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BIENAVENTURADO el varón que no
anduvo en consejo de malos, Ni
estuvo en camino de pecadores, Ni en
silla de escarnecedores se ha
sentado;
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Antes en
la ley de Jehová está su delicia, Y
en su ley medita de día y de noche.
-
Y será
como el árbol plantado junto á
arroyos de aguas, Que da su fruto en
su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo
lo que hace, prosperará.
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No así
los malos: Sino como el tamo que
arrebata el viento.
-
Por
tanto no se levantarán los malos en
el juicio, Ni los pecadores en la
congregación de los justos.
-
Porque
Jehová conoce el camino de los
justos; Mas la senda de los malos
perecerá.
-
¿POR qué
se amotinan las gentes, Y los
pueblos piensan vanidad?
-
Estarán
los reyes de la tierra, Y príncipes
consultarán unidos Contra Jehová, y
contra su ungido, diciendo:
-
Rompamos
sus coyundas, Y echemos de nosotros
sus cuerdas.
-
El que
mora en los cielos se reirá; El
Señor se burlará de ellos.
-
Entonces
hablará á ellos en su furor, Y
turbarálos con su ira.
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Yo
empero he puesto mi rey Sobre Sión,
monte de mi santidad.
-
Yo
publicaré el decreto: Jehová me ha
dicho: Mi hijo eres tú; Yo te
engendré hoy.
-
Pídeme,
y te daré por heredad las gentes, Y
por posesión tuya los términos de la
tierra.
-
Quebrantarlos has con vara de
hierro: Como vaso de alfarero los
desmenuzarás.
-
Y ahora,
reyes, entended: Admitid corrección,
jueces de la tierra.
-
Servid á
Jehová con temor, Y alegraos con
temblor.
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Besad al
Hijo, porque no se enoje, y
perezcáis en el camino, Cuando se
encendiere un poco su furor.
Bienaventurados todos los que en él
confían.
-
¡OH
Jehová, cuánto se han multiplicado
mis enemigos! Muchos se levantan
contra mí.
-
Muchos
dicen de mi vida: No hay para él
salud en Dios. (Selah.)
-
Mas tú,
Jehová, eres escudo alrededor de mí:
Mi gloria, y el que ensalza mi
cabeza.
-
Con mi
voz clamé á Jehová, Y él me
respondió desde el monte de su
santidad. (Selah.)
-
Yo me
acosté, y dormí, Y desperté; porque
Jehová me sostuvo.
-
No
temeré de diez millares de pueblos,
Que pusieren cerco contra mí.
-
Levántate, Jehová; sálvame, Dios
mío: Porque tú heriste á todos mis
enemigos en la quijada; Los dientes
de los malos quebrantaste.
-
De
Jehová es la salud: Sobre tu pueblo
será tu bendición. (Selah.)
-
RESPÓNDEME cuando clamo, oh Dios de
mi justicia: Estando en angustia, tú
me hiciste ensanchar: Ten
misericordia de mí, y oye mi
oración.
-
Hijos de
los hombres, ¿hasta cuándo volveréis
mi honra en infamia, Amaréis la
vanidad, y buscaréis la mentira? (Selah.)
-
Sabed
pues, que Jehová hizo apartar al pío
para sí: Jehová oirá cuando yo á él
clamare.
-
Temblad,
y no pequéis: Conversad en vuestro
corazón sobre vuestra cama, y
desistid. (Selah.)
-
Ofreced
sacrificios de justicia, Y confiad
en Jehová.
-
Muchos
dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?
Alza sobre nosotros, oh Jehová, la
luz de tu rostro.
-
Tú diste
alegría en mi corazón, Más que
tienen ellos en el tiempo que se
multiplicó su grano y su mosto.
-
En paz
me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me harás
estar confiado.
-
ESCUCHA,
oh Jehová, mis palabras; Considera
la meditación mía.
-
Está
atento á la voz de mi clamor, Rey
mío y Dios mío, Porque á ti oraré.
-
Oh
Jehová, de mañana oirás mi voz; De
mañana me presentaré á ti, y
esperaré.
-
Porque
tú no eres un Dios que ame la
maldad: El malo no habitará junto á
ti.
-
No
estarán los insensatos delante de
tus ojos: Aborreces á todos los que
obran iniquidad.
-
Destruirás á los que hablan mentira:
Al hombre de sangres y de engaño
abominará Jehová.
-
Y yo en
la multitud de tu misericordia
entraré en tu casa: Adoraré hacia el
templo de tu santidad en tu temor.
-
Guíame,
Jehová, en tu justicia á causa de
mis enemigos; Endereza delante de mí
tu camino.
-
Porque
no hay en su boca rectitud: Sus
entrañas son pravedades; Sepulcro
abierto su garganta: Con su lengua
lisonjearán.
-
Desbarátalos, oh Dios; Caigan de sus
consejos: Por la multitud de sus
rebeliones échalos, Porque se
rebelaron contra ti.
-
Y
alegrarse han todos los que en ti
confían; Para siempre darán voces de
júbilo, porque tú los defiendes: Y
en ti se regocijarán los que aman tu
nombre.
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Porque
tú, oh Jehová, bendecirás al justo;
Lo cercarás de benevolencia como con
un escudo.
-
JEHOVÁ,
no me reprendas en tu furor, Ni me
castigues con tu ira.
-
Ten
misericordia de mí, oh Jehová,
porque yo estoy debilitado: Sáname,
oh Jehová, porque mis huesos están
conmovidos.
-
Mi alma
asimismo está muy conturbada: Y tú,
Jehová, ¿hasta cuándo?
-
Vuelve,
oh Jehová, libra mi alma; Sálvame
por tu misericordia.
-
Porque
en la muerte no hay memoria de ti:
¿Quién te loará en el sepulcro?
-
Heme
consumido á fuerza de gemir: Todas
las noches inundo mi lecho, Riego mi
estrado con mis lágrimas.
-
Mis ojos
están carcomidos de descontento;
Hanse envejecido á causa de todos
mis angustiadores.
-
Apartaos
de mí, todos los obradores de
iniquidad; Porque Jehová ha oído la
voz de mi lloro.
-
Jehová
ha oído mi ruego; Ha recibido Jehová
mi oración.
-
Se
avergonzarán, y turbaránse mucho
todos mis enemigos; Volveránse y
serán avergonzados subitáneamente.
-
JEHOVÁ
Dios mío, en ti he confiado: Sálvame
de todos los que me persiguen, y
líbrame;
-
No sea
que arrebate mi alma, cual león Que
despedaza, sin que haya quien libre.
-
Jehová
Dios mío, si yo he hecho esto, Si
hay en mis manos iniquidad;
-
Si dí
mal pago al pacífico conmigo, (Hasta
he libertado al que sin causa era mi
enemigo;)
-
Persiga
el enemigo mi alma, y alcánce la; Y
pise en tierra mi vida, Y mi honra
ponga en el polvo. (Selah.)
-
Levántate; oh Jehová, con tu furor;
Alzate á causa de las iras de mis
angustiadores, Y despierta en favor
mío el juicio que mandaste.
-
Y te
rodeará concurso de pueblo; Por cuyo
amor vuélvete luego á levantar en
alto.
-
Jehová
juzgará los pueblos: Júzgame, oh
Jehová, conforme á mi justicia y
conforme á mi integridad.
-
Consúmase ahora la malicia de los
inicuos, y establece al justo; Pues
el Dios justo prueba los corazones y
los riñones.
-
Mi
escudo está en Dios, Que salva á los
rectos de corazón.
-
Dios es
el que juzga al justo: Y Dios está
airado todos los días contra el
impío.
-
Si no se
convirtiere, él afilará su espada:
Armado tiene ya su arco, y lo ha
preparado.
-
Asimismo
ha aparejado para él armas de
muerte; Ha labrado sus saetas para
los que persiguen.
-
He aquí
ha tenido parto de iniquidad:
Concibió trabajo, y parió mentira.
-
Pozo ha
cavado, y ahondádolo; Y en la fosa
que hizo caerá.
-
Su
trabajo se tornará sobre su cabeza,
Y su agravio descenderá sobre su
mollera.
-
Alabaré
yo á Jehová conforme á su justicia,
Y cantaré al nombre de Jehová el
Altísimo.
-
OH
Jehová, Señor nuestro, ¡Cuán grande
es tu nombre en toda la tierra, Que
has puesto tu gloria sobre los
cielos!
-
De la
boca de los chiquitos y de los que
maman, fundaste la fortaleza, A
causa de tus enemigos, Para hacer
cesar al enemigo, y al que se venga.
-
Cuando
veo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que tú
formaste:
-
Digo:
¿Qué es el hombre, para que tengas
de él memoria, Y el hijo del hombre,
que lo visites?
-
Pues le
has hecho poco menor que los
ángeles, Y coronástelo de gloria y
de lustre.
-
Hicístelo enseñorear de las obras de
tus manos; Todo lo pusiste debajo de
sus pies:
-
Ovejas,
y bueyes, todo ello; Y asimismo las
bestias del campo,
-
Las aves
de los cielos, y los peces de la
mar; Todo cuanto pasa por los
senderos de la mar.
-
Oh
Jehová, Señor nuestro, ¡Cuán grande
es tu nombre en toda la tierra!
-
TE
alabaré, oh Jehová, con todo mi
corazón; Contaré todas tus
maravillas.
-
Alegraréme y regocijaréme en ti:
Cantaré á tu nombre, oh Altísimo;
-
Por
haber sido mis enemigos vueltos
atrás: Caerán y perecerán delante de
ti.
-
Porque
has hecho mi juicio y mi causa:
Sentástete en silla juzgando
justicia.
-
Reprendiste gentes, destruiste al
malo, Raíste el nombre de ellos para
siempre jamás.
-
Oh
enemigo, acabados son para siempre
los asolamientos; Y las ciudades que
derribaste, Su memoria pereció con
ellas.
-
Mas
Jehová permanecerá para siempre:
Dispuesto ha su trono para juicio.
-
Y él
juzgará el mundo con justicia; Y
juzgará los pueblos con rectitud.
-
Y será
Jehová refugio al pobre, Refugio
para el tiempo de angustia.
-
Y en ti
confiarán los que conocen tu nombre;
Por cuanto tú, oh Jehová, no
desamparaste á los que te buscaron.
-
Cantad á
Jehová, que habita en Sión: Noticiad
en los pueblos sus obras.
-
Porque
demandando la sangre se acordó de
ellos: No se olvidó del clamor de
los pobres.
-
Ten
misericordia de mí, Jehová: Mira mi
aflicción que padezco de los que me
aborrecen, Tú que me levantas de las
puertas de la muerte;
-
Porque
cuente yo todas tus alabanzas En las
puertas de la hija de Sión, Y me
goce en tu salud.
-
Hundiéronse las gentes en la fosa
que hicieron; En la red que
escondieron fué tomado su pie.
-
Jehová
fué conocido en el juicio que hizo;
En la obra de sus manos fué enlazado
el malo. (Higaion. Selah.)
-
Los
malos serán trasladados al infierno,
Todas las gentes que se olvidan de
Dios.
-
Porque
no para siempre será olvidado el
pobre; Ni la esperanza de los pobres
perecerá perpetuamente.
-
Levántate, oh Jehová; no se
fortalezca el hombre; Sean juzgadas
las gentes delante de ti.
-
Pon, oh
Jehová, temor en ellos: Conozcan las
gentes que son no más que hombres. (Selah.)
-
¿POR qué
estás lejos, oh Jehová, Y te
escondes en el tiempo de la
tribulación?
-
Con
arrogancia el malo persigue al
pobre: Serán cogidos en los
artificios que han ideado.
-
Por
cuanto se alaba el malo del deseo de
su alma, Y bendice al codicioso ó
quien Jehová aborrece.
-
El malo,
por la altivez de su rostro, no
busca á Dios: No hay Dios en todos
sus pensamientos.
-
Sus
caminos son viciosos en todo tiempo:
Tus juicios los tiene muy lejos de
su vista: Echa bocanadas en orden á
todos sus enemigos.
-
Dice en
su corazón: No seré movido en ningún
tiempo, Ni jamás me alcanzará el
infortunio.
-
Llena
está su boca de maldición, y de
engaños y fraude: Debajo de su
lengua, vejación y maldad.
-
Está en
las guaridas de las aldeas: En los
escondrijos mata al inocente: Sus
ojos están acechando al pobre.
-
Acecha
en oculto, como el león desde su
cama: Acecha para arrebatar al
pobre: Arrebata al pobre trayéndolo
á su red.
-
Encógese,
agáchase, Y caen en sus fuerzas
muchos desdichados.
-
Dice en
su corazón: Dios está olvidado, Ha
encubierto su rostro; nunca lo verá.
-
Levántate, oh Jehová Dios, alza tu
mano, No te olvides de los pobres.
-
¿Por qué
irrita el malo á Dios? En su corazón
ha dicho que no lo inquirirás.
-
Tú lo
tienes visto: porque tú miras el
trabajo, y la vejación, para vengar
le por tu mano: A ti se acoge el
pobre, Tú eres el amparo del
huérfano.
-
Quebranta el brazo del malo: Del
maligno buscarás su maldad, hasta
que ninguna halles.
-
Jehová,
Rey eterno y perpetuo: De su tierra
fueron destruídas las gentes.
-
El deseo
de los humildes oíste, oh Jehová: Tú
dispones su corazón, y haces atento
tu oído;
-
Para
juzgar al huérfano y al pobre, A fin
de que no vuelva más á hacer
violencia el hombre de la tierra.
-
EN
Jehová he confiado; ¿Cómo decís á mi
alma: Escapa al monte cual ave?
-
Porque
he aquí, los malos flecharon el
arco, Apercibieron sus saetas sobre
la cuerda, Para asaetear en oculto á
los rectos de corazón.
-
Si
fueren destruídos los fundamentos,
¿Qué ha de hacer el justo?
-
Jehová
en el templo de su santidad: La
silla de Jehová está en el cielo:
Sus ojos ven, sus párpados examinan
á los hijos de los hombres.
-
Jehová
prueba al justo; Empero al malo y al
que ama la violencia, su alma
aborrece.
-
Sobre
los malos lloverá lazos; Fuego y
azufre, con vientos de torbellinos,
será la porción del cáliz de ellos.
-
Porque
el justo Jehová ama la justicia: Al
recto mirará su rostro.
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SALVA,
oh Jehová, porque se acabaron los
misericordiosos: Porque se han
acabado los fieles de entre los
hijos de los hombres.
-
Mentira
habla cada uno con su prójimo; Con
labios lisonjeros, con corazón doble
hablan.
-
Destruirá Jehová todos los labios
lisonjeros, La lengua que habla
grandezas,
-
Que
dijeron: Por nuestra lengua
prevaleceremos; Nuestros labios
están con nosotros: ¿quién nos es
señor?
-
Por la
opresión de los pobres, por el
gemido de los menesterosos, Ahora me
levantaré, dice Jehová: Pondrélos en
salvo del que contra ellos se
engríe.
-
Las
palabras de Jehová, palabras
limpias; Plata refinada en horno de
tierra, Purificada siete veces.
-
Tú,
Jehová, los guardarás; Guárdalos
para siempre de aquesta generación.
-
Cercando
andan los malos, Mientras son
exaltados los más viles de los hijos
de los hombres.
-
¿HASTA
cuándo, Jehová? ¿me olvidarás para
siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu
rostro de mí?
-
¿Hasta
cuándo pondré consejos en mi alma,
Con ansiedad en mi corazón cada día?
¿Hasta cuándo será enaltecido mi
enemigo sobre mí?
-
Mira,
óyeme, Jehová Dios mío: Alumbra mis
ojos, porque no duerma en muerte;
-
Porque
no diga mi enemigo, Vencílo: Mis
enemigos se alegrarán, si yo
resbalare.
-
Mas yo
en tu misericordia he confiado:
Alegraráse mi corazón en tu salud.
-
Cantaré
á Jehová, Porque me ha hecho bien.
-
DIJO el
necio en su corazón: No hay Dios.
Corrompiéronse, hicieron obras
abominables; No hay quien haga bien.
-
Jehová
miró desde los cielos sobre los
hijos de los hombres, Por ver si
había algún entendido, Que buscara á
Dios.
-
Todos
declinaron, juntamente se han
corrompido: No hay quien haga bien,
no hay ni siquiera uno.
-
¿No
tendrán conocimiento todos los que
obran iniquidad, Que devoran á mi
pueblo como si pan comiesen, Y á
Jehová no invocaron?
-
Allí
temblaron de espanto; Porque Dios
está con la nación de los justos.
-
El
consejo del pobre habéis
escarnecido, Por cuanto Jehová es su
esperanza.
-
¡Quién
diese de Sión la salud de Israel! En
tornando Jehová la cautividad de su
pueblo, Se gozará Jacob, y
alegraráse Israel.
-
JEHOVÁ,
¿quién habitará en tu tabernáculo?
¿Quién residirá en el monte de tu
santidad?
-
El que
anda en integridad, y obra justicia,
Y habla verdad en su corazón.
-
El que
no detrae con su lengua, Ni hace mal
á su prójimo, Ni contra su prójimo
acoge oprobio alguno.
-
Aquel á
cuyos ojos es menospreciado el vil;
Mas honra á los que temen á Jehová:
Y habiendo jurado en daño suyo, no
por eso muda.
-
Quien su
dinero no dió á usura, Ni contra el
inocente tomó cohecho. El que hace
estas cosas, no resbalará para
siempre.
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GUÁRDAME, oh Dios, porque en ti he
confiado.
-
Dijiste,
oh alma mía, á Jehová: Tú eres el
Señor: Mi bien á ti no aprovecha;
-
Sino á
los santos que están en la tierra, Y
á los íntegros: toda mi afición en
ellos.
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Multiplicaránse los dolores de
aquellos que sirven diligentes á
otro dios: No ofreceré yo sus
libaciones de sangre, Ni en mis
labios tomaré sus nombres.
