarás en ellas los nombres de los
hijos de Israel:
-
Los seis
de sus nombres en la una piedra, y
los otros seis nombres en la otra
piedra, conforme al nacimiento de
ellos.
-
De obra
de escultor en piedra á modo de
grabaduras de sello, harás grabar
aquellas dos piedras con los nombres
de los hijos de Israel; harásles
alrededor engastes de oro.
-
Y
pondrás aquellas dos piedras sobre
los hombros del ephod, para piedras
de memoria á los hijos de Israel; y
Aarón llevará los nombres de ellos
delante de Jehová en sus dos hombros
por memoria.
-
Harás
pues, engastes de oro,
-
Y dos
cadenillas de oro fino; las cuales
harás de hechura de trenza; y
fijarás las cadenas de hechura de
trenza en los engastes.
-
Harás
asimismo el racional del juicio de
primorosa obra, le has de hacer
conforme á la obra del ephod, de
oro, y cárdeno, y púrpura, y
carmesí, y lino torcido.
-
Será
cuadrado y doble, de un palmo de
largo y un palmo de ancho:
-
Y lo
llenarás de pedrería con cuatro
órdenes de piedras: un orden de una
piedra sárdica, un topacio, y un
carbunclo; será el primer orden;
-
El
segundo orden, una esmeralda, un
zafiro, y un diamante;
-
El
tercer orden, un rubí, un ágata, y
una amatista;
-
Y el
cuarto orden, un berilo, un onix, y
un jaspe: estarán engastadas en oro
en sus encajes.
-
Y serán
aquellas piedra según los nombres de
los hijos de Israel, doce según sus
nombres; como grabaduras de sello
cada una con su nombre, vendrán á
ser según las doce tribus.
-
Harás
también en el racional cadenetas de
hechura de trenzas de oro fino.
-
Y harás
en el racional dos anillos de oro,
los cuales dos anillos pondrás á las
dos puntas del racional.
-
Y
pondrás las dos trenzas de oro en
los dos anillos á las dos puntas del
racional:
-
Y los
dos cabos de las dos trenzas sobre
los dos engastes, y las pondrás á
los lados del ephod en la parte
delantera.
-
Harás
también dos anillos de oro, los
cuales pondrás á las dos puntas del
racional, en su orilla que está al
lado del ephod de la parte de
dentro.
-
Harás
asimismo dos anillos de oro, los
cuales pondrás á los dos lados del
ephod abajo en la parte delantera,
delante de su juntura sobre el cinto
del ephod.
-
Y
juntarán el racional con sus anillos
á los anillos del ephod con un
cordón de jacinto, para que esté
sobre el cinto del ephod, y no se
aparte el racional del ephod.
-
Y
llevará Aarón los nombres de los
hijos de Israel en el racional del
juicio sobre su corazón, cuando
entrare en el santuario, para
memoria delante de Jehová
continuamente.
-
Y
pondrás en el racional del juicio
Urim y Thummim, para que estén sobre
el corazón de Aarón cuando entrare
delante de Jehová: y llevará siempre
Aarón el juicio de los hijos de
Israel sobre su corazón delante de
Jehová.
-
Harás el
manto del ephod todo de jacinto:
-
Y en
medio de él por arriba habrá una
abertura, la cual tendrá un borde
alrededor de obra de tejedor, como
el cuello de un coselete, para que
no se rompa.
-
Y abajo
en sus orillas harás granadas de
jacinto, y púrpura, y carmesí, por
sus bordes alrededor; y entre ellas
campanillas de oro alrededor.
-
Una
campanilla de oro y una granada,
campanilla de oro y granada, por las
orillas del manto alrededor.
-
Y estará
sobre Aarón cuando ministrare; y
oiráse su sonido cuando él entrare
en el santuario delante de Jehová y
cuando saliere, porque no muera.
-
Harás
además una plancha de oro fino, y
grabarás en ella grabadura de sello,
SANTIDAD A JEHOVA.
-
Y la
pondrás con un cordón de jacinto, y
estará sobre la mitra; por el frente
anterior de la mitra estará.
-
Y estará
sobre la frente de Aarón: y llevará
Aarón el pecado de las cosas santas,
que los hijos de Israel hubieren
consagrado en todas sus santas
ofrendas; y sobre su frente estará
continuamente para que hayan gracia
delante de Jehová.
-
Y
bordarás una túnica de lino, y harás
una mitra de lino; harás también un
cinto de obra de recamador.
-
Y para
los hijos de Aarón harás túnicas;
también les harás cintos, y les
formarás chapeos (tiaras) para honra
y hermosura.
-
Y con
ellos vestirás á Aarón tu hermano, y
á sus hijos con él: y los ungirás, y
los consagrarás, y santificarás,
para que sean mis sacerdotes.
-
Y les
harás pañetes de lino para cubrir la
carne vergonzosa; serán desde los
lomos hasta los muslos:
-
Y
estarán sobre Aarón y sobre sus
hijos cuando entraren en el
tabernáculo de testimonio, ó cuando
se llegaren al altar para servir en
el santuario, porque no lleven
pecado, y mueran. Estatuto perpetuo
para él, y para su simiente después
de él.
-
Y ESTO
es lo que les harás para
consagrarlos, para que sean mis
sacerdotes: Toma un becerro de la
vacada, y dos carneros sin tacha;
-
Y panes
sin levadura, y tortas sin levadura
amasadas con aceite, y hojaldres sin
levadura untadas con aceite; las
cuales cosas harás de flor de harina
de trigo:
-
Y las
pondrás en un canastillo, y en el
canastillo las ofrecerás, con el
becerro y los dos carneros.
-
Y harás
llegar á Aarón y á sus hijos á la
puerta del tabernáculo del
testimonio, y los lavarás con agua.
-
Y
tomarás las vestiduras, y vestirás á
Aarón la túnica y el manto del ephod,
y el ephod, y el racional, y le
ceñirás con el cinto del ephod;
-
Y
pondrás la mitra sobre su cabeza, y
sobre la mitra pondrás la diadema
santa.
-
Y
tomarás el aceite de la unción, y
derramarás sobre su cabeza, y le
ungirás.
-
Y harás
llegar sus hijos, y les vestirás las
túnicas.
-
Y les
ceñirás el cinto, á Aarón y á sus
hijos, y les atarás los chapeos
(tiaras), y tendrán el sacerdocio
por fuero perpetuo: y henchirás las
manos de Aarón y de sus hijos.
-
Y harás
llegar el becerro delante del
tabernáculo del testimonio, y Aarón
y sus hijos pondrán sus manos sobre
la cabeza del becerro.
-
Y
matarás el becerro delante de Jehová
á la puerta del tabernáculo del
testimonio.
-
Y
tomarás de la sangre del becerro, y
pondrás sobre los cuernos del altar
con tu dedo, y derramarás toda la
demás sangre al pie del altar.
-
Tomarás
también todo el sebo que cubre los
intestinos, y el redaño de sobre el
hígado, y los dos riñones, y el sebo
que está sobre ellos, y los quemarás
sobre el altar.
-
Empero
consumirás á fuego fuera del campo
la carne del becerro, y su pellejo,
y su estiércol: es expiación.
-
Asimismo
tomarás el un carnero, y Aarón y sus
hijos pondrán sus manos sobre la
cabeza del carnero.
-
Y
matarás el carnero, y tomarás su
sangre, y rociarás sobre el altar
alrededor.
-
Y
cortarás el carnero en pedazos, y
lavarás sus intestinos y sus
piernas, y las pondrás sobre sus
trozos y sobre su cabeza.
-
Y
quemarás todo el carnero sobre el
altar: es holocausto á Jehová, olor
grato, es ofrenda quemada á Jehová.
-
Tomarás
luego el otro carnero, y Aarón y sus
hijos pondrán sus manos sobre la
cabeza del carnero:
-
Y
matarás el carnero, y tomarás de su
sangre, y pondrás sobre la ternilla
de la oreja derecha de Aarón, y
sobre la ternilla de las orejas de
sus hijos, y sobre el dedo pulgar de
las manos derechas de ellos, y sobre
el dedo pulgar de los pies derechos
de ellos, y esparcirás la sangre
sobre el altar alrededor.
