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Índice:
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24 ]
-
Y
ACONTECIÓ después de la muerte de
Moisés siervo de Jehová, que Jehová
habló á Josué hijo de Nun, ministro
de Moisés, diciendo:
-
Mi
siervo Moisés es muerto: levántate
pues ahora, y pasa este Jordán, tú y
todo este pueblo, á la tierra que yo
les doy á los hijos de Israel.
-
Yo os he
entregado, como lo había dicho á
Moisés, todo lugar que pisare la
planta de vuestro pie.
-
Desde el
desierto y este Líbano hasta el gran
río Eufrates, toda la tierra de los
Hetheos hasta la gran mar del
poniente del sol, será vuestro
término.
-
Nadie te
podrá hacer frente en todos los días
de tu vida: como yo fuí con Moisés,
seré contigo; no te dejaré, ni te
desampararé.
-
Esfuérzate y sé valiente: porque tú
repartirás á este pueblo por heredad
la tierra, de la cual juré á sus
padres que la daría á ellos.
-
Solamente te esfuerces, y seas muy
valiente, para cuidar de hacer
conforme á toda la ley que mi siervo
Moisés te mandó: no te apartes de
ella ni á diestra ni á siniestra,
para que seas prosperado en todas
las cosas que emprendieres.
-
El libro
de aquesta ley nunca se apartará de
tu boca: antes de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y
hagas conforme á todo lo que en él
está escrito: porque entonces harás
prosperar tu camino, y todo te
saldrá bien.
-
Mira que
te mando que te esfuerces y seas
valiente: no temas ni desmayes,
porque Jehová tu Dios será contigo
en donde quiera que fueres.
-
Y Josué
mandó á los oficiales del pueblo,
diciendo:
-
Pasad
por medio del campo, y mandad al
pueblo, diciendo: Preveníos de
comida; porque dentro de tres días
pasaréis el Jordán, para que entréis
á poseer la tierra que Jehová
vuestro Dios os da para que la
poseáis.
-
También
habló Josué á los Rubenitas y
Gaditas, y á la media tribu de
Manasés, diciendo:
-
Acordaos
de la palabra que Moisés, siervo de
Jehová, os mandó diciendo: Jehová
vuestro Dios os ha dado reposo, y os
ha dado esta tierra.
-
Vuestras
mujeres y vuestros niños y vuestras
bestias, quedarán en la tierra que
Moisés os ha dado de esta parte del
Jordán; mas vosotros, todos los
valientes y fuertes, pasaréis
armados delante de vuestros
hermanos, y les ayudaréis;
-
Hasta
tanto que Jehová haya dado reposo á
vuestros hermanos como á vosotros, y
que ellos también posean la tierra
que Jehová vuestro Dios les da: y
después volveréis vosotros á la
tierra de vuestra herencia, la cual
Moisés siervo de Jehová os ha dado,
de esta parte del Jordán hacia donde
nace el sol; y la poseeréis.
-
Entonces
respondieron á Josué, diciendo:
Nosotros haremos todas las cosas que
nos has mandado, é iremos adonde
quiera que nos mandares.
-
De la
manera que obedecimos á Moisés en
todas las cosas, así te obedeceremos
á ti: solamente Jehová tu Dios sea
contigo, como fué con Moisés.
-
Cualquiera que fuere rebelde á tu
mandamiento, y no obedeciere á tus
palabras en todas las cosas que le
mandares, que muera; solamente que
te esfuerces, y seas valiente.
-
Y JOSUÉ,
hijo de Nun, envió desde Sittim dos
espías secretamente, diciéndoles:
Andad, reconoced la tierra, y á
Jericó. Los cuales fueron, y
entráronse en casa de una mujer
ramera que se llamaba Rahab, y
posaron allí.
-
Y fué
dado aviso al rey de Jericó,
diciendo: He aquí que hombres de los
hijos de Israel han venido aquí esta
noche á espiar la tierra.
-
Entonces
el rey de Jericó, envió á decir á
Rahab: Saca fuera los hombres que
han venido á ti, y han entrado en tu
casa; porque han venido á espiar
toda la tierra.
-
Mas la
mujer había tomado los dos hombres,
y los había escondido; y dijo:
Verdad que hombres vinieron á mí,
mas no supe de dónde eran:
-
Y al
cerrarse la puerta, siendo ya
oscuro, esos hombres se salieron, y
no sé á dónde se han ido: seguidlos
apriesa, que los alcanzaréis.
-
Mas ella
los había hecho subir al terrado, y
habíalos escondido entre tascos de
lino que en aquel terrado tenía
puestos.
-
Y los
hombres fueron tras ellos por el
camino del Jordán, hasta los vados:
y la puerta fué cerrada después que
salieron los que tras ellos iban.
-
Mas
antes que ellos durmiesen, ella
subió á ellos al terrado, y díjoles:
-
Sé que
Jehová os ha dado esta tierra;
porque el temor de vosotros ha caído
sobre nosotros, y todos los
moradores del país están desmayados
por causa de vosotros;
-
Porque
hemos oído que Jehová hizo secar las
aguas del mar Bermejo delante de
vosotros, cuando salisteis de
Egipto, y lo que habéis hecho á los
dos reyes de los Amorrheos que
estaban de la parte allá del Jordán,
á Sehón y á Og, á los cuales habéis
destruído.
-
Oyendo
esto, ha desmayado nuestro corazón;
ni ha quedado más espíritu en alguno
por causa de vosotros: porque Jehová
vuestro Dios es Dios arriba en los
cielos y abajo en la tierra.
-
Ruégoos
pues ahora, me juréis por Jehová,
que como he hecho misericordia con
vosotros, así la haréis vosotros con
la casa de mi padre, de lo cual me
daréis una señal cierta;
-
Y que
salvaréis la vida á mi padre y á mi
madre, y á mis hermanos y hermanas,
y á todo lo que es suyo; y que
libraréis nuestras vidas de la
muerte.
-
Y ellos
le respondieron: Nuestra alma por
vosotros hasta la muerte, si no
denunciareis este nuestro negocio: y
cuando Jehová nos hubiere dado la
tierra, nosotros haremos contigo
misericordia y verdad.
-
Entonces
ella los hizo descender con una
cuerda por la ventana; porque su
casa estaba á la pared del muro, y
ella vivía en el muro.
-
Y
díjoles: Marchaos al monte, porque
los que fueron tras vosotros no os
encuentren; y estad escondidos allí
tres días, hasta que los que os
siguen hayan vuelto; y después os
iréis vuestro camino.
-
Y ellos
le dijeron: Nosotros seremos
desobligados de este juramento con
que nos has conjurado.
-
He aquí,
cuando nosotros entráremos en la
tierra, tú atarás este cordón de
grana á la ventana por la cual nos
descolgaste: y tú juntarás en tu
casa tu padre y tu madre, tus
hermanos y toda la familia de tu
padre.
-
Cualquiera que saliere fuera de las
puertas de tu casa, su sangre será
sobre su cabeza, y nosotros sin
culpa. Mas cualquiera que se
estuviere en casa contigo, su sangre
será sobre nuestra cabeza, si mano
le tocare.
-
Y si tú
denunciares este nuestro negocio,
nosotros seremos desobligados de
este tu juramento con que nos has
juramentado.
-
Y ella
respondió: Sea así como habéis
dicho. Luego los despidió, y se
fueron: y ella ató el cordón de
grana á la ventana.
-
Y
caminando ellos, llegaron al monte,
y estuvieron allí tres días, hasta
que los que los seguían se hubiesen
vuelto: y los que los siguieron,
buscaron por todo el camino, mas no
los hallaron.
-
Y
tornándose los dos varones,
descendieron del monte, y pasaron, y
vinieron á Josué hijo de Nun, y
contáronle todas las cosas que les
habían acontecido.
-
Y
dijeron á Josué: Jehová ha entregado
toda la tierra en nuestras manos; y
también todos los moradores del país
están desmayados delante de
nosotros.
-
Y
LEVANTOSE Josué de mañana, y
partieron de Sittim, y vinieron
hasta el Jordán, él y todos los
hijos de Israel, y reposaron allí
antes que pasasen.
-
Y
pasados tres días, los oficiales
atravesaron por medio del campo,
-
Y
mandaron al pueblo, diciendo: Cuando
viereis el arca del pacto de Jehová
vuestro Dios, y los sacerdotes y
Levitas que la llevan, vosotros
partiréis de vuestro lugar, y
marcharéis en pos de ella.
-
Empero
entre vosotros y ella haya distancia
como de la medida de dos mil codos:
y no os acercaréis á ella, á fin de
que sepáis el camino por donde
habéis de ir: por cuanto vosotros no
habéis pasado antes de ahora por
este camino.
-
Y Josué
dijo al pueblo: Santificaos, porque
Jehová hará mañana entre vosotros
maravillas.
-
Y habló
Josué á los sacerdotes, diciendo:
Tomad el arca del pacto, y pasad
delante del pueblo. Y ellos tomaron
el arca del pacto, y fueron delante
del pueblo.
-
Entonces
Jehová dijo á Josué: Desde aqueste
día comenzaré á hacerte grande
delante de los ojos de todo Israel,
para que entiendan que como fuí con
Moisés, así seré contigo.
-
Tú,
pues, mandarás á los sacerdotes que
llevan el arca del pacto, diciendo:
Cuando hubiereis entrado hasta el
borde del agua del Jordán, pararéis
en el Jordán.
-
Y Josué
dijo á los hijos de Israel: Llegaos
acá, y escuchad las palabras de
Jehová vuestro Dios.
-
Y añadió
Josué: En esto conoceréis que el
Dios viviente está en medio de
vosotros, y que él echará de delante
de vosotros al Cananeo, y al Heteo,
y al Heveo, y al Pherezeo, y al
Gergeseo, y al Amorrheo, y al
Jebuseo.
-
He aquí,
el arca del pacto del Señoreador de
toda la tierra pasa el Jordán
delante de vosotros.
-
Tomad,
pues, ahora doce hombres de las
tribus de Israel, de cada tribu uno.
-
Y cuando
las plantas de los pies de los
sacerdotes que llevan el arca de
Jehová Señoreador de toda la tierra,
fueren asentadas sobre las aguas del
Jordán, las aguas del Jordán se
partirán: porque las aguas que
vienen de arriba se detendrán en un
montón.
-
Y
aconteció, que partiendo el pueblo
de sus tiendas para pasar el Jordán,
y los sacerdotes delante del pueblo
llevando el arca del pacto,
-
Cuando
los que llevaban el arca entraron en
el Jordán, así como los pies de los
sacerdotes que llevaban el arca
fueron mojados á la orilla del agua,
(porque el Jordán suele reverter
sobre todos sus bordes todo el
tiempo de la siega,)
-
Las
aguas que venían de arriba, se
pararon como en un montón bien lejos
de la ciudad de Adam, que está al
lado de Sarethán; y las que
descendían á la mar de los llanos,
al mar Salado, se acabaron y fueron
partidas; y el pueblo pasó en
derecho de Jericó.
-
Mas los
sacerdotes que llevaban el arca del
pacto de Jehová, estuvieron en seco,
firmes en medio del Jordán, hasta
que todo el pueblo hubo acabado de
pasar el Jordán; y todo Israel pasó
en seco.
-
Y CUANDO
toda la gente hubo acabado de pasar
el Jordán, Jehová habló á Josué,
diciendo:
-
Tomad
del pueblo doce hombres, de cada
tribu uno,
-
Y
mandadles, diciendo: Tomaos de aquí
del medio del Jordán, del lugar
donde están firmes los pies de los
sacerdotes, doce piedras, las cuales
pasaréis con vosotros, y las
asentaréis en el alojamiento donde
habéis de tener la noche.
-
Entonces
Josué llamó á los doce hombres, los
cuales había él ordenado de entre
los hijos de Israel, de cada tribu
uno;
-
Y
díjoles Josué: Pasad delante del
arca de Jehová vuestro Dios al medio
del Jordán; y cada uno de vosotros
tome una piedra sobre su hombro,
conforme al número de las tribus de
los hijos de Israel;
-
Para que
esto sea señal entre vosotros; y
cuando vuestros hijos preguntaren á
sus padres mañana, diciendo: ¿Qué os
significan estas piedras?
-
Les
responderéis: Que las aguas del
Jordán fueron partidas delante del
arca del pacto de Jehová; cuando
ella pasó el Jordán, las aguas del
Jordán se partieron: y estas piedras
serán por memoria á los hijos de
Israel para siempre.
-
Y los
hijos de Israel lo hicieron así como
Josué les mandó: que levantaron doce
piedras del medio del Jordán, como
Jehová lo había dicho á Josué,
conforme al número de las tribus de
los hijos de Israel, y pasáronlas
consigo al alojamiento, y las
asentaron allí.
-
Josué
también levantó doce piedras en
medio del Jordán, en el lugar donde
estuvieron los pies de los
sacerdotes que llevaban el arca del
pacto; y han estado allí hasta hoy.
-
Y los
sacerdotes que llevaban el arca se
pararon en medio del Jordán, hasta
tanto que se acabó todo lo que
Jehová había mandado á Josué que
hablase al pueblo, conforme á todas
las cosas que Moisés había á Josué
mandado: y el pueblo se dió priesa y
pasó.
-
Y cuando
todo el pueblo acabó de pasar, pasó
también el arca de Jehová, y los
sacerdotes, en presencia del pueblo.
-
También
los hijos de Rubén y los hijos de
Gad, y la media tribu de Manasés,
pasaron armados delante de los hijos
de Israel, según Moisés les había
dicho:
-
Como
cuarenta mil hombres armados á punto
pasaron hacia la campiña de Jericó
delante de Jehová á la guerra.
-
En aquel
día Jehová engrandeció á Josué en
ojos de todo Israel: y temiéronle,
como habían temido á Moisés, todos
los días de su vida.
-
Y Jehová
habló á Josué, diciendo:
-
Manda á
los sacerdotes que llevan el arca
del testimonio, que suban del
Jordán.
-
Y Josué
mandó á los sacerdotes, diciendo:
Subid del Jordán.