-
Jehová
es la porción de mi parte y de mi
copa; Tú sustentarás mi suerte.
-
Las
cuerdas me cayeron en lugares
deleitosos, Y es hermosa la heredad
que me ha tocado.
-
Bendeciré á Jehová que me aconseja:
Aun en las noches me enseñan mis
riñones.
-
A Jehová
he puesto siempre delante de mí:
Porque está á mi diestra no seré
conmovido.
-
Alegróse
por tanto mi corazón, y se gozó mi
gloria: También mi carne reposará
segura.
-
Porque
no dejarás mi alma en el sepulcro;
Ni permitirás que tu santo vea
corrupción.
-
Me
mostrarás la senda de la vida:
Hartura de alegrías hay con tu
rostro; Deleites en tu diestra para
siempre.
-
OYE, oh
Jehová, justicia; está atento á mi
clamor; Escucha mi oración hecha sin
labios de engaño.
-
De
delante de tu rostro salga mi
juicio; Vean tus ojos la rectitud.
-
Tú has
probado mi corazón, hasme visitado
de noche; Me has apurado, y nada
inicuo hallaste: Heme propuesto que
mi boca no ha de propasarse.
-
Para las
obras humanas, por la palabra de tus
labios Yo me he guardado de las vías
del destructor.
-
Sustenta
mis pasos en tus caminos, Porque mis
pies no resbalen.
-
Yo te he
invocado, por cuanto tú me oirás, oh
Dios: Inclina á mí tu oído, escucha
mi palabra.
-
Muestra
tus estupendas misericordias, tú que
salvas á los que en ti confían. De
los que se levantan contra tu
diestra.
-
Guárdame
como lo negro de la niñeta del ojo,
Escóndeme con la sombra de tus alas,
-
De
delante de los malos que me oprimen,
De mis enemigos que me cercan por la
vida.
-
Cerrados
están con su grosura; Con su boca
hablan soberbiamente.
-
Nuestros
pasos nos han cercado ahora: Puestos
tienen sus ojos para echar nos por
tierra.
-
Parecen
al león que desea hacer presa, Y al
leoncillo que está escondido.
-
Levántate, oh Jehová; Prevén su
encuentro, póstrale: Libra mi alma
del malo con tu espada;
-
De los
hombres con tu mano, oh Jehová, De
los hombres de mundo, cuya parte es
en esta vida, Y cuyo vientre hinches
de tu tesoro: Hartan sus hijos, Y
dejan el resto á sus chiquitos.
-
Yo en
justicia veré tu rostro: Seré
saciado cuando despertare á tu
semejanza.
-
AMARTE
he, oh Jehová, fortaleza mía.
-
Jehová,
roca mía y castillo mío, y mi
libertador; Dios mío, fuerte mío, en
él confiaré; Escudo mío, y el cuerno
de mi salud, mi refugio.
-
Invocaré
á Jehová, digno de ser alabado, Y
seré salvo de mis enemigos.
-
Cercáronme dolores de muerte, Y
torrentes de perversidad me
atemorizaron.
-
Dolores
del sepulcro me rodearon,
Previniéronme lazos de muerte.
-
En mi
angustia invoqué á Jehová, Y clamé á
mi Dios: El oyó mi voz desde su
templo, Y mi clamor llegó delante de
él, á sus oídos.
-
Y la
tierra fué conmovida y tembló; Y
moviéronse los fundamentos de los
montes, Y se estremecieron, porque
se indignó él.
-
Humo
subió de su nariz, Y de su boca
consumidor fuego; Carbones fueron
por él encendidos.
-
Y bajó
los cielos, y descendió; Y oscuridad
debajo de sus pies.
-
Y
cabalgó sobre un querubín, y voló:
Voló sobre las alas del viento.
-
Puso
tinieblas por escondedero suyo, su
pabellón en derredor de sí;
Oscuridad de aguas, nubes de los
cielos.
-
Por el
resplandor delante de él, sus nubes
pasaron; Granizo y carbones
ardientes.
-
Y tronó
en los cielos Jehová, Y el Altísimo
dió su voz; Granizo y carbones de
fuego.
-
Y envió
sus saetas, y desbaratólos; Y echó
relámpagos, y los destruyó.
-
Y
aparecieron las honduras de las
aguas, Y descubriéronse los
cimientos del mundo, A tu
reprensión, oh Jehová, Por el soplo
del viento de tu nariz.
-
Envió
desde lo alto; tomóme, Sácome de las
muchas aguas.
-
Libróme
de mi poderoso enemigo, Y de los que
me aborrecían, aunque eran ellos más
fuertes que yo.
-
Asaltáronme en el día de mi
quebranto: Mas Jehová fué mi apoyo.
-
Y sacóme
á anchura: Libróme, porque se agradó
de mí.
-
Hame
pagado Jehová conforme á mi
justicia: Conforme á la limpieza de
mis manos me ha vuelto.
-
Porque
yo he guardado los caminos de
Jehová, Y no me aparté impíamente de
mi Dios.
-
Pues
todos sus juicios estuvieron delante
de mí, Y no eché de mí sus
estatutos.
-
Y fuí
integro para con él, y cauteléme de
mi maldad.
-
Pagóme
pues Jehová conforme á mi justicia;
Conforme á la limpieza de mis manos
delante de sus ojos.
-
Con el
misericordioso te mostrarás
misericordioso, Y recto para con el
hombre íntegro.
-
Limpio
te mostrarás para con el limpio, Y
severo serás para con el perverso.
-
Y tú
salvarás al pueblo humilde, Y
humillarás los ojos altivos.
-
Tú pues
alumbrarás mi lámpara: Jehová mi
Dios alumbrará mis tinieblas.
-
Porque
contigo desharé ejércitos; Y con mi
Dios asaltaré muros.
-
Dios,
perfecto su camino: Es acendrada la
palabra de Jehová: Escudo es á todos
los que en él esperan.
-
Porque
¿qué Dios hay fuera de Jehová? ¿Y
qué fuerte fuera de nuestro Dios?
-
Dios es
el que me ciñe de fuerza, E hizo
perfecto mi camino;
-
Quien
pone mis pies como pies de ciervas,
E hízome estar sobre mis alturas;
-
Quien
enseña mis manos para la batalla, Y
será quebrado con mis brazos el arco
de acero.
-
Dísteme
asimismo el escudo de tu salud: Y tu
diestra me sustentó, Y tu benignidad
me ha acrecentado.
-
Ensanchaste mis pasos debajo de mí,
Y no titubearon mis rodillas.
-
Perseguido he mis enemigos, y
alcancélos, Y no volví hasta
acabarlos.
-
Helos
herido, y no podrán levantarse:
Cayeron debajo de mis pies.
-
Pues me
ceñiste de fortaleza para la pelea;
Has agobiado mis enemigos debajo de
mí.
-
Y
dísteme la cerviz de mis enemigos, Y
destruí á los que me aborrecían.
-
Clamaron, y no hubo quien salvase:
Aun á Jehová, mas no los oyó.
-
Y
molílos como polvo delante del
viento; Esparcílos como lodo de las
calles.
-
Librásteme de contiendas de pueblo:
Pusísteme por cabecera de gentes:
Pueblo que yo no conocía, me sirvió.
-
Así que
hubo oído, me obedeció; Los hijos de
extraños me mintieron;
-
Los
extraños flaquearon, Y tuvieron
miedo desde sus encerramientos.
-
Viva
Jehová, y sea bendita mi roca; Y
ensalzado sea el Dios de mi salud:
-
El Dios
que me da las venganzas, Y sujetó
pueblos á mí.
-
Mi
libertador de mis enemigos:
Hicísteme también superior de mis
adversarios; Librásteme de varón
violento.
-
Por
tanto yo te confesaré entre las
gentes, oh Jehová, Y cantaré á tu
nombre.
-
El cual
engrandece las saludes de su rey, Y
hace misericordia á su ungido, A
David y á su simiente, para siempre.
-
LOS
cielos cuentan la gloria de Dios, Y
la expansión denuncia la obra de sus
manos.
-
El un
día emite palabra al otro día, Y la
una noche á la otra noche declara
sabiduría.
-
No hay
dicho, ni palabras, Ni es oída su
voz.
-
Por toda
la tierra salió su hilo, Y al cabo
del mundo sus palabras. En ellos
puso tabernáculo para el sol.
-
Y él,
como un novio que sale de su tálamo,
Alégrase cual gigante para correr el
camino.
-
Del un
cabo de los cielos es su salida, Y
su giro hasta la extremidad de
ellos: Y no hay quien se esconda de
su calor.
-
La ley
de Jehová es perfecta, que vuelve el
alma: El testimonio de Jehová, fiel,
que hace sabio al pequeño.
-
Los
mandamientos de Jehová son rectos,
que alegran el corazón: El precepto
de Jehová, puro, que alumbra los
ojos.
-
El temor
de Jehová, limpio, que permanece
para siempre; Los juicios de Jehová
son verdad, todos justos.
-
Deseables son más que el oro, y más
que mucho oro afinado; Y dulces más
que miel, y que la que destila del
panal.
-
Tu
siervo es además amonestado con
ellos: En guardarlos hay grande
galardón.
-
Los
errores, ¿quién los entenderá?
Líbrame de los que me son ocultos.
-
Detén
asimismo á tu siervo de las
soberbias; Que no se enseñoreen de
mí: Entonces seré íntegro, y estaré
limpio de gran rebelión.
-
Sean
gratos los dichos de mi boca y la
meditación de mi corazón delante de
ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor
mío
-
OIGATE
Jehová en el día de conflicto;
Defiéndate el nombre del Dios de
Jacob.
-
Envíete
ayuda desde el santuario, Y desde
Sión te sostenga.
-
Haga
memoria de todos tus presentes, Y
reduzca á ceniza tu holocausto. (Selah.)
-
Déte
conforme á tu corazón, Y cumpla todo
tu consejo.
-
Nosotros
nos alegraremos por tu salud, Y
alzaremos pendón en el nombre de
nuestro Dios: Cumpla Jehová todas
tus peticiones.
-
Ahora
echo de ver que Jehová guarda á su
ungido: Oirálo desde los cielos de
su santidad, Con la fuerza de la
salvación de su diestra.
-
Estos
confían en carros, y aquéllos en
caballos: Mas nosotros del nombre de
Jehová nuestro Dios tendremos
memoria.
-
Ellos
arrodillaron, y cayeron; Mas
nosotros nos levantamos, y nos
enhestamos.
-
Salva,
Jehová: Que el Rey nos oiga el día
que lo invocáremos.
-
ALEGRáRASE
el rey en tu fortaleza, oh Jehová; Y
en tu salud se gozará mucho.
-
El deseo
de su corazón le diste, Y no le
negaste lo que sus labios
pronunciaron. (Selah.)
-
Pues le
has salido al encuentro con
bendiciones de bien: Corona de oro
fino has puesto sobre su cabeza.
-
Vida te
demandó, y dístele Largura de días
por siglos y siglos.
-
Grande
es su gloria en tu salud: Honra y
majestad has puesto sobre él.
-
Porque
lo has bendecido para siempre;
Llenástelo de alegría con tu rostro.
-
Por
cuanto el rey confía en Jehová, Y en
la misericordia del Altísimo, no
será conmovido.
-
Alcanzará tu mano á todos tus
enemigos; Tu diestra alcanzará á los
que te aborrecen.
-
Ponerlos
has como horno de fuego en el tiempo
de tu ira: Jehová los deshará en su
furor, Y fuego los consumirá.
-
Su fruto
destruirás de la tierra, Y su
simiente de entre los hijos de los
hombres.
-
Porque
trazaron el mal contra ti: Fraguaron
maquinaciones, mas no prevalecerán.
-
Pues tú
los pondrás en fuga, Cuando
aparejares en tus cuerdas las saetas
contra sus rostros.
-
Ensálzate, oh Jehová, con tu
fortaleza: Cantaremos y alabaremos
tu poderío.
-
DIOS
mío, Dios mío, ¿por qué me has
dejado? ¿Por qué estás lejos de mi
salud, y de las palabras de mi
clamor?
-
Dios
mío, clamo de día, y no oyes; Y de
noche, y no hay para mí silencio.
-
Tú
empero eres santo, Tú que habitas
entre las alabanzas de Israel.
-
En ti
esperaron nuestros padres:
Esperaron, y tú los libraste.
-
Clamaron
á ti, y fueron librados: Esperaron
en ti, y no se avergonzaron.
-
Mas yo
soy gusano, y no hombre; Oprobio de
los hombres, y desecho del pueblo.
-
Todos
los que me ven, escarnecen de mí;
Estiran los labios, menean la
cabeza, diciendo:
-
Remítese
á Jehová, líbrelo; Sálvele, puesto
que en él se complacía.
-
Empero
tú eres el que me sacó del vientre,
El que me haces esperar desde que
estaba á los pechos de mi madre.
-
Sobre ti
fuí echado desde la matriz: Desde el
vientre de mi madre, tú eres mi
Dios.
-
No te
alejes de mí, porque la angustia
está cerca; Porque no hay quien
ayude.
-
Hanme
rodeado muchos toros; Fuertes toros
de Basán me han cercado.
-
Abrieron
sobre mí su boca, Como león rapante
y rugiente.
-
Heme
escurrido como aguas, Y todos mis
huesos se descoyuntaron: Mi corazón
fué como cera, Desliéndose en medio
de mis entrañas.
-
Secóse
como un tiesto mi vigor, Y mi lengua
se pegó á mi paladar; Y me has
puesto en el polvo de la muerte.
-
Porque
perros me han rodeado, Hame cercado
cuadrilla de malignos: Horadaron mis
manos y mis pies.
-
Contar
puedo todos mis huesos; Ellos miran,
considéranme.
-
Partieron entre sí mis vestidos, Y
sobre mi ropa echaron suertes.
-
Mas tú,
Jehová, no te alejes; Fortaleza mía,
apresúrate para mi ayuda.
-
Libra de
la espada mi alma; Del poder del
perro mi única.
-
Sálvame
de la boca del león, Y óyeme
librándome de los cuernos de los
unicornios.
-
Anunciaré tu nombre á mis hermanos:
En medio de la congregación te
alabaré.
-
Los que
teméis á Jehová, alabadle;
Glorificadle, simiente toda de
Jacob; Y temed de él, vosotros,
simiente toda de Israel.
-
Porque
no menospreció ni abominó la
aflicción del pobre, Ni de él
escondió su rostro; Sino que cuando
clamó á él, oyóle.
-
De ti
será mi alabanza en la grande
congregación; Mis votos pagaré
delante de los que le temen.
-
Comerán
los pobres, y serán saciados:
Alabarán á Jehová los que le buscan:
Vivirá vuestro corazón para siempre.
-
Acordarse han, y volveránse á Jehová
todos los términos de la tierra; Y
se humillarán delante de ti todas
las familias de las gentes.
-
Porque
de Jehová es el reino; Y él se
enseñoreará de las gentes.
-
Comerán
y adorarán todos los poderosos de la
tierra: Postraránse delante de él
todos los que descienden al polvo,
Si bien ninguno puede conservar la
vida á su propia alma.
-
La
posteridad le servirá; Será ella
contada por una generación de
Jehová.
-
Vendrán,
y anunciarán al pueblo que naciere,
Su justicia que él hizo.
-
JEHOVÁ
es mi pastor; nada me faltará.
-
En
lugares de delicados pastos me hará
yacer: Junto á aguas de reposo me
pastoreará.
-
Confortará mi alma; Guiárame por
sendas de justicia por amor de su
nombre.
-
Aunque
ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno; porque tú
estarás conmigo: Tu vara y tu cayado
me infundirán aliento.
-
Aderezarás mesa delante de mí, en
presencia de mis angustiadores:
Ungiste mi cabeza con aceite: mi
copa está rebosando.
-
Ciertamente el bien y la
misericordia me seguirán todos los
días de mi vida: Y en la casa de
Jehová moraré por largos días.
-
DE
Jehová es la tierra y su plenitud;
El mundo, y los que en él habitan.
-
Porque
él la fundó sobre los mares, Y
afirmóla sobre los ríos.
-
¿Quién
subirá al monte de Jehová? ¿Y quién
estará en el lugar de su santidad?
-
El
limpio de manos, y puro de corazón:
El que no ha elevado su alma á la
vanidad, Ni jurado con engaño.
-
El
recibirá bendición de Jehová, Y
justicia del Dios de salud.
-
Tal es
la generación de los que le buscan,
De los que buscan tu rostro, oh Dios
de Jacob. (Selah.)
-
Alzad,
oh puertas, vuestras cabezas, Y
alzaos vosotras, puertas eternas, Y
entrará el Rey de gloria.
-
¿Quién
es este Rey de gloria? Jehová el
fuerte y valiente, Jehová el
poderoso en batalla.
-
Alzad,
oh puertas, vuestras cabezas, Y
alzaos vosotras, puertas eternas, Y
entrará el Rey de gloria.
-
¿Quién
es este Rey de gloria? Jehová de los
ejércitos, El es el Rey de la
gloria. (Selah.)
-
A TI, oh
Jehová, levantaré mi alma.
-
Dios
mío, en ti confío; No sea yo
avergonzado, No se alegren de mí mis
enemigos.
-
Ciertamente ninguno de cuantos en ti
esperan será confundido: Serán
avergonzados los que se rebelan sin
causa.
-
Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;
Enséñame tus sendas.
-
Encamíname en tu verdad, y enséñame;
Porque tú eres el Dios de mi salud:
En ti he esperado todo el día.
-
Acuérdate, oh Jehová, de tus
conmiseraciones y de tus
misericordias, Que son perpetuas.
-
De los
pecados de mi mocedad, y de mis
rebeliones, no te acuerdes; Conforme
á tu misericordia acuérdate de mí,
Por tu bondad, oh Jehová.