-
Y
tomarás de la sangre que hay sobre
el altar, y del aceite de la unción,
y esparcirás sobre Aarón, y sobre
sus vestiduras, y sobre sus hijos, y
sobre las vestimentas de éstos; y él
será santificado, y sus vestiduras,
y sus hijos, y las vestimentas de
sus hijos con él.
-
Luego
tomarás del carnero el sebo, y la
cola, y el sebo que cubre los
intestinos, y el redaño del hígado,
y los dos riñones, y el sebo que
está sobre ellos, y la espaldilla
derecha; porque es carnero de
consagraciones:
-
También
una torta de pan, y una hojaldre
amasada con aceite, y una lasaña del
canastillo de los ázimos presentado
á Jehová;
-
Y lo has
de poner todo en las manos de Aarón,
y en las manos de sus hijos; y lo
mecerás agitándolo delante de
Jehová.
-
Después
lo tomarás de sus manos, y lo harás
arder sobre el altar en holocausto,
por olor agradable delante de
Jehová. Es ofrenda encendida á
Jehová.
-
Y
tomarás el pecho del carnero de las
consagraciones, que fue inmolado
para la de Aarón, y lo mecerás por
ofrenda agitada delante de Jehová; y
será porción tuya.
-
Y
apartarás el pecho de la ofrenda
mecida, y la espaldilla de la
santificación, lo que fue mecido y
lo que fue santificado del carnero
de las consagraciones de Aarón y de
sus hijos:
-
Y será
para Aarón y para sus hijos por
estatuto perpetuo de los hijos de
Israel, porque es porción elevada; y
será tomada de los hijos de Israel
de sus sacrificios pacíficos,
porción de ellos elevada en ofrenda
á Jehová.
-
Y las
vestimentas santas, que son de
Aarón, serán de sus hijos después de
él, para ser ungidos con ellas, y
para ser con ellas consagrados.
-
Por
siete días las vestirá el sacerdote
de sus hijos, que en su lugar
viniere al tabernáculo del
testimonio á servir en el santuario.
-
Y
tomarás el carnero de las
consagraciones, y cocerás su carne
en el lugar del santuario.
-
Y Aarón
y sus hijos comerán la carne del
carnero, y el pan que está en el
canastillo, á la puerta del
tabernáculo del testimonio.
-
Y
comerán aquellas cosas con las
cuales se hizo expiación, para
henchir sus manos para ser
santificados: mas el extranjero no
comerá, porque es cosa santa.
-
Y si
sobrare algo de la carne de las
consagraciones y del pan hasta la
mañana, quemarás al fuego lo que
hubiere sobrado: no se comerá,
porque es cosa santa.
-
Así pues
harás á Aarón y á sus hijos,
conforme á todas las cosas que yo te
he mandado: por siete días los
consagrarás.
-
Y
sacrificarás el becerro de la
expiación en cada día para las
expiaciones; y purificarás el altar
en habiendo hecho expiación por él,
y lo ungirás para santificarlo.
-
Por
siete días expiarás el altar, y lo
santificarás, y será un altar
santísimo: cualquiera cosa que
tocare al altar, será santificada.
-
Y esto
es lo que ofrecerás sobre el altar:
dos corderos de un año cada día, sin
intermisión.
-
Ofrecerás el un cordero á la mañana,
y el otro cordero ofrecerás á la
caída de la tarde:
-
Además
una décima parte de un epha de flor
de harina amasada con la cuarta
parte de un hin de aceite molido: y
la libación será la cuarta parte de
un hin de vino con cada cordero.
-
Y
ofrecerás el otro cordero á la caída
de la tarde, haciendo conforme á la
ofrenda de la mañana, y conforme á
su libación, en olor de suavidad;
será ofrenda encendida á Jehová.
-
Esto
será holocausto continuo por
vuestras generaciones á la puerta
del tabernáculo del testimonio
delante de Jehová, en el cual me
concertaré con vosotros, para
hablaros allí.
-
Y allí
testificaré de mí á los hijos de
Israel, y el lugar será santificado
con mi gloria.
-
Y
santificaré el tabernáculo del
testimonio y el altar: santificaré
asimismo á Aarón y á sus hijos, para
que sean mis sacerdotes.
-
Y
habitaré entre los hijos de Israel,
y seré su Dios.
-
Y
conocerán que yo soy Jehová su Dios,
que los saqué de la tierra de
Egipto, para habitar en medio de
ellos: Yo Jehová su Dios.
-
HARáS
asimismo un altar de sahumerio de
perfume: de madera de Sittim lo
harás.
-
Su
longitud será de un codo, y su
anchura de un codo: será cuadrado: y
su altura de dos codos: y sus
cuernos serán de lo mismo.
-
Y
cubrirlo has de oro puro, su
techado, y sus paredes en derredor,
y sus cuernos: y le harás en
derredor una corona de oro.
-
Le harás
también dos anillos de oro debajo de
su corona á sus dos esquinas en
ambos lados suyos, para meter los
varales con que será llevado.
-
Y harás
los varales de madera de Sittim, y
los cubrirás de oro.
-
Y lo
pondrás delante del velo que está
junto al arca del testimonio,
delante de la cubierta que está
sobre el testimonio, donde yo te
testificaré de mí.
-
Y
quemará sobre él Aarón sahumerio de
aroma cada mañana cuando aderezare
las lámparas lo quemará.
-
Y cuando
Aarón encenderá las lámparas al
anochecer, quemará el sahumerio:
rito perpetuo delante de Jehová por
vuestras edades.
-
No
ofreceréis sobre él sahumerio
extraño, ni holocausto, ni presente;
ni tampoco derramaréis sobre él
libación.
-
Y sobre
sus cuernos hará Aarón expiación una
vez en el año con la sangre de la
expiación para las reconciliaciones:
una vez en el año hará expiación
sobre él en vuestras edades: será
muy santo á Jehová.
-
Y habló
Jehová á Moisés, diciendo:
-
Cuando
tomares el número de los hijos de
Israel conforme á la cuenta de
ellos, cada uno dará á Jehová el
rescate de su persona, cuando los
contares, y no habrá en ellos
mortandad por haberlos contado.
-
Esto
dará cualquiera que pasare por la
cuenta, medio siclo conforme al
siclo del santuario. El siclo es de
veinte óbolos: la mitad de un siclo
será la ofrenda á Jehová.
-
Cualquiera que pasare por la cuenta,
de veinte años arriba, dará la
ofrenda á Jehová.
-
Ni el
rico aumentará, ni el pobre
disminuirá de medio siclo, cuando
dieren la ofrenda á Jehová para
hacer expiación por vuestras
personas.
-
Y
tomarás de los hijos de Israel el
dinero de las expiaciones, y lo
darás para la obra del tabernáculo
del testimonio: y será por memoria á
los hijos de Israel delante de
Jehová, para expiar vuestras
personas.
-
Habló
más Jehová á Moisés, diciendo:
-
Harás
también una fuente de metal, con su
basa de metal, para lavar; y la has
de poner entre el tabernáculo del
testimonio y el altar; y pondrás en
ella agua.
-
Y de
ella se lavarán Aarón y sus hijos
sus manos y sus pies:
-
Cuando
entraren en el tabernáculo del
testimonio, se han de lavar con
agua, y no morirán: y cuando se
llegaren al altar para ministrar,
para encender á Jehová la ofrenda
que se ha de consumir al fuego,
-
También
se lavarán las manos y los pies, y
no morirán. Y lo tendrán por
estatuto perpetuo él y su simiente
por sus generaciones.
-
Habló
más Jehová á Moisés, diciendo:
-
Y tú has
de tomar de las principales drogas;
de mirra excelente quinientos siclos,
y de canela aromática la mitad, esto
es, doscientos y cincuenta, y de
cálamo aromático doscientos y
cincuenta,
-
Y de
casia quinientos, al peso del
santuario, y de aceite de olivas un
hin:
-
Y harás
de ello el aceite de la santa
unción, superior ungüento, obra de
perfumador, el cual será el aceite
de la unción sagrada.
-
Con él
ungirás el tabernáculo del
testimonio, y el arca del
testimonio,
-
Y la
mesa, y todos sus vasos, y el
candelero, y todos sus vasos, y el
altar del perfume,
-
Y el
altar del holocausto, todos sus
vasos, y la fuente y su basa.
-
Así los
consagrarás, y serán cosas
santísimas: todo lo que tocare en
ellos, será santificado.