-
Y
aconteció que como los sacerdotes
que llevaban el arca del pacto de
Jehová, subieron del medio del
Jordán, y las plantas de los pies de
los sacerdotes estuvieron en seco,
las aguas del Jordán se volvieron á
su lugar, á su lugar, fkbcorriendo
como antes sobre todos sus bordes.
-
Y el
pueblo subió del Jordán el diez del
mes primero, y asentaron el campo en
Gilgal, al lado oriental de Jericó.
-
Y Josué
erigió en Gilgal las doce piedras
que habían traído del Jordán.
-
Y habló
á los hijos de Israel, diciendo:
Cuando mañana preguntaren vuestros
hijos á sus padres, y dijeren: ¿Qué
os significan estas piedras?
-
Declararéis á vuestros hijos,
diciendo: Israel pasó en seco por
este Jordán.
-
Porque
Jehová vuestro Dios secó las aguas
del Jordán delante de vosotros,
hasta que habíais pasado, á la
manera que Jehová vuestro Dios lo
había hecho en el mar Bermejo, al
cual secó delante de nosotros hasta
que pasamos:
-
Para que
todos los pueblos de la tierra
conozcan la mano de Jehová, que es
fuerte; para que temáis á Jehová
vuestro Dios todos los días.
-
Y CUANDO
todos los reyes de los Amorrheos,
que estaban de la otra parte del
Jordán al occidente, y todos los
reyes de los Cananeos, que estaban
cerca de la mar, oyeron como Jehová
había secado las aguas del Jordán
delante de los hijos de Israel hasta
que hubieron pasado, desfalleció su
corazón, y no hubo más espíritu en
ellos delante de los hijos de
Israel.
-
En aquel
tiempo Jehová dijo á Josué: Hazte
cuchillos afilados, y vuelve á
circuncidar la segunda vez á los
hijos de Israel.
-
Y Josué
se hizo cuchillos afilados, y
circuncidó á los hijos de Israel en
el monte de los prepucios.
-
Esta es
la causa por la cual Josué los
circuncidó: todo el pueblo que había
salido de Egipto, los varones, todos
los hombres de guerra, habían muerto
en el desierto por el camino,
después que salieron de Egipto.
-
Porque
todos los del pueblo que habían
salido, estaban circuncidados: mas
todo el pueblo que había nacido en
el desierto por el camino, después
que salieron de Egipto, no estaban
circuncidados.
-
Porque
los hijos de Israel anduvieron por
el desierto cuarenta años, hasta que
toda la gente de los hombres de
guerra que habían salido de Egipto,
fué consumida, por cuanto no
obedecieron á la voz de Jehová; por
lo cual Jehová les juró que no les
dejaría ver la tierra, de la cual
Jehová había jurado á sus padres que
nos la daría, tierra que fluye leche
y miel.
-
Y los
hijos de ellos, que él había hecho
suceder en su lugar, Josué los
circuncidó; pues eran incircuncisos,
porque no habían sido circuncidados
por el camino.
-
Y cuando
hubieron acabado de circuncidar toda
la gente, quedáronse en el mismo
lugar en el campo, hasta que
sanaron.
-
Y Jehová
dijo á Josué: Hoy he quitado de
vosotros el oprobio de Egipto: por
lo cual el nombre de aquel lugar fué
llamado Gilgal, hasta hoy.
-
Y los
hijos de Israel asentaron el campo
en Gilgal, y celebraron la pascua á
los catorce días del mes, por la
tarde, en los llanos de Jericó.
-
Y al
otro día de la pascua comieron del
fruto de la tierra los panes sin
levadura, y en el mismo día espigas
nuevas tostadas.
-
Y el
maná cesó el día siguiente, desde
que comenzaron á comer del fruto de
la tierra: y los hijos de Israel
nunca más tuvieron maná, sino que
comieron de los frutos de la tierra
de Canaán aquel año.
-
Y
estando Josué cerca de Jericó, alzó
sus ojos, y vió un varón que estaba
delante de él, el cual tenía una
espada desnuda en su mano. Y Josué
yéndose hacia él, le dijo: ¿Eres de
los nuestros, ó de nuestros
enemigos?
-
Y él
respondió: No; mas Príncipe del
ejército de Jehová, ahora he venido.
Entonces Josué postrándose sobre su
rostro en tierra le adoró; y díjole:
¿Qué dice mi Señor á su siervo?
-
Y el
Príncipe del ejército de Jehová
repondió á Josué: Quita tus zapatos
de tus pies; porque el lugar donde
estás es santo. Y Josué lo hizo así.
-
EMPERO
Jericó estaba cerrada, bien cerrada,
á causa de los hijos de Israel:
nadie entraba, ni salía.
-
Mas
Jehová dijo á Josué: Mira, yo he
entregado en tu mano á Jericó y á su
rey, con sus varones de guerra.
-
Cercaréis pues la ciudad todos los
hombres de guerra, yendo alrededor
de la ciudad una vez: y esto haréis
seis días.
-
Y siete
sacerdotes llevarán siete bocinas de
cuernos de carneros delante del
arca; y al séptimo día daréis siete
vueltas á la ciudad, y los
sacerdotes tocarán las bocinas.
-
Y cuando
tocaren prolongadamente el cuerno de
carnero, así que oyereis el sonido
de la bocina, todo el pueblo gritará
á gran voz, y el muro de la ciudad
caerá debajo de sí: entonces el
pueblo subirá cada uno en derecho de
sí.
-
Y
llamando Josué hijo de Nun á los
sacerdotes, les dijo: Llevad el arca
del pacto, y siete sacerdotes lleven
bocinas de cuernos de carneros
delante del arca de Jehová.
-
Y dijo
al pueblo: Pasad, y rodead la
ciudad; y los que están armados
pasarán delante del arca de Jehová.
-
Y así
que Josué hubo hablado al pueblo,
los siete sacerdotes, llevando las
siete bocinas de cuernos de
carneros, pasaron delante del arca
de Jehová, y tocaron las bocinas: y
el arca del pacto de Jehová los
seguía.
-
Y los
armados iban delante de los
sacerdotes que tocaban las bocinas,
y la gente reunida iba detrás del
arca, andando y tocando bocinas.
-
Y Josué
mandó al pueblo, diciendo: Vosotros
no daréis grita, ni se oirá vuestra
voz, ni saldrá palabra de vuestra
boca, hasta el día que yo os diga:
Gritad: entonces daréis grita.
-
El arca
pues de Jehová dió una vuelta
alrededor de la ciudad, y viniéronse
al real, en el cual tuvieron la
noche.
-
Y Josué
se levantó de mañana, y los
sacerdotes tomaron el arca de
Jehová.
-
Y los
siete sacerdotes, llevando las siete
bocinas de cuernos de carneros,
fueron delante del arca de Jehová,
andando siempre y tocando las
bocinas; y los armados iban delante
de ellos, y la gente reunida iba
detrás del arca de Jehová, andando y
tocando las bocinas.
-
Así
dieron otra vuelta á la ciudad el
segundo día, y volviéronse al real:
de esta manera hicieron por seis
días.
-
Y al
séptimo día levantáronse cuando
subía el alba, y dieron vuelta á la
ciudad de la misma manera siete
veces: solamente este día dieron
vuelta alrededor de ella siete
veces.
-
Y como
los sacerdotes hubieron tocado las
bocinas la séptima vez, Josué dijo
al pueblo: Dad grita, porque Jehová
os ha entregado la ciudad.
-
Mas la
ciudad será anatema á Jehová, ella
con todas las cosas que están en
ella: solamente Rahab la ramera
vivirá, con todos los que estuvieren
en casa con ella, por cuanto
escondió los mensajeros que
enviamos.
-
Empero
guardaos vosotros del anatema, que
ni toquéis, ni toméis alguna cosa
del anatema, porque no hagáis
anatema el campo de Israel, y lo
turbéis.
-
Mas toda
la plata, y el oro, y vasos de metal
y de hierro, sea consagrado á
Jehová, y venga al tesoro de Jehová.
-
Entonces
el pueblo dió grita, y los
sacerdotes tocaron las bocinas: y
aconteció que como el pueblo hubo
oído el sonido de la bocina, dió el
pueblo grita con gran vocerío, y el
muro cayó á plomo. El pueblo subió
luego á la ciudad, cada uno en
derecho de sí, y tomáronla.
-
Y
destruyeron todo lo que en la ciudad
había; hombres y mujeres, mozos y
viejos, hasta los bueyes, y ovejas,
y asnos, á filo de espada.
-
Mas
Josué dijo á los dos hombres que
habían reconocido la tierra: Entrad
en casa de la mujer ramera, y haced
salir de allá á la mujer, y á todo
lo que fuere suyo, como lo
jurasteis.
-
Y los
mancebos espías entraron, y sacaron
á Rahab, y á su padre, y á su madre,
y á sus hermanos, y todo lo que era
suyo; y también sacaron á toda su
parentela, y pusiéronlos fuera del
campo de Israel.
-
Y
consumieron con fuego la ciudad, y
todo lo que en ella había: solamente
pusieron en el tesoro de la casa de
Jehová la plata, y el oro, y los
vasos de metal y de hierro.
-
Mas
Josué salvó la vida á Rahab la
ramera, y á la casa de su padre, y á
todo lo que ella tenía: y habitó
ella entre los Israelitas hasta hoy;
por cuanto escondió los mensajeros
que Josué envió á reconocer á
Jericó.
-
Y en
aquel tiempo Josué les juramentó
diciendo: Maldito delante de Jehová
el hombre que se levantare y
reedificare esta ciudad de Jericó.
En su primogénito eche sus
cimientos, y en su menor asiente sus
puertas.
-
Fué pues
Jehová con Josué, y su nombre se
divulgó por toda la tierra.
-
EMPERO
los hijos de Israel cometieron
prevaricación en el anatema: porque
Achân, hijo de Carmi, hijo de Zabdi,
hijo de Zera, de la tribu de Judá,
tomó del anatema; y la ira de Jehová
se encendió contra los hijos de
Israel.
-
Y Josué
envió hombres desde Jericó á Hai,
que estaba junto á Beth-aven hacia
el oriente de Beth-el; y hablóles
diciendo: Subid, y reconoced la
tierra. Y ellos subieron, y
reconocieron á Hai.
-
Y
volviendo á Josué, dijéronle: No
suba todo el pueblo, mas suban como
dos mil ó como tres mil hombre, y
tomarán á Hai: no fatigues á todo el
pueblo allí, porque son pocos.
-
Y
subieron allá del pueblo como tres
mil hombres, los cuales huyeron
delante de los de Hai.
-
Y los de
Hai hirieron de ellos como treinta y
seis hombre, y siguiéronlos desde la
puerta hasta Sebarim, y los
rompieron en la bajada: por lo que
se disolvió el corazón del pueblo, y
vino á ser como agua.
-
Entonces
Josué rompió sus vestidos, y
postróse en tierra sobre su rostro
delante del arca de Jehová hasta la
tarde, él y los ancianos de Israel;
y echaron polvo sobre sus cabezas.
-
Y Josué
dijo: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué
hiciste pasar á este pueblo el
Jordán, para entregarnos en las
manos de los Amorrheos, que nos
destruyan? ¡Ojalá nos hubiéramos
quedado de la otra parte del Jordán!
-
¡Ay
Señor! ¿qué diré, ya que Israel ha
vuelto las espaldas delante de sus
enemigos?
-
Porque
los Cananeos y todos los moradores
de la tierra oirán, y nos cercarán,
y raerán nuestro nombre de sobre la
tierra: entonces ¿qué harás tú á tu
grande nombre?
-
Y Jehová
dijo á Josué: Levántate; ¿por qué te
postras así sobre tu rostro?
-
Israel
ha pecado, y aun han quebrantado mi
pacto que yo les había mandado; pues
aun han tomado del anatema, y hasta
han hurtado, y también han mentido,
y aun lo han guardado entre sus
enseres.
-
Por esto
los hijos de Israel no podrán estar
delante de sus enemigos, sino que
delante de sus enemigos volverán las
espaldas; por cuanto han venido á
ser anatema: ni seré más con
vosotros, si no destruyereis el
anatema de en medio de vosotros.
-
Levántate, santifica al pueblo, y
di: Santificaos para mañana, porque
Jehová el Dios de Israel dice así:
Anatema hay en medio de ti, Israel;
no podrás estar delante de tus
enemigos, hasta tanto que hayáis
quitado el anatema de en medio de
vosotros.
-
Os
allegaréis, pues, mañana por
vuestras tribus; y la tribu que
Jehová tomare, se allegará por sus
familias; y la familia que Jehová
tomare, se allegará por sus casas; y
la casa que Jehová tomare,
allegaráse por los varones;
-
Y el que
fuere cogido en el anatema, será
quemado á fuego, él y todo lo que
tiene, por cuanto ha quebrantado el
pacto de Jehová, y ha cometido
maldad en Israel.
-
Josué,
pues, levantándose de mañana, hizo
allegar á Israel por sus tribus; y
fué tomada la tribu de Judá;
-
Y
haciendo allegar la tribu de Judá,
fué tomada la familia de los de
Zera; haciendo luego allegar la
familia de los de Zera por los
varones, fué tomado Zabdi;
-
E hizo
allegar su casa por los varones, y
fué tomado Achân, hijo de Carmi,
hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la
tribu de Judá.
-
Entonces
Josué dijo á Achân: Hijo mío, da
gloria ahora á Jehová el Dios de
Israel, y dale alabanza, y declárame
ahora lo que has hecho; no me lo
encubras.
-
Y Achân
respondió á Josué, diciendo:
Verdaderamente yo he pecado contra
Jehová el Dios de Israel, y he hecho
así y así:
-
Que vi
entre los despojos un manto
babilónico muy bueno, y doscientos
siclos de plata, y un changote de
oro de peso de cincuenta siclos; lo
cual codicié, y tomé: y he aquí que
está escondido debajo de tierra en
el medio de mi tienda, y el dinero
debajo de ello.
-
Josué
entonces envió mensajeros, los
cuales fueron corriendo á la tienda;
y he aquí estaba escondido en su
tienda, y el dinero debajo de ello:
-
Y
tomándolo de en medio de la tienda,
trajéronlo á Josué y á todos los
hijos de Israel, y pusiéronlo
delante de Jehová.