-
Bueno y
recto es Jehová: Por tanto él
enseñará á los pecadores el camino.
-
Encaminará á los humildes por el
juicio, Y enseñará á los mansos su
carrera.
-
Todas
las sendas de Jehová son
misericordia y verdad, Para los que
guardan su pacto y sus testimonios.
-
Por amor
de tu nombre, oh Jehová, Perdonarás
también mi pecado; porque es grande.
-
¿Quién
es el hombre que teme á Jehová? El
le enseñará el camino que ha de
escoger.
-
Su alma
reposará en el bien, Y su simiente
heredará la tierra.
-
El
secreto de Jehová es para los que le
temen; Y á ellos hará conocer su
alianza.
-
Mis ojos
están siempre hacia Jehová; Porque
él sacará mis pies de la red.
-
Mírame,
y ten misericordia de mí; Porque
estoy solo y afligido.
-
Las
angustias de mi corazón se han
aumentado: Sácame de mis congojas.
-
Mira mi
aflicción y mi trabajo: Y perdona
todos mis pecados.
-
Mira mis
enemigos, que se han multiplicado, Y
con odio violento me aborrecen.
-
Guarda
mi alma, y líbrame: No sea yo
avergonzado, porque en ti confié.
-
Integridad y rectitud me guarden;
Porque en ti he esperado.
-
Redime,
oh Dios, á Israel De todas sus
angustias.
-
JÚZGAME,
oh Jehová, porque yo en mi
integridad he andado: Confiado he
asimismo en Jehová, no vacilaré.
-
Pruébame, oh Jehová, y sondéame:
Examina mis riñones y mi corazón.
-
Porque
tu misericordia está delante de mis
ojos, Y en tu verdad ando.
-
No me he
sentado con hombres de falsedad; Ni
entré con los que andan
encubiertamente.
-
Aborrecí
la reunión de los malignos, Y con
los impíos nunca me senté.
-
Lavaré
en inocencia mis manos, Y andaré
alrededor de tu altar, oh Jehová:
-
Para
exclamar con voz de acción de
gracias, Y para contar todas tus
maravillas.
-
Jehová,
la habitación de tu casa he amado, Y
el lugar del tabernáculo de tu
gloria.
-
No
juntes con los pecadores mi alma, Ni
con los hombres de sangres mi vida:
-
En cuyas
manos está el mal, Y su diestra está
llena de sobornos.
-
Yo
empero andaré en mi integridad:
Redímeme, y ten misericordia de mí.
-
Mi pie
ha estado en rectitud: En las
congregaciones bendeciré á Jehová.
-
JEHOVÁ
es mi luz y mi salvación: ¿de quién
temeré? Jehová es la fortaleza de mi
vida: ¿de quién he de atemorizarme?
-
Cuando
se allegaron contra mí los malignos,
mis angustiadores y mis enemigos,
Para comer mis carnes, ellos
tropezaron y cayeron.
-
Aunque
se asiente campo contra mí, No
temerá mi corazón: Aunque contra mí
se levante guerra, Yo en esto
confío.
-
Una cosa
he demandado á Jehová, ésta buscaré:
Que esté yo en la casa de Jehová
todos los días de mi vida, Para
contemplar la hermosura de Jehová, y
para inquirir en su templo.
-
Porque
él me esconderá en su tabernáculo en
el día del mal; Ocultaráme en lo
reservado de su pabellón; Pondráme
en alto sobre una roca.
-
Y luego
ensalzará mi cabeza sobre mis
enemigos en derredor de mí: Y yo
sacrificaré en su tabernáculo
sacrificios de júbilo: Cantaré y
salmearé á Jehová.
-
Oye, oh
Jehová, mi voz con que á ti clamo; Y
ten misericordia de mí, respóndeme.
-
Mi
corazón ha dicho de ti: Buscad mi
rostro. Tu rostro buscaré, oh
Jehová.
-
No
escondas tu rostro de mí, No apartes
con ira á tu siervo: Mi ayuda has
sido; No me dejes y no me
desampares, Dios de mi salud.
-
Aunque
mi padre y mi madre me dejaran,
Jehová con todo me recogerá.
-
Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y
guíame por senda de rectitud, A
causa de mis enemigos.
-
No me
entregues á la voluntad de mis
enemigos; Porque se han levantado
contra mí testigos falsos, y los que
respiran crueldad.
-
Hubiera
yo desmayado, si no creyese que
tengo de ver la bondad de Jehová En
la tierra de los vivientes.
-
Aguarda
á Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu
corazón: Sí, espera á Jehová.
-
A TI
clamaré, oh Jehová, Fortaleza mía:
no te desentiendas de mí; Porque no
sea yo, dejándome tú, Semejante á
los que descienden al sepulcro.
-
Oye la
voz de mis ruegos cuando clamo á ti,
Cuando alzo mis manos hacia el
templo de tu santidad.
-
No me
arrebates á una con los malos, Y con
los que hacen iniquidad: Los cuales
hablan paz con sus prójimos, Y la
maldad está en su corazón.
-
Dales
conforme á su obra, y conforme á la
malicia de sus hechos: Dales
conforme á la obra de sus manos,
Dales su paga.
-
Porque
no atendieron á las obras de Jehová,
Ni al hecho de sus manos,
Derribarálos, y no los edificará.
-
Bendito
Jehová, Que oyó la voz de mis
ruegos.
-
Jehová
es mi fortaleza y mi escudo: En él
esperó mi corazón, y fuí ayudado;
Por lo que se gozó mi corazón, Y con
mi canción le alabaré.
-
Jehová
es su fuerza, Y la fortaleza de las
saludes de su ungido.
-
Salva á
tu pueblo, y bendice á tu heredad; Y
pastoréalos y ensálzalos para
siempre.
-
DAD á
Jehová, oh hijos de fuertes, Dad á
Jehová la gloria y la fortaleza.
-
Dad á
Jehová la gloria debida á su nombre:
Humillaos á Jehová en el glorioso
santuario.
-
Voz de
Jehová sobre las aguas: Hizo tronar
el Dios de gloria: Jehová sobre las
muchas aguas.
-
Voz de
Jehová con potencia; Voz de Jehová
con gloria.
-
Voz de
Jehová que quebranta los cedros; Y
quebrantó Jehová los cedros del
Líbano.
-
E
hízolos saltar como becerros; Al
Líbano y al Sirión como hijos de
unicornios.
-
Voz de
Jehová que derrama llamas de fuego.
-
Voz de
Jehová que hará temblar el desierto;
Hará temblar Jehová el desierto de
Cades.
-
Voz de
Jehová que hará estar de parto á las
ciervas, Y desnudará la breñas: Y en
su templo todos los suyos le dicen
gloria.
-
Jehová
preside en el diluvio, Y asentóse
Jehová por rey para siempre.
-
Jehová
dará fortaleza á su pueblo: Jehová
bendecirá á su pueblo en paz. Salmo
de David.
-
GLORIFICARTE he, oh Jehová; porque
me has ensalzado, Y no hiciste á mis
enemigos alegrarse de mí.
-
Jehová
Dios mío, A ti clamé, y me sanaste.
-
Oh
Jehová, hiciste subir mi alma del
sepulcro; Dísteme vida, para que no
descendiese á la sepultura.
-
Cantad á
Jehová, vosotros sus santos, Y
celebrad la memoria de su santidad.
-
Porque
un momento será su furor; Mas en su
voluntad está la vida: Por la tarde
durará el lloró, Y á la mañana
vendrá la alegría.
-
Y dije
yo en mi prosperidad: No seré jamás
conmovido;
-
Porque
tú, Jehová, por tu benevolencia has
asentado mi monte con fortaleza.
Escondiste tu rostro, fuí
conturbado.
-
A ti, oh
Jehová, clamaré; Y al Señor
suplicaré.
-
¿Qué
provecho hay en mi muerte, cuando yo
descienda al hoyo? ¿Te alabará el
polvo? ¿anunciará tu verdad?
-
Oye, oh
Jehová, y ten misericordia de mí:
Jehová, sé tú mi ayudador.
-
Has
tornado mi endecha en baile;
Desataste mi saco, y ceñísteme de
alegría.
-
Por
tanto á ti cantaré, gloria mía, y no
estaré callado. Jehová Dios mío, te
alabaré para siempre.
-
EN ti,
oh Jehová, he esperado; no sea yo
confundido para siempre: Líbrame en
tu justicia.
-
Inclina
á mí tu oído, líbrame presto; Séme
por roca de fortaleza, por casa
fuerte para salvarme.
-
Porque
tú eres mi roca y mi castillo; Y por
tu nombre me guiarás, y me
encaminarás.
-
Me
sacarás de la red que han escondido
para mí; Porque tú eres mi
fortaleza.
-
En tu
mano encomiendo mi espíritu: Tú me
has redimido, oh Jehová, Dios de
verdad.
-
Aborrecí
á los que esperan en vanidades
ilusorias; Mas yo en Jehová he
esperado.
-
Me
gozaré y alegraré en tu
misericordia; Porque has visto mi
aflicción; Has conocido mi alma en
las angustias:
-
Y no me
encerraste en mano del enemigo;
Hiciste estar mis pies en anchura.
-
Ten
misericordia de mí, oh Jehová, que
estoy en angustia: Hanse consumido
de pesar mis ojos, mi alma, y mis
entrañas.
-
Porque
mi vida se va gastando de dolor, y
mis años de suspirar: Hase
enflaquecido mi fuerza á causa de mi
iniquidad, y mis huesos se han
consumido.
-
De todos
mis enemigos he sido oprobio, Y de
mis vecinos en gran manera, y horror
á mis conocidos: Los que me veían
fuera, huían de mí.
-
He sido
olvidado de su corazón como un
muerto: He venido á ser como un vaso
perdido.
-
Porque
he oído afrenta de muchos; Miedo por
todas partes, Cuando consultaban
juntos contra mí, E ideaban quitarme
la vida.
-
Mas yo
en ti confié, oh Jehová: Yo dije:
Dios mío eres tú.
-
En tu
mano están mis tiempos: Líbrame de
la mano de mis enemigos, y de mis
perseguidores.
-
Haz
resplandecer tu rostro sobre tu
siervo: Sálvame por tu misericordia.
-
No sea
yo confundido, oh Jehová, ya que te
he invocado; Sean corridos los
impíos, estén mudos en el profundo.
-
Enmudezcan los labios mentirosos,
Que hablan contra el justo cosas
duras, Con soberbia y menosprecio.
-
¡Cuán
grande es tu bien, que has guardado
para los que te temen, Que has
obrado para los que esperan en ti,
delante de los hijos de los hombres!
-
Los
esconderás en el secreto de tu
rostro de las arrogancias del
hombre: Los pondrás en un
tabernáculo á cubierto de contención
de lenguas.
-
Bendito
Jehová, Porque ha hecho maravillosa
su misericordia para conmigo en
ciudad fuerte.
-
Y decía
yo en mi premura: Cortado soy de
delante de tus ojos: Tú empero oíste
la voz de mis ruegos, cuando á ti
clamaba.
-
Amad á
Jehová todos vosotros sus santos: A
los fieles guarda Jehová, Y paga
abundantemente al que obra con
soberbia.
-
Esforzaos todos vosotros los que
esperáis en Jehová, Y tome vuestro
corazón aliento.
-
BIENAVENTURADO aquel cuyas
iniquidades son perdonadas, y
borrados sus pecados.
-
Bienaventurado el hombre á quien no
imputa Jehová la iniquidad, Y en
cuyo espíritu no hay superchería.
-
Mientras
callé, envejeciéronse mis huesos En
mi gemir todo el día.
-
Porque
de día y de noche se agravó sobre mí
tu mano; Volvióse mi verdor en
sequedades de estío. (Selah.)
-
Mi
pecado te declaré, y no encubrí mi
iniquidad. Confesaré, dije, contra
mí mis rebeliones á Jehová; Y tú
perdonaste la maldad de mi pecado. (Selah.)
-
Por esto
orará á ti todo santo en el tiempo
de poder hallarte: Ciertamente en la
inundación de muchas aguas no
llegarán éstas á él.
-
Tú eres
mi refugio; me guardarás de
angustia; Con cánticos de liberación
me rodearás. (Selah.)
-
Te haré
entender, y te enseñaré el camino en
que debes andar: Sobre ti fijaré mis
ojos.
-
No seáis
como el caballo, ó como el mulo, sin
entendimiento: Con cabestro y con
freno su boca ha de ser reprimida,
Para que no lleguen á ti.
-
Muchos
dolores para el impío; Mas el que
espera en Jehová, lo cercará
misericordia.
-
Alegraos
en Jehová, y gozaos, justos: Y
cantad todos vosotros los rectos de
corazón.
-
ALEGRAOS, justos, en Jehová: A los
rectos es hermosa la alabanza.
-
Celebrad
á Jehová con arpa: Cantadle con
salterio y decacordio.
-
Cantadle
canción nueva: Hacedlo bien tañendo
con júbilo.
-
Porque
recta es la palabra de Jehová, Y
toda su obra con verdad hecha.
-
El ama
justicia y juicio: De la
misericordia de Jehová está llena la
tierra.
-
Por la
palabra de Jehová fueron hechos los
cielos, Y todo el ejército de ellos
por el espíritu de su boca.
-
El junta
como en un montón las aguas de la
mar: El pone en depósitos los
abismos.
-
Tema á
Jehová toda la tierra: Teman de él
todos los habitadores del mundo.
-
Porque
él dijo, y fue hecho; El mandó, y
existió.
-
Jehová
hace nulo el consejo de las gentes,
Y frustra las maquinaciones de los
pueblos.
-
El
consejo de Jehová permanecerá para
siempre; Los pensamientos de su
corazón por todas las generaciones.
-
Bienaventurada la gente de que
Jehová es su Dios; El pueblo á quien
escogió por heredad para sí.
-
Desde
los cielos miró Jehová; Vio á todos
los hijos de los hombres:
-
Desde la
morada de su asiento miró Sobre
todos los moradores de la tierra.
-
El formó
el corazón de todos ellos; El
considera todas sus obras.
-
El rey
no es salvo con la multitud del
ejército: No escapa el valiente por
la mucha fuerza.
-
Vanidad
es el caballo para salvarse: Por la
grandeza de su fuerza no librará.
-
He aquí,
el ojo de Jehová sobre los que le
temen, Sobre los que esperan en su
misericordia;
-
Para
librar sus almas de la muerte, Y
para darles vida en el hambre.
-
Nuestra
alma esperó á Jehová; Nuestra ayuda
y nuestro escudo es él.
-
Por
tanto en él se alegrará nuestro
corazón, Porque en su santo nombre
hemos confiado.
-
Sea tu
misericordia, oh Jehová, sobre
nosotros, Como esperamos en ti.
-
BENDECIRÉ á Jehová en todo tiempo;
Su alabanza será siempre en mi boca.
-
En
Jehová se gloriará mi alma: Oiránlo
los mansos, y se alegrarán.
-
Engrandeced á Jehová conmigo, Y
ensalcemos su nombre á una.
-
Busqué á
Jehová, y él me oyó, Y libróme de
todos mis temores.
-
A él
miraron y fueron alumbrados: Y sus
rostros no se avergonzaron.
-
Este
pobre clamó, y oyóle Jehová, Y
librólo de todas sus angustias.
-
El ángel
de Jehová acampa en derredor de los
que le temen, Y los defiende.
-
Gustad,
y ved que es bueno Jehová: Dichoso
el hombre que confiará en él.
-
Temed á
Jehová, vosotros sus santos; Porque
no hay falta para los que le temen.
-
Los
leoncillos necesitaron, y tuvieron
hambre; Pero los que buscan á
Jehová, no tendrán falta de ningún
bien.
-
Venid,
hijos, oidme; El temor de Jehová os
enseñaré.
-
¿Quién
es el hombre que desea vida, Que
codicia días para ver bien?
-
Guarda
tu lengua de mal, Y tus labios de
hablar engaño.
-
Apártate
del mal, y haz el bien; Busca la
paz, y síguela.
-
Los ojos
de Jehová están sobre los justos, Y
atentos sus oídos al clamor de
ellos.
-
La ira
de Jehová contra los que mal hacen,
Para cortar de la tierra la memoria
de ellos.
-
Clamaron
los justos, y Jehová oyó, Y librólos
de todas sus angustias.
-
Cercano
está Jehová á los quebrantados de
corazón; Y salvará á los contritos
de espíritu.
-
Muchos
son los males del justo; Mas de
todos ellos lo librará Jehová.
-
El
guarda todos sus huesos; Ni uno de
ellos será quebrantado.
-
Matará
al malo la maldad; Y los que
aborrecen al justo serán asolados.
-
Jehová
redime el alma de sus siervos; Y no
serán asolados cuantos en él
confían.
-
DISPUTA,
oh Jehová, con los que contra mí
contienden; Pelea con los que me
combaten.
-
Echa
mano al escudo y al pavés, Y
levántate en mi ayuda.
-
Y saca
la lanza, cierra contra mis
perseguidores; Di á mi alma: Yo soy
tu salud.
-
Avergüéncense y confúndanse los que
buscan mi alma: Vuelvan atrás, y
sean avergonzados los que mi mal
intentan.
-
Sean
como el tamo delante del viento; Y
el ángel de Jehová los acose.
-
Sea su
camino oscuridad y resbaladeros; Y
el ángel de Jehová los persiga.
-
Porque
sin causa escondieron para mí su red
en un hoyo; Sin causa hicieron hoyo
para mi alma.
-
Véngale
el quebrantamiento que no sepa, Y su
red que escondió lo prenda: Con
quebrantamiento en ella caiga.
-
Y gócese
mi alma en Jehová; Y alégrese en su
salud.
-
Todos
mis huesos dirán: Jehová, ¿quién
como tú, Que libras al afligido del
más fuerte que él, Y al pobre y
menesteroso del que le despoja?