-
Ungirás
también á Aarón y á sus hijos, y los
consagrarás para que sean mis
sacerdotes.
-
Y
hablarás á los hijos de Israel,
diciendo: Este será mi aceite de la
santa unción por vuestras edades.
-
Sobre
carne de hombre no será untado, ni
haréis otro semejante, conforme á su
composición: santo es; por santo
habéis de tenerlo vosotros.
-
Cualquiera que compusiere ungüento
semejante, y que pusiere de él sobre
extraño, será cortado de sus
pueblos.
-
Dijo aún
Jehová á Moisés: Tómate aromas,
estacte y uña olorosa y gálbano
aromático é incienso limpio; de todo
en igual peso:
-
Y harás
de ello una confección aromática de
obra de perfumador, bien mezclada,
pura y santa:
-
Y
molerás alguna de ella
pulverizándola, y la pondrás delante
del testimonio en el tabernáculo del
testimonio, donde yo te testificaré
de mí. Os será cosa santísima.
-
Como la
confección que harás, no os haréis
otra según su composición: te será
cosa sagrada para Jehová.
-
Cualquiera que hiciere otra como
ella para olerla, será cortado de
sus pueblos.
-
Y HABLó
Jehová á Moisés, diciendo:
-
Mira, yo
he llamado por su nombre á Bezaleel,
hijo de Uri, hijo de Hur, de la
tribu de Judá;
-
Y lo he
henchido de espíritu de Dios, en
sabiduría, y en inteligencia, y en
ciencia, y en todo artificio,
-
Para
inventar diseños, para trabajar en
oro, y en plata, y en metal,
-
Y en
artificio de piedras para engastar
las, y en artificio de madera; para
obrar en toda suerte de labor.
-
Y he
aquí que yo he puesto con él á
Aholiab, hijo de Ahisamac, de la
tribu de Dan: y he puesto sabiduría
en el ánimo de todo sabio de
corazón, para que hagan todo lo que
te he mandado:
-
El
tabernáculo del testimonio, y el
arca del testimonio, y la cubierta
que está sobre ella, y todos los
vasos del tabernáculo;
-
Y la
mesa y sus vasos, y el candelero
limpio y todos sus vasos, y el altar
del perfume;
-
Y el
altar del holocausto y todos sus
vasos, y la fuente y su basa;
-
Y los
vestidos del servicio, y las santas
vestiduras para Aarón el sacerdote,
y las vestiduras de sus hijos, para
que ejerzan el sacerdocio;
-
Y el
aceite de la unción, y el perfume
aromático para el santuario: harán
conforme á todo lo que te he
mandado.
-
Habló
además Jehová á Moisés, diciendo:
-
Y tú
hablarás á los hijos de Israel,
diciendo: Con todo eso vosotros
guardaréis mis sábados: porque es
señal entre mí y vosotros por
vuestras edades, para que sepáis que
yo soy Jehová que os santifico.
-
Así que
guardaréis el sábado, porque santo
es á vosotros: el que lo profanare,
de cierto morirá; porque cualquiera
que hiciere obra alguna en él,
aquella alma será cortada de en
medio de sus pueblos.
-
Seis
días se hará obra, mas el día
séptimo es sábado de reposo
consagrado á Jehová; cualquiera que
hiciere obra el día del sábado,
morirá ciertamente.
-
Guardarán, pues, el sábado los hijos
de Israel: celebrándolo por sus
edades por pacto perpetuo:
-
Señal es
para siempre entre mí y los hijos de
Israel; porque en seis días hizo
Jehová los cielos y la tierra, y en
el séptimo día cesó, y reposó.
-
Y dió á
Moisés, como acabó de hablar con él
en el monte de Sinaí, dos tablas del
testimonio, tablas de piedra
escritas con el dedo de Dios.
-
MAS
viendo el pueblo que Moisés tardaba
en descender del monte, allegóse
entonces á Aarón, y dijéronle:
Levántate, haznos dioses que vayan
delante de nosotros; porque á este
Moisés, aquel varón que nos sacó de
la tierra de Egipto, no sabemos qué
le haya acontecido.
-
Y Aarón
les dijo: Apartad los zarcillos de
oro que están en las orejas de
vuestras mujeres, y de vuestros
hijos, y de vuestras hijas, y
traédmelos.
-
Entonces
todo el pueblo apartó los zarcillos
de oro que tenían en sus orejas, y
trajéronlos á Aarón:
-
El cual
los tomó de las manos de ellos, y
formólo con buril, é hizo de ello un
becerro de fundición. Entonces
dijeron: Israel, estos son tus
dioses, que te sacaron de la tierra
de Egipto.
-
Y viendo
esto Aarón, edificó un altar delante
del becerro; y pregonó Aarón, y
dijo: Mañana será fiesta á Jehová.
-
Y el día
siguiente madrugaron, y ofrecieron
holocaustos, y presentaron
pacíficos: y sentóse el pueblo á
comer y á beber, y levantáronse á
regocijarse.
-
Entonces
Jehová dijo á Moisés: Anda,
desciende, porque tu pueblo que
sacaste de tierra de Egipto se ha
corrompido:
-
Presto
se han apartado del camino que yo
les mandé, y se han hecho un becerro
de fundición, y lo han adorado, y
han sacrificado á él, y han dicho:
Israel, estos son tus dioses, que te
sacaron de la tierra de Egipto.
-
Dijo más
Jehová á Moisés: Yo he visto á este
pueblo, que por cierto es pueblo de
dura cerviz:
-
Ahora
pues, déjame que se encienda mi
furor en ellos, y los consuma: y á
ti yo te pondré sobre gran gente.
-
Entonces
Moisés oró á la faz de Jehová su
Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se
encenderá tu furor en tu pueblo, que
tú sacaste de la tierra de Egipto
con gran fortaleza, y con mano
fuerte?
-
¿Por qué
han de hablar los Egipcios,
diciendo: Para mal los sacó, para
matarlos en los montes, y para
raerlos de sobre la haz de la
tierra? Vuélvete del furor de tu
ira, y arrepiéntete del mal de tu
pueblo.
-
Acuérdate de Abraham, de Isaac, y de
Israel tus siervos, á los cuales has
jurado por ti mismo, y dícholes: Yo
multiplicaré vuestra simiente como
las estrellas del cielo; y daré á
vuestra simiente toda esta tierra
que he dicho, y la tomarán por
heredad para siempre.
-
Entonces
Jehová se arrepintió del mal que
dijo que había de hacer á su pueblo.
-
Y
volvióse Moisés, y descendió del
monte trayendo en su mano las dos
tablas del testimonio, las tablas
escritas por ambos lados; de una
parte y de otra estaban escritas.
-
Y las
tablas eran obra de Dios, y la
escritura era escritura de Dios
grabada sobre las tablas.
-
Y oyendo
Josué el clamor del pueblo que
gritaba, dijo á Moisés: Alarido de
pelea hay en el campo.
-
Y él
respondió: No es eco de algazara de
fuertes, ni eco de alaridos de
flacos: algazara de cantar oigo yo.
-
Y
aconteció, que como llegó él al
campo, y vió el becerro y las
danzas, enardeciósele la ira á
Moisés, y arrojó las tablas de sus
manos, y quebrólas al pie del monte.
-
Y tomó
el becerro que habían hecho, y
quemólo en el fuego, y moliólo hasta
reducirlo á polvo, que esparció
sobre las aguas, y diólo á beber á
los hijos de Israel.
-
Y dijo
Moisés á Aarón: ¿Qué te ha hecho
este pueblo, que has traído sobre él
tan gran pecado?
-
Y
respondió Aarón: No se enoje mi
señor; tú conoces el pueblo, que es
inclinado á mal.
-
Porque
me dijeron: Haznos dioses que vayan
delante de nosotros, que á este
Moisés, el varón que nos sacó de
tierra de Egipto, no sabemos qué le
ha acontecido.
-
Y yo les
respondí: ¿Quién tiene oro?
Apartadlo. Y diéronmelo, y echélo en
el fuego, y salió este becerro.
-
Y viendo
Moisés que el pueblo estaba
despojado, porque Aarón lo había
despojado para vergüenza entre sus
enemigos,
-
Púsose
Moisés á la puerta del real, y dijo:
¿Quién es de Jehová? júntese
conmigo. Y juntáronse con él todos
los hijos de Leví.