-
Entonces
Josué, y todo Israel con él, tomó á
Achân hijo de Zera, y el dinero, y
el manto, y el changote de oro, y
sus hijos, y sus hijas, y sus
bueyes, y sus asnos, y sus ovejas, y
su tienda, y todo cuanto tenía, y
lleváronlo todo al valle de Achôr;
-
Y dijo
Josué: ¿Por qué nos has turbado?
Túrbete Jehová en este día. Y todos
los Israelitas los apedrearon, y los
quemaron á fuego, después de
apedrearlos con piedras;
-
Y
levantaron sobre él un gran montón
de piedras, hasta hoy. Y Jehová se
tornó de la ira de su furor. Y por
esto fué llamado aquel lugar el
Valle de Achôr, hasta hoy.
-
Y JEHOVÁ
dijo á Josué: No temas, ni desmayes;
toma contigo toda la gente de
guerra, y levántate y sube á Hai.
Mira, yo he entregado en tu mano al
rey de Hai, y á su pueblo, á su
ciudad, y á su tierra.
-
Y harás
á Hai y á su rey como hiciste á
Jericó y á su rey: sólo que sus
despojos y sus bestias tomaréis para
vosotros. Pondrás, pues, emboscadas
á la ciudad detrás de ella.
-
Y
levantóse Josué, y toda la gente de
guerra, para subir contra Hai: y
escogió Josué treinta mil hombres
fuertes, los cuales envió de noche.
-
Y
mandóles, diciendo: Mirad, pondréis
emboscada á la ciudad detrás de
ella: no os alejaréis mucho de la
ciudad, y estaréis todos
apercibidos.
-
Y yo, y
todo el pueblo que está conmigo, nos
acercaremos á la ciudad; y cuando
saldrán ellos contra nosotros, como
hicieron antes, huiremos delante de
ellos.
-
Y ellos
saldrán tras nosotros, hasta que los
arranquemos de la ciudad; porque
ellos dirán: Huyen de nosotros como
la primera vez. Huiremos, pues,
delante de ellos.
-
Entonces
vosotros os levantaréis de la
emboscada, y os echaréis sobre la
ciudad; pues Jehová vuestro Dios la
entregará en vuestras manos.
-
Y cuando
la hubiereis tomado, le prenderéis
fuego. Haréis conforme á la palabra
de Jehová. Mirad que os lo he
mandado.
-
Entonces
Josué los envió; y ellos se fueron á
la emboscada, y pusiéronse entre
Beth-el y Hai, al occidente de Hai:
y Josué se quedó aquella noche en
medio del pueblo.
-
Y
levantándose Josué muy de mañana,
revistó al pueblo, y subió él, con
los ancianos de Israel, delante del
pueblo contra Hai.
-
Y toda
la gente de guerra que con él
estaba, subió, y acercóse, y
llegaron delante de la ciudad, y
asentaron el campo á la parte del
norte de Hai: y el valle estaba
entre él y Hai.
-
Y tomó
como cinco mil hombres, y púsolos en
emboscada entre Beth-el y Hai, á la
parte occidental de la ciudad.
-
Y el
pueblo, todo el campo que estaba á
la parte del norte de la ciudad,
colocado ya cerca, y su emboscada al
occidente de la ciudad, vínose Josué
aquella noche al medio del valle.
-
Lo cual
como viese el rey de Hai, levantóse
prestamente de mañana, y salió con
la gente de la ciudad contra Israel,
él y todo su pueblo, para combatir
por el llano al tiempo señalado, no
sabiendo que le estaba puesta
emboscada á las espaldas de la
ciudad.
-
Entonces
Josué y todo Israel, haciéndose
vencidos, huyeron delante de ellos
por el camino del desierto.
-
Y todo
el pueblo que estaba en Hai se juntó
para seguirlos: y siguieron á Josué,
siendo así arrancados de la ciudad.
-
Y no
quedó hombre en Hai y Beth-el, que
no saliera tras de Israel; y por
seguir á Israel dejaron la ciudad
abierta.
-
Entonces
Jehová dijo á Josué: Levanta la
lanza que tienes en tu mano hacia
Hai, porque yo la entregaré en tu
mano. Y Josué levantó hacia la
ciudad la lanza que en su mano
tenía.
-
Y
levantándose prestamente de su lugar
los que estaban en la emboscada,
corrieron luego que él alzó su mano,
y vinieron á la ciudad, y la
tomaron, y apresuráronse á prenderle
fuego.
-
Y como
los de la ciudad miraron atrás,
observaron, y he aquí el humo de la
ciudad que subía al cielo, y no
tuvieron arbitrio para huir ni á una
parte ni á otra: y el pueblo que iba
huyendo hacia el desierto, se volvió
contra los que le seguían.
-
Josué y
todo Israel, viendo que los de la
emboscada habían tomado la ciudad, y
que el humo de la ciudad subía,
tornaron, é hirieron á los de Hai.
-
Y los
otros salieron de la ciudad á su
encuentro: y así fueron encerrados
en medio de Israel, los unos de la
una parte, y los otros de la otra. Y
los hirieron hasta que no quedó
ninguno de ellos que escapase.
-
Y
tomaron vivo al rey de Hai, y
trajéronle á Josué.
-
Y cuando
los Israelitas acabaron de matar á
todos los moradores de Hai en el
campo, en el desierto, donde ellos
los habían perseguido, y que todos
habían caído á filo de espada hasta
ser consumidos, todos los Israelitas
se tornaron á Hai, y también la
pusieron á cuchillo.
-
Y el
número de los que cayeron aquel día,
hombres y mujeres, fué doce mil,
todos los de Hai.
-
Y Josué
no retrajo su mano que había
extendido con la lanza, hasta que
hubo destruído á todos los moradores
de Hai.
-
Empero
los Israelitas tomaron para sí las
bestias y los despojos de la ciudad,
conforme á la palabra de Jehová que
él había mandado á Josué.
-
Y Josué
quemó á Hai y redújola á un montón
perpetuo, asolado hasta hoy.
-
Mas al
rey de Hai colgó de un madero hasta
la tarde: y como el sol se puso,
mandó Josué que quitasen del madero
su cuerpo, y lo echasen á la puerta
de la ciudad: y levantaron sobre él
un gran montón de piedras, hasta
hoy.
-
Entonces
Josué edificó un altar á Jehová Dios
de Israel en el monte de Ebal,
-
Como
Moisés, siervo de Jehová, lo había
mandado á los hijos de Israel, como
está escrito en el libro de la ley
de Moisés, un altar de piedras
enteras sobre las cuales nadie alzó
hierro: y ofrecieron sobre él
holocaustos á Jehová, y sacrificaron
víctimas pacíficas.
-
También
escribió allí en piedras la
repetición de la ley de Moisés, la
cual él había escrito delante de los
hijos de Israel.
-
Y todo
Israel, y sus ancianos, oficiales, y
jueces, estaban de la una y de la
otra parte junto al arca, delante de
los sacerdotes Levitas que llevan el
arca del pacto de Jehová; así
extranjeros como naturales, la mitad
de ellos estaba hacia el monte de
Gerizim, y la otra mitad hacia el
monte de Ebal; de la manera que
Moisés, siervo de Jehová, lo había
mandado antes, para que bendijesen
primeramente al pueblo de Israel.
-
Después
de esto, leyó todas las palabras de
la ley, las bendiciones y las
maldiciones, conforme á todo lo que
está escrito en el libro de la ley.
-
No hubo
palabra alguna de todas las cosas
que mandó Moisés, que Josué no
hiciese leer delante de toda la
congregación de Israel, mujeres y
niños, y extranjeros que andaban
entre ellos.
-
Y
ACONTECIÓ que como oyeron estas
cosas todos los reyes que estaban de
esta parte del Jordán, así en las
montañas como en los llanos, y en
toda la costa de la gran mar delante
del Líbano, los Hetheos, Amorrheos,
Cananeos, Pherezeos, Heveos, y
Jebuseos;
-
Juntáronse á una, de un acuerdo,
para pelear contra Josué é Israel.
-
Mas los
moradores de Gabaón, como oyeron lo
que Josué había hecho á Jericó y á
Hai,
-
Ellos
usaron también de astucia; pues
fueron y fingiéronse embajadores, y
tomaron sacos viejos sobre sus
asnos, y cueros viejos de vino,
rotos y remendados,
-
Y
zapatos viejos y recosidos en sus
pies, con vestidos viejos sobre sí;
y todo el pan que traían para el
camino, seco y mohoso.
-
Así
vinieron á Josué al campo en Gilgal,
y dijéronle á él y á los de Israel:
Nosotros venimos de tierra muy
lejana: haced pues ahora con
nosotros alianza.
-
Y los de
Israel respondieron á los Heveos:
Quizás vosotros habitáis en medio de
nosotros: ¿cómo pues podremos
nosotros hacer alianza con vosotros?
-
Y ellos
respondieron á Josué: Nosotros somos
tus siervos. Y Josué les dijo:
¿Quién sois vosotros y de dónde
venís?
-
Y ellos
respondieron: Tus siervos han venido
de muy lejanas tierras, por la fama
de Jehová tu Dios; porque hemos oído
su fama, y todas las cosas que hizo
en Egipto,
-
Y todo
lo que hizo á los dos reyes de los
Amorrheos que estaban de la otra
parte del Jordán; á Sehón rey de
Hesbón, y á Og rey de Basán, que
estaba en Astaroth.
-
Por lo
cual nuestros ancianos y todos los
moradores de nuestra tierra nos
dijeron: Tomad en vuestras manos
provisión para el camino, é id al
encuentro de ellos, y decidles:
Nosotros somos vuestros siervos, y
haced ahora con nosotros alianza.
-
Este
nuestro pan tomamos caliente de
nuestras casas para el camino el día
que salimos para venir á vosotros; y
helo aquí ahora que está seco y
mohoso:
-
Estos
cueros de vino también los henchimos
nuevos; helos aquí ya rotos: también
estos nuestros vestidos y nuestros
zapatos están ya viejos á causa de
lo muy largo del camino.
-
Y los
hombres de Israel tomaron de su
provisión del camino, y no
preguntaron á la boca de Jehová.
-
Y Josué
hizo paz con ellos, y concertó con
ellos que les dejaría la vida:
también los príncipes de la
congregación les juraron.
-
Pasados
tres días después que hicieron con
ellos el concierto, oyeron como eran
sus vecinos, y que habitaban en
medio de ellos.
-
Y
partiéronse los hijos de Israel, y
al tercer día llegaron á sus
ciudades: y sus ciudades eran
Gabaón, Caphira, Beeroth, y
Chiriath-jearim.
-
Y no los
hirieron los hijos de Israel, por
cuanto los príncipes de la
congregación les habían jurado por
Jehová el Dios de Israel. Y toda la
congregación murmuraba contra los
príncipes.
-
Mas
todos los príncipes respondieron á
toda la congregación: Nosotros les
hemos jurado por Jehová Dios de
Israel; por tanto, ahora no les
podemos tocar.
-
Esto
haremos con ellos: les dejaremos
vivir, porque no venga ira sobre
nosotros á causa del juramento que
les hemos hecho.
-
Y los
príncipes les dijeron: Vivan; mas
sean leñadores y aguadores para toda
la congregación, como los príncipes
les han dicho.
-
Y
llamándolos Josué, les habló
diciendo: ¿Por qué nos habéis
engañado, diciendo, Habitamos muy
lejos de vosotros; una vez que
moráis en medio de nosotros?
-
Vosotros
pues ahora sois malditos, y no
faltará de vosotros siervo, y quien
corte la leña y saque el agua para
la casa de mi Dios.
-
Y ellos
respondieron á Josué, y dijeron:
Como fué dado á entender á tus
siervos, que Jehová tu Dios había
mandado á Moisés su siervo que os
había de dar toda la tierra, y que
había de destruir todos los
moradores de la tierra delante de
vosotros, por esto temimos en gran
manera de vosotros por nuestras
vidas, é hicimos esto.
-
Ahora
pues, henos aquí en tu mano: lo que
te pareciere bueno y recto hacer de
nosotros, hazlo.
-
Y él lo
hizo así; que los libró de la mano
de los hijos de Israel, para que no
los matasen.
-
Y
constituyólos Josué aquel día por
leñadores y aguadores para la
congregación y para el altar de
Jehová, en el lugar que él
escogiese: lo que son hasta hoy.
-
Y COMO
Adonisedec rey de Jerusalem oyó que
Josué había tomado á Hai, y que la
habían asolado, (como había hecho á
Jericó y á su rey, así hizo á Hai y
á su rey;) y que los moradores de
Gabaón habían hecho paz con los
Israelitas, y que estaban entre
ellos;
-
Tuvieron
muy gran temor; porque Gabaón era
una gran ciudad, como una de las
ciudades reales, y mayor que Hai, y
todos sus hombres fuertes.
-
Envió
pues á decir Adonisedec rey de
Jerusalem, á Oham rey de Hebrón, y á
Phiream rey de Jerimoth, y á Japhia
rey de Lachîs, y á Debir rey de
Eglón:
-
Subid á
mí, y ayudadme, y combatamos á
Gabaón: porque ha hecho paz con
Josué y con los hijos de Israel.
-
Y cinco
reyes de los Amorrheos, el rey de
Jerusalem, el rey de Hebrón, el rey
de Jerimoth, el rey de Lachîs, el
rey de Eglón, se juntaron y
subieron, ellos con todos sus
ejércitos, y asentaron campo sobre
Gabaón, y pelearon contra ella.
-
Y los
moradores de Gabaón enviaron á decir
á Josué al campo en Gilgal: No
encojas tus manos de tus siervos;
sube prestamente á nosotros para
guardarnos y ayudarnos: porque todos
los reyes de los Amorrheos que
habitan en las montañas, se han
juntado contra nosotros.
-
Y subió
Josué de Gilgal, él y todo el pueblo
de guerra con él, y todos los
hombres valientes.
-
Y Jehová
dijo á Josué: No tengas temor de
ellos: porque yo los he entregado en
tu mano, y ninguno de ellos parará
delante de ti.