-
Levantáronse testigos falsos;
Demandáronme lo que no sabía;
-
Volviéronme mal por bien, Para
abatir á mi alma.
-
Mas yo,
cuando ellos enfermaron, me vestí de
saco; Afligí con ayuno mi alma, Y mi
oración se revolvía en mi seno.
-
Como por
mi compañero, como por mi hermano
andaba; Como el que trae luto por
madre, enlutado me humillaba.
-
Pero
ellos se alegraron en mi adversidad,
y se juntaron; Juntáronse contra mí
gentes despreciables, y yo no lo
entendía: Despedazábanme, y no
cesaban;
-
Con los
lisonjeros escarnecedores truhanes,
Crujiendo sobre mí sus dientes.
-
Señor,
¿hasta cuándo verás esto? Recobra mi
alma de sus quebrantamientos, mi
única de los leones.
-
Te
confesaré en grande congregación; Te
alabaré entre numeroso pueblo.
-
No se
alegren de mí mis enemigos injustos:
Ni los que me aborrecen sin causa
hagan del ojo.
-
Porque
no hablan paz; Y contra los mansos
de la tierra piensan palabras
engañosas.
-
Y
ensancharon sobre mí su boca;
Dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo
han visto!
-
Tú lo
has visto, oh Jehová; no calles:
Señor, de mí no te alejes.
-
Muévete
y despierta para mi juicio, Para mi
causa, Dios mío y Señor mío.
-
Júzgame
conforme á tu justicia, Jehová Dios
mío; Y no se alegren de mí.
-
No digan
en su corazón: ¡Ea, alma nuestra! No
digan: ¡Hémoslo devorado!
-
Avergüencense, y sean confundidos á
una los que de mi mal se alegran:
Vístanse de vergüenza y de confusión
los que se engrandecen contra mí.
-
Canten y
alégrense los que están á favor de
mi justa causa, Y digan siempre: Sea
ensalzado Jehová, Que ama la paz de
su siervo.
-
Y mi
lengua hablará de tu justicia, Y de
tu loor todo el día.
-
LA
iniquidad del impío me dice al
corazón: No hay temor de Dios
delante de sus ojos.
-
Lisonjéase, por tanto, en sus
propios ojos, Hasta que su iniquidad
sea hallada aborrecible.
-
Las
palabras de su boca son iniquidad y
fraude; No quiso entender para bien
hacer.
-
Iniquidad piensa sobre su cama; Está
en camino no bueno, El mal no
aborrece.
-
Jehová,
hasta los cielos es tu misericordia;
Tu verdad hasta las nubes.
-
Tu
justicia como los montes de Dios,
Tus juicios abismo grande: Oh
Jehová, al hombre y al animal
conservas.
-
¡Cuán
ilustre, oh Dios, es tu
misericordia! Por eso los hijos de
los hombres se amparan bajo la
sombra de tus alas.
-
Embriagarse han de la grosura de tu
casa; Y tú los abrevarás del
torrente de tus delicias.
-
Porque
contigo está el manantial de la
vida: En tu luz veremos la luz.
-
Extiende
tu misericordia á los que te
conocen, Y tu justicia á los rectos
de corazón.
-
No venga
contra mí pie de soberbia; Y mano de
impíos no me mueva.
-
Allí
cayeron los obradores de iniquidad;
Fueron rempujados, y no pudieron
levantarse.
-
NO te
impacientes á causa de los malignos,
Ni tengas envidia de los que hacen
iniquidad.
-
Porque
como hierba serán presto cortados, Y
decaerán como verdor de renuevo.
-
Espera
en Jehová, y haz bien; Vivirás en la
tierra, y en verdad serás
alimentado.
-
Pon
asimismo tu delicia en Jehová, Y él
te dará las peticiones de tu
corazón.
-
Encomienda á Jehová tu camino, Y
espera en él; y él hará.
-
Y
exhibirá tu justicia como la luz, Y
tus derechos como el medio día.
-
Calla á
Jehová, y espera en él: No te
alteres con motivo del que prospera
en su camino, Por el hombre que hace
maldades.
-
Déjate
de la ira, y depón el enojo: No te
excites en manera alguna á hacer lo
malo.
-
Porque
los malignos serán talados, Mas los
que esperan en Jehová, ellos
heredarán la tierra.
-
Pues de
aquí á poco no será el malo: Y
contemplarás sobre su lugar, y no
parecerá.
-
Pero los
mansos heredarán la tierra, Y se
recrearán con abundancia de paz.
-
Maquina
el impío contra el justo, Y cruje
sobre él sus dientes.
-
El Señor
se reirá de él; Porque ve que viene
su día.
-
Los
impíos desenvainaron espada, y
entesaron su arco, Para derribar al
pobre y al menesteroso, Para matar á
los de recto proceder.
-
La
espada de ellos entrará en su mismo
corazón, Y su arco será quebrado.
-
Mejor es
lo poco del justo, Que las riquezas
de muchos pecadores.
-
Porque
los brazos de los impíos serán
quebrados: Mas el que sostiene á los
justos es Jehová.
-
Conoce
Jehová los días de los perfectos: Y
la heredad de ellos será para
siempre.
-
No serán
avergonzados en el mal tiempo; Y en
los días de hambre serán hartos.
-
Mas los
impíos perecerán, Y los enemigos de
Jehová como la grasa de los carneros
Serán consumidos: se disiparán como
humo.
-
El impío
toma prestado, y no paga; Mas el
justo tiene misericordia, y da.
-
Porque
los benditos de él heredarán la
tierra; Y los malditos de él serán
talados.
-
Por
Jehová son ordenados los pasos del
hombre, Y aprueba su camino.
-
Cuando
cayere, no quedará postrado; Porque
Jehová sostiene su mano.
-
Mozo
fuí, y he envejecido, Y no he visto
justo desamparado, Ni su simiente
que mendigue pan.
-
En todo
tiempo tiene misericordia, y presta;
Y su simiente es para bendición.
-
Apártate
del mal, y haz el bien, Y vivirás
para siempre.
-
Porque
Jehová ama la rectitud, Y no
desampara sus santos: Mas la
simiente de los impíos será
extirpada.
-
Los
justos heredarán la tierra, Y
vivirán para siempre sobre ella.
-
La boca
del justo hablara sabiduría; Y su
lengua proferirá juicio.
-
La ley
de su Dios está en su corazón; Por
tanto sus pasos no vacilarán.
-
Acecha
el impío al justo, Y procura
matarlo.
-
Jehová
no lo dejará en sus manos, Ni lo
condenará cuando le juzgaren.
-
Espera
en Jehová, y guarda su camino, Y él
te ensalzará para heredar la tierra:
Cuando serán talados los pecadores,
lo verás.
-
Vi yo al
impío sumamente ensalzado, Y que se
extendía como un laurel verde.
-
Empero
pasóse, y he aquí no parece; Y
busquélo, y no fué hallado.
-
Considera al íntegro, y mira al
justo: Que la postrimería de cada
uno de ellos es paz.
-
Mas los
transgresores fueron todos á una
destruídos: La postrimería de los
impíos fué talada.
-
Pero la
salvación de los justos es de
Jehová, Y él es su fortaleza en el
tiempo de angustia.
-
Y Jehová
los ayudará, Y los librará: y
libertarálos de los impíos, y los
salvará, Por cuanto en él esperaron.
-
JEHOVÁ,
no me reprendas en tu furor, Ni me
castigues en tu ira.
-
Porque
tus saetas descendieron á mí, Y
sobre mí ha caído tu mano.
-
No hay
sanidad en mi carne á causa de tu
ira; Ni hay paz en mis huesos á
causa de mi pecado.
-
Porque
mis iniquidades han pasado mi
cabeza: Como carga pesada se han
agravado sobre mí.
-
Pudriéronse, corrompiéronse mis
llagas, A causa de mi locura.
-
Estoy
encorvado, estoy humillado en gran
manera, Ando enlutado todo el día.
-
Porque
mis lomos están llenos de
irritación, Y no hay sanidad en mi
carne.
-
Estoy
debilitado y molido en gran manera;
Bramo á causa de la conmoción de mi
corazón.
-
Señor,
delante de ti están todos mis
deseos; Y mi suspiro no te es
oculto.
-
Mi
corazón está acongojado, hame dejado
mi vigor; Y aun la misma luz de mis
ojos no está conmigo.
-
Mis
amigos y mis compañeros se quitaron
de delante de mi plaga; Y mis
cercanos se pusieron lejos.
-
Y los
que buscaban mi alma armaron lazos;
Y los que procuraban mi mal hablaban
iniquidades, Y meditaban fraudes
todo el día.
-
Mas yo,
como si fuera sordo no oía; Y estaba
como un mudo, que no abre su boca.
-
Fuí pues
como un hombre que no oye, Y que en
su boca no tiene reprensiones.
-
Porque á
ti, oh Jehová, esperé yo: Tú
responderás, Jehová Dios mío.
-
Porque
dije: Que no se alegren de mí:
Cuando mi pie resbalaba, sobre mí se
engrandecían.
-
Empero
yo estoy á pique de claudicar, Y mi
dolor está delante de mí
continuamente.
-
Por
tanto denunciaré mi maldad;
Congojaréme por mi pecado.
-
Porque
mis enemigos están vivos y fuertes:
Y hanse aumentado los que me
aborrecen sin causa:
-
Y
pagando mal por bien Me son
contrarios, por seguir yo lo bueno.
-
No me
desampares, oh Jehová: Dios mío, no
te alejes de mí.
-
Apresúrate á ayudarme, Oh Señor, mi
salud.
-
YO DIJE:
Atenderé á mis caminos, Para no
pecar con mi lengua: Guardaré mi
boca con freno, En tanto que el
impío fuere contra mí.
-
Enmudecí
con silencio, calléme aun respecto
de lo bueno: Y excitóse mi dolor.
-
Enardecióse mi corazón dentro de mí;
Encendióse fuego en mi meditación, Y
así proferí con mi lengua:
-
Hazme
saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea
la medida de mis días; Sepa yo
cuánto tengo de ser del mundo.
-
He aquí
diste á mis días término corto, Y mi
edad es como nada delante de ti:
Ciertamente es completa vanidad todo
hombre que vive. (Selah.)
-
Ciertamente en tinieblas anda el
hombre; Ciertamente en vano se
inquieta: Junta, y no sabe quién lo
allegará.
-
Y ahora,
Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza
en ti está.
-
Líbrame
de todas mis rebeliones; No me
pongas por escarnio del insensato.
-
Enmudecí, no abrí mi boca; Porque tú
lo hiciste.
-
Quita de
sobre mí tu plaga; De la guerra de
tu mano soy consumido.
-
Con
castigos sobre el pecado corriges al
hombre, Y haces consumirse como de
polilla su grandeza: Ciertamente
vanidad es todo hombre. (Selah.)
-
Oye mi
oración, oh Jehová, y escucha mi
clamor: No calles á mis lágrimas;
Porque peregrino soy para contigo, Y
advenedizo, como todos mis padres.
-
Déjame,
y tomaré fuerzas, Antes que vaya y
perezca.
-
RESIGNADAMENTE esperé á Jehová, E
inclinóse á mí, y oyó mi clamor.
-
E hízome
sacar de un lago de miseria, del
lodo cenagoso; Y puso mis pies sobre
peña, y enderezó mis pasos.
-
Puso
luego en mi boca canción nueva,
alabanza á nuestro Dios. Verán esto
muchos, y temerán, Y esperarán en
Jehová.
-
Bienaventurado el hombre que puso á
Jehová por su confianza, Y no mira á
los soberbios, ni á los que declinan
á la mentira.
-
Aumentado has tú, oh Jehová Dios
mío, tus maravillas; Y tus
pensamientos para con nosotros, No
te los podremos contar: Si yo
anunciare y hablare de ellos, No
pueden ser enarrados.
-
Sacrificio y presente no te agrada;
Has abierto mis oídos; Holocausto y
expiación no has demandado.
-
Entonces
dije: He aquí, vengo; En el
envoltorio del libro está escrito de
mí:
-
El hacer
tu voluntad, Dios mío, hame
agradado; Y tu ley está en medio de
mis entrañas.
-
Anunciado he justicia en grande
congregación: He aquí no detuve mis
labios, Jehová, tú lo sabes.
-
No
encubrí tu justicia dentro de mi
corazón: Tu verdad y tu salvación he
dicho: No oculté tu misericordia y
tu verdad en grande concurso.
-
Tú,
Jehová, no apartes de mí tus
misericordias: Tu misericordia y tu
verdad me guarden siempre.
-
Porque
me han cercado males hasta no haber
cuento: Hanme comprendido mis
maldades, y no puedo levantar la
vista: Hanse aumentado más que los
cabellos de mi cabeza, y mi corazón
me falta.
-
Quieras,
oh Jehová, librarme; Jehová,
apresúrate á socorrerme.
-
Sean
avergonzados y confusos á una Los
que buscan mi vida para cortarla:
Vuelvan atrás y avergüéncense Los
que mi mal desean.
-
Sean
asolados en pago de su afrenta Los
que me dicen: ¡Ea, ea!
-
Gócense
y alégrense en ti todos los que te
buscan; Y digan siempre los que aman
tu salud: Jehová sea ensalzado.
-
Aunque
afligido yo y necesitado, Jehová
pensará de mí: Mi ayuda y mi
libertador eres tú; Dios mío, no te
tardes.
-
BIENAVENTURADO el que piensa en el
pobre: En el día malo lo librará
Jehová.
-
Jehová
lo guardé, y le dé vida: sea
bienaventurado en la tierra, Y no lo
entregues á la voluntad de sus
enemigos.
-
Jehová
lo sustentará sobre el lecho del
dolor: Mullirás toda su cama en su
enfermedad.
-
Yo dije:
Jehová, ten misericordia de mí; Sana
mi alma, porque contra ti he pecado.
-
Mis
enemigos dicen mal de mí
preguntando: ¿Cuándo morirá, y
perecerá su nombre?
-
Y si
venía á ver me, hablaba mentira: Su
corazón se amontonaba iniquidad; Y
salido fuera, hablába la.
-
Reunidos
murmuraban contra mí todos los que
me aborrecían: Contra mí pensaban
mal, diciendo de mí:
-
Cosa
pestilencial de él se ha apoderado;
Y el que cayó en cama, no volverá á
levantarse.
-
Aun el
hombre de mi paz, en quien yo
confiaba, el que de mi pan comía,
Alzó contra mí el calcañar.
-
Mas tú,
Jehová, ten misericordia de mí, y
hazme levantar, Y daréles el pago.
-
En esto
habré conocido que te he agradado,
Que mi enemigo no se holgará de mí.
-
En
cuanto á mí, en mi integridad me has
sustentado, Y me has hecho estar
delante de ti para siempre.
-
Bendito
sea Jehová, el Dios de Israel, Por
siglos de siglos. Amén y Amén.
-
COMO el
ciervo brama por las corrientes de
las aguas, Así clama por ti, oh
Dios, el alma mía.
-
Mi alma
tiene sed de Dios, del Dios vivo:
¡Cuándo vendré, y pareceré delante
de Dios!
-
Fueron
mis lágrimas mi pan de día y de
noche, Mientras me dicen todos los
días: ¿Dónde está tu Dios?
-
Acordaréme de estas cosas, y
derramaré sobre mí mi alma: Cuando
pasaré en el número, iré con ellos
hasta la casa de Dios, Con voz de
alegría y de alabanza, haciendo
fiesta la multitud.
-
¿Por qué
te abates, oh alma mía, Y te
conturbas en mí? Espera á Dios;
porque aun le tengo de alabar Por
las saludes de su presencia.
-
Dios
mío, mi alma está en mí abatida:
Acordaréme por tanto de ti desde
tierra del Jordán, Y de los
Hermonitas, desde el monte de Mizhar.
-
Un
abismo llama á otro á la voz de tus
canales: Todas tus ondas y tus olas
han pasado sobre mí.
-
De día
mandará Jehová su misericordia, Y de
noche su canción será conmigo, Y
oración al Dios de mi vida.
-
Diré á
Dios: Roca mía, ¿por qué te has
olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo
enlutado por la opresión del
enemigo?
-
Mientras
se están quebrantando mis huesos,
mis enemigos me afrentan, Diciéndome
cada día: ¿Dónde está tu Dios?
-
¿Por qué
te abates, oh alma mía, Y por qué te
conturbas en mí? Espera á Dios;
porque aun le tengo de alabar; Es él
salvamento delante de mí, y el Dios
mío.
-
JUZGAME,
oh Dios, y aboga mi causa: Líbrame
de gente impía, del hombre de engaño
é iniquidad.
-
Pues que
tú eres el Dios de mi fortaleza,
¿por qué me has desechado? ¿Por qué
andaré enlutado por la opresión del
enemigo?
-
Envía tu
luz y tu verdad: éstas me guiarán,
Me conducirán al monte de tu
santidad, Y á tus tabernáculos.
-
Y
entraré al altar de Dios, Al Dios
alegría de mi gozo; Y alabaréte con
arpa, oh Dios, Dios mío.
-
¿Por qué
te abates, oh alma mía, Y por qué te
conturbes en mí? Espera á Dios;
porque aun le tengo de alabar; Es él
salvamento delante de mí, y el Dios
mío.
-
OH Dios,
con nuestros oídos hemos oído,
nuestros padres nos han contado, La
obra que hiciste en sus días, en los
tiempos antiguos.
-
Tú con
tu mano echaste las gentes, y los
plantaste á ellos; Afligiste los
pueblos, y los arrojaste.
-
Porque
no se apoderaron de la tierra por su
espada, Ni su brazo los libró; Sino
tu diestra, y tu brazo, y la luz de
tu rostro, Porque te complaciste en
ellos.
-
Tú, oh
Dios, eres mi rey: Manda saludes á
Jacob.
-
Por
medio de ti sacudiremos á nuestros
enemigos: En tu nombre
atropellaremos á nuestros
adversarios.