-
Y él les
dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios
de Israel: Poned cada uno su espada
sobre su muslo: pasad y volved de
puerta á puerta por el campo, y
matad cada uno á su hermano, y á su
amigo, y á su pariente.
-
Y los
hijos de Leví lo hicieron conforme
al dicho de Moisés: y cayeron del
pueblo en aquel día como tres mil
hombres.
-
Entonces
Moisés dijo: Hoy os habéis
consagrado á Jehová, porque cada uno
se ha consagrado en su hijo, y en su
hermano, para que dé él hoy
bendición sobre vosotros.
-
Y
aconteció que el día siguiente dijo
Moisés al pueblo: Vosotros habéis
cometido un gran pecado: mas yo
subiré ahora á Jehová; quizá le
aplacaré acerca de vuestro pecado.
-
Entonces
volvió Moisés á Jehová, y dijo:
Ruégote, pues este pueblo ha
cometido un gran pecado, porque se
hicieron dioses de oro,
-
Que
perdones ahora su pecado, y si no,
ráeme ahora de tu libro que has
escrito.
-
Y Jehová
respondió á Moisés: Al que pecare
contra mí, á éste raeré yo de mi
libro.
-
Ve pues
ahora, lleva á este pueblo donde te
he dicho: he aquí mi ángel irá
delante de ti; que en el día de mi
visitación yo visitaré en ellos su
pecado.
-
Y Jehová
hirió al pueblo, porque habían hecho
el becerro que formó Aarón.
-
Y JEHOVÁ
dijo á Moisés: Ve, sube de aquí, tú
y el pueblo que sacaste de la tierra
de Egipto, á la tierra de la cual
juré á Abraham, Isaac, y Jacob,
diciendo: A tu simiente la daré:
-
Y yo
enviaré delante de ti el ángel, y
echaré fuera al Cananeo y al
Amorrheo, y al Hetheo, y al Pherezeo,
y al Heveo y al Jebuseo:
-
(A la
tierra que fluye leche y miel);
porque yo no subiré en medio de ti,
porque eres pueblo de dura cerviz,
no sea que te consuma en el camino.
-
Y oyendo
el pueblo esta sensible palabra,
vistieron luto, y ninguno se puso
sus atavíos:
-
Pues
Jehová dijo á Moisés: Di á los hijos
de Israel: Vosotros sois pueblo de
dura cerviz: en un momento subiré en
medio de ti, y te consumiré: quítate
pues ahora tus atavíos, que yo sabré
lo que te tengo de hacer.
-
Entonces
los hijos de Israel se despojaron de
sus atavíos desde el monte Horeb.
-
Y Moisés
tomó el tabernáculo, y extendiólo
fuera del campo, lejos del campo, y
llamólo el Tabernáculo del
Testimonio. Y fué, que cualquiera
que requería á Jehová, salía al
tabernáculo del testimonio, que
estaba fuera del campo.
-
Y
sucedía que, cuando salía Moisés al
tabernáculo, todo el pueblo se
levantaba, y estaba cada cual en pie
á la puerta de su tienda, y miraban
en pos de Moisés, hasta que él
entraba en el tabernáculo.
-
Y cuando
Moisés entraba en el tabernáculo, la
columna de nube descendía, y poníase
á la puerta del tabernáculo, y
Jehová hablaba con Moisés.
-
Y viendo
todo el pueblo la columna de nube,
que estaba á la puerta del
tabernáculo, levantábase todo el
pueblo, cada uno á la puerta de su
tienda y adoraba.
-
Y
hablaba Jehová á Moisés cara á cara,
como habla cualquiera á su
compañero. Y volvíase al campo; mas
el joven Josué, su criado, hijo de
Nun, nunca se apartaba de en medio
del tabernáculo.
-
Y dijo
Moisés á Jehová: Mira, tú me dices á
mí: Saca este pueblo: y tú no me has
declarado á quién has de enviar
conmigo: sin embargo, tú dices: Yo
te he conocido por tu nombre, y has
hallado también gracia en mis ojos.
-
Ahora,
pues, si he hallado gracia en tus
ojos, ruégote que me muestres ahora
tu camino, para que te conozca,
porque halle gracia en tus ojos: y
mira que tu pueblo es aquesta gente.
-
Y él
dijo: Mi rostro irá contigo, y te
haré descansar.
-
Y él
respondió: Si tu rostro no ha de ir
conmigo, no nos saques de aquí.
-
¿Y en
qué se conocerá aquí que he hallado
gracia en tus ojos, yo y tu pueblo,
sino en andar tú con nosotros, y que
yo y tu pueblo seamos apartados de
todos los pueblos que están sobre la
faz de la tierra?
-
Y Jehová
dijo á Moisés: También haré esto que
has dicho, por cuanto has hallado
gracia en mis ojos, y te he conocido
por tu nombre.
-
El
entonces dijo: Ruégote que me
muestres tu gloria.
-
Y
respondióle: Yo haré pasar todo mi
bien delante de tu rostro, y
proclamaré el nombre de Jehová
delante de ti; y tendré misericordia
del que tendré misericordia, y seré
clemente para con el que seré
clemente.
-
Dijo
más: No podrás ver mi rostro: porque
no me verá hombre, y vivirá.
-
Y dijo
aún Jehová: He aquí lugar junto á
mí, y tú estarás sobre la peña:
-
Y será
que, cuando pasare mi gloria, yo te
pondré en una hendidura de la peña,
y te cubriré con mi mano hasta que
haya pasado:
-
Después
apartaré mi mano, y verás mis
espaldas; mas no se verá mi rostro.
-
Y JEHOVÁ
dijo á Moisés: Alísate dos tablas de
piedra como las primeras, y
escribiré sobre esas tablas las
palabras que estaban en las tablas
primeras que quebraste.
-
Apercíbete, pues, para mañana, y
sube por la mañana al monte de
Sinaí, y estáme allí sobre la cumbre
del monte.
-
Y no
suba hombre contigo, ni parezca
alguno en todo el monte; ni ovejas
ni bueyes pazcan delante del monte.
-
Y Moisés
alisó dos tablas de piedra como las
primeras; y levantóse por la mañana,
y subió al monte de Sinaí, como le
mandó Jehová, y llevó en su mano las
dos tablas de piedra.
-
Y Jehová
descendió en la nube, y estuvo allí
con él, proclamando el nombre de
Jehová.
-
Y
pasando Jehová por delante de él,
proclamó: Jehová, Jehová, fuerte,
misericordioso, y piadoso; tardo
para la ira, y grande en benignidad
y verdad;
-
Que
guarda la misericordia en millares,
que perdona la iniquidad, la
rebelión, y el pecado, y que de
ningún modo justificará al malvado;
que visita la iniquidad de los
padres sobre los hijos y sobre los
hijos de los hijos, sobre los
terceros, y sobre los cuartos.
-
Entonces
Moisés, apresurándose, bajó la
cabeza hacia el suelo y encorvóse;
-
Y dijo:
Si ahora, Señor, he hallado gracia
en tus ojos, vaya ahora el Señor en
medio de nosotros; porque este es
pueblo de dura cerviz; y perdona
nuestra iniquidad y nuestro pecado,
y poséenos.
-
Y él
dijo: He aquí, yo hago concierto
delante de todo tu pueblo: haré
maravillas que no han sido hechas en
toda la tierra, ni en nación alguna;
y verá todo el pueblo en medio del
cual estás tú, la obra de Jehová;
porque ha de ser cosa terrible la
que yo haré contigo.
-
Guarda
lo que yo te mando hoy; he aquí que
yo echo de delante de tu presencia
al Amorrheo, y al Cananeo, y al
Hetheo, y al Pherezeo, y al Heveo, y
al Jebuseo.
-
Guárdate
que no hagas alianza con los
moradores de la tierra donde has de
entrar, porque no sean por
tropezadero en medio de ti:
-
Mas
derribaréis sus altares, y
quebraréis sus estatuas, y talaréis
sus bosques:
-
Porque
no te has de inclinar á dios ajeno;
que Jehová, cuyo nombre es Celoso,
Dios celoso es.