-
Y Josué
vino á ellos de repente, toda la
noche subió desde Gilgal.
-
Y Jehová
los turbó delante de Israel, é
hiriólos con gran mortandad en
Gabaón: y siguiólos por el camino
que sube á Beth-oron, é hiriólos
hasta Azeca y Maceda.
-
Y como
iban huyendo de los Israelitas, á la
bajada de Beth-oron, Jehová echó
sobre ellos del cielo grandes
piedras hasta Azeca, y murieron:
muchos más murieron de las piedras
del granizo, que los que los hijos
de Israel habían muerto á cuchillo.
-
Entonces
Josué habló á Jehová el día que
Jehová entregó al Amorrheo delante
de los hijos de Israel, y dijo en
presencia de los Israelitas: Sol,
detente en Gabaón; Y tú, Luna, en el
valle de Ajalón.
-
Y el sol
se detuvo y la luna se paró, Hasta
tanto que la gente se hubo vengado
de sus enemigos. ¿No está aquesto
escrito en el libro de Jasher? Y el
sol se paró en medio del cielo, y no
se apresuró á ponerse casi un día
entero.
-
Y nunca
fué tal día antes ni después de
aquél, habiendo atendido Jehová á la
voz de un hombre: porque Jehová
peleaba por Israel.
-
Y Josué,
y todo Israel con él, volvíase al
campo en Gilgal.
-
Pero los
cinco reyes huyeron, y se
escondieron en una cueva en Maceda.
-
Y fué
dicho á Josué que los cinco reyes
habían sido hallados en una cueva en
Maceda.
-
Entonces
Josué dijo: Rodad grandes piedras á
la boca de la cueva, y poned hombres
junto á ella que los guarden;
-
Y
vosotros no os paréis, sino seguid á
vuestros enemigos, y heridles la
retaguardia, sin dejarles entrar en
sus ciudades; porque Jehová vuestro
Dios los ha entregado en vuestra
mano.
-
Y
aconteció que como Josué y los hijos
de Israel hubieron acabado de
herirlos con mortandad muy grande,
hasta destruirlos, los que quedaron
de ellos se metieron en las ciudades
fuertes.
-
Y todo
el pueblo se volvió salvo al campo á
Josué en Maceda; que no hubo quien
moviese su lengua contra los hijos
de Israel.
-
Entonces
dijo Josué: Abrid la boca de la
cueva, y sacadme de ella á estos
cinco reyes.
-
E
hiciéronlo así, y sacáronle de la
cueva aquellos cinco reyes: al rey
de Jerusalem, al rey de Hebrón, al
rey de Jerimoth, al rey de Lachîs,
al rey de Eglón.
-
Y cuando
hubieron sacado estos reyes á Josué,
llamó Josué á todos los varones de
Israel, y dijo á los principales de
la gente de guerra que habían venido
con él: Llegad y poned vuestros pies
sobre los pescuezos de aquestos
reyes. Y ellos se llegaron, y
pusieron sus pies sobre los
pescuezos de ellos.
-
Y Josué
les dijo: No temáis, ni os
atemoricéis; sed fuertes y
valientes: porque así hará Jehová á
todos vuestros enemigos contra los
cuales peleáis.
-
Y
después de esto Josué los hirió y
los mató, é hízolos colgar en cinco
maderos: y quedaron colgados en los
maderos hasta la tarde.
-
Y cuando
el sol se iba á poner, mandó Josué
que los quitasen de los maderos, y
los echasen en la cueva donde se
habían escondido: y pusieron grandes
piedras á la boca de la cueva, hasta
hoy.
-
En aquel
mismo día tomó Josué á Maceda, y la
puso á cuchillo, y mató á su rey; á
ellos y á todo lo que en ella tenía
vida, sin quedar nada: mas al rey de
Maceda hizo como había hecho al rey
de Jericó.
-
Y de
Maceda pasó Josué, y todo Israel con
él, á Libna; y peleó contra Libna:
-
Y Jehová
la entregó también á ella, y á su
rey, en manos de Israel; y metióla á
filo de espada, con todo lo que en
ella había vivo, sin quedar nada:
mas á su rey hizo de la manera que
había hecho al rey de Jericó.
-
Y Josué,
y todo Israel con él, pasó de Libna
á Lachîs, y puso campo contra ella,
y combatióla:
-
Y Jehová
entregó á Lachîs en mano de Israel,
y tomóla al día siguiente, y metióla
á cuchillo, con todo lo que en ella
había vivo, como había hecho en
Libna.
-
Entonces
Horam, rey de Gezer, subió en ayuda
de Lachîs; mas á él y á su pueblo
hirió Josué, hasta no quedar ninguno
de ellos.
-
De
Lachîs pasó Josué, y todo Israel con
él, á Eglón: y pusieron campo contra
ella, y combatiéronla:
-
Y la
tomaron el mismo día, y metiéronla á
cuchillo; y aquel día mató á todo lo
que en ella había vivo, como había
hecho en Lachîs.
-
Subió
luego Josué, y todo Israel con él,
de Eglón á Hebrón, y combatiéronla;
-
Y
tomándola, la metieron á cuchillo, á
su rey y á todas su ciudades, con
todo lo que en ella había vivo, sin
quedar nada: como habían hecho á
Eglón, así la destruyeron con todo
lo que en ella había vivo.
-
Y
volviéndose Josué, y todo Israel con
él, sobre Debir, combatióla;
-
Y tomóla,
y á su rey, y á todas sus villas; y
metiéronlos á cuchillo, y
destruyeron todo lo que allí dentro
había vivo, sin quedar nada; como
había hecho á Hebrón, así hizo á
Debir y á su rey; y como había hecho
á Libna y á su rey.
-
Hirió
pues Josué toda la región de las
montañas, y del mediodía, y de los
llanos, y de las cuestas, y á todos
sus reyes, sin quedar nada; todo lo
que tenía vida mató, al modo que
Jehová Dios de Israel lo había
mandado.
-
E
hiriólos Josué desde Cades-barnea
hasta Gaza, y toda la tierra de
Gosén hasta Gabaón.
-
Todos
estos reyes y sus tierras tomó Josué
de una vez; porque Jehová el Dios de
Israel peleaba por Israel.
-
Y
tornóse Josué, y todo Israel con él,
al campo en Gilgal.
-
OYENDO
esto Jabín rey de Hasor, envió
mensaje á Jobab rey de Madón, y al
rey de Simrom, y al rey de Achsaph,
-
Y á los
reyes que estaban á la parte del
norte en las montañas, y en el llano
al mediodía de Cinneroth, y en los
llanos, y en las regiones de Dor al
occidente;
-
Y al
Cananeo que estaba al oriente y al
occidente, y al Amorrheo, y al
Hetheo, y al Pherezeo, y al Jebuseo
en las montañas, y al Heveo debajo
de Hermón en tierra de Mizpa.
-
Estos
salieron, y con ellos todos sus
ejércitos, pueblo mucho en gran
manera, como la arena que está á la
orilla del mar, con gran muchedumbre
de caballos y carros.
-
Todos
estos reyes se juntaron, y viniendo
reunieron los campos junto á las
aguas de Merom, para pelear contra
Israel.
-
Mas
Jehová dijo á Josué: No tengas temor
de ellos, que mañana á esta hora yo
entregaré á todos éstos, muertos
delante de Israel: á sus caballos
desjarretarás, y sus carros quemarás
al fuego.
-
Y vino
Josué, y con él todo el pueblo de
guerra, contra ellos, y dió de
repente sobre ellos junto á las
aguas de Merom.
-
Y
entrególos Jehová en manos de
Israel, los cuales los hirieron y
siguieron hasta Sidón la grande, y
hasta las aguas calientes, y hasta
el llano de Mizpa al oriente,
hiriéndolos hasta que no les dejaron
ninguno.
-
Y Josué
hizo con ellos como Jehová le había
mandado: desjarretó sus caballos, y
sus carros quemó al fuego.
-
Y
tornándose Josué, tomó en el mismo
tiempo á Hasor, é hirió á cuchillo á
su rey: la cual Hasor había sido
antes cabeza de todos estos reinos.
-
E
hirieron á cuchillo todo cuanto en
ella había vivo, destruyendo y no
dejando cosa con vida; y á Asor
pusieron á fuego.
-
Asimismo
tomó Josué todas las ciudades de
aquestos reyes, y á todos los reyes
de ellas, y los metió á cuchillo, y
los destruyó, como Moisés siervo de
Jehová lo había mandado.
-
Empero
todas las ciudades que estaban en
sus cabezos, no las quemó Israel,
sacando á sola Asor, la cual quemó
Josué.
-
Y los
hijos de Israel tomaron para sí
todos los despojos y bestias de
aquestas ciudades: pero á todos los
hombres metieron á cuchillo hasta
destruirlos, sin dejar alguno con
vida.
-
De la
manera que Jehová lo había mandado á
Moisés su siervo, así Moisés lo
mandó á Josué: y así Josué lo hizo,
sin quitar palabra de todo lo que
Jehová había mandado á Moisés.
-
Tomó
pues Josué toda aquella tierra, las
montañas, y toda la región del
mediodía, y toda la tierra de Gosén,
y los bajos y los llanos, y la
montaña de Israel y sus valles.
-
Desde el
monte de Halac, que sube hasta Seir,
hasta Baal-gad en la llanura del
Líbano, á las raíces del monte
Hermón: tomó asimismo todos sus
reyes, los cuales hirió y mató.
-
Por
muchos días tuvo guerra Josué con
estos reyes.
-
No hubo
ciudad que hiciese paz con los hijos
de Israel, sacados los Heveos, que
moraban en Gabaón: todo lo tomaron
por guerra.
-
Porque
esto vino de Jehová, que endurecía
el corazón de ellos para que
resistiesen con guerra á Israel,
para destruirlos, y que no les fuese
hecha misericordia, antes fuesen
desarraigados, como Jehová lo había
mandado á Moisés.
-
También
en el mismo tiempo vino Josué y
destruyó los Anaceos de los montes,
de Hebrón, de Debir, y de Anab, y de
todos los montes de Judá, y de todos
los montes de Israel: Josué los
destruyó á ellos y á sus ciudades.
-
Ninguno
de los Anaceos quedó en la tierra de
los hijos de Israel; solamente
quedaron en Gaza, en Gath, y en
Asdod.
-
Tomó,
pues, Josué toda la tierra, conforme
á todo lo que Jehová había dicho á
Moisés; y entrególa Josué á los
Israelitas por herencia, conforme á
sus repartimientos de sus tribus: y
la tierra reposó de guerra.
-
éSTOS son los reyes de la
tierra que los hijos de Israel
hirieron, y cuya tierra poseyeron de
la otra parte del Jordán al
nacimiento del sol, desde el arroyo
de Arnón hasta el monte Hermón, y
toda la llanura oriental:
-
Sehón
rey de los Amorrheos, que habitaba
en Hesbón, y señoreaba desde Aroer,
que está á la ribera del arroyo de
Arnón, y desde en medio del arroyo,
y la mitad de Galaad, hasta el
arroyo Jaboc, el término de los
hijos de Ammón;
-
Y desde
la campiña hasta la mar de Cinneroth,
al oriente; y hasta la mar de la
llanura, el mar Salado, al oriente,
por el camino de Beth-jesimoth; y
desde el mediodía debajo de las
vertientes del Pisga.
-
Y los
términos de Og rey de Basán, que
había quedado de los Rapheos, el
cual habitaba en Astaroth y en Edrei,
-
Y
señoreaba en el monte de Hermón, y
en Salca, y en todo Basán hasta los
términos de Gessuri y de Maachâti, y
la mitad de Galaad, término de Sehón
rey de Hesbón.
-
A estos
hirieron Moisés siervo de Jehová y
los hijos de Israel; y Moisés siervo
de Jehová dió aquella tierra en
posesión á los Rubenitas, Gaditas, y
á la media tribu de Manasés.
-
Y estos
son los reyes de la tierra que hirió
Josué con los hijos de Israel, de
esta parte del Jordán al occidente,
desde Baal-gad en el llano del
Líbano hasta el monte de Halac que
sube á Seir; la cual tierra dió
Josué en posesión á las tribus de
Israel, conforme á sus
repartimientos;
-
En
montes y en valles, en llanos y en
vertientes, al desierto y al
mediodía; el Hetheo, y el Amorrheo,
y el Cananeo, y el Pherezeo, y el
Heveo, y el Jebuseo.
-
El rey
de Jericó, uno: el rey de Hai, que
está al lado de Beth-el, otro:
-
El rey
de Jerusalem, otro: el rey de Hebrón,
otro:
-
El rey
de Jarmuth, otro: el rey de Lachîs,
otro:
-
El rey
de Eglón, otro: el rey de Gezer,
otro:
-
El rey
de Debir, otro: el rey de Geder,
otro:
-
El rey
de Horma, otro: el rey de Arad,
otro:
-
El rey
de Libna, otro: el rey de Adullam,
otro:
-
El rey
de Maceda, otro: el rey de Beth-el,
otro:
-
El rey
de Tappua, otro: el rey de Hepher,
otro:
-
El rey
de Aphec, otro: el rey de Lasarón,
otro:
-
El rey
de Madón, otro: el rey de Hasor,
otro:
-
El rey
de Simrom-meron, otro: el rey de
Achsaph, otro:
-
El rey
de Taanach, otro: el rey de Megiddo,
otro:
-
El rey
de Chêdes, otro: el rey de Jocneam
de Carmel, otro:
-
El rey
de Dor, de la provincia de Dor,
otro; el rey de Gentes en Gilgal,
otro:
-
El rey
de Tirsa, otro: treinta y un reyes
en todo.
-
Y SIENDO
Josué ya viejo, entrado en días,
Jehová le dijo: Tú eres ya viejo, de
edad avanzada, y queda aún muy mucha
tierra por poseer.