-
Porque
no confiaré en mi arco, Ni mi espada
me salvará.
-
Pues tú
nos has guardado de nuestros
enemigos, Y has avergonzado á los
que nos aborrecían.
-
En Dios
nos gloriaremos todo tiempo, Y para
siempre loaremos tu nombre. (Selah.)
-
Empero
nos has desechado, y nos has hecho
avergonzar; Y no sales en nuestros
ejércitos.
-
Nos
hiciste retroceder del enemigo, Y
saqueáron nos para sí los que nos
aborrecían.
-
Pusístenos como á ovejas para
comida, Y esparcístenos entre las
gentes.
-
Has
vendido tu pueblo de balde, Y no
pujaste en sus precios.
-
Pusístenos por vergüenza á nuestros
vecinos, Por escarnio y por burla á
los que nos rodean.
-
Pusístenos por proverbio entre las
gentes, Por movimiento de cabeza en
los pueblos.
-
Cada día
mi vergüenza está delante de mí, Y
cúbreme la confusión de mi rostro,
-
Por la
voz del que me vitupera y deshonra,
Por razón del enemigo y del que se
venga.
-
Todo
esto nos ha venido, y no nos hemos
olvidado de ti; Y no hemos faltado á
tu pacto.
-
No se ha
vuelto atrás nuestro corazón, Ni
tampoco se han apartado nuestros
pasos de tus caminos.
-
Cuando
nos quebrantaste en el lugar de los
dragones, Y nos cubriste con sombra
de muerte,
-
Si nos
hubiésemos olvidado del nombre de
nuestro Dios, O alzado nuestras
manos á dios ajeno,
-
¿No
demandaría Dios esto? Porque él
conoce los secretos del corazón.
-
Empero
por tu causa nos matan cada día;
Somos tenidos como ovejas para el
matadero.
-
Despierta; ¿por qué duermes, Señor?
Despierta, no te alejes para
siempre.
-
¿Por qué
escondes tu rostro, Y te olvidas de
nuestra aflicción, y de la opresión
nuestra?
-
Porque
nuestra alma está agobiada hasta el
polvo: Nuestro vientre está pegado
con la tierra.
-
Levántate para ayudarnos, Y
redímenos por tu misericordia.
-
REBOSA
mi corazón palabra buena: Refiero yo
al Rey mis obras: Mi lengua es pluma
de escribiente muy ligero.
-
Haste
hermoseado más que los hijos de los
hombres; La gracia se derramó en tus
labios: Por tanto Dios te ha
bendecido para siempre.
-
Cíñete
tu espada sobre el muslo, oh
valiente, Con tu gloria y con tu
majestad.
-
Y en tu
gloria sé prosperado: Cabalga sobre
palabra de verdad, y de humildad, y
de justicia; Y tu diestra te
enseñará cosas terribles.
-
Tus
saetas agudas Con que caerán pueblos
debajo de ti, Penetrarán en el
corazón de los enemigos del Rey.
-
Tu
trono, oh Dios, eterno y para
siempre: Vara de justicia la vara de
tu reino.
-
Amaste
la justicia y aborreciste la maldad:
Por tanto te ungió Dios, el Dios
tuyo, Con óleo de gozo sobre tus
compañeros.
-
Mirra,
áloe, y casia exhalan todos tus
vestidos: En estancias de marfil te
han recreado.
-
Hijas de
reyes entre tus ilustres: Está la
reina á tu diestra con oro de Ophir.
-
Oye,
hija, y mira, é inclina tu oído; Y
olvida tu pueblo, y la casa de tu
padre;
-
Y
deseará el rey tu hermosura: E
inclínate á él, porque él es tu
Señor.
-
Y las
hijas de Tiro vendrán con presente;
Implorarán tu favor los ricos del
pueblo.
-
Toda
ilustre es de dentro la hija del
rey: De brocado de oro es su
vestido.
-
Con
vestidos bordados será llevada al
rey; Vírgenes en pos de ella: Sus
compañeras serán traídas á ti.
-
Serán
traídas con alegría y gozo: Entrarán
en el palacio del rey.
-
En lugar
de tus padres serán tus hijos, A
quienes harás príncipes en toda la
tierra.
-
Haré
perpetua la memoria de tu nombre en
todas las generaciones: Por lo cual
te alabarán los pueblos eternamente
y para siempre.
-
DIOS es
nuestro amparo y fortaleza, Nuestro
pronto auxilio en las tribulaciones.
-
Por
tanto no temeremos aunque la tierra
sea removida; Aunque se traspasen
los montes al corazón de la mar.
-
Bramarán, turbaránse sus aguas;
Temblarán los montes á causa de su
braveza. (Selah.)
-
Del río
sus conductos alegrarán la ciudad de
Dios, El santuario de las tiendas
del Altísimo.
-
Dios
está en medio de ella; no será
conmovida: Dios la ayudará al
clarear la mañana.
-
Bramaron
las gentes, titubearon los reinos;
Dió él su voz, derritióse la tierra.
-
Jehová
de los ejércitos es con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
(Selah.)
-
Venid,
ved las obras de Jehová, Que ha
puesto asolamientos en la tierra.
-
Que hace
cesar las guerras hasta los fines de
la tierra: Que quiebra el arco,
corta la lanza, Y quema los carros
en el fuego.
-
Estad
quietos, y conoced que yo soy Dios:
Ensalzado he de ser entre las
gentes, ensalzado seré en la tierra.
-
Jehová
de los ejércitos es con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
(Selah.)
-
PUEBLOS
todos, batid las manos; Aclamad á
Dios con voz de júbilo.
-
Porque
Jehová el Altísimo es terrible; Rey
grande sobre toda la tierra.
-
El
sujetará á los pueblos debajo de
nosotros, Y á las gentes debajo de
nuestros pies.
-
El nos
elegirá nuestras heredades; La
hermosura de Jacob, al cual amó. (Selah.)
-
Subió
Dios con júbilo, Jehová con sonido
de trompeta.
-
Cantad á
Dios, cantad: Cantad á nuestro Rey,
cantad.
-
Porque
Dios es el Rey de toda la tierra:
Cantad con inteligencia.
-
Reinó
Dios sobre las gentes: Asentóse Dios
sobre su santo trono.
-
Los
príncipes de los pueblos se juntaron
Al pueblo del Dios de Abraham:
Porque de Dios son los escudos de la
tierra; El es muy ensalzado.
-
GRANDE
es Jehová y digno de ser en gran
manera alabado, En la ciudad de
nuestro Dios, en el monte de su
santuario.
-
Hermosa
provincia, el gozo de toda la tierra
Es el monte de Sión, á los lados del
aquilón, La ciudad del gran Rey.
-
Dios en
sus palacios es conocido por
refugio.
-
Porque
he aquí los reyes de la tierra se
reunieron; Pasaron todos.
-
Y
viéndola ellos así, maravilláronse,
Se turbaron, diéronse priesa á huir.
-
Tomólos
allí temblor; Dolor, como á mujer
que pare.
-
Con
viento solano Quiebras tú las naves
de Tharsis.
-
Como lo
oímos, así hemos visto En la ciudad
de Jehová de los ejércitos, en la
ciudad de nuestro Dios: Afirmarála
Dios para siempre. (Selah.)
-
Esperamos tu misericordia, oh Dios,
En medio de tu templo.
-
Conforme
á tu nombre, oh Dios, Así es tu loor
hasta los fines de la tierra: De
justicia está llena tu diestra.
-
Alegraráse el monte de Sión; Se
gozarán las hijas de Judá Por tus
juicios.
-
Andad
alrededor de Sión, y rodeadla:
Contad sus torres.
-
Poned
vuestro corazón á su antemuro, Mirad
sus palacios; Para que lo contéis á
la generación venidera.
-
Porque
este Dios es Dios nuestro
eternalmente y para siempre: El nos
capitaneará hasta la muerte.
-
OID
esto, pueblos todos; Escuchad,
habitadores todos del mundo:
-
Así los
plebeyos como los nobles, El rico y
el pobre juntamente.
-
Mi boca
hablará sabiduría; Y el pensamiento
de mi corazón inteligencia.
-
Acomodaré á ejemplos mi oído:
Declararé con el arpa mi enigma.
-
¿Por qué
he de temer en los días de
adversidad, Cuando la iniquidad de
mis insidiadores me cercare?
-
Los que
confían en sus haciendas, Y en la
muchedumbre de sus riquezas se
jactan,
-
Ninguno
de ellos podrá en manera alguna
redimir al hermano, Ni dar á Dios su
rescate.
-
(Porque
la redención de su vida es de gran
precio, Y no se hará jamás;)
-
Que viva
adelante para siempre, Y nunca vea
la sepultura.
-
Pues se
ve que mueren los sabios, Así como
el insensato y el necio perecen, Y
dejan á otros sus riquezas.
-
En su
interior tienen que sus casas serán
eternas, Y sus habitaciones para
generación y generación: Llamaron
sus tierras de sus nombres.
-
Mas el
hombre no permanecerá en honra: Es
semejante á las bestias que perecen.
-
Este su
camino es su locura: Con todo,
corren sus descendientes por el
dicho de ellos. (Selah.)
-
Como
rebaños serán puestos en la
sepultura; La muerte se cebará en
ellos; Y los rectos se enseñorearán
de ellos por la mañana: Y se
consumirá su bien parecer en el
sepulcro de su morada.
-
Empero
Dios redimirá mi vida del poder de
la sepultura, Cuando me tomará.
(Selah.)
-
No temas
cuando se enriquece alguno, Cuando
aumenta la gloria de su casa;
-
Porque
en muriendo no llevará nada, Ni
descenderá tras él su gloria.
-
Si bien
mientras viviere, dirá dichosa á su
alma: Y tú serás loado cuando bien
te tratares.
-
Entrará
á la generación de sus padres: No
verán luz para siempre.
-
El
hombre en honra que no entiende,
Semejante es á las bestias que
perecen.
-
EL Dios
de dioses, Jehová, ha hablado, Y
convocado la tierra desde el
nacimiento del sol hasta donde se
pone.
-
De Sión,
perfección de hermosura, Ha Dios
resplandecido.
-
Vendrá
nuestro Dios, y no callará: Fuego
consumirá delante de él, Y en
derredor suyo habrá tempestad
grande.
-
Convocará á los cielos de arriba, Y
á la tierra, para juzgar á su
pueblo.
-
Juntadme
mis santos; Los que hicieron conmigo
pacto con sacrificio.
-
Y
denunciarán los cielos su justicia;
Porque Dios es el juez. (Selah.)
-
Oye,
pueblo mío, y hablaré: Escucha,
Israel, y testificaré contra ti: Yo
soy Dios, el Dios tuyo.
-
No te
reprenderé sobre tus sacrificios, Ni
por tus holocaustos, que delante de
mí están siempre.
-
No
tomaré de tu casa becerros, Ni
machos cabríos de tus apriscos.
-
Porque
mía es toda bestia del bosque, Y los
millares de animales en los
collados.
-
Conozco
todas las aves de los montes, Y en
mi poder están las fieras del campo.
-
Si yo
tuviese hambre, no te lo diría á ti:
Porque mío es el mundo y su
plenitud.
-
¿Tengo
de comer yo carne de toros, O de
beber sangre de machos cabríos?
-
Sacrifica á Dios alabanza, Y paga
tus votos al Altísimo.
-
E
invócame en el día de la angustia:
Te libraré, y tú me honrarás.
-
Pero al
malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que
enarrar mis leyes, Y que tomar mi
pacto en tu boca,
-
Pues que
tú aborreces el castigo, Y echas á
tu espalda mis palabras?
-
Si veías
al ladrón, tú corrías con él; Y con
los adúlteros era tu parte.
-
Tu boca
metías en mal, Y tu lengua componía
engaño.
-
Tomabas
asiento, y hablabas contra tu
hermano: Contra el hijo de tu madre
ponías infamia.
-
Estas
cosas hiciste, y yo he callado:
Pensabas que de cierto sería yo como
tú: Yo te argüiré, y pondré las
delante de tus ojos.
-
Entended
ahora esto, los que os olvidáis de
Dios; No sea que arrebate, sin que
nadie libre.
-
El que
sacrifica alabanza me honrará: Y al
que ordenare su camino, Le mostraré
la salud de Dios.
-
TEN
piedad de mí, oh Dios, conforme á tu
misericordia: Conforme á la multitud
de tus piedades borra mis
rebeliones.
-
Lávame
más y más de mi maldad, Y límpiame
de mi pecado.
-
Porque
yo reconozco mis rebeliones; Y mi
pecado está siempre delante de mí.
-
A ti, á
ti solo he pecado, Y he hecho lo
malo delante de tus ojos: Porque
seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.
-
He aquí,
en maldad he sido formado, Y en
pecado me concibió mi madre.
-
He aquí,
tú amas la verdad en lo íntimo: Y en
lo secreto me has hecho comprender
sabiduría.
-
Purifícame con hisopo, y será
limpio: Lávame, y seré emblanquecido
más que la nieve.
-
Hazme
oir gozo y alegría; Y se recrearán
los huesos que has abatido.
-
Esconde
tu rostro de mis pecados, Y borra
todas mis maldades.
-
Crea en
mí, oh Dios, un corazón limpio; Y
renueva un espíritu recto dentro de
mí.
-
No me
eches de delante de ti; Y no quites
de mí tu santo espíritu.
-
Vuélveme
el gozo de tu salud; Y el espíritu
libre me sustente.
-
Enseñaré
á los prevaricadores tus caminos; Y
los pecadores se convertirán á ti.
-
Líbrame
de homicidios, oh Dios, Dios de mi
salud: Cantará mi lengua tu
justicia.
-
Señor,
abre mis labios; Y publicará mi boca
tu alabanza.
-
Porque
no quieres tú sacrificio, que yo
daría; No quieres holocausto.
-
Los
sacrificios de Dios son el espíritu
quebrantado: Al corazón contrito y
humillado no despreciarás tú, oh
Dios.
-
Haz bien
con tu benevolencia á Sión: Edifica
los muros de Jerusalem.
-
Entonces
te agradarán los sacrificios de
justicia, el holocausto ú ofrenda
del todo quemada: Entonces ofrecerán
sobre tu altar becerros.
-
¿POR qué
te glorías de maldad, oh poderoso?
La misericordia de Dios es continua.
-
Agravios
maquina tu lengua: Como navaja
amolada hace engaño.
-
Amaste
el mal más que el bien; La mentira
más que hablar justicia. (Selah.)
-
Has
amado toda suerte de palabras
perniciosas, Engañosa lengua.
-
Por
tanto Dios te derribará para
siempre: Te asolará y te arrancará
de tu morada, Y te desarraigará de
la tierra de los vivientes. (Selah.)
-
Y verán
los justos, y temerán; Y reiránse de
él, diciendo:
-
He aquí
el hombre que no puso á Dios por su
fortaleza, Sino que confió en la
multitud de sus riquezas. Y se
mantuvo en su maldad.
-
Mas yo
estoy como oliva verde en la casa de
Dios: En la misericordia de Dios
confío perpetua y eternalmente.
-
Te
alabaré para siempre por lo que has
hecho: Y esperaré en tu nombre,
porque es bueno, delante de tus
santos.
-
DIJO el
necio en su corazón: No hay Dios.
Corrompiéronse é hicieron abominable
maldad: No hay quien haga bien.
-
Dios
desde los cielos miró sobre los
hijos de los hombres, Por ver si hay
algún entendido Que busque á Dios.
-
Cada uno
se había vuelto atrás; todos se
habían corrompido: No hay quien haga
bien, no hay ni aun uno.
-
¿No
tienen conocimiento todos esos que
obran iniquidad? Que comen á mi
pueblo como si comiesen pan: A Dios
no han invocado.
-
Allí se
sobresaltaron de pavor donde no
había miedo: Porque Dios ha
esparcido los huesos del que asentó
campo contra ti: Los avergonzaste,
porque Dios los desechó.
-
¡Oh
quién diese de Sión saludes á
Israel! En volviendo Dios la
cautividad de su pueblo, Gozarse ha
Jacob, y alegraráse Israel.
-
OH Dios,
sálvame por tu nombre, Y con tu
poder defiéndeme.
-
Oh Dios,
oye mi oración; Escucha las razones
de mi boca.
-
Porque
extraños se han levantado contra mí,
Y fuertes buscan mi alma: No han
puesto á Dios delante de sí. (Selah.)
-
He aquí,
Dios es el que me ayuda; El Señor es
con los que sostienen mi vida.
-
El
volverá el mal á mis enemigos:
Córtalos por tu verdad.
-
Voluntariamente sacrificaré á ti;
Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque
es bueno.
-
Porque
me ha librado de toda angustia, Y en
mis enemigos vieron mis ojos mi
deseo.
-
ESCUCHA,
oh Dios, mi oración, Y no te
escondas de mi súplica.
-
Estáme
atento, y respóndeme: Clamo en mi
oración, y levanto el grito,
-
A causa
de la voz del enemigo, Por la
opresión del impío; Porque echaron
sobre mí iniquidad, Y con furor me
han amenazado.
-
Mi
corazón está doloroso dentro de mí,
Y terrores de muerte sobre mí han
caído.
-
Temor y
temblor vinieron sobre mí, Y terror
me ha cubierto.
-
Y dije:
¡Quién me diese alas como de paloma!
Volaría yo, y descansaría.
-
Ciertamente huiría lejos: Moraría en
el desierto. (Selah.)
-
Apresuraríame á escapar Del viento
tempestuoso, de la tempestad.
-
Deshace,
oh Señor, divide la lengua de ellos;
Porque he visto violencia y rencilla
en la ciudad.
-
Día y
noche la rodean sobre sus muros; E
iniquidad y trabajo hay en medio de
ella.
-
Agravios
hay en medio de ella, Y el fraude y
engaño no se apartan de sus plazas.