-
Por
tanto no harás alianza con los
moradores de aquella tierra; porque
fornicarán en pos de sus dioses, y
sacrificarán á sus dioses, y te
llamarán, y comerás de sus
sacrificios;
-
O
tomando de sus hijas para tus hijos,
y fornicando sus hijas en pos de sus
dioses, harán también fornicar á tus
hijos en pos de los dioses de ellas.
-
No harás
dioses de fundición para ti.
-
La
fiesta de los ázimos guardarás:
siete días comerás por leudar, según
te he mandado, en el tiempo del mes
de Abib; porque en el mes de Abib
saliste de Egipto.
-
Todo lo
que abre matriz, mío es; y de tu
ganado todo primerizo de vaca ó de
oveja que fuere macho.
-
Empero
redimirás con cordero el primerizo
del asno; y si no lo redimieres, le
has de cortar la cabeza. Redimirás
todo primogénito de tus hijos, y no
serán vistos vacíos delante de mí.
-
Seis
días trabajarás, mas en el séptimo
día cesarás: cesarás aun en la arada
y en la siega.
-
Y te
harás la fiesta de las semanas á los
principios de la siega del trigo: y
la fiesta de la cosecha á la vuelta
del año.
-
Tres
veces en el año será visto todo
varón tuyo delante del Señoreador
Jehová, Dios de Israel.
-
Porque
yo arrojaré las gentes de tu
presencia, y ensancharé tu término:
y ninguno codiciará tu tierra,
cuando tú subieres para ser visto
delante de Jehová tu Dios tres veces
en el año.
-
No
ofrecerás con leudo la sangre de mi
sacrificio; ni quedará de la noche
para la mañana el sacrificio de la
fiesta de la pascua.
-
La
primicia de los primeros frutos de
tu tierra meterás en la casa de
Jehová tu Dios. No cocerás el
cabrito en la leche de su madre.
-
Y Jehová
dijo á Moisés: Escribe tú estas
palabras; porque conforme á estas
palabras he hecho la alianza contigo
y con Israel.
-
Y él
estuvo allí con Jehová cuarenta días
y cuarenta noches: no comió pan, ni
bebió agua; y escribió en tablas las
palabras de la alianza, las diez
palabras.
-
Y
aconteció, que descendiendo Moisés
del monte Sinaí con las dos tablas
del testimonio en su mano, mientras
descendía del monte, no sabía él que
la tez de su rostro resplandecía,
después que hubo con El hablado.
-
Y miró
Aarón y todos los hijos de Israel á
Moisés, y he aquí la tez de su
rostro era resplandeciente; y
tuvieron miedo de llegarse á él.
-
Y
llamólos Moisés; y Aarón y todos los
príncipes de la congregación
volvieron á él, y Moisés les habló.
-
Y
después se llegaron todos los hijos
de Israel, á los cuales mandó todas
las cosas que Jehová le había dicho
en el monte de Sinaí.
-
Y cuando
hubo acabado Moisés de hablar con
ellos, puso un velo sobre su rostro.
-
Y cuando
venía Moisés delante de Jehová para
hablar con él, quitábase el velo
hasta que salía; y saliendo, hablaba
con los hijos de Israel lo que le
era mandado;
-
Y veían
los hijos de Israel el rostro de
Moisés, que la tez de su rostro era
resplandeciente; y volvía Moisés á
poner el velo sobre su rostro, hasta
que entraba á hablar con El.
-
Y MOISÉS
hizo juntar toda la congregación de
los hijos de Israel, y díjoles:
Estas son las cosas que Jehová ha
mandado que hagáis.
-
Seis
días se hará obra, mas el día
séptimo os será santo, sábado de
reposo á Jehová: cualquiera que en
él hiciere obra, morirá.
-
No
encenderéis fuego en todas vuestras
moradas en el día del sábado.
-
Y habló
Moisés á toda la congregación de los
hijos de Israel, diciendo: Esto es
lo que Jehová ha mandado, diciendo:
-
Tomad de
entre vosotros ofrenda para Jehová:
todo liberal de corazón la traerá á
Jehová: oro, plata, metal;
-
Y
cárdeno, y púrpura, y carmesí, y
lino fino, y pelo de cabras;
-
Y cueros
rojos de carneros, y cueros de
tejones, y madera de Sittim;
-
Y aceite
para la luminaria, y especias
aromáticas para el aceite de la
unción, y para el perfume aromático;
-
Y
piedras de onix, y demás pedrería,
para el ephod, y para el racional.
-
Y todo
sabio de corazón de entre vosotros,
vendrá y hará todas las cosas que
Jehová ha mandado:
-
El
tabernáculo, su tienda, y su
cubierta, y sus anillos, y sus
tablas, sus barras, sus columnas, y
sus basas;
-
El arca,
y sus varas, la cubierta, y el velo
de la tienda;
-
La mesa,
y sus varas, y todos sus vasos, y el
pan de la proposición.
-
El
candelero de la luminaria, y sus
vasos, y sus candilejas, y el aceite
para la luminaria;
-
Y el
altar del perfume, y sus varas, y el
aceite de la unción, y el perfume
aromático, y el pabellón de la
puerta, para la entrada del
tabernáculo;
-
El altar
del holocausto, y su enrejado de
metal, y sus varas, y todos sus
vasos, y la fuente con su basa;
-
Las
cortinas del atrio, sus columnas, y
sus basas, y el pabellón de la
puerta del atrio;
-
Las
estacas del tabernáculo, y las
estacas del atrio, y sus cuerdas;
-
Las
vestiduras del servicio para
ministrar en el santuario, las
sagradas vestiduras de Aarón el
sacerdote, y las vestiduras de sus
hijos para servir en el sacerdocio.
-
Y salió
toda la congregación de los hijos de
Israel de delante de Moisés.
-
Y vino
todo varón á quien su corazón
estimuló, y todo aquel á quien su
espíritu le dió voluntad, y trajeron
ofrenda á Jehová para la obra del
tabernáculo del testimonio, y para
toda su fábrica, y para las sagradas
vestiduras.
-
Y
vinieron así hombres como mujeres,
todo voluntario de corazón, y
trajeron cadenas y zarcillos,
sortijas y brazaletes, y toda joya
de oro; y cualquiera ofrecía ofrenda
de oro á Jehová.
-
Todo
hombre que se hallaba con jacinto, ó
púrpura, ó carmesí, ó lino fino, ó
pelo de cabras, ó cueros rojos de
carneros, ó cueros de tejones, lo
traía.
-
Cualquiera que ofrecía ofrenda de
plata ó de metal, traía á Jehová la
ofrenda: y todo el que se hallaba
con madera de Sittim, traíala para
toda la obra del servicio.
-
Además
todas las mujeres sabias de corazón
hilaban de sus manos, y traían lo
que habían hilado: cárdeno, ó
púrpura, ó carmesí, ó lino fino.
-
Y todas
las mujeres cuyo corazón las levantó
en sabiduría, hilaron pelos de
cabras.
-
Y los
príncipes trajeron piedras de onix,
y las piedras de los engastes para
el ephod y el racional;
-
Y la
especia aromática y aceite, para la
luminaria, y para el aceite de la
unción, y para el perfume aromático.
-
De los
hijos de Israel, así hombres como
mujeres, todos los que tuvieron
corazón voluntario para traer para
toda la obra, que Jehová había
mandado por medio de Moisés que
hiciesen, trajeron ofrenda
voluntaria á Jehová.
-
Y dijo
Moisés á los hijos de Israel: Mirad,
Jehová ha nombrado á Bezaleel hijo
de Uri, hijo de Hur, de la tribu de
Judá;
-
Y lo ha
henchido de espíritu de Dios, en
sabiduría, en inteligencia, y en
ciencia, y en todo artificio,
-
Para
proyectar inventos, para trabajar en
oro, y en plata, y en metal,
-
Y en
obra de pedrería para engastar, y en
obra de madera, para trabajar en
toda invención ingeniosa.
-
Y ha
puesto en su corazón el que pueda
enseñar, así él como Aholiab hijo de
Ahisamac, de la tribu de Dan:
-
Y los ha
henchido de sabiduría de corazón,
para que hagan toda obra de
artificio, y de invención, y de
recamado en jacinto, y en púrpura, y
en carmesí, y en lino fino, y en
telar; para que hagan toda labor, é
inventen todo diseño.