-
Esta es
la tierra que queda; todos los
términos de los Philisteos, y toda
Gessuri;
-
Desde
Sihor, que está delante de Egipto,
hasta el término de Accarón al
norte, repútase de los Cananeos:
cinco provincias de los Philisteos;
los Gazeos, Asdodios, Ascalonitas,
Getheos, y Accaronitas; y los Heveos;
-
Al
mediodía toda la tierra de los
Cananeos, y Mehara que es de los
Sidonios, hasta Aphec, hasta el
término del Amorrheo;
-
Y la
tierra de los Gibleos, y todo el
Líbano hacia donde sale el sol,
desde Baal-gad á las raíces del
monte Hermón, hasta entrar en
Hamath;
-
Todos
los que habitan en las montañas
desde el Líbano hasta las aguas
calientes, todos los Sidonios; yo
los desarraigaré delante de lo hijos
de Israel: solamente repartirás tú
por suerte el país á los Israelitas
por heredad, como te he mandado.
-
Parte,
pues, tú ahora esta tierra en
heredad á las nueve tribus, y á la
media tribu de Manasés.
-
Porque
la otra media recibió su heredad con
los Rubenitas y Gaditas, la cual les
dió Moisés de la otra parte del
Jordán al oriente, según que se la
dió Moisés siervo de Jehová:
-
Desde
Aroer, que está á la orilla del
arroyo de Arnón, y la ciudad que
está en medio del arroyo, y toda la
campiña de Medeba, hasta Dibón;
-
Y todas
las ciudades de Sehón rey de los
Amorrheos, el cual reinó en Hesbón,
hasta los términos de los hijos de
Ammón;
-
Y
Galaad, y los términos de Gessuri, y
de Maachâti, y todo el monte de
Hermón, y toda la tierra de Basán
hasta Salchâ:
-
Todo el
reino de Og en Basán, el cual reinó
en Astaroth y Edrei, el cual había
quedado del residuo de los Rapheos;
pues Moisés los hirió, y echó.
-
Mas á
los de Gessuri y Maachâti no echaron
los hijos de Israel; antes Gessur y
Maachât habitaron entre los
Israelitas hasta hoy.
-
Empero á
la tribu de Leví no dió heredad: los
sacrificios de Jehová Dios de Israel
son su heredad, como él les había
dicho.
-
Dió,
pues, Moisés á la tribu de los hijos
de Rubén conforme á sus familias:
-
Y fué el
término de ellos desde Aroer, que
está á la orilla del arroyo de
Arnón, y la ciudad que está en medio
del arroyo, y toda la campiña, hasta
Medeba;
-
Hesbón,
con todas sus villas que están en la
llanura; Dibón, y Bamoth-baal, y
Beth-baal-meón;
-
Y Jaas,
y Keddemoth, y Mephaath,
-
Y
Chîriataim, y Sibma, y Zerethshahar
en el monte del valle;
-
Y
Beth-peor, y Asdoth-pisga, y
Beth-jesimoth;
-
Y todas
las ciudades de la campiña, y todo
el reino de Sehón rey de los
Amorrheos, que reinó en Hesbón, al
cual hirió Moisés, y á los príncipes
de Madián, Hevi, Recem, y Sur, y
Hur, y Reba, príncipes de Sehón que
habitaban en aquella tierra.
-
También
mataron á cuchillo los hijos de
Israel á Balaam adivino, hijo de
Beor, con los demás que mataron.
-
Y fueron
los términos de los hijos de Rubén
el Jordán con su término. Esta fué
la herencia de los hijos de Rubén
conforme á sus familias, estas
ciudades con sus villas.
-
Dió
asimismo Moisés á la tribu de Gad, á
los hijos de Gad, conforme á sus
familias.
-
Y el
término de ellos fué Jacer, y todas
las ciudades de Galaad, y la mitad
de la tierra de los hijos de Ammón
hasta Aroer, que está delante de
Rabba.
-
Y desde
Hesbón hasta Ramath-mispe, y
Betonim; y desde Mahanaim hasta el
término de Debir:
-
Y la
campiña de Beth-aram, y Beth-nimra,
y Sucoth, y Saphón, resto del reino
de Sehón, rey en Hesbón: el Jordán y
su término hasta el cabo de la mar
de Cinnereth de la otra parte del
Jordán al oriente.
-
Esta es
la herencia de los hijos de Gad, por
sus familias, estas ciudades con sus
villas.
-
También
dió Moisés herencia á la media tribu
de Manasés: y fué de la media tribu
de los hijos de Manasés, conforme á
sus familias.
-
El
término de ellos fué desde Mahanaim,
todo Basán, todo el reino de Og rey
de Basán, y todas las aldeas de Jair
que están en Basán, sesenta
poblaciones.
-
Dióse
además la mitad de Galaad, y
Astaroth, y Edrei, ciudades del
reino de Og en Basán, á los hijos de
Machîr, hijo de Manasés, á la mitad
de los hijos de Machîr conforme á
sus familias.
-
Esto es
lo que Moisés repartió en heredad en
los llanos de Moab, de la otra parte
del Jordán de Jericó, al oriente.
-
Mas á la
tribu de Leví no dió Moisés heredad:
Jehová Dios de Israel es la heredad
de ellos como él les había dicho.
-
ESTO
pues es lo que los hijos de Israel
tomaron por heredad en la tierra de
Canaán, lo cual les repartieron
Eleazar sacerdote, y Josué hijo de
Nun, y los principales de los padres
de las tribus de los hijos de
Israel.
-
Por
suerte dióseles su heredad, como
Jehová lo había mandado por Moisés,
que diese á las nueve tribus y á la
media tribu.
-
Porque á
las dos tribus, y á la media tribu,
les había Moisés dado heredad de la
otra parte del Jordán: mas á los
Levitas no dió heredad entre ellos.
-
Porque
los hijos de José fueron dos tribus,
Manasés y Ephraim: y no dieron parte
á los Levitas en la tierra, sino
ciudades en que morasen, con sus
ejidos para sus ganados y rebaños.
-
De la
manera que Jehová lo había mandado á
Moisés, así lo hicieron los hijos de
Israel en el repartimiento de la
tierra.
-
Y los
hijos de Judá vinieron á Josué en
Gilgal; y Caleb, hijo de Jephone
Cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que
Jehová dijo á Moisés, varón de Dios,
en Cades-barnea, tocante á mí y á
ti.
-
Yo era
de edad de cuarenta años, cuando
Moisés siervo de Jehová me envió de
Cades-barnea á reconocer la tierra;
y yo le referí el negocio como lo
tenía en mi corazón:
-
Mas mis
hermanos, los que habían subido
conmigo, menguaron el corazón del
pueblo; empero yo cumplí siguiendo á
Jehová mi Dios.
-
Entonces
Moisés juró, diciendo: Si la tierra
que holló tu pie no fuere para ti, y
para tus hijos en herencia perpetua:
por cuanto cumpliste siguiendo á
Jehová mi Dios.
-
Ahora
bien, Jehová me ha hecho vivir, como
él dijo, estos cuarenta y cinco
años, desde el tiempo que Jehová
habló estas palabras á Moisés,
cuando Israel andaba por el
desierto: y ahora, he aquí soy hoy
día de ochenta y cinco años:
-
Pero aun
hoy estoy tan fuerte como el día que
Moisés me envió: cual era entonces
mi fuerza, tal es ahora, para la
guerra, y para salir y para entrar.
-
Dame,
pues, ahora este monte, del cual
habló Jehová aquel día; porque tú
oíste en aquel día que los Anaceos
están allí, y grandes y fuertes
ciudades. Quizá Jehová será conmigo,
y los echaré como Jehová ha dicho.
-
Josué
entonces le bendijo, y dió á Caleb
hijo de Jephone á Hebrón por
heredad.
-
Por
tanto Hebrón fué de Caleb, hijo de
Jephone Cenezeo, en heredad hasta
hoy; porque cumplió siguiendo á
Jehová Dios de Israel.
-
Mas
Hebrón fué antes llamada Chîriath-arba;
fué Arba un hombre grande entre los
Anaceos. Y la tierra tuvo reposo de
las guerras.
-
Y FUE la
suerte de la tribu de los hijos de
Judá, por sus familias, junto al
término de Edom, del desierto de Zin
al mediodía, al lado del sur.
-
Y su
término de la parte del mediodía fué
desde la costa del mar Salado, desde
la lengua que mira hacia el
mediodía;
-
Y salía
hacia el mediodía á la subida de
Acrabim, pasando hasta Zin; y
subiendo por el mediodía hasta Cades-barnea,
pasaba á Hebrón, y subiendo por
Addar daba vuelta á Carca;
-
De allí
pasaba á Azmón, y salía al arroyo de
Egipto; y sale este término al
occidente. Este pues os será el
término del mediodía.
-
El
término del oriente es el mar Salado
hasta el fin del Jordán. Y el
término de la parte del norte, desde
la lengua del mar, desde el fin del
Jordán:
-
Y sube
este término por Beth-hogla, y pasa
del norte á Beth-araba, y de aquí
sube este término á la piedra de
Bohán, hijo de Rubén.
-
Y torna
á subir este término á Debir desde
el valle de Achôr: y al norte mira
sobre Gilgal, que está delante de la
subida de Adumin, la cual está al
mediodía del arroyo: y pasa este
término á las aguas de En-semes, y
sale á la fuente de Rogel:
-
Y sube
este término por el valle del hijo
de Hinnom al lado del Jebuseo al
mediodía: esta es Jerusalem. Luego
sube este término por la cumbre del
monte que está delante del valle de
Hinnom hacia el occidente, el cual
está al cabo del valle de los
gigantes al norte:
-
Y rodea
este término desde la cumbre del
monte hasta la fuente de las aguas
de Nephtoa, y sale á la ciudades del
monte de Ephrón, rodeando luego el
mismo término á Baala, la cual es
Chîriath-jearim.
-
Después
torna este término desde Baala hacia
el occidente al monte de Seir: y
pasa al lado del monte de Jearim
hacia el norte, esta es Chesalón, y
desciende á Beth-semes, y pasa á
Timna.
-
Sale
luego este término al lado de Ecrón
hacia el norte; y rodea el mismo
término á Sichêron, y pasa por el
monte de Baala, y sale á Jabneel: y
sale este término á la mar.
-
El
término del occidente es la mar
grande. Este pues, es el término de
los hijos de Judá en derredor, por
sus familias.
-
Mas á
Caleb, hijo de Jephone, dió parte
entre los hijos de Judá, conforme al
mandamiento de Jehová á Josué: esto
es, á Chîriath-arba, del padre de
Anac, que es Hebrón.
-
Y Caleb
echó de allí tres hijos de Anac, á
Sesai, Aiman, y Talmai, hijos de
Anac.
-
De aquí
subió á los que moraban en Debir: y
el nombre de Debir era antes
Chîriath-sepher.
-
Y dijo
Caleb: Al que hiriere á
Chîriath-sepher, y la tomare, yo le
daré á mi hija Axa por mujer.
-
Y tomóla
Othoniel, hijo de Cenez, hermano de
Caleb; y él le dió por mujer á su
hija Axa.
-
Y
aconteció que cuando la llevaba, él
la persuadió que pidiese á su padre
tierras para labrar. Ella entonces
se apeó del asno. Y Caleb le dijo:
¿Qué tienes?
-
Y ella
respondió: Dame bendición: pues que
me has dado tierra de secadal, dame
también fuentes de aguas. El
entonces le dió las fuentes de
arriba, y las de abajo.
-
Esta
pues es la herencia de las tribu de
los hijos de Judá por sus familias.
-
Y fueron
las ciudades del término de la tribu
de los hijos de Judá hacia el
término de Edom al mediodía:
Cabseel, y Eder, y Jagur,
-
Y Cina,
y Dimona, y Adada,
-
Y Cedes,
y Asor, é Itnán,
-
Ziph, y
Telem, Bealoth,
-
Y
Asor-hadatta, y Chêrioth-hesron, que
es Asor,
-
Amam, y
Sema, y Molada,
-
Y
Asar-gadda, y Hesmón, y Beth-pelet,
-
Y
Hasar-sual, Beersebah, y Bizotia,
-
Baala, é
Iim, y Esem,
-
Y
Eltolad, y Cesil, y Horma,
-
Y
Siclag, y Madmanna, Sansana,
-
Y
Lebaoth, Silim, y Aín, y Rimmón; en
todas veintinueve ciudades con sus
aldeas.
-
En las
llanuras, Estaol, y Sorea, y Asena,
-
Y Zanoa,
y Engannim, Tappua, y Enam,
-
Jerimoth, y Adullam, Sochô, y Aceca,
-
Y
Saraim, y Adithaim, y Gedera, y
Gederothaim; catorce ciudades con
sus aldeas.
-
Senán, y
Hadasa, y Migdalgad,
-
Y Dilán,
y Mizpa, y Jocteel,
-
Lachîs,
y Boscath, y Eglón,
-
Y Cabón,
y Lamas, y Chîtlis,
-
Y
Gederoh, Beth-dagón, y Naama, y
Maceda; dieciséis ciudades con sus
aldeas.
-
Libna, y
Ether, y Asán,
-
Y
Jiphta, y Asna, y Nesib,
-
Y Ceila,
y Achzib, y Maresa; nueve ciudades
con sus aldeas.
-
Ecrón
con sus villas y sus aldeas:
-
Desde
Ecrón hasta la mar, todas las que
están á la costa de Asdod con sus
aldeas.
-
Asdod
con sus villas y sus aldeas: Gaza
con sus villas y sus aldeas hasta el
río de Egipto, y la gran mar con sus
términos.
-
Y en las
montañas, Samir, y Jattir, y
Succoth,
-
Y Danna,
y Chîriath-sanna, que es Debir,
-
Y Anab,
y Estemo, y Anim,
-
Y Gosén,
y Olón, y Gilo; once ciudades con
sus aldeas.
-
Arab, y
Dumah, y Esán,
-
Y Janum,
y Beth-tappua, y Apheca,
-
Y Humta,
y Chîriath-arba, que es Hebrón, y
Sior; nueve ciudades con sus aldeas.
-
Maón,
Carmel, y Ziph, y Juta,
-
E
Izreel, Jocdeam, y Zanoa,
-
Caín,
Gibea, y Timna; diez ciudades con
sus aldeas.