-
Porque
no me afrentó un enemigo, Lo cual
habría soportado; Ni se alzó contra
mí el que me aborrecía, Porque me
hubiera ocultado de él:
-
Mas tú,
hombre, al parecer íntimo mío, Mi
guía, y mi familiar:
-
Que
juntos comunicábamos dulcemente los
secretos, A la casa de Dios
andábamos en compañía.
-
Condenados sean á muerte, Desciendan
vivos al infierno: Porque maldades
hay en su compañía, entre ellos.
-
Yo á
Dios clamaré; Y Jehová me salvará.
-
Tarde y
mañana y á medio día oraré y
clamaré; Y él oirá mi voz.
-
El ha
redimido en paz mi alma de la guerra
contra mí; Pues fueron contra mí
muchos.
-
Dios
oirá, y los quebrantará luego, El
que desde la antigüedad permanece
(Selah); Por cuanto no se mudan, Ni
temen á Dios.
-
Extendió
sus manos contra sus pacíficos:
Viólo su pacto.
-
Ablandan
más que manteca su boca, Pero guerra
hay en su corazón: Suavizan sus
palabras más que el aceite, Mas
ellas son cuchillos.
-
Echa
sobre Jehová tu carga, y él te
sustentará; No dejará para siempre
caído al justo.
-
Mas tú,
oh Dios, harás descender aquéllos al
pozo de la sepultura: Los hombres
sanguinarios y engañadores no
demediarán sus días: Empero yo
confiaré en ti.
-
TEN
misericordia de mí, oh Dios, porque
me devoraría el hombre: Me oprime
combatiéndome cada día.
-
Apúranme
mis enemigos cada día; Porque muchos
son los que pelean contra mí, oh
Altísimo.
-
En el
día que temo, Yo en ti confío.
-
En Dios
alabaré su palabra: En Dios he
confiado, no temeré Lo que la carne
me hiciere.
-
Todos
los días me contristan mis negocios;
Contra mí son todos sus pensamientos
para mal.
-
Reúnense, escóndense, Miran ellos
atentamente mis pasos, Esperando mi
vida.
-
¿Escaparán ellos por la iniquidad?
Oh Dios, derriba en tu furor los
pueblos.
-
Mis
huídas has tú contado: Pon mis
lágrimas en tu redoma: ¿No están
ellas en tu libro?
-
Serán
luego vueltos atrás mis enemigos el
día que yo clamare: En esto conozco
que Dios es por mí.
-
En Dios
alabaré su palabra; En Jehová
alabaré su palabra.
-
En Dios
he confiado: no temeré Lo que me
hará el hombre.
-
Sobre
mí, oh Dios, están tus votos: Te
tributaré alabanzas.
-
Porque
has librado mi vida de la muerte, Y
mis pies de caída, Para que ande
delante de Dios En la luz de los que
viven.
-
TEN
misericordia de mí, oh Dios, ten
misericordia de mí; Porque en ti ha
confiado mi alma, Y en la sombra de
tus alas me ampararé, Hasta que
pasen los quebrantos.
-
Clamaré
al Dios Altísimo, Al Dios que me
favorece.
-
El
enviará desde los cielos, y me
salvará De la infamia del que me
apura; (Selah) Dios enviará su
misericordia y su verdad.
-
Mi vida
está entre leones; Estoy echado
entre hijos de hombres encendidos:
Sus dientes son lanzas y saetas, Y
su lengua cuchillo agudo.
-
Ensálzate sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra tu gloria.
-
Red han
armado á mis pasos; Hase abatido mi
alma: Hoyo han cavado delante de mí;
En medio de él han caído. (Selah.)
-
Pronto
está mi corazón, oh Dios, mi corazón
está dispuesto: Cantaré, y trovaré
salmos.
-
Despierta, oh gloria mía; despierta,
salterio y arpa: Levantaréme de
mañana.
-
Alabarte
he en los pueblos, oh Señor; Cantaré
de ti en las naciones.
-
Porque
grande es hasta los cielos tu
misericordia, Y hasta las nubes tu
verdad.
-
Ensálzate sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra tu gloria.
-
OH
congregación, ¿pronunciáis en verdad
justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos
de los hombres?
-
Antes
con el corazón obráis iniquidades:
Hacéis pesar la violencia de
vuestras manos en la tierra.
-
Enajenáronse los impíos desde la
matriz; Descarriáronse desde el
vientre, hablando mentira.
-
Veneno
tienen semejante al veneno de la
serpiente: Son como áspide sordo que
cierra su oído;
-
Que no
oye la voz de los que encantan, Por
más hábil que el encantador sea.
-
Oh Dios,
quiebra sus dientes en sus bocas:
Quiebra, oh Jehová, las muelas de
los leoncillos.
-
Corránse
como aguas que se van de suyo: En
entesando sus saetas, luego sean
hechas pedazos.
-
Pasen
ellos como el caracol que se deslíe:
Como el abortivo de mujer, no vean
el sol.
-
Antes
que vuestras ollas sientan las
espinas, Así vivos, así airados, los
arrebatará él con tempestad.
-
Alegraráse el justo cuando viere la
venganza: Sus pies lavará en la
sangre del impío.
-
Entonces
dirá el hombre: Ciertamente hay
fruto para el justo; Ciertamente hay
Dios que juzga en la tierra.
-
LÍBRAME
de mis enemigos, oh Dios mío: Ponme
en salvo de los que contra mí se
levantan.
-
Líbrame
de los que obran iniquidad, Y
sálvame de hombres sanguinarios.
-
Porque
he aquí están acechando mi vida:
Hanse juntado contra mí fuertes, No
por falta mía, ni pecado mío, oh
Jehová.
-
Sin
delito mío corren y se aperciben:
Despierta para venir á mi encuentro,
y mira.
-
Y tú,
Jehová Dios de los ejércitos, Dios
de Israel, Despierta para visitar
todas las gentes: No hayas
misericordia de todos los que se
rebelan con iniquidad. (Selah.)
-
Volveránse á la tarde, ladrarán como
perros, Y rodearán la ciudad.
-
He aquí
proferirán con su boca; Cuchillos
están en sus labios, Porque dicen:
¿Quién oye?
-
Mas tú,
Jehová, te reirás de ellos, Te
burlarás de todas las gentes.
-
De su
fuerza esperaré yo en ti: Porque
Dios es mi defensa.
-
El Dios
de mi misericordia me prevendrá:
Dios me hará ver en mis enemigos mi
deseo.
-
No los
matarás, porque mi pueblo no se
olvide: Hazlos vagar con tu
fortaleza, y abátelos. Oh Jehová,
escudo nuestro,
-
Por el
pecado de su boca, por la palabra de
sus labios; Y sean presos por su
soberbia, Y por la maldición y
mentira que profieren.
-
Acábalos
con furor, acábalos, y no sean: Y
sepan que Dios domina en Jacob Hasta
los fines de la tierra. (Selah).
-
Vuelvan
pues á la tarde, y ladren como
perros, Y rodeen la ciudad.
-
Anden
ellos errantes para hallar qué
comer: Y si no se saciaren,
murmuren.
-
Yo
empero cantaré tu fortaleza, Y loaré
de mañana tu misericordia: Porque
has sido mi amparo Y refugio en el
día de mi angustia.
-
Fortaleza mía, á ti cantaré; Porque
eres Dios de mi amparo, Dios de mi
misericordia.
-
OH Dios,
tú nos has desechado, nos disipaste;
Te has airado: vuélvete á nosotros.
-
Hiciste
temblar la tierra, abrístela: Sana
sus quiebras, porque titubea.
-
Has
hecho ver á tu pueblo duras cosas:
Hicístenos beber el vino de
agitación.
-
Has dado
á los que te temen bandera Que alcen
por la verdad. (Selah.)
-
Para que
se libren tus amados, Salva con tu
diestra, y óyeme.
-
Dios
pronunció por su santuario; yo me
alegraré; Partiré á Sichêm, y mediré
el valle de Succoth.
-
Mío es
Galaad, y mío es Manasés; Y Ephraim
es la fortaleza de mi cabeza; Judá,
mi legislador;
-
Moab, la
vasija de mi lavatorio; Sobre Edom
echaré mi zapato: Haz júbilo sobre
mí, oh Palestina.
-
¿Quién
me llevará á la ciudad fortalecida?
¿Quién me llevará hasta Idumea?
-
Ciertamente, tú, oh Dios, que nos
habías desechado; Y no salías, oh
Dios, con nuestros ejércitos.
-
Danos
socorro contra el enemigo, Que vana
es la salud de los hombres.
-
En Dios
haremos proezas; Y él hollará
nuestros enemigos.
-
OYE, oh
Dios, mi clamor; A mi oración
atiende.
-
Desde el
cabo de la tierra clamaré á ti,
cuando mi corazón desmayare: A la
peña más alta que yo me conduzcas.
-
Porque
tú has sido mi refugio, Y torre de
fortaleza delante del enemigo.
-
Yo
habitaré en tu tabernáculo para
siempre: Estaré seguro bajo la
cubierta de tus alas.
-
Porque
tú, oh Dios, has oído mis votos, Has
dado heredad á los que temen tu
nombre.
-
Días
sobre días añadirás al rey: Sus años
serán como generación y generación.
-
Estará
para siempre delante de Dios:
Misericordia y verdad prepara que lo
conserven.
-
Así
cantaré tu nombre para siempre,
Pagando mis votos cada día.
-
EN Dios
solamente está callada mi alma: De
él viene mi salud.
-
El
solamente es mi fuerte, y mi salud;
Es mi refugio, no resbalaré mucho.
-
¿Hasta
cuándo maquinaréis contra un hombre?
Pereceréis todos vosotros, Caeréis
como pared acostada, como cerca
ruinosa.
-
Solamente consultan de arrojarle de
su grandeza; Aman la mentira, Con su
boca bendicen, pero maldicen en sus
entrañas. (Selah.)
-
Alma
mía, en Dios solamente reposa;
Porque de él es mi esperanza.
-
El
solamente es mi fuerte y mi salud:
Es mi refugio, no resbalaré.
-
En Dios
está mi salvación y mi gloria: En
Dios está la roca de mi fortaleza, y
mi refugio.
-
Esperad
en él en todo tiempo, oh pueblos;
Derramad delante de él vuestro
corazón: Dios es nuestro amparo. (Selah.)
-
Por
cierto, vanidad son los hijos de los
hombres, mentira los hijos de varón:
Pesándolos á todos igualmente en la
balanza, Serán menos que la vanidad.
-
No
confiéis en la violencia, Ni en la
rapiña; no os envanezcáis: Si se
aumentare la hacienda, no pongáis el
corazón en ella.
-
Una vez
habló Dios; Dos veces he oído esto:
Que de Dios es la fortaleza.
-
Y de ti,
oh Señor, es la misericordia: Porque
tú pagas á cada uno conforme á su
obra.
-
DIOS,
Dios mío eres tú: levantaréme á ti
de mañana: Mi alma tiene sed de ti,
mi carne te desea, En tierra de
sequedad y transida sin aguas;
-
Para ver
tu fortaleza y tu gloria, Así como
te he mirado en el santuario.
-
Porque
mejor es tu misericordia que la
vida: Mis labios te alabarán.
-
Así te
bendeciré en mi vida: En tu nombre
alzaré mis manos.
-
Como de
meollo y de grosura será saciada mi
alma; Y con labios de júbilo te
alabará mi boca,
-
Cuando
me acordaré de ti en mi lecho,
Cuando meditaré de ti en las velas
de la noche.
-
Porque
has sido mi socorro; Y así en la
sombra de tus alas me regocijaré.
-
Está mi
alma apegada á ti: Tu diestra me ha
sostenido.
-
Mas los
que para destrucción buscaron mi
alma, Caerán en los sitios bajos de
la tierra.
-
Destruiránlos á filo de espada;
Serán porción de las zorras.
-
Empero
el rey se alegrará en Dios; Será
alabado cualquiera que por él jura:
Porque la boca de los que hablan
mentira, será cerrada.
-
ESCUCHA,
oh Dios, mi voz en mi oración:
Guarda mi vida del miedo del
enemigo.
-
Escóndeme del secreto consejo de los
malignos; De la conspiración de los
que obran iniquidad:
-
Que
amolaron su lengua como cuchillo, Y
armaron por su saeta palabra amarga;
-
Para
asaetear á escondidas al íntegro: De
improviso lo asaetean, y no temen.
-
Obstinados en su inicuo designio,
Tratan de esconder los lazos, Y
dicen: ¿Quién los ha de ver?
-
Inquieren iniquidades, hacen una
investigación exacta; Y el íntimo
pensamiento de cada uno de ellos,
así como el corazón, es profundo.
-
Mas Dios
los herirá con saeta; De repente
serán sus plagas.
-
Y harán
caer sobre sí sus mismas lenguas: Se
espantarán todos los que los vieren.
-
Y
temerán todos los hombres, Y
anunciarán la obra de Dios, Y
entenderán su hecho.
-
Alegraráse el justo en Jehová, y
confiaráse en él; Y se gloriarán
todos los rectos de corazón.
-
A TI es
plácida la alabanza en Sión, oh
Dios: Y á ti se pagarán los votos.
-
Tú oyes
la oración: A ti vendrá toda carne.
-
Palabras
de iniquidades me sobrepujaron: Mas
nuestras rebeliones tú las
perdonarás.
-
Dichoso
el que tú escogieres, é hicieres
llegar á ti, Para que habite en tus
atrios: Seremos saciados del bien de
tu casa, De tu santo templo.
-
Con
tremendas cosas, en justicia, nos
responderás tú, Oh Dios de nuestra
salud, Esperanza de todos los
términos de la tierra, Y de los más
remotos confines de la mar.
-
Tú, el
que afirma los montes con su
potencia, Ceñido de valentía:
-
El que
amansa el estruendo de los mares, el
estruendo de sus ondas, Y el
alboroto de las gentes.
-
Por
tanto los habitadores de los fines
de la tierra temen de tus
maravillas. Tú haces alegrar las
salidas de la mañana y de la tarde.
-
Visitas
la tierra, y la riegas: En gran
manera la enriqueces Con el río de
Dios, lleno de aguas: Preparas el
grano de ellos, cuando así la
dispones.
-
Haces se
empapen sus surcos, Haces descender
sus canales: Ablándasla con lluvias,
Bendices sus renuevos.
-
Tú
coronas el año de tus bienes; Y tus
nubes destilan grosura.
-
Destilan
sobre las estancias del desierto; Y
los collados se ciñen de alegría.
-
Vístense
los llanos de manadas, Y los valles
se cubren de grano: Dan voces de
júbilo, y aun cantan.
-
ACLAMAD
á Dios con alegría, toda la tierra:
-
Cantad
la gloria de su nombre: Poned gloria
en su alabanza.
-
Decid á
Dios: ¡Cuán terribles tus obras! Por
lo grande de tu fortaleza te
mentirán tus enemigos.
-
Toda la
tierra te adorará, Y cantará á ti;
Cantarán á tu nombre. (Selah.)
-
Venid, y
ved las obras de Dios, Terrible en
hechos sobre los hijos de los
hombres.
-
Volvió
la mar en seco; Por el río pasaron á
pie; Allí en él nos alegramos.
-
El se
enseñorea con su fortaleza para
siempre: Sus ojos atalayan sobre las
gentes: Los rebeldes no serán
ensalzados. (Selah.)
-
Bendecid, pueblos, á nuestro Dios, Y
haced oir la voz de su alabanza.
-
El es el
que puso nuestra alma en vida, Y no
permitió que nuestros pies
resbalasen.
-
Porque
tú nos probaste, oh Dios:
Ensayástenos como se afina la plata.
-
Nos
metiste en la red; Pusiste apretura
en nuestros lomos.
-
Hombres
hiciste subir sobre nuestra cabeza;
Entramos en fuego y en aguas, Y
sacástenos á hartura.
-
Entraré
en tu casa con holocaustos: Te
pagaré mis votos,
-
Que
pronunciaron mis labios, Y habló mi
boca, cuando angustiado estaba.
-
Holocaustos de cebados te ofreceré,
Con perfume de carneros: Sacrificaré
bueyes y machos cabríos. (Selah.)
-
Venid,
oid todos los que teméis á Dios, Y
contaré lo que ha hecho á mi alma.
-
A él
clamé con mi boca, Y ensalzado fué
con mi lengua.
-
Si en mi
corazón hubiese yo mirado á la
iniquidad, El Señor no me oyera.
-
Mas
ciertamente me oyó Dios; Antendió á
la voz de mi súplica.
-
Bendito
Dios, Que no echó de sí mi oración,
ni de mí su misericordia.
-
DIOS
tenga misericordia de nosotros, y
nos bendiga; Haga resplandecer su
rostro sobre nosotros (Selah);
-
Para que
sea conocido en la tierra tu camino,
En todas las gentes tu salud.
-
Alábente
los pueblos, oh Dios; Alábente los
pueblos todos.
-
Alégrense y gocénse las gentes;
Porque juzgarás los pueblos con
equidad, Y pastorearás las naciones
en la tierra. (Selah.)
-
Alábente
los pueblos, oh Dios: Todos los
pueblos te alaben.
-
La
tierra dará su fruto: Nos bendecirá
Dios, el Dios nuestro.
-
Bendíganos Dios, Y témanlo todos los
fines de la tierra.
-
LEVÁNTESE Dios, sean esparcidos sus
enemigos, Y huyan de su presencia
los que le aborrecen.
-
Como es
lanzado el humo, los lanzarás: Como
se derrite la cera delante del
fuego, Así perecerán los impíos
delante de Dios.
-
Mas los
justos se alegrarán: gozarse han
delante de Dios, Y saltarán de
alegría.
-
Cantad á
Dios, cantad salmos á su nombre:
Ensalzad al que sube sobre los
cielos En JAH su nombre, y alegraos
delante de él.