-
HIZO,
pues, Bezaleel y Aholiab, y todo
hombre sabio de corazón, á quien
Jehová dió sabiduría é inteligencia
para que supiesen hacer toda la obra
del servicio del santuario, todas
las cosas que había mandado Jehová.
-
Y Moisés
llamó á Bezaleel y á Aholiab, y á
todo varón sabio de corazón, en cuyo
corazón había dado Jehová sabiduría,
y á todo hombre á quien su corazón
le movió á llegarse á la obra, para
trabajar en ella;
-
Y
tomaron de delante de Moisés toda la
ofrenda que los hijos de Israel
habían traído para la obra del
servicio del santuario, á fin de
hacerla. Y ellos le traían aún
ofrenda voluntaria cada mañana.
-
Vinieron, por tanto, todos los
maestros que hacían toda la obra del
santuario, cada uno de la obra que
hacía.
-
Y
hablaron á Moisés, diciendo: El
pueblo trae mucho más de lo que es
menester para la atención de hacer
la obra que Jehová ha mandado que se
haga.
-
Entonces
Moisés mandó pregonar por el campo,
diciendo: Ningún hombre ni mujer
haga más obra para ofrecer para el
santuario. Y así fue el pueblo
impedido de ofrecer;
-
Pues
tenia material abundante para hacer
toda la obra, y sobraba.
-
Y todos
los sabios de corazón entre los que
hacían la obra, hicieron el
tabernáculo de diez cortinas, de
lino torcido, y de jacinto, y de
púrpura y carmesí; las cuales
hicieron de obra prima, con
querubines.
-
La
longitud de la una cortina era de
veintiocho codos, y la anchura de
cuatro codos: todas las cortinas
tenían una misma medida.
-
Y juntó
las cinco cortinas la una con la
otra: asimismo unió las otras cinco
cortinas la una con la otra.
-
E hizo
las lazadas de color de jacinto en
la orilla de la una cortina, en el
borde, á la juntura; y así hizo en
la orilla al borde de la segunda
cortina, en la juntura.
-
Cincuenta lazadas hizo en la una
cortina, y otras cincuenta en la
segunda cortina, en el borde, en la
juntura; las unas lazadas enfrente
de las otras.
-
Hizo
también cincuenta corchetes de oro,
con los cuales juntó las cortinas,
la una con la otra; é hízose un
tabernáculo.
-
Hizo
asimismo cortinas de pelo de cabras
para la tienda sobre el tabernáculo,
é hízolas en número de once.
-
La
longitud de la una cortina era de
treinta codos, y la anchura de
cuatro codos: las once cortinas
tenían una misma medida.
-
Y juntó
las cinco cortinas de por sí, y las
seis cortinas aparte.
-
Hizo
además cincuenta lazadas en la
orilla de la postrera cortina en la
juntura, y otras cincuenta lazadas
en la orilla de la otra cortina en
la juntura.
-
Hizo
también cincuenta corchetes de metal
para juntar la tienda, de modo que
fuese una.
-
E hizo
una cubierta para la tienda de
cueros rojos de carneros, y una
cubierta encima de cueros de
tejones.
-
Además
hizo las tablas para el tabernáculo
de madera de Sittim, para estar
derechas.
-
La
longitud de cada tabla de diez
codos, y de codo y medio la anchura.
-
Cada
tabla tenía dos quicios enclavijados
el uno delante del otro: así hizo
todas las tablas del tabernáculo.
-
Hizo,
pues, las tablas para el
tabernáculo: veinte tablas al lado
del austro, al mediodía.
-
Hizo
también las cuarenta basas de plata
debajo de las veinte tablas: dos
basas debajo de la una tabla para
sus dos quicios, y dos basas debajo
de la otra tabla para sus dos
quicios.
-
Y para
el otro lado del tabernáculo, á la
parte del aquilón, hizo veinte
tablas,
-
Con sus
cuarenta basas de plata: dos basas
debajo de la una tabla, y dos basas
debajo de la otra tabla.
-
Y para
el lado occidental del tabernáculo
hizo seis tablas.
-
Para las
esquinas del tabernáculo en los dos
lados hizo dos tablas,
-
Las
cuales se juntaban por abajo, y
asimismo por arriba á un gozne: y
así hizo á la una y á la otra en las
dos esquinas.
-
Eran,
pues, ocho tablas, y sus basas de
plata dieciséis; dos basas debajo de
cada tabla.
-
Hizo
también las barras de madera de
Sittim; cinco para las tablas del un
lado del tabernáculo,
-
Y cinco
barras para las tablas del otro lado
del tabernáculo, y cinco barras para
las tablas del lado del tabernáculo
á la parte occidental.
-
E hizo
que la barra del medio pasase por
medio de las tablas del un cabo al
otro.
-
Y cubrió
las tablas de oro, é hizo de oro los
anillos de ellas por donde pasasen
las barras: cubrió también de oro
las barras.
-
Hizo
asimismo el velo de cárdeno, y
púrpura, y carmesí, y lino torcido,
el cual hizo con querubines de
delicada obra.
-
Y para
él hizo cuatro columnas de madera de
Sittim; y cubriólas de oro, los
capiteles de las cuales eran de oro;
é hizo para ellas cuatro basas de
plata de fundición.
-
Hizo
también el velo para la puerta del
tabernáculo, de jacinto, y púrpura,
y carmesí, y lino torcido, obra de
recamador;
-
Y sus
cinco columnas con sus capiteles: y
cubrió las cabezas de ellas y sus
molduras de oro: pero sus cinco
basas las hizo de metal.
-
HIZO
también Bezaleel el arca de madera
de Sittim: su longitud era de dos
codos y medio, y de codo y medio su
anchura, y su altura de otro codo y
medio:
-
Y
cubrióla de oro puro por de dentro y
por de fuera, é hízole una cornisa
de oro en derredor.
-
Hízole
además de fundición cuatro anillos
de oro á sus cuatro esquinas; en el
un lado dos anillos y en el otro
lado dos anillos.
-
Hizo
también las varas de madera de
Sittim, y cubriólas de oro.
-
Y metió
las varas por los anillos á los
lados del arca, para llevar el arca.
-
Hizo
asimismo la cubierta de oro puro: su
longitud de dos codos y medio, y su
anchura de codo y medio.
-
Hizo
también los dos querubines de oro,
hízolos labrados á martillo, á los
dos cabos de la cubierta:
-
El un
querubín de esta parte al un cabo, y
el otro querubín de la otra parte al
otro cabo de la cubierta: hizo los
querubines á sus dos cabos.
-
Y los
querubines extendían sus alas por
encima, cubriendo con sus alas la
cubierta: y sus rostros el uno
enfrente del otro, hacia la cubierta
los rostros de los querubines.
-
Hizo
también la mesa de madera de Sittim;
su longitud de dos codos, y su
anchura de un codo, y de codo y
medio su altura;
-
Y
cubrióla de oro puro, é hízole una
cornisa de oro en derredor.
-
Hízole
también una moldura alrededor, del
ancho de una mano, á la cual moldura
hizo la cornisa de oro en
circunferencia.
-
Hízole
asimismo de fundición cuatro anillos
de oro, y púsolos á las cuatro
esquinas que correspondían á los
cuatro pies de ella.
-
Delante
de la moldura estaban los anillos,
por los cuales se metiesen las varas
para llevar la mesa.
-
E hizo
las varas de madera de Sittim para
llevar la mesa, y cubriólas de oro.
-
También
hizo los vasos que habían de estar
sobre la mesa, sus platos, y sus
cucharas, y sus cubiertos y sus
tazones con que se había de libar,
de oro fino.
-
Hizo
asimismo el candelero de oro puro, é
hízolo labrado á martillo: su pie y
su caña, sus copas, sus manzanas y
sus flores eran de lo mismo.
-
De sus
lados salían seis brazos; tres
brazos del un lado del candelero, y
otros tres brazos del otro lado del
candelero:
-
En el un
brazo, tres copas figura de
almendras, una manzana y una flor; y
en el otro brazo tres copas figura
de almendras, una manzana y una
flor: y así en los seis brazos que
salían del candelero.
-
Y en el
candelero había cuatro copas figura
de almendras, sus manzanas y sus
flores:
-
Y una
manzana debajo de los dos brazos de
lo mismo, y otra manzana debajo de
los otros dos brazos de lo mismo, y
otra manzana debajo de los otros dos
brazos de lo mismo, conforme á los
seis brazos que salían de él.