-
Halhul,
y Bethfur, y Gedor,
-
Y
Maarath, y Beth-anoth, y Eltecón;
seis ciudades con sus aldeas.
-
Chîriath-baal,
que es Chîriath-jearim, y Rabba; dos
ciudades con sus aldeas.
-
En el
desierto, Beth-araba, Middín, y
Sechâchâ,
-
Y Nibsan,
y la ciudad de la sal, y Engedi;
seis ciudades con sus aldeas.
-
Mas á
los Jebuseos que habitaban en
Jerusalem, los hijos de Judá no los
pudieron desarraigar; antes quedó el
Jebuseo en Jerusalem con los hijos
de Judá, hasta hoy.
-
Y LA
suerte del los hijos de José salió
desde el Jordán de Jericó hasta las
aguas de Jericó hacia el oriente, al
desierto que sube de Jericó al monte
de Beth-el:
-
Y de
Beth-el sale á Luz, y pasa al
término de Archi en Ataroth;
-
Y torna
á descender hacia la mar al término
de Japhlet, hasta el término de Beth-oron
la de abajo, y hasta Gezer; y sale á
la mar.
-
Recibieron pues heredad los hijos de
José, Manasés y Ephraim.
-
Y fué el
término de los hijos de Ephraim por
sus familias, fué el término de su
herencia á la parte oriental, desde
Ataroth-addar hasta Beth-oron la de
arriba:
-
Y sale
este término á la mar, y á Michmetat
al norte, y da vuelta este término
hacia el oriente á Tanath-silo, y de
aquí pasa al oriente á Janoa:
-
Y de
Janoa desciende á Ataroth, y á
Naaratha, y toca en Jericó, y sale
al Jordán.
-
Y de
Tappua torna este término hacia la
mar al arroyo de Cana, y sale á la
mar. Esta es la heredad de la tribu
de los hijos de Ephraim por sus
familias.
-
Hubo
también ciudades que se apartaron
para los hijos de Ephraim en medio
de la herencia de los hijos de
Manasés, todas ciudades con sus
aldeas.
-
Y no
echaron al Cananeo que habitaba en
Gezer; antes quedó el Cananeo en
medio de Ephraim, hasta hoy, y fué
tributario.
-
Y TUVO
también suerte la tribu de Manasés,
porque fué primogénito de José.
Machîr, primogénito de Manasés, y
padre de Galaad, el cual fué hombre
de guerra, tuvo á Galaad y á Basán.
-
Tuvieron
también suerte los otros hijos de
Manasés conforme á sus familias: los
hijos de Abiezer, y los hijos de
Helec, y los hijos de Esriel, y los
hijos de Sichêm, y los hijos de
Hepher, y los hijos de Semida; estos
fueron los hijos varones de Manasés
hijo de José, por sus familias.
-
Pero
Salphaad, hijo de Hepher, hijo de
Galaad, hijo de Machîr, hijo de
Manasés, no tuvo hijos, sino hijas,
los nombres de las cuales son estos:
Maala, Noa, Hogla, Milchâ, y Tirsa.
-
Estas
vinieron delante de Eleazar
sacerdote, y de Josué hijo de Nun, y
de los príncipes, y dijeron: Jehová
mandó á Moisés que nos diese
herencia entre nuestros hermanos. Y
él les dió herencia entre los
hermanos del padre de ellas,
conforme al dicho de Jehová.
-
Y
cayeron á Manasés diez suertes á más
de la tierra de Galaad y de Basán,
que está de la otra parte del
Jordán:
-
Porque
las hijas de Manasés poseyeron
herencia entre sus hijos: y la
tierra de Galaad fué de los otros
hijos de Manasés.
-
Y fué el
término de Manasés desde Aser hasta
Michmetat, la cual está delante de
Sichêm; y va este término á la mano
derecha, á los que habitan en Tappua.
-
Y la
tierra de Tappua fué de Manasés;
pero Tappua, que está junto al
término de Manasés, es de los hijos
de Ephraim.
-
Y
desciende este término al arroyo de
Cana, hacia el mediodía del arroyo.
Estas ciudades de Ephraim están
entre las ciudades de Manasés: y el
término de Manasés es desde el norte
del mismo arroyo, y sus salidas son
á la mar.
-
Ephraim
al mediodía, y Manasés al norte, y
la mar es su término: y encuéntranse
con Aser á la parte del norte, y con
Issachâr al oriente.
-
Tuvo
también Manasés en Issachâr y en
Aser á Beth-san y sus aldeas, é
Ibleam y sus aldeas, y los moradores
de Dor y sus aldeas, y los moradores
de Endor y sus aldeas, y los
moradores de Taanach y sus aldeas, y
los moradores de Megiddo y sus
aldeas: tres provincias.
-
Mas los
hijos de Manasés no pudieron echar á
los de aquellas ciudades; antes el
Cananeo quiso habitar en la tierra.
-
Empero
cuando los hijos de Israel tomaron
fuerzas, hicieron tributario al
Cananeo, mas no lo echaron.
-
Y los
hijos de José hablaron á Josué,
diciendo: ¿Por qué me has dado por
heredad una sola suerte y una sola
parte, siendo yo un pueblo tan
grande y que Jehová me ha así
bendecido hasta ahora?
-
Y Josué
les respondió: Si eres pueblo tan
grande, sube tú al monte, y corta
para ti allí en la tierra del
Pherezeo y de los gigantes, pues que
el monte de Ephraim es angosto para
ti.
-
Y los
hijos de José dijeron: No nos
bastará á nosotros este monte: y
todos los Cananeos que habitan la
tierra de la campiña, tienen carros
herrados; los que están en Beth-san
y en sus aldeas, y los que están en
el valle de Jezreel.
-
Entonces
Josué respondió á la casa de José, á
Ephraim y Manasés, diciendo: Tú eres
gran pueblo, y tienes gran fuerza;
no tendrás una sola suerte;
-
Mas
aquel monte será tuyo; que bosque
es, y tú lo cortarás, y serán tuyos
sus términos: porque tú echarás al
Cananeo, aunque tenga carros
herrados, y aunque sea fuerte.
-
Y TODA
la congregación de los hijos de
Israel se juntó en Silo, y asentaron
allí el tabernáculo del testimonio,
después que la tierra les fué
sujeta.
-
Mas
habían quedado en los hijos de
Israel siete tribus, á las cuales
aun no habían repartido su posesión.
-
Y Josué
dijo á los hijos de Israel: ¿Hasta
cuando seréis negligentes para venir
á poseer la tierra que os ha dado
Jehová el Dios de vuestros padres?
-
Señalad
tres varones de cada tribu, para que
yo los envíe, y que ellos se
levanten, y recorran la tierra, y la
describan conforme á sus heredades,
y se tornen á mí.
-
Y la
dividirán en siete partes: y Judá
estará en su término al mediodía, y
los de la casa de José estarán en el
suyo al norte.
-
Vosotros, pues, delinearéis la
tierra en siete partes, y me
traeréis la descripción aquí, y yo
os echaré las suertes aquí delante
de Jehová nuestro Dios.
-
Empero
los Levitas ninguna parte tienen
entre vosotros; porque el sacerdocio
de Jehová es la heredad de ellos:
Gad también y Rubén, y la media
tribu de Manasés, ya han recibido su
heredad de la otra parte del Jordán
al oriente, la cual les dió Moisés
siervo de Jehová.
-
Levantándose pues aquellos varones,
fueron: y mandó Josué á los que iban
para delinear la tierra,
diciéndoles: Id, recorred la tierra,
y delineadla, y tornad á mí, para
que yo os eche las suertes aquí
delante de Jehová en Silo.
-
Fueron
pues aquellos varones y pasearon la
tierra, delineándola por ciudades en
siete partes en un libro, y tornaron
á Josué al campo en Silo.
-
Y Josué
les echó las suertes delante de
Jehová en Silo; y allí repartió
Josué la tierra á los hijos de
Israel por sus porciones.
-
Y sacóse
la suerte de la tribu de los hijos
de Benjamín por sus familias: y
salió el término de su suerte entre
los hijos de Judá y los hijos de
José.
-
Y fué el
término de ellos al lado del norte
desde el Jordán: y sube aquel
término al lado de Jericó al norte;
sube después al monte hacia el
occidente, y viene á salir al
desierto de Beth-aven:
-
Y de
allí pasa aquel término á Luz, por
el lado de Luz (esta es Beth-el)
hacia el mediodía. Y desciende este
término de Ataroth-addar al monte
que está al mediodía de Beth-oron la
de abajo.
-
Y torna
este término, y da vuelta al lado de
la mar, al mediodía hasta el monte
que está delante de Beth-oron al
mediodía; y viene á salir á
Chîriath-baal, que es
Chîriath-jearim, ciudad de los hijos
de Judá. Este es el lado del
occidente.
-
Y el
lado del mediodía es desde el cabo
de Chîriath-jearim, y sale el
término al occidente, y sale á la
fuente de las aguas de Nephtoa:
-
Y
desciende aqueste término al cabo
del monte que está delante del valle
del hijo de Hinnom, que está en la
campiña de los gigantes hacia el
norte: desciende luego al valle de
Hinnom, al lado del Jebuseo al
mediodía, y de allí desciende á la
fuente de Rogel:
-
Y del
norte torna y sale á Ensemes, y de
allí sale á Geliloth, que está
delante de la subida de Adummim, y
descendía á la piedra de Bohan, hijo
de Rubén:
-
Y pasa
al lado que está delante de la
campiña del norte, y desciende á los
llanos:
-
Y torna
á pasar este término por el lado de
Beth-hogla hacia el norte, y viene á
salir el término á la lengua del mar
Salado al norte, al cabo del Jordán
al mediodía. Este es el término de
hacia el mediodía.
-
Y el
Jordán acaba aqueste término al lado
del oriente. Esta es la heredad de
los hijos de Benjamín por sus
términos alrededor, conforme á sus
familias.
-
Las
ciudades de la tribu de los hijos de
Benjamín, por sus familias, fueron
Jericó, Beth-hogla, y el valle de
Casis,
-
Beth-araba,
Samaraim, y Beth-el;
-
Y Avim,
y Para, y Ophra,
-
Y Cephar-hammonai,
Ophni, y Gaba; doce ciudades con sus
aldeas:
-
Gabaón,
Rama, Beeroth,
-
Y Mizpa,
Chephira, y Moza,
-
Recom,
Irpeel y Tarala,
-
Y Sela,
Eleph, Jebus, que es Jerusalem,
Gibeath, y Chîriath; catorce
ciudades con sus aldeas. Esta es la
heredad de los hijos de Benjamín,
conforme á sus familias.
-
LA
SEGUNDA suerte salió por Simeón, por
la tribu de los hijos de Simeón
conforme á sus familias; y su
heredad fue entre la heredad de los
hijos de Judá.
-
Y
tuvieron en su heredad á Beer-seba,
Seba, y Molada,
-
Hasar-sual,
Bala, y Esem,
-
Heltolad,
Betul, y Horma,
-
Siclag,
Beth-marchâboth, y Hasar-susa,
-
Beth-lebaoth,
y Saruhén; trece ciudades con sus
aldeas:
-
Aín,
Rimmón, Eter, y Asán; cuatro
ciudades con sus aldeas:
-
Y todas
las aldeas que estaban alrededor de
estas ciudades hasta Baalath-beer,
que es Ramat del mediodía. Esta es
la heredad de la tribu de los hijos
de Simeón, según sus familias.
-
De la
suerte de los hijos de Judá fué
sacada la heredad de los hijos de
Simeón; por cuanto la parte de los
hijos de Judá era excesiva para
ellos: así que los hijos de Simeón
tuvieron su heredad en medio de la
de ellos.
-
La
tercera suerte salió por los hijos
de Zabulón conforme á sus familias:
y el término de su heredad fué hasta
Sarid.
-
Y su
término sube hasta la mar y hasta
Merala, y llega hasta Dabbe-seth, y
de allí llega al arroyo que está
delante de Jocneam.
-
Y
tornando de Sarid hacia oriente,
donde nace el sol al término de
Chisiloth-tabor, sale á Dabrath, y
sube á Japhia;
-
Y
pasando de allí hacia el lado
oriental á Gith-hepher y á
Itta-kazin, sale á Rimmón rodeando á
Nea;
-
Y de
aquí torna este término al norte á
Hanatón, viniendo á salir al valle
de Iphtael;
-
Y abraza
Catah, y Naalal, y Simrón, é Ideala,
y Beth-lehem; doce ciudades con sus
aldeas.
-
Esta es
la heredad de los hijos de Zabulón
por sus familias; estas ciudades con
sus aldeas.
-
La
cuarta suerte salió por Issachâr,
por los hijos de Issachâr conforme á
sus familias.
-
Y fué su
término Izreel, y Chesullot, y
Sunem,
-
Y
Hapharaim, y Sión, y Anaarath,
-
Y
Rabbit, y Chisión, y Ebes,
-
Y
Rameth, y En-gannim, y En-hadda y
Beth-passes;
-
Y llega
este término hasta Tabor, y Sahasim,
y Beth-semes; y sale su término al
Jordán: diez y seis ciudades con sus
aldeas.
-
Esta es
la heredad de la tribu de los hijos
de Issachâr conforme á sus familias;
estas ciudades con sus aldeas.
-
Y salió
la quinta suerte por la tribu de los
hijos de Aser por sus familias.
-
Y su
término fué Helchât, y Halí, y
Betén, y Axaph,
-
Y
Alammelec, y Amead, y Miseal; y
llega hasta Carmel al occidente, y á
Sihor-libnath;
-
Y
tornando de donde nace el sol á
Beth-dagón, llega á Zabulón, y al
valle de Iphtael al norte, á
Beth-emec, y á Nehiel, y sale á
Cabul á la izquierda;
-
Y abraza
á Hebrón, y Rehob, y Hammón, y Cana,
hasta la gran Sidón;
-
Y torna
de allí este término á Horma, y
hasta la fuerte ciudad de Tiro, y
torna este término á Hosa, y sale á
la mar desde el territorio de
Achzib:
-
Abraza
también Umma, y Aphec, y Rehob:
veinte y dos ciudades con sus
aldeas.