-
Padre de
huérfanos y defensor de viudas, Es
Dios en la morada de su santuario:
-
El Dios
que hace habitar en familia los
solos; Que saca á los aprisionados
con grillos: Mas los rebeldes
habitan en sequedad.
-
Oh Dios,
cuando tú saliste delante de tu
pueblo, Cuando anduviste por el
desierto, (Selah,)
-
La
tierra tembló; También destilaron
los cielos á la presencia de Dios:
Aquel Sinaí tembló delante de Dios,
del Dios de Israel.
-
Abundante lluvia esparciste, oh
Dios, á tu heredad; Y cuando se
cansó, tú la recreaste.
-
Los que
son de tu grey han morado en ella:
Por tu bondad, oh Dios, has provisto
al pobre.
-
El Señor
daba palabra: De las evangelizantes
había grande ejército.
-
Huyeron,
huyeron reyes de ejércitos; Y las
que se quedaban en casa partían los
despojos.
-
Bien que
fuiesteis echados entre los tiestos,
Seréis como las alas de la paloma
cubierta de plata, Y sus plumas con
amarillez de oro.
-
Cuando
esparció el Omnipotente los reyes en
ella, Emblanquecióse ésta como la
nieve en Salmón.
-
Monte de
Dios es el monte de Basán; Monte
alto el de Basán.
-
¿Por qué
os levantáis, oh montes altos? Este
monte amó Dios para su asiento;
Ciertamente Jehová habitará en él
para siempre.
-
Los
carros de Dios son veinte mil, y más
millares de ángeles. El Señor entre
ellos, como en Sinaí, así en el
santuario.
-
Subiste
á lo alto, cautivaste la cautividad,
Tomaste dones para los hombres, Y
también para los rebeldes, para que
habite entre ellos JAH Dios.
-
Bendito
el Señor; cada día nos colma de
beneficios El Dios de nuestra salud.
(Selah.)
-
Dios,
nuestro Dios ha de salvarnos; Y de
Dios Jehová es el librar de la
muerte.
-
Ciertamente Dios herirá la cabeza de
sus enemigos, La cabelluda mollera
del que camina en sus pecados.
-
El Señor
dijo: De Basán haré volver, Te haré
volver de los profundos de la mar:
-
Porque
tu pie se enrojecerá de sangre de
tus enemigos, Y de ella la lengua de
tus perros.
-
Vieron
tus caminos, oh Dios; Los caminos de
mi Dios, de mi Rey, en el santuario.
-
Los
cantores iban delante, los tañedores
detrás; En medio, las doncellas, con
adufes.
-
Bendecid
á Dios en congregaciones: Al Señor,
vosotros de la estirpe de Israel.
-
Allí
estaba el joven Benjamín señoreador
de ellos, Los príncipes de Judá en
su congregación, Los príncipes de
Zabulón, los príncipes de Nephtalí.
-
Tu Dios
ha ordenado tu fuerza; Confirma, oh
Dios, lo que has obrado en nosotros.
-
Por
razón de tu templo en Jerusalem Los
reyes te ofrecerán dones.
-
Reprime
la reunión de gentes armadas, La
multitud de toros con los becerros
de los pueblos, Hasta que todos se
sometan con sus piezas de plata:
Disipa los pueblos que se complacen
en la guerra.
-
Vendrán
príncipes de Egipto; Etiopía
apresurará sus manos á Dios.
-
Reinos
de la tierra, cantad á Dios, Cantad
al Señor (Selah);
-
Al que
cabalga sobre los cielos de los
cielos que son de antiguo: He aquí á
su voz dará voz de fortaleza.
-
Atribuid
fortaleza á Dios: Sobre Israel es su
magnificencia, Y su poder está en
los cielos.
-
Terrible
eres, oh Dios, desde tus santuarios:
El Dios de Israel, él da fortaleza y
vigor á su pueblo. Bendito Dios.
-
SALVAME,
oh Dios, Porque las aguas han
entrado hasta el alma.
-
Estoy
hundido en cieno profundo, donde no
hay pie: He venido á abismos de
aguas, y la corriente me ha anegado.
-
Cansado
estoy de llamar; mi garganta se ha
enronquecido; Han desfallecido mis
ojos esperando á mi Dios.
-
Hanse
aumentado más que los cabellos de mi
cabeza los que me aborrecen sin
causa; Hanse fortalecido mis
enemigos, los que me destruyen sin
por qué: He venido pues á pagar lo
que no he tomado.
-
Dios, tú
sabes mi locura; Y mis delitos no te
son ocultos.
-
No sean
avergonzados por mi causa los que te
esperan, oh Señor Jehová de los
ejércitos; No sean confusos por mí
los que te buscan, oh Dios de
Israel.
-
Porque
por amor de ti he sufrido afrenta;
Confusión ha cubierto mi rostro.
-
He sido
extrañado de mis hermanos, Y extraño
á los hijos de mi madre.
-
Porque
me consumió el celo de tu casa; Y
los denuestos de los que te
vituperaban, cayeron sobre mí.
-
Y lloré
afligiendo con ayuno mi alma; Y esto
me ha sido por afrenta.
-
Puse
además saco por mi vestido; Y vine á
serles por proverbio.
-
Hablaban
contra mí los que se sentaban á la
puerta, Y me zaherían en las
canciones de los bebederos de sidra.
-
Empero
yo enderezaba mi oración á ti, oh
Jehová, al tiempo de tu buena
voluntad: Oh Dios, por la multitud
de tu misericordia, Por la verdad de
tu salud, óyeme.
-
Sácame
del lodo, y no sea yo sumergido: Sea
yo libertado de los que me
aborrecen, y del profundo de las
aguas.
-
No me
anegue el ímpetu de las aguas, Ni me
suerba la hondura, Ni el pozo cierre
sobre mí su boca.
-
Oyeme,
Jehová, porque apacible es tu
misericordia; Mírame conforme á la
multitud de tus miseraciones.
-
Y no
escondas tu rostro de tu siervo;
Porque estoy angustiado; apresúrate,
óyeme.
-
Acércate
á mi alma, redímela: Líbrame á causa
de mis enemigos.
-
Tú sabes
mi afrenta, y mi confusión, y mi
oprobio: Delante de ti están todos
mis enemigos.
-
La
afrenta ha quebrantado mi corazón, y
estoy acongojado: Y esperé quien se
compadeciese de mí, y no lo hubo: Y
consoladores, y ninguno hallé.
-
Pusiéronme además hiel por comida, Y
en mi sed me dieron á beber vinagre.
-
Sea su
mesa delante de ellos por lazo, Y lo
que es para bien por tropiezo.
-
Sean
oscurecidos sus ojos para ver, Y haz
siempre titubear sus lomos.
-
Derrama
sobre ellos tu ira, Y el furor de tu
enojo los alcance.
-
Sea su
palacio asolado: En sus tiendas no
haya morador.
-
Porque
persiguieron al que tú heriste; Y
cuentan del dolor de los que tú
llagaste.
-
Pon
maldad sobre su maldad, Y no entren
en tu justicia.
-
Sean
raídos del libro de los vivientes, Y
no sean escritos con los justos.
-
Y yo
afligido y dolorido, Tu salud, oh
Dios, me defenderá.
-
Alabaré
yo el nombre de Dios con cántico,
Ensalzarélo con alabanza.
-
Y
agradará á Jehová más que sacrificio
de buey, O becerro que echa cuernos
y uñas.
-
Veránlo
los humildes, y se gozarán; Buscad á
Dios, y vivirá vuestro corazón.
-
Porque
Jehová oye á los menesterosos, Y no
menosprecia á sus prisioneros.
-
Alábenlo
los cielos y la tierra, Los mares, y
todo lo que se mueve en ellos.
-
Porque
Dios guardará á Sión, y reedificará
las ciudades de Judá; Y habitarán
allí, y la poseerán.
-
Y la
simiente de sus siervos la heredará,
Y los que aman su nombre habitarán
en ella.
-
OH Dios,
acude á librarme; Apresúrate, oh
Dios, á socorrerme.
-
Sean
avergonzados y confusos Los que
buscan mi vida; Sean vueltos atrás y
avergonzados Los que mi mal desean.
-
Sean
vueltos, en pago de su afrenta
hecha, Los que dicen: ¡Ah! ¡ah!
-
Gócense
y alégrense en ti todos los que te
buscan; Y digan siempre los que aman
tu salud: Engrandecido sea Dios.
-
Yo estoy
afligido y menesteroso; Apresúrate á
mí, oh Dios: Ayuda mía y mi
libertador eres tú; Oh Jehová, no te
detengas.
-
EN ti,
oh Jehová, he esperado; No sea yo
confuso para siempre.
-
Hazme
escapar, y líbrame en tu justicia:
Inclina tu oído y sálvame.
-
Séme por
peña de estancia, adonde recurra yo
continuamente: Mandado has que yo
sea salvo; Porque tú eres mi roca, y
mi fortaleza.
-
Dios
mío, líbrame de la mano del impío,
De la mano del perverso y violento.
-
Porque
tú, oh Señor Jehová, eres mi
esperanza: Seguridad mía desde mi
juventud.
-
Por ti
he sido sustentado desde el vientre:
De las entrañas de mi madre tú
fuiste el que me sacaste: De ti será
siempre mi alabanza.
-
Como
prodigio he sido á muchos; Y tú mi
refugio fuerte.
-
Sea
llena mi boca de tu alabanza, De tu
gloria todo el día.
-
No me
deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me
desampares.
-
Porque
mis enemigos han tratado de mí; Y
los que acechan mi alma, consultaron
juntamente.
-
Diciendo: Dios lo ha dejado:
Perseguid y tomadle, porque no hay
quien le libre.
-
Oh Dios,
no te alejes de mí: Dios mío, acude
presto á mi socorro.
-
Sean
avergonzados, fallezcan los
adversarios de mi alma; Sean
cubiertos de vergüenza y de
confusión los que mi mal buscan.
-
Mas yo
siempre esperaré, Y añadiré sobre
toda tu alabanza.
-
Mi boca
publicará tu justicia Y tu salud
todo el día, Aunque no sé el número
de ellas.
-
Vendré á
las valentías del Señor Jehová: Haré
memoria de sola tu justicia.
-
Oh Dios,
enseñásteme desde mi mocedad; Y
hasta ahora he manifestado tus
maravillas.
-
Y aun
hasta la vejez y las canas; oh Dios,
no me desampares, Hasta que denuncie
tu brazo á la posteridad, Tus
valentías á todos los que han de
venir.
-
Y tu
justicia, oh Dios, hasta lo excelso;
Porque has hecho grandes cosas: Oh
Dios, ¿quién como tú?
-
Tú, que
me has hecho ver muchas angustias y
males, Volverás á darme vida, Y de
nuevo me levantarás de los abismos
de la tierra.
-
Aumentarás mi grandeza, Y volverás á
consolarme.
-
Asimismo
yo te alabaré con instrumento de
salterio, Oh Dios mío: tu verdad
cantaré yo á ti en el arpa, Oh Santo
de Israel.
-
Mis
labios cantarán cuando á ti
salmeare, Y mi alma, á la cual
redimiste.
-
Mi
lengua hablará también de tu
justicia todo el día: Por cuanto
fueron avergonzados, porque fueron
confusos los que mi mal procuraban.
-
OH Dios,
da tus juicios al rey, Y tu justicia
al hijo del rey.
-
El
juzgará tu pueblo con justicia, Y
tus afligidos con juicio.
-
Los
montes llevarán paz al pueblo, Y los
collados justicia.
-
Juzgará
los afligidos del pueblo, Salvará
los hijos del menesteroso, Y
quebrantará al violento.
-
Temerte
han mientras duren el sol Y la luna,
por generación de generaciones.
-
Descenderá como la lluvia sobre la
hierba cortada; Como el rocío que
destila sobre la tierra.
-
Florecerá en sus día justicia, Y
muchedumbre de paz, hasta que no
haya luna.
-
Y
dominará de mar á mar, Y desde el
río hasta los cabos de la tierra.
-
Delante
de él se postrarán los Etiopes; Y
sus enemigos lamerán la tierra.
-
Los
reyes de Tharsis y de las islas
traerán presentes: Los reyes de
Sheba y de Seba ofrecerán dones.
-
Y
arrodillarse han á él todos los
reyes; Le servirán todas las gentes.
-
Porque
él librará al menesteroso que
clamare, Y al afligido que no
tuviere quien le socorra.
-
Tendrá
misericordia del pobre y del
menesteroso, Y salvará las almas de
los pobres.
-
De
engaño y de violencia redimirá sus
almas: Y la sangre de ellos será
preciosa en sus ojos.
-
Y
vivirá, y darásele del oro de Seba;
Y oraráse por él continuamente; Todo
el día se le bendecirá.
-
Será
echado un puño de grano en tierra,
en las cumbres de los montes; Su
fruto hará ruido como el Líbano, Y
los de la ciudad florecerán como la
hierba de la tierra.
-
Será su
nombre para siempre, Perpetuaráse su
nombre mientras el sol dure: Y
benditas serán en él todas las
gentes: Llamarlo han bienaventurado.
-
Bendito
Jehová Dios, el Dios de Israel, Que
solo hace maravillas.
-
Y
bendito su nombre glorioso para
siempre: Y toda la tierra sea llena
de su gloria. Amén y Amén.
-
Acábanse
las oraciones de David, hijo de Isaí.
-
CIERTAMENTE bueno es Dios á Israel,
A los limpios de corazón.
-
Mas yo,
casi se deslizaron mis pies; Por
poco resbalaron mis pasos.
-
Porque
tuve envidia de los insensatos,
Viendo la prosperidad de los impíos.
-
Porque
no hay ataduras para su muerte;
Antes su fortaleza está entera.
-
No están
ellos en el trabajo humano; Ni son
azotados con los otros hombres.
-
Por
tanto soberbia los corona: Cúbrense
de vestido de violencia.
-
Sus ojos
están salidos de gruesos: Logran con
creces los antojos del corazón.
-
Soltáronse, y hablan con maldad de
hacer violencia; Hablan con
altanería.
-
Ponen en
el cielo su boca, Y su lengua pasea
la tierra.
-
Por eso
su pueblo vuelve aquí, Y aguas de
lleno le son exprimidas.
-
Y dicen:
¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento
en lo alto?
-
He aquí
estos impíos, Sin ser turbados del
mundo, alcanzaron riquezas.
-
Verdaderamente en vano he limpiado
mi corazón, Y lavado mis manos en
inocencia;
-
Pues he
sido azotado todo el día, Y empezaba
mi castigo por las mañanas.
-
Si
dijera yo, Discurriré de esa suerte;
He aquí habría negado la nación de
tus hijos:
-
Pensaré
pues para saber esto: Es á mis ojos
duro trabajo,
-
Hasta
que venido al santuario de Dios,
Entenderé la postrimería de ellos.
-
Ciertamente los has puesto en
deslizaderos; En asolamientos los
harás caer.
-
¡Cómo
han sido asolados! ¡cuán en un
punto! Acabáronse, fenecieron con
turbaciones.
-
Como
sueño del que despierta, Así, Señor,
cuando despertares, menospreciarás
sus apariencias.
-
Desazonóse á la verdad mi corazón, Y
en mis riñones sentía punzadas.
-
Mas yo
era ignorante, y no entendía: Era
como una bestia acerca de ti.
-
Con
todo, yo siempre estuve contigo:
Trabaste de mi mano derecha.
-
Hasme
guiado según tu consejo, Y después
me recibirás en gloria.
-
¿A quién
tengo yo en los cielos? Y fuera de
ti nada deseo en la tierra.
-
Mi carne
y mi corazón desfallecen: Mas la
roca de mi corazón y mi porción es
Dios para siempre.
-
Porque
he aquí, los que se alejan de ti
perecerán: Tú cortarás á todo aquel
que fornicando, de ti se aparta.
-
Y en
cuanto á mí, el acercarme á Dios es
el bien: He puesto en el Señor
Jehová mi esperanza, Para contar
todas tus obras.
-
¿POR
qué, oh Dios, nos has desechado para
siempre? ¿Por qué ha humeado tu
furor contra las ovejas de tu
dehesa?
-
Acuérdate de tu congregación, que
adquiriste de antiguo, Cuando
redimiste la vara de tu heredad;
Este monte de Sión, donde has
habitado.
-
Levanta
tus pies á los asolamientos eternos:
A todo enemigo que ha hecho mal en
el santuario.
-
Tus
enemigos han bramado en medio de tus
sinagogas: Han puesto sus divisas
por señas.
-
Cualquiera se hacía famoso según que
había levantado El hacha sobre los
gruesos maderos.
-
Y ahora
con hachas y martillos Han quebrado
todas sus entalladuras.
-
Han
puesto á fuego tus santuarios, Han
profanado el tabernáculo de tu
nombre echándolo á tierra.
-
Dijeron
en su corazón: Destruyámoslos de una
vez; Han quemado todas las sinagogas
de Dios en el tierra.
-
No vemos
ya nuestras señales: No hay más
profeta; Ni con nosotros hay quien
sepa hasta cuándo.
-
¿Hasta
cuándo, oh Dios, el angustiador nos
afrentará? ¿Ha de blasfemar el
enemigo perpetuamente tu nombre?
-
¿Por qué
retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por
qué la escondes dentro de tu seno?
-
Empero
Dios es mi rey ya de antiguo; El que
obra saludes en medio de la tierra.
-
Tú
hendiste la mar con tu fortaleza:
Quebrantaste cabezas de ballenas en
las aguas.
-
Tú
magullaste las cabezas del
leviathán; Dístelo por comida al
pueblo de los desiertos.
-
Tú
abriste fuente y río; Tú secaste
ríos impetuosos.
-
Tuyo es
el día, tuya también es la noche: Tú
aparejaste la luna y el sol.
-
Tú
estableciste todos los términos de
la tierra: El verano y el invierno
tú los formaste.