-
Sus
manzanas y sus brazos eran de lo
mismo; todo era una pieza labrada á
martillo, de oro puro.
-
Hizo
asimismo sus siete candilejas, y sus
despabiladeras, y sus platillos, de
oro puro;
-
De un
talento de oro puro lo hizo, con
todos sus vasos.
-
Hizo
también el altar del perfume de
madera de Sittim: un codo su
longitud, y otro codo su anchura,
era cuadrado; y su altura de dos
codos; y sus cuernos de la misma
pieza.
-
Y
cubriólo de oro puro, su mesa y sus
paredes alrededor, y sus cuernos: é
hízole una corona de oro alrededor.
-
Hízole
también dos anillos de oro debajo de
la corona en las dos esquinas á los
dos lados, para pasar por ellos las
varas con que había de ser
conducido.
-
E hizo
las varas de madera de Sittim, y
cubriólas de oro.
-
Hizo
asimismo el aceite santo de la
unción, y el fino perfume aromático,
de obra de perfumador.
-
IGUALMENTE hizo el altar del
holocausto de madera de Sittim: su
longitud de cinco codos, y su
anchura de otros cinco codos,
cuadrado, y de tres codos de altura.
-
E hízole
sus cuernos á sus cuatro esquinas,
los cuales eran de la misma pieza, y
cubriólo de metal.
-
Hizo
asimismo todos los vasos del altar:
calderas, y tenazas, y tazones, y
garfios, y palas: todos sus vasos
hizo de metal.
-
E hizo
para el altar el enrejado de metal,
de hechura de red, que puso en su
cerco por debajo hasta el medio del
altar.
-
Hizo
también cuatro anillos de fundición
á los cuatro cabos del enrejado de
metal, para meter las varas.
-
E hizo
las varas de madera de Sittim, y
cubriólas de metal.
-
Y metió
las varas por los anillos á los
lados del altar, para llevarlo con
ellas: hueco lo hizo, de tablas.
-
También
hizo la fuente de metal, con su basa
de metal, de los espejos de las que
velaban á la puerta del tabernáculo
del testimonio.
-
Hizo
asimismo el atrio; á la parte
austral del mediodía las cortinas
del atrio eran de cien codos, de
lino torcido:
-
Sus
columnas veinte, con sus veinte
basas de metal: los capiteles de las
columnas y sus molduras, de plata.
-
Y á la
parte del aquilón cortinas de cien
codos: sus columnas veinte, con sus
veinte basas de metal; los capiteles
de las columnas y sus molduras, de
plata.
-
A la
parte del occidente cortinas de
cincuenta codos: sus columnas diez,
y sus diez basas; los capiteles de
las columnas y sus molduras, de
plata.
-
Y á la
parte oriental, al levante, cortinas
de cincuenta codos:
-
Al un
lado cortinas de quince codos, sus
tres columnas, y sus tres basas;
-
Al otro
lado, de la una parte y de la otra
de la puerta del atrio, cortinas de
á quince codos, sus tres columnas, y
sus tres basas.
-
Todas
las cortinas del atrio alrededor
eran de lino torcido.
-
Y las
basas de las columnas eran de metal;
los capiteles de las columnas y sus
molduras, de plata; asimismo las
cubiertas de las cabezas de ellas,
de plata: y todas las columnas del
atrio tenían molduras de plata.
-
Y el
pabellón de la puerta del atrio fue
de obra de recamado, de jacinto, y
púrpura, y carmesí, y lino torcido:
la longitud de veinte codos, y la
altura en el ancho de cinco codos,
conforme á las cortinas del atrio.
-
Y sus
columnas fueron cuatro con sus
cuatro basas de metal: y sus
capiteles de plata; y las cubiertas
de los capiteles de ellas y sus
molduras, de plata.
-
Y todas
las estacas del tabernáculo y del
atrio alrededor fueron de metal.
-
Estas
son las cuentas del tabernáculo, del
tabernáculo del testimonio, lo que
fué contado de orden de Moisés por
mano de Ithamar, hijo de Aarón
sacerdote, para el ministerio de los
Levitas.
-
Y
Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur,
de la tribu de Judá, hizo todas las
cosas que Jehová mandó á Moisés.
-
Y con él
estaba Aholiab, hijo de Ahisamac, de
la tribu de Dan, artífice, y
diseñador, y recamador en jacinto, y
púrpura, y carmesí, y lino fino.
-
Todo el
oro empleado en la obra, en toda la
obra del santuario, el cual fué oro
de ofrenda, fué veintinueve
talentos, y setecientos y treinta
siclos, según el siclo del
santuario.
-
Y la
plata de los contados de la
congregación fué cien talentos, y
mil setecientos setenta y cinco
siclos, según el siclo del
santuario:
-
Medio
por cabeza, medio siclo, según el
siclo del santuario, á todos los que
pasaron por cuenta de edad de veinte
años y arriba, que fueron
seiscientos tres mil quinientos
cincuenta.
-
Hubo
además cien talentos de plata para
hacer de fundición las basas del
santuario y las basas del velo: en
cien basas cien talentos, á talento
por basa.
-
Y de los
mil setecientos setenta y cinco
siclos hizo los capiteles de las
columnas, y cubrió los capiteles de
ellas, y las ciñó.
-
Y el
metal de la ofrenda fue setenta
talentos, y dos mil cuatrocientos
siclos;
-
Del cual
hizo las basas de la puerta del
tabernáculo del testimonio, y el
altar de metal, y su enrejado de
metal, y todos los vasos del altar.
-
Y las
basas del atrio alrededor, y las
basas de la puerta del atrio, y
todas las estacas del tabernáculo, y
todas las estacas del atrio
alrededor.
-
Y DEL
jacinto, y púrpura, y carmesí,
hicieron las vestimentas del
ministerio para ministrar en el
santuario, y asimismo hicieron las
vestiduras sagradas para Aarón; como
Jehová lo había mandado á Moisés.
-
Hizo
también el ephod de oro, de cárdeno
y púrpura y carmesí, y lino torcido.
-
Y
extendieron las planchas de oro, y
cortaron hilos para tejerlos entre
el jacinto, y entre la púrpura, y
entre el carmesí, y entre el lino,
con delicada obra.
-
Hiciéronle las hombreras que se
juntasen; y uníanse en sus dos
lados.
-
Y el
cinto del ephod que estaba sobre él,
era de lo mismo, conforme á su obra;
de oro, jacinto, y púrpura, y
carmesí, y lino torcido; como Jehová
lo había mandado á Moisés.
-
Y
labraron las piedras oniquinas
cercadas de engastes de oro,
grabadas de grabadura de sello con
los nombres de los hijos de Israel:
-
Y
púsolas sobre las hombreras del
ephod, por piedras de memoria á los
hijos de Israel; como Jehová lo
había á Moisés mandado.
-
Hizo
también el racional de primorosa
obra, como la obra del ephod, de
oro, jacinto, y púrpura, y carmesí,
y lino torcido.
-
Era
cuadrado: doblado hicieron el
racional: su longitud era de un
palmo, y de un palmo su anchura,
doblado.
-
Y
engastaron en él cuatro órdenes de
piedras. El primer orden era un
sardio, un topacio, y un carbunclo:
este el primer orden.
-
El
segundo orden, una esmeralda, un
zafiro, y un diamante.
-
El
tercer orden, un ligurio, un ágata,
y un amatista.
-
Y el
cuarto orden, un berilo, un onix, y
un jaspe: cercadas y encajadas en
sus engastes de oro.
-
Las
cuales piedras eran conforme á los
nombres de los hijos de Israel, doce
según los nombres de ellos; como
grabaduras de sello, cada una con su
nombre según las doce tribus.
-
Hicieron
también sobre el racional las
cadenas pequeñas de hechura de
trenza, de oro puro.
-
Hicieron
asimismo los dos engastes y los dos
anillos, de oro; los cuales dos
anillos de oro pusieron en los dos
cabos del racional.
-
Y
pusieron las dos trenzas de oro en
aquellos dos anillos á los cabos del
racional.
-
Y
fijaron los dos cabos de las dos
trenzas en los dos engastes, que
pusieron sobre las hombreras del
ephod, en la parte delantera de él.