-
Esta es
la heredad de la tribu de los hijos
de Aser por sus familias; estas
ciudades con sus aldeas.
-
La sexta
suerte salió por los hijos de
Nephtalí, por los hijos de Nephtalí
conforme á sus familias.
-
Y fué su
término desde Heleph, y
Allón-saananim, y Adami-neceb, y
Jabneel, hasta Lacum; y sale al
Jordán;
-
Y
tornando de allí este término hacia
el occidente á Aznot-tabor, pasa de
allí á Hucuca, y llega hasta Zabulón
al mediodía, y al occidente confina
con Aser, y con Judá al Jordán hacia
donde nace el sol.
-
Y las
ciudades fuertes son Siddim, Ser, y
Hamath, Raccath, y Cinneroth,
-
Y Adama,
y Rama, y Asor,
-
Y Cedes,
y Edrei, y En-hasor,
-
E Irón,
y Migdalel, y Horem, y Beth-anath, y
Beth-semes: diez y nueve ciudades
con sus aldeas.
-
Esta es
la heredad de la tribu de los hijos
de Nephtalí por sus familias; estas
ciudades con sus aldeas.
-
La
séptima suerte salió por la tribu de
los hijos de Dan por sus familias.
-
Y fué el
término de su heredad, Sora, y
Estaol, é Ir-semes,
-
Y
Saalabín, y Ailón, y Jeth-la,
-
Y Elón,
y Timnatha, y Ecrón,
-
Y
Eltechê, Gibbethón, y Baalath,
-
Y Jehud,
y Bene-berác, y Gath-rimmón,
-
Y
Mejarcón, y Raccón, con el término
que está delante de Joppa.
-
Y
faltóles término á los hijos de Dan;
y subieron los hijos de Dan y
combatieron á Lesem, y tomándola
metiéronla á filo de espada, y la
poseyeron, y habitaron en ella; y
llamaron á Lesem, Dan, del nombre de
Dan su padre.
-
Esta es
la heredad de la tribu de los hijos
de Dan conforme á sus familias;
estas ciudades con sus aldeas.
-
Y
después que acabaron de repartir la
tierra en heredad por sus términos,
dieron los hijos de Israel heredad á
Josué hijo de Nun en medio de ellos:
-
Según la
palabra de Jehová, le dieron la
ciudad que él pidió, Timnath-sera,
en el monte de Ephraim; y él
reedificó la ciudad, y habitó en
ella.
-
Estas
son las heredades que Eleazar
sacerdote, y Josué hijo de Nun, y
los principales de los padres,
entregaron por suerte en posesión á
las tribus de los hijos de Israel en
Silo delante de Jehová, á la entrada
del tabernáculo del testimonio; y
acabaron de repartir la tierra.
-
Y HABLÓ
Jehová á Josué, diciendo:
-
Habla á
los hijos de Israel, diciendo:
Señalaos las ciudades de refugio, de
las cuales yo os hablé por Moisés;
-
Para que
se acoja allí el homicida que matare
á alguno por yerro y no á sabiendas;
que os sean por acogimiento del
cercano del muerto.
-
Y el que
se acogiere á alguna de aquellas
ciudades, presentaráse á la puerta
de la ciudad, y dirá sus causas,
oyéndolo los ancianos de aquella
ciudad: y ellos le recibirán consigo
dentro de la ciudad, y le darán
lugar que habite con ellos.
-
Y cuando
el cercano del muerto le siguiere,
no entregarán en su mano al
homicida, por cuanto hirió á su
prójimo por yerro, ni tuvo con él
antes enemistad.
-
Y
quedará en aquella ciudad hasta que
parezca en juicio delante del
ayuntamiento, hasta la muerte del
gran sacerdote que fuere en aquel
tiempo: entonces el homicida tornará
y vendrá á su ciudad y á su casa y á
la ciudad de donde huyó.
-
Entonces
señalaron á Cedes en Galilea, en el
monte de Nephtalí, y á Sichêm en el
monte de Ephraim, y á Chîriath-arba,
que es Hebrón, en el monte de Judá.
-
Y de la
otra parte del Jordán de Jericó, al
oriente, señalaron á Beser en el
desierto, en la llanura de la tribu
de Rubén, y á Ramoth en Galaad de la
tribu de Gad, y á Gaulón en Basán de
la tribu de Manasés.
-
Estas
fueron las ciudades señaladas para
todos los hijos de Israel, y para el
extranjero que morase entre ellos,
para que se acogiese á ellas
cualquiera que hiriese hombre por
yerro, y no muriese por mano del
cercano del muerto, hasta que
compareciese delante del
ayuntamiento.
-
Y LOS
principales de los padres de los
Levitas vinieron á Eleazar
sacerdote, y á Josué hijo de Nun, y
á los principales de los padres de
las tribus de los hijos de Israel;
-
Y
habláronles en Silo en la tierra de
Canaán, diciendo: Jehová mandó por
Moisés que nos fuesen dadas villas
para habitar, con sus ejidos para
nuestras bestias.
-
Entonces
los hijos de Israel dieron á los
Levitas de sus posesiones, conforme
á la palabra de Jehová, estas villas
con sus ejidos.
-
Y salió
la suerte por las familias de los
Coathitas; y fueron dadas por suerte
á los hijos de Aarón sacerdote, que
eran de los Levitas, por la tribu de
Judá, por la de Simeón y por la de
Benjamín, trece villas.
-
Y á los
otros hijos de Coath se dieron por
suerte diez villas de las familias
de la tribu de Ephraim, y de la
tribu de Dan, y de la media tribu de
Manasés;
-
Y á los
hijos de Gersón, por las familias de
la tribu de Issachâr, y de la tribu
de Aser, y de la tribu de Nephtalí,
y de la media tribu de Manasés en
Basán, fueron dadas por suerte trece
villas.
-
A los
hijos de Merari por sus familias se
dieron doce villas por la tribu de
Rubén, y por la tribu de Gad, y por
la tribu de Zabulón.
-
Y así
dieron por suerte los hijos de
Israel á los Levitas estas villas
con sus ejidos, como Jehová lo había
mandado por Moisés.
-
Y de la
tribu de los hijos de Judá, y de la
tribu de los hijos de Simeón dieron
estas villas que fueron nombradas:
-
Y la
primera suerte fué de los hijos de
Aarón, de la familia de Coath, de
los hijos de Leví;
-
A los
cuales dieron Chîriath-arba, del
padre de Anac, la cual es Hebrón, en
el monte de Judá, con sus ejidos en
sus contornos.
-
Mas el
campo de aquesta ciudad y sus aldeas
dieron á Caleb hijo de Jephone, por
su posesión.
-
Y á los
hijos de Aarón sacerdote dieron la
ciudad de refugio para los
homicidas, á Hebrón con sus ejidos;
y á Libna con sus ejidos,
-
Y á
Jattir con sus ejidos, y á Estemoa
con sus ejidos,
-
A Helón
con sus ejidos, y á Debir con sus
ejidos,
-
A Ain
con sus ejidos, á Jutta con sus
ejidos, y á Beth-semes con sus
ejidos; nueve villas de estas dos
tribus:
-
Y de la
tribu de Benjamín, á Gibeón con sus
ejidos, á Geba con sus ejidos,
-
A
Anathoth con sus ejidos, á Almón con
sus ejidos: cuatro villas.
-
Todas
las villas de los sacerdotes, hijos
de Aarón, son trece con sus ejidos.
-
Mas las
familias de los hijos de Coath,
Levitas, los que quedaban de los
hijos de Coath, recibieron por
suerte villas de la tribu de
Ephraim.
-
Y
diéronles á Sichêm, villa de refugio
para los homicidas, con sus ejidos,
en el monte de Ephraim; y á Geser
con sus ejidos.
-
Y á
Kibsaim con sus ejidos, y á
Beth-oron con sus ejidos: cuatro
villas:
-
Y de la
tribu de Dan á Eltheco con sus
ejidos, á Gibethón con sus ejidos,
-
A Ayalón
con sus ejidos, á Gath-rimmón con
sus ejidos: cuatro villas:
-
Y de la
media tribu de Manasés, á Taanach
con sus ejidos, y á Gath-rimmón con
sus ejidos: dos villas.
-
Todas
las villas para el resto de las
familias de los hijos de Coath
fueron diez con sus ejidos.
-
A los
hijos de Gersón de las familias de
los Levitas, dieron la villa de
refugio para los homicidas, de la
media tribu de Manasés: á Gaulón en
Basán con sus ejidos, y á Bosra con
sus ejidos: dos villas.
-
Y de la
tribu de Issachâr, á Cesión con sus
ejidos, á Dabereth con sus ejidos,
-
A
Jarmuth con sus ejidos, y á En-gannim
con sus ejidos: cuatro villas:
-
Y de la
tribu de Aser, á Miseal con sus
ejidos, á Abdón con sus ejidos,
-
A
Helchâth con sus ejidos, y á Rehob
con sus ejidos: cuatro villas:
-
Y de la
tribu de Nephtalí, la villa de
refugio para los homicidas, á Cedes
en Galilea con sus ejidos, á
Hammoth-dor con sus ejidos, y á
Cartán con sus ejidos: tres villas:
-
Todas
las villas de los Gersonitas por sus
familias fueron trece villas con sus
ejidos.
-
Y á las
familias de los hijos de Merari,
Levitas que quedaban, dióseles de la
tribu de Zabulón, á Jocneam con sus
ejidos, Cartha con sus ejidos,
-
Dimna
con sus ejidos, Naalal con sus
ejidos: cuatro villas:
-
Y de la
tribu de Rubén, á Beser con sus
ejidos, á Jasa con sus ejidos,
-
A
Cedemoth con sus ejidos, y Mephaat
con sus ejidos: cuatro villas:
-
De la
tribu de Gad, la villa de refugio
para los homicidas, Ramoth en Galaad
con sus ejidos, y Mahanaim con sus
ejidos,
-
Hesbón
con sus ejidos, y Jacer con sus
ejidos: cuatro villas.
-
Todas
las villas de los hijos de Merari
por sus familias, que restaban de
las familias de los Levitas, fueron
por sus suertes doce villas.
-
Y todas
la villas de los Levitas en medio de
la posesión de los hijos de Israel,
fueron cuarenta y ocho villas con
sus ejidos.
-
Y estas
ciudades estaban apartadas la una de
la otra cada cual con sus ejidos
alrededor de ellas: lo cual fué en
todas estas ciudades.
-
Así dió
Jehová á Israel toda la tierra que
había jurado dar á sus padres; y
poseyéronla, y habitaron en ella.
-
Y Jehová
les dió reposo alrededor, conforme á
todo lo que había jurado á sus
padres: y ninguno de todos los
enemigos les paró delante, sino que
Jehová entregó en sus manos á todos
sus enemigos.
-
No faltó
palabra de todas la buenas que habló
Jehová á la casa de Israel; todo se
cumplió.
-
ENTONCES
Josué llamó á los Rubenitas y á los
Gaditas, y á la media tribu de
Manasés,
-
Y
díjoles: Vosotros habéis guardado
todo lo que Moisés siervo de Jehová
os mandó, y habéis obedecido á mi
voz en todo lo que os he mandado.
-
No
habéis dejado á vuestros hermanos en
estos muchos días hasta hoy, antes
habéis guardado la observancia de
los mandamientos de Jehová vuestro
Dios.
-
Ahora
pues que Jehová vuestro Dios ha dado
reposo á vuestros hermanos, como se
lo había prometido, volved, y tornad
á vuestras tiendas, á la tierra de
vuestras posesiones, que Moisés
siervo de Jehová os dió de la otra
parte del Jordán.
-
Solamente que con diligencia cuidéis
de poner por obra el mandamiento y
la ley, que Moisés siervo de Jehová
os intimó: que améis á Jehová
vuestro Dios, y andéis en todos sus
caminos; que guardéis sus
mandamientos, y os alleguéis á él, y
le sirváis de todo vuestro corazón y
de toda vuestra alma.
-
Y
bendiciéndolos Josué, los envió: y
fuéronse á sus tiendas.
-
También
á la media tribu de Manasés había
dado Moisés posesión en Basán; mas á
la otra media dió Josué heredad
entre sus hermanos de estotra parte
del Jordán al occidente: y también á
éstos envió Josué á sus tiendas,
después de haberlos bendecido.
-
Y
hablóles, diciendo: Volveos á
vuestras tiendas con grandes
riquezas, y con grande copia de
ganado, con plata, y con oro, y
metal, y muchos vestidos: partid con
vuestros hermanos el despojo de
vuestros enemigos.
-
Y los
hijos de Rubén y los hijos de Gad, y
la media tribu de Manasés, se
tornaron, y partiéronse de los hijos
de Israel, de Silo, que está en la
tierra de Canaán, para ir á la
tierra de Galaad, á la tierra de sus
posesiones, de la cual eran
poseedores, según palabra de Jehová
por mano de Moisés.
-
Y
llegando á los términos del Jordán,
que está en la tierra de Canaán, los
hijos de Rubén y los hijos de Gad, y
la media tribu de Manasés,
edificaron allí un altar junto al
Jordán, un altar de grande
apariencia.
-
Y los
hijos de Israel oyeron decir como
los hijos de Rubén y los hijos de
Gad, y la media tribu de Manasés,
habían edificado un altar delante de
la tierra de Canaán, en los términos
del Jordán, al paso de los hijos de
Israel:
-
Lo cual
como los hijos de Israel oyeron,
juntóse toda la congregación de los
hijos de Israel en Silo, para subir
á pelear contra ellos.
-
Y
enviaron los hijos de Israel á los
hijos de Rubén y á los hijos de Gad
y á la media tribu de Manasés en la
tierra de Galaad, á Phinees hijo de
Eleazar sacerdote,
-
Y á diez
príncipes con él; un príncipe de
cada casa paterna de todas las
tribus de Israel, cada uno de los
cuales era cabeza de familia de sus
padres en la multitud de Israel.
-
Los
cuales vinieron á los hijos de Rubén
y á los hijos de Gad, y á la media
tribu de Manasés, en la tierra de
Galaad; y habláronles, diciendo:
-
Toda la
congregación de Jehová dice así:
¿Qué transgresión es ésta con que
prevaricáis contra el Dios de
Israel, volviéndoos hoy de seguir á
Jehová, edificándoos altar para ser
hoy rebeldes contra Jehová?
-
¿Nos ha
sido poco la maldad de Peor, de la
que no estamos aún limpios hasta
este día, por la cual fué la
mortandad en la congregación de
Jehová?
-
Y
vosotros os volvéis hoy de seguir á
Jehová; mas será que vosotros os
rebelaréis hoy contra Jehová, y
mañana se airará él contra toda la
congregación de Israel.
-
Que si
os parece que la tierra de vuestra
posesión es inmunda, pasaos á la
tierra de la posesión de Jehová, en
la cual está el tabernáculo de
Jehová, y tomad posesión entre
nosotros; pero no os rebeléis contra
Jehová, ni os rebeléis contra
nosotros, edificándoos altar á más
del altar de Jehová nuestro Dios.
-
¿No
cometió Achân, hijo de Zera,
prevaricación en el anatema, y vino
ira sobre toda la congregación de
Israel? y aquel hombre no pereció
solo en su iniquidad.
-
Entonces
los hijos de Rubén y los hijos de
Gad, y la media tribu de Manasés,
respondieron y dijeron á los
principales de la multitud de
Israel:
-
El Dios
de los dioses, Jehová, el Dios de
los dioses, Jehová, él sabe, y sabrá
Israel: si por rebelión ó por
prevaricación contra Jehová (no nos
salves hoy,)
-
Nos
hemos edificado altar para tornarnos
de en pos de Jehová, ó para
sacrificar holocausto ó presente, ó
para hacer sobre él sacrificios
pacíficos, el mismo Jehová nos lo
demande.
-
Asimismo, si no lo hicimos por temor
de esto, diciendo: Mañana vuestros
hijos dirán á nuestros hijos: ¿Qué
tenéis vosotros con Jehová el Dios
de Israel?;
-
Jehová
ha puesto por término el Jordán
entre nosotros y vosotros, oh hijos
de Rubén é hijos de Gad; no tenéis
vosotros parte en Jehová: y así
vuestros hijos harán que nuestros
hijos no teman á Jehová.
-
Por esto
dijimos: Hagamos ahora por
edificarnos un altar, no para
holocausto ni para sacrificio,
-
Sino
para que sea un testimonio entre
nosotros y vosotros, y entre los que
vendrán después de nosotros, de que
podemos hacer el servicio de Jehová
delante de él con nuestros
holocaustos, con nuestros
sacrificios, y con nuestros
pacíficos; y no digan mañana
vuestros hijos á los nuestros:
Vosotros no tenéis parte en Jehová.
-
Nosotros, pues, dijimos: Si
aconteciere que tal digan á
nosotros, ó á nuestras generaciones
en lo por venir, entonces
responderemos: Mirad el símil del
altar de Jehová, el cual hicieron
nuestros padres, no para holocaustos
ó sacrificios, sino para que fuese
testimonio entre nosotros y
vosotros.
-
Nunca
tal acontezca que nos rebelemos
contra Jehová, ó que nos apartemos
hoy de seguir á Jehová, edificando
altar para holocaustos, para
presente, ó para sacrificio, á más
del altar de Jehová nuestro Dios que
está delante de su tabernáculo.
-
Y oyendo
Phinees el sacerdote y los príncipes
de la congregación, y las cabezas de
la multitud de Israel que con él
estaban, las palabras que hablaron
los hijos de Rubén y los hijos de
Gad y los hijos de Manasés, fueron
contentos de ello.
-
Y dijo
Phinees hijo del sacerdote Eleazar,
á los hijos de Rubén, á los hijos de
Gad, y á los hijos de Manasés: Hoy
hemos entendido que Jehová está
entre nosotros, pues que no habéis
intentado esta traición contra
Jehová. Ahora habéis librado á los
hijos de Israel de la mano de
Jehová.
-
Y
Phinees hijo del sacerdote Eleazar,
y los príncipes, volviéronse de con
los hijos de Rubén, y de con los
hijos de Gad, de la tierra de Galaad
á la tierra de Canaán, á los hijos
de Israel: á los cuales dieron la
respuesta.
-
Y el
negocio plugo á los hijos de Israel,
y bendijeron á Dios los hijos de
Israel; y no hablaron más de subir
contra ellos en guerra, para
destruir la tierra en que habitaban
los hijos de Rubén y los hijos de
Gad.
-
Y los
hijos de Rubén y los hijos de Gad
pusieron por nombre al altar Ed;
porque es testimonio entre nosotros
que Jehová es Dios.
-
Y
ACONTECIÓ, pasados muchos días
después que Jehová dió reposo á
Israel de todos sus enemigos al
contorno, que Josué, siendo viejo, y
entrado en días,
-
Llamó á
todo Israel, á sus ancianos, á sus
príncipes, á sus jueces y á sus
oficiales, y díjoles: Yo soy ya
viejo y entrado en días:
-
Y
vosotros habéis visto todo lo que
Jehová vuestro Dios ha hecho con
todas estas gentes en vuestra
presencia; porque Jehová vuestro
Dios ha peleado por vosotros.
-
He aquí
os he repartido por suerte, en
herencia para vuestras tribus, estas
gentes, así las destruídas como las
que quedan, desde el Jordán hasta la
gran mar hacia donde el sol se pone.
-
Y Jehová
vuestro Dios las echará de delante
de vosotros, y las lanzará de
vuestra presencia: y vosotros
poseeréis sus tierras, como Jehová
vuestro Dios os ha dicho.
-
Esforzaos pues mucho á guardar y
hacer todo lo que está escrito en el
libro de la ley de Moisés, sin
apartaros de ello ni á la diestra ni
á la siniestra;
-
Que
cuando entrareis á estas gentes que
han quedado con vosotros, no hagáis
mención ni juréis por el nombre de
sus dioses, ni los sirváis, ni os
inclinéis á ellos:
-
Mas á
Jehová vuestro Dios os allegaréis,
como habéis hecho hasta hoy;
-
Pues ha
echado Jehová delante de vosotros
grandes y fuertes naciones, y hasta
hoy nadie ha podido parar delante de
vuestro rostro.
-
Un varón
de vosotros perseguirá á mil: porque
Jehová vuestro Dios pelea por
vosotros, como él os dijo.
-
Por
tanto, cuidad mucho por vuestras
almas, que améis á Jehová vuestro
Dios.
-
Porque
si os apartareis, y os allegareis á
lo que resta de aquestas gentes que
han quedado con vosotros, y si
concertareis con ellas matrimonios,
y entrareis á ellas, y ellas á
vosotros;
-
Sabed
que Jehová vuestro Dios no echará
más estas gentes delante de
vosotros; antes os serán por lazo, y
por tropiezo, y por azote para
vuestros costados, y por espinas
para vuestros ojos, hasta tanto que
perezcáis de aquesta buena tierra
que Jehová vuestro Dios os ha dado.
-
Y he
aquí que yo estoy para entrar hoy
por el camino de toda la tierra:
reconoced, pues, con todo vuestro
corazón y con toda vuestra alma, que
no se ha perdido una palabra de
todas la buenas palabras que Jehová
vuestro Dios había dicho de
vosotros: todas os han venido, no se
ha perdido de ellas ni una.
-
Mas
será, que como ha venido sobre
vosotros toda palabra buena que
Jehová vuestro Dios os había dicho,
así también traerá Jehová sobre
vosotros toda palabra mala, hasta
destruiros de sobre la buena tierra
que Jehová vuestro Dios os ha dado;
-
Cuando
traspasareis el pacto de Jehová
vuestro Dios que él os ha mandado,
yendo y honrando dioses ajenos, é
inclinándoos á ellos. Y el furor de
Jehová se inflamará contra vosotros,
y luego pereceréis de aquesta buena
tierra que él os ha dado.
-
Y
JUNTANDO Josué todas las tribus de
Israel en Sichêm, llamó á los
ancianos de Israel, y á sus
príncipes, á sus jueces, y á sus
oficiales; y presentáronse delante
de Dios.
-
Y dijo
Josué á todo el pueblo: Así dice
Jehová, Dios de Israel: Vuestros
padres habitaron antiguamente de
esotra parte del río, es á saber,
Tharé, padre de Abraham y de Nachôr;
y servían á dioses extraños.
-
Y yo
tomé á vuestro padre Abraham de la
otra parte del río, y trájelo por
toda la tierra de Canaán, y aumenté
su generación, y díle á Isaac.
-
Y á
Isaac dí á Jacob y á Esaú: y á Esaú
dí el monte de Seir, que lo
poseyese: mas Jacob y sus hijos
descendieron á Egipto.
-
Y yo
envié á Moisés y á Aarón, y herí á
Egipto, al modo que lo hice en medio
de él, y después os saqué.
-
Y saqué
á vuestros padres de Egipto: y como
llegaron á la mar, los Egipcios
siguieron á vuestros padres hasta el
mar Bermejo con carros y caballería.
-
Y como
ellos clamasen á Jehová, él puso
oscuridad entre vosotros y los
Egipcios, é hizo venir sobre ellos
la mar, la cual los cubrió: y
vuestros ojos vieron lo que hice en
Egipto. Después estuvisteis muchos
días en el desierto.
-
Y os
introduje en la tierra de los
Amorrheos, que habitaban de la otra
parte del Jordán, los cuales
pelearon contra vosotros; mas yo los
entregué en vuestras manos, y
poseísteis su tierra, y los destruí
de delante de vosotros.
-
Y
levantóse después Balac hijo de
Sephor, rey de los Moabitas, y peleó
contra Israel; y envió á llamar á
Balaam hijo de Beor, para que os
maldijese.
-
Mas yo
no quise escuchar á Balaam, antes os
bendijo repetidamente, y os libré de
sus manos.
-
Y pasado
el Jordán, vinisteis á Jericó; y los
moradores de Jericó pelearon contra
vosotros: los Amorrheos, Pherezeos,
Cananeos, Hetheos, Gergeseos,
Heveos, y Jebuseos: y yo los
entregué en vuestras manos.
-
Y envié
tábanos delante de vosotros, los
cuales los echaron de delante de
vosotros, á saber, á los dos reyes
de los Amorrheos; no con tu espada,
ni con tu arco.
-
Y os dí
la tierra por la cual nada
trabajasteis, y las ciudades que no
edificasteis, en las cuales moráis;
y de las viñas y olivares que no
plantasteis, coméis.
-
Ahora
pues, temed á Jehová, y servidle con
integridad y en verdad; y quitad de
en medio los dioses á los cuales
sirvieron vuestros padres de esotra
parte del río, y en Egipto; y servid
á Jehová.
-
Y si mal
os parece servir á Jehová, escogeos
hoy á quién sirváis; si á los dioses
á quienes siervieron vuestros
padres, cuando estuvieron de esotra
parte del río, ó á los dioses de los
Amorrheos en cuya tierra habitáis:
que yo y mi casa serviremos á
Jehová.
-
Entonces
el pueblo repondió, y dijo: Nunca
tal acontezca, que dejemos á Jehová
por servir á otros dioses:
-
Porque
Jehová nuestro Dios es el que nos
sacó á nosotros y á nuestros padres
de la tierra de Egipto, de la casa
de sevidumbre; el cual delante de
nuestros ojos ha hecho estas grandes
señales, y nos ha guardado por todo
el camino por donde hemos andado, y
en todos los pueblos por entre los
cuales pasamos.
-
Y Jehová
echó de delante de nosotros á todos
los pueblos, y al Amorrheo que
habitaba en la tierra: nosotros,
pues, también serviremos á Jehová,
porque él es nuestro Dios.
-
Entonces
Josué dijo al pueblo: No podréis
servir á Jehová, porque él es Dios
santo, y Dios celoso; no sufrirá
vuestras rebeliones y vuestros
pecados.
-
Si
dejareis á Jehová y sirviereis á
dioses ajenos, se volverá, y os
maltratará, y os consumirá, después
que os ha hecho bien.
-
El
pueblo entonces dijo á Josué: No,
antes á Jehová serviremos.
-
Y Josué
respondió al pueblo: Vosotros sois
testigos contra vosotros mismos, de
que os habéis elegido á Jehová para
servirle. Y ellos respondieron:
Testigos somos.
-
Quitad,
pues, ahora los dioses ajenos que
están entre vosotros, é inclinad
vuestro corazón á Jehová Dios de
Israel.
-
Y el
pueblo respondió á Josué: A Jehová
nuestro Dios serviremos, y á su voz
obedeceremos.
-
Entonces
Josué hizo alianza con el pueblo el
mismo día, y púsole ordenanzas y
leyes en Sichêm.
-
Y
escribió Josué estas palabras en el
libro de la ley de Dios; y tomando
una grande piedra, levantóla allí
debajo de un alcornoque que estaba
junto al santuario de Jehová.
-
Y dijo
Josué á todo el pueblo: He aquí esta
piedra será entre nosotros por
testigo, la cual ha oído todas las
palabras de Jehová que él ha hablado
con nosotros: será, pues, testigo
contra vosotros, porque no mintáis
contra vuestro Dios.
-
Y envió
Josué al pueblo, cada uno á su
heredad.
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Y
después de estas cosas murió Josué,
hijo de Nun, siervo de Jehová siendo
de ciento y diez años.
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Y
enterráronlo en el término de su
posesión en Timnath-sera, que está
en el monte de Ephraim, al norte del
monte de Gaas.
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Y sirvió
Israel á Jehová todo el tiempo de
Josué, y todo el tiempo de los
ancianos que vivieron después de
Josué, y que sabían todas las obras
de Jehová, que había hecho por
Israel.
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Y
enterraron en Sichêm los huesos de
José que los hijos de Israel habían
traído de Egipto, en la parte del
campo que Jacob compró de los hijos
de Hemor padre de Sichêm, por cien
corderas; y fué en posesión á los
hijos de José.
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También
murió Eleazar, hijo de Aarón; al
cual enterraron en el collado de
Phinees su hijo, que le fué dado en
el monte de Ephraim.
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