-
E
hicieron dos anillos de oro, que
pusieron en los dos cabos del
racional, en su orilla, á la parte
baja del ephod.
-
Hicieron
además dos anillos de oro, los
cuales pusieron en las dos hombreras
del ephod, abajo en la parte
delantera, delante de su juntura,
sobre el cinto del ephod.
-
Y ataron
el racional de sus anillos á los
anillos del ephod con un cordón de
jacinto, para que estuviese sobre el
cinto del mismo ephod, y no se
apartase el racional del ephod; como
Jehová lo había mandado á Moisés.
-
Hizo
también el manto del ephod de obra
de tejedor, todo de jacinto.
-
Con su
abertura en medio de él, como el
cuello de un coselete, con un borde
en derredor de la abertura, porque
no se rompiese.
-
E
hicieron en las orillas del manto
las granadas de jacinto, y púrpura,
y carmesí, y lino torcido.
-
Hicieron
también las campanillas de oro puro,
las cuales campanillas pusieron
entre las granadas por las orillas
del manto alrededor entre las
granadas:
-
Una
campanilla y una granada, una
campanilla y una granada alrededor,
en las orillas del manto, para
ministrar; como Jehová lo mandó á
Moisés.
-
Igualmente hicieron las túnicas de
lino fino de obra de tejedor, para
Aarón y para sus hijos;
-
Asimismo
la mitra de lino fino, y los adornos
de los chapeos (tiaras) de lino
fino, y los pañetes de lino, de lino
torcido;
-
También
el cinto de lino torcido, y de
jacinto, y púrpura, y carmesí, de
obra de recamador; como Jehová lo
mandó á Moisés.
-
Hicieron
asimismo la plancha de la diadema
santa de oro puro, y escribieron en
ella de grabadura de sello, el
rótulo, SANTIDAD A JEHOVA.
-
Y
pusieron en ella un cordón de
jacinto, para colocarla en alto
sobre la mitra; como Jehová lo había
mandado á Moisés.
-
Y fue
acabada toda la obra del
tabernáculo, del tabernáculo del
testimonio: é hicieron los hijos de
Israel como Jehová lo había mandado
á Moisés: así lo hicieron.
-
Y
trajeron el tabernáculo á Moisés, el
tabernáculo y todos sus vasos; sus
corchetes, sus tablas, sus barras, y
sus columnas, y sus basas;
-
Y la
cubierta de pieles rojas de
carneros, y la cubierta de pieles de
tejones, y el velo del pabellón;
-
El arca
del testimonio, y sus varas, y la
cubierta;
-
La mesa,
todos sus vasos, y el pan de la
proposición;
-
El
candelero limpio, sus candilejas,
las lámparas que debían mantenerse
en orden, y todos sus vasos, y el
aceite para la luminaria;
-
Y el
altar de oro, y el aceite de la
unción, y el perfume aromático, y el
pabellón para la puerta del
tabernáculo;
-
El altar
de metal, con su enrejado de metal,
sus varas, y todos sus vasos; y la
fuente, y su basa;
-
Las
cortinas del atrio, y sus columnas,
y sus basas, y el pabellón para la
puerta del atrio, y sus cuerdas, y
sus estacas, y todos los vasos del
servicio del tabernáculo, del
tabernáculo del testimonio;
-
Las
vestimentas del servicio para
ministrar en el santuario, las
sagradas vestiduras para Aarón el
sacerdote, y las vestiduras de sus
hijos, para ministrar en el
sacerdocio.
-
En
conformidad á todas las cosas que
Jehová había mandado á Moisés, así
hicieron los hijos de Israel toda la
obra.
-
Y vio
Moisés toda la obra, y he aquí que
la habían hecho como Jehová había
mandado; y bendíjolos.
-
Y JEHOVÁ
habló á Moisés, diciendo:
-
En el
primer día del mes primero harás
levantar el tabernáculo, el
tabernáculo del testimonio:
-
Y
pondrás en él el arca del
testimonio, y la cubrirás con el
velo:
-
Y
meterás la mesa, y la pondrás en
orden: meterás también el candelero
y encenderás sus lámparas:
-
Y
pondrás el altar de oro para el
perfume delante del arca del
testimonio, y pondrás el pabellón
delante de la puerta del
tabernáculo.
-
Después
pondrás el altar del holocausto
delante de la puerta del
tabernáculo, del tabernáculo del
testimonio.
-
Luego
pondrás la fuente entre el
tabernáculo del testimonio y el
altar; y pondrás agua en ella.
-
Finalmente pondrás el atrio en
derredor, y el pabellón de la puerta
del atrio.
-
Y
tomarás el aceite de la unción y
ungirás el tabernáculo, y todo lo
que está en él; y le santificarás
con todos sus vasos, y será santo.
-
Ungirás
también el altar del holocausto y
todos sus vasos: y santificarás el
altar, y será un altar santísimo.
-
Asimismo
ungirás la fuente y su basa, y la
santificarás.
-
Y harás
llegar á Aarón y á sus hijos á la
puerta del tabernáculo del
testimonio, y los lavarás con agua.
-
Y harás
vestir á Aarón las vestiduras
sagradas, y lo ungirás, y lo
consagrarás, para que sea mi
sacerdote.
-
Después
harás llegar sus hijos, y les
vestirás las túnicas:
-
Y los
ungirás como ungiste á su padre, y
serán mis sacerdotes: y será que su
unción les servirá por sacerdocio
perpetuo por sus generaciones.
-
Y Moisés
hizo conforme á todo lo que Jehová
le mandó; así lo hizo.
-
Y así en
el día primero del primer mes, en el
segundo año, el tabernáculo fué
erigido.
-
Y Moisés
hizo levantar el tabernáculo, y
asentó sus basas, y colocó sus
tablas, y puso sus barras, é hizo
alzar sus columnas.
-
Y
extendió la tienda sobre el
tabernáculo, y puso la sobrecubierta
encima del mismo; como Jehová había
mandado á Moisés.
-
Y tomó y
puso el testimonio dentro del arca,
y colocó las varas en el arca, y
encima la cubierta sobre el arca:
-
Y metió
el arca en el tabernáculo, y puso el
velo de la tienda, y cubrió el arca
del testimonio; como Jehová había
mandado á Moisés.
-
Y puso
la mesa en el tabernáculo del
testimonio, al lado septentrional
del pabellón, fuera del velo:
-
Y sobre
ella puso por orden los panes
delante de Jehová, como Jehová había
mandado á Moisés.
-
Y puso
el candelero en el tabernáculo del
testimonio, enfrente de la mesa, al
lado meridional del pabellón.
-
Y
encendió las lámparas delante de
Jehová; como Jehová había mandado á
Moisés.
-
Puso
también el altar de oro en el
tabernáculo del testimonio, delante
del velo:
-
Y
encendió sobre él el perfume
aromático; como Jehová había mandado
á Moisés.
-
Puso
asimismo la cortina de la puerta del
tabernáculo.
-
Y colocó
el altar del holocausto á la puerta
del tabernáculo, del tabernáculo del
testimonio; y ofreció sobre él
holocausto y presente; como Jehová
había mandado á Moisés.
-
Y puso
la fuente entre el tabernáculo del
testimonio y el altar; y puso en
ella agua para lavar.
-
Y Moisés
y Aarón y sus hijos lavaban en ella
sus manos y sus pies.
-
Cuando
entraban en el tabernáculo del
testimonio, y cuando se llegaban al
altar, se lavaban; como Jehová había
mandado á Moisés.
-
Finalmente erigió el atrio en
derredor del tabernáculo y del
altar, y puso la cortina de la
puerta del atrio. Y así acabó Moisés
la obra.
-
Entonces
una nube cubrió el tabernáculo del
testimonio, y la gloria de Jehová
hinchió el tabernáculo.
-
Y no
podía Moisés entrar en el
tabernáculo del testimonio, porque
la nube estaba sobre él, y la gloria
de Jehová lo tenía lleno.
-
Y cuando
la nube se alzaba del tabernáculo,
los hijos de Israel se movían en
todas sus jornadas:
-
Pero si
la nube no se alzaba, no se partían
hasta el día en que ella se alzaba.
-
Porque
la nube de Jehová estaba de día
sobre el tabernáculo, y el fuego
estaba de noche en él, á vista de
toda la casa de Israel, en todas sus
jornadas.
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