-
Acuerdáte de esto: que el enemigo ha
dicho afrentas á Jehová, Y que el
pueblo insensato ha blasfemado tu
nombre.
-
No
entregues á las bestias el alma de
tu tórtola: Y no olvides para
siempre la congregación de tus
afligidos.
-
Mira al
pacto: Porque las tenebrosidades de
la tierra llenas están de
habitaciones de violencia.
-
No
vuelva avergonzado el abatido: El
afligido y el menesteroso alabarán
tu nombre.
-
Levántate, oh Dios, aboga tu causa:
Acuérdate de cómo el insensato te
injuria cada día.
-
No
olvides las voces de tus enemigos:
El alboroto de los que se levantan
contra ti sube continuamente.
-
ALABARÉMOSTE, oh Dios, alabaremos;
Que cercano está tu nombre: Cuenten
tus maravillas.
-
Cuando
yo tuviere tiempo, Yo juzgaré
rectamente.
-
Arruinábase la tierra y sus
moradores: Yo sostengo sus columnas.
(Selah.)
-
Dije á
los insensatos: No os infatuéis; Y á
los impíos: No levantéis el cuerno:
-
No
levantéis en alto vuestro cuerno; No
habléis con cerviz erguida.
-
Porque
ni de oriente, ni de occidente, Ni
del desierto viene el ensalzamiento.
-
Mas Dios
es el juez: A éste abate, y á aquel
ensalza.
-
Porque
el cáliz está en la mano de Jehová,
y el vino es tinto, Lleno de
mistura; y él derrama del mismo:
Ciertamente sus heces chuparán y
beberán todos los impíos de la
tierra.
-
Mas yo
anunciaré siempre, Cantaré alabanzas
al Dios de Jacob.
-
Y
quebraré todos los cuernos de los
pecadores: Los cuernos del justo
serán ensalzados.
-
DIOS es
conocido en Judá: En Israel es
grande su nombre.
-
Y en
Salem está su tabernáculo, Y su
habitación en Sión.
-
Allí
quebró las saetas del arco, El
escudo, y la espada, y tren de
guerra. (Selah.)
-
Ilustre
eres tú; fuerte, más que los montes
de caza.
-
Los
fuertes de corazón fueron
despojados, durmieron su sueño; Y
nada hallaron en sus manos todos los
varones fuertes.
-
A tu
reprensión, oh Dios de Jacob, El
carro y el caballo fueron
entorpecidos.
-
Tú,
terrible eres tú: ¿Y quién parará
delante de ti, en comenzando tu ira?
-
Desde
los cielos hiciste oir juicio; La
tierra tuvo temor y quedó suspensa,
-
Cuando
te levantaste, oh Dios, al juicio,
Para salvar á todos los mansos de la
tierra. (Selah.)
-
Ciertamente la ira del hombre te
acarreará alabanza: Tú reprimirás el
resto de las iras.
-
Prometed, y pagad á Jehová vuestro
Dios: Todos los que están alrededor
de él, traigan presentes al
Terrible.
-
Cortará
él el espíritu de los príncipes:
Terrible es á los reyes de la
tierra.
-
CON mi
voz clamé á Dios, A Dios clamé, y él
me escuchará.
-
Al Señor
busqué en el día de mi angustia: Mi
mal corría de noche y no cesaba: Mi
alma rehusaba consuelo.
-
Acordábame de Dios, y gritaba:
Quejábame, y desmayaba mi espíritu.
(Selah.)
-
Tenías
los párpados de mis ojos: Estaba yo
quebrantado, y no hablaba.
-
Consideraba los días desde el
principio, Los años de los siglos.
-
Acordábame de mis canciones de
noche; Meditaba con mi corazón, Y mi
espíritu inquiría.
-
¿Desechará el Señor para siempre, Y
no volverá más á amar?
-
¿Hase
acabado para siempre su
misericordia? ¿Hase acabado la
palabra suya para generación y
generación?
-
¿Ha
olvidado Dios el tener misericordia?
¿Ha encerrado con ira sus piedades?
(Selah.)
-
Y dije:
Enfermedad mía es esta; Traeré pues
á la memoria los años de la diestra
del Altísimo.
-
Acordaréme de las obras de JAH: Sí,
haré yo memoria de tus maravillas
antiguas.
-
Y
meditaré en todas tus obras, Y
hablaré de tus hechos.
-
Oh Dios,
en santidad es tu camino: ¿Qué Dios
grande como el Dios nuestro?
-
Tú eres
el Dios que hace maravillas: Tú
hiciste notoria en los pueblos tu
fortaleza.
-
Con tu
brazo redimiste á tu pueblo, A los
hijos de Jacob y de José. (Selah.)
-
Viéronte
las aguas, oh Dios; Viéronte las
aguas, temieron; Y temblaron los
abismos.
-
Las
nubes echaron inundaciones de aguas;
Tronaron los cielos, Y discurrieron
tus rayos.
-
Anduvo
en derredor el sonido de tus
truenos; Los relámpagos alumbraron
el mundo; Estremecióse y tembló la
tierra.
-
En la
mar fué tu camino, Y tus sendas en
las muchas aguas; Y tus pisadas no
fueron conocidas.
-
Condujiste á tu pueblo como ovejas,
Por mano de Moisés y de Aarón.
-
ESCUCHA,
pueblo mío, mi ley: Inclinad vuestro
oído á las palabras de mi boca.
-
Abriré
mi boca en parábola; Hablaré cosas
reservadas de antiguo:
-
Las
cuales hemos oído y entendido; Que
nuestros padres nos las contaron.
-
No las
encubriremos á sus hijos, Contando á
la generación venidera las alabanzas
de Jehová, Y su fortaleza, y sus
maravillas que hizo.
-
El
estableció testimonio en Jacob, Y
pusó ley en Israel; La cual mandó á
nuestros padres Que la notificasen á
sus hijos;
-
Para que
lo sepa la generación venidera, y
los hijos que nacerán; Y los que se
levantarán, lo cuenten á sus hijos;
-
A fin de
que pongan en Dios su confianza, Y
no se olviden de las obras de Dios,
Y guarden sus mandamientos:
-
Y no
sean como sus padres, Generación
contumaz y rebelde; Generación que
no apercibió su corazón, Ni fué fiel
para con Dios su espíritu.
-
Los
hijos de Ephraim armados, flecheros,
Volvieron las espaldas el día de la
batalla.
-
No
guardaron el pacto de Dios, Ni
quisieron andar en su ley:
-
Antes se
olvidaron de sus obras, Y de sus
maravillas que les había mostrado.
-
Delante
de sus padres hizo maravillas En la
tierra de Egipto, en el campo de
Zoán.
-
Rompió
la mar, é hízolos pasar; E hizo
estar las aguas como en un montón.
-
Y
llevólos de día con nube, Y toda la
noche con resplandor de fuego.
-
Hendió
las peñas en el desierto: Y dióles á
beber como de grandes abismos;
-
Pues
sacó de la peña corrientes, E hizo
descender aguas como ríos.
-
Empero
aun tornaron á pecar contra él,
Enojando en la soledad al Altísimo.
-
Pues
tentaron á Dios en su corazón,
Pidiendo comida á su gusto.
-
Y
hablaron contra Dios, Diciendo:
¿Podrá poner mesa en el desierto?
-
He aquí
ha herido la peña, y corrieron
aguas, Y arroyos salieron ondeando:
¿Podrá también dar pan? ¿Aparejará
carne á su pueblo?
-
Por
tanto oyó Jehová, é indignóse: Y
encendióse el fuego contra Jacob, Y
el furor subió también contra
Israel;
-
Por
cuanto no habían creído á Dios, Ni
habían confiado en su salud:
-
A pesar
de que mandó á las nubes de arriba,
Y abrió las puertas de los cielos,
-
E hizo
llover sobre ellos maná para comer,
Y dióles trigo de los cielos.
-
Pan de
nobles comió el hombre: Envióles
comida á hartura.
-
Movió el
solano en el cielo, Y trajo con su
fortaleza el austro.
-
E hizo
llover sobre ellos carne como polvo,
Y aves de alas como arena de la mar.
-
E
hízolas caer en medio de su campo,
Alrededor de sus tiendas.
-
Y
comieron, y hartáronse mucho:
Cumplióles pues su deseo.
-
No
habían quitado de sí su deseo, Aun
estaba su vianda en su boca,
-
Cuando
vino sobre ellos el furor de Dios, Y
mató los más robustos de ellos, Y
derribo los escogidos de Israel.
-
Con todo
esto pecaron aún, Y no dieron
crédito á sus maravillas.
-
Consumió
por tanto en nada sus días, Y sus
años en la tribulación.
-
Si los
mataba, entonces buscaban á Dios;
Entonces se volvían solícitos en
busca suya.
-
Y
acordábanse que Dios era su refugio.
Y el Dios Alto su redentor.
-
Mas le
lisonjeaban con su boca, Y con su
lengua le mentían:
-
Pues sus
corazones no eran rectos con él, Ni
estuvieron firmes en su pacto.
-
Empero
él misericordioso, perdonaba la
maldad, y no los destruía: Y abundó
para apartar su ira, Y no despertó
todo su enojo.
-
Y
acordóse que eran carne; Soplo que
va y no vuelve.
-
¡Cuántas
veces lo ensañaron en el desierto,
Lo enojaron en la soledad!
-
Y
volvían, y tentaban á Dios, Y ponían
límite al Santo de Israel.
-
No se
acordaron de su mano, Del día que
los redimió de angustia;
-
Cuando
puso en Egipto sus señales, Y sus
maravillas en el campo de Zoán;
-
Y volvió
sus ríos en sangre, Y sus
corrientes, porque no bebiesen.
-
Envió
entre ellos una mistura de moscas
que los comían, Y ranas que los
destruyeron.
-
Dió
también al pulgón sus frutos, Y sus
trabajos á la langosta.
-
Sus
viñas destruyó con granizo, Y sus
higuerales con piedra;
-
Y
entregó al pedrisco sus bestias, Y
al fuego sus ganados.
-
Envió
sobre ellos el furor de su saña, Ira
y enojo y angustia, Con misión de
malos ángeles.
-
Dispuso
el camino á su furor; No eximió la
vida de ellos de la muerte, Sino que
entregó su vida á la mortandad.
-
E hirió
á todo primogénito en Egipto, Las
primicias de las fuerzas en las
tiendas de Châm.
-
Empero
hizo salir á su pueblo como ovejas,
Y llevólos por el desierto, como un
rebaño.
-
Y
guiólos con seguridad, que no
tuvieron miedo; Y la mar cubrió á
sus enemigos.
-
Metiólos
después en los términos de su
santuario, En este monte que ganó su
mano derecha.
-
Y echó
las gentes de delante de ellos, Y
repartióles una herencia con
cuerdas; E hizo habitar en sus
moradas á las tribus de Israel.
-
Mas
tentaron y enojaron al Dios
Altísimo, Y no guardaron sus
testimonios;
-
Sino que
se volvieron, y se rebelaron como
sus padres: Volviéronse como arco
engañoso.
-
Y
enojáronlo con sus altos, Y
provocáronlo á celo con sus
esculturas.
-
Oyólo
Dios, y enojóse, Y en gran manera
aborreció á Israel.
-
Dejó por
tanto el tabernáculo de Silo, La
tienda en que habitó entre los
hombres;
-
Y dió en
cautividad su fortaleza, Y su gloria
en mano del enemigo.
-
Entregó
también su pueblo á cuchillo, Y
airóse contra su heredad.
-
El fuego
devoró sus mancebos, Y sus vírgenes
no fueron loadas en cantos
nupciales.
-
Sus
sacerdotes cayeron á cuchillo, Y sus
viudas no lamentaron.
-
Entonces
despertó el Señor á la manera del
que ha dormido, Como un valiente que
grita excitado del vino:
-
E hirió
á sus enemigos en las partes
posteriores: Dióles perpetua
afrenta.
-
Y
desechó el tabernáculo de José, Y no
escogió la tribu de Ephraim.
-
Sino que
escogió la tribu de Judá, El monte
de Sión, al cual amó.
-
Y
edificó su santuario á manera de
eminencia, Como la tierra que
cimentó para siempre.
-
Y eligió
á David su siervo, Y tomólo de las
majadas de las ovejas:
-
De tras
las paridas lo trajo, Para que
apacentase á Jacob su pueblo, y á
Israel su heredad.
-
Y
apacentólos con entereza de su
corazón; Y pastoreólos con la
pericia de sus manos.
-
OH Dios,
vinieron las gentes á tu heredad; El
templo de tu santidad han
contaminado; Pusieron á Jerusalem en
montones.
-
Dieron
los cuerpos de tus siervos por
comida á las aves de los cielos; La
carne de tus santos á las bestias de
la tierra.
-
Derramaron su sangre como agua en
los alrededores de Jerusalem; Y no
hubo quien los enterrase.
-
Somos
afrentados de nuestros vecinos,
Escarnecidos y burlados de los que
están en nuestros alrededores.
-
¿Hasta
cuándo, oh Jehová? ¿has de estar
airado para siempre? ¿Arderá como
fuego tu celo?
-
Derrama
tu ira sobre las gentes que no te
conocen, Y sobre los reinos que no
invocan tu nombre.
-
Porque
han consumido á Jacob, Y su morada
han asolado.
-
No
recuerdes contra nosotros las
iniquidades antiguas: Anticípennos
presto tus misericordias, Porque
estamos muy abatidos.
-
Ayúdanos, oh Dios, salud nuestra,
por la gloria de tu nombre: Y
líbranos, y aplácate sobre nuestros
pecados por amor de tu nombre.
-
Porque
dirán las gentes: ¿Dónde está su
Dios? Sea notoria en las gentes,
delante de nuestros ojos, La
venganza de la sangre de tus
siervos, que fué derramada.
-
Entre
ante tu acatamiento el gemido de los
presos: Conforme á la grandeza de tu
brazo preserva á los sentenciados á
muerte.
-
Y torna
á nuestros vecinos en su seno siete
tantos De su infamia, con que te han
deshonrado, oh Jehová.
-
Y
nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de
tu dehesa, Te alabaremos para
siempre: Por generación y generación
cantaremos tus alabanzas.
-
OH
Pastor de Israel, escucha: Tú que
pastoreas como á ovejas á José, Que
estás entre querubines, resplandece.
-
Despierta tu valentía delante de
Ephraim, y de Benjamín, y de Manasés,
Y ven á salvarnos.
-
Oh Dios,
haznos tornar; Y haz resplandecer tu
rostro, y seremos salvos.
-
Jehová,
Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo
humearás tú contra la oración de tu
pueblo?
-
Dísteles
á comer pan de lágrimas, Y dísteles
á beber lágrimas en gran abundancia.
-
Pusístenos por contienda á nuestros
vecinos: Y nuestros enemigos se
burlan entre sí.
-
Oh Dios
de los ejércitos, haznos tornar; Y
haz resplandecer tu rostro, y
seremos salvos.
-
Hiciste
venir una vid de Egipto: Echaste las
gentes, y plantástela.
-
Limpiaste sitio delante de ella, E
hiciste arraigar sus raíces, y llenó
la tierra.
-
Los
montes fueron cubiertos de su
sombra; Y sus sarmientos como cedros
de Dios.
-
Extendió
sus vástagos hasta la mar, Y hasta
el río sus mugrones.
-
¿Por qué
aportillaste sus vallados, Y la
vendimian todos los que pasan por el
camino?
-
Estropeóla el puerco montés, Y
pacióla la bestia del campo.
-
Oh Dios
de los ejércitos, vuelve ahora: Mira
desde el cielo, y considera, y
visita esta viña,
-
Y la
planta que plantó tu diestra, Y el
renuevo que para ti corroboraste.
-
Quemada
á fuego está, asolada: Perezcan por
la reprensión de tu rostro.
-
Sea tu
mano sobre el varón de tu diestra,
Sobre el hijo del hombre que para ti
corroboraste.
-
Así no
nos volveremos de ti: Vida nos
darás, é invocaremos tu nombre.
-
Oh
Jehová, Dios de los ejércitos,
haznos tornar; Haz resplandecer tu
rostro, y seremos salvos.
-
CANTAD á
Dios, fortaleza nuestra: Al Dios de
Jacob celebrad con júbilo.
-
Tomad la
canción, y tañed el adufe, El arpa
deliciosa con el salterio.
-
Tocad la
trompeta en la nueva luna, En el día
señalado, en el día de nuestra
solemnidad.
-
Porque
estatuto es de Israel, Ordenanza del
Dios de Jacob.
-
Por
testimonio en José lo ha constituído,
Cuando salió por la tierra de
Egipto; Donde oí lenguaje que no
entendía.
-
Aparté
su hombro de debajo de la carga; Sus
manos se quitaron de vasijas de
barro.
-
En la
calamidad clamaste, y yo te libré:
Te respondí en el secreto del
trueno; Te probé sobre las aguas de
Meriba. (Selah.)
-
Oye,
pueblo mío y te protestaré. Israel,
si me oyeres,
-
No habrá
en ti dios ajeno, Ni te encorvarás á
dios extraño.
-
Yo soy
Jehová tu Dios, Que te hice subir de
la tierra de Egipto: Ensancha tu
boca, y henchirla he.
-
Mas mi
pueblo no oyó mi voz, E Israel no me
quiso á mí.
-
Dejélos
por tanto á la dureza de su corazón:
Caminaron en sus consejos.
-
¡Oh, si
me hubiera oído mi pueblo, Si en mis
caminos hubiera Israel andado!
-
En una
nada habría yo derribado sus
enemigos, Y vuelto mi mano sobre sus
adversarios.
-
Los
aborrecedores de Jehová se le
hubieran sometido; Y el tiempo de
ellos fuera para siempre.
-
Y Dios
lo hubiera mantenido de grosura de
trigo: Y de miel de la piedra te
hubiera saciado.
-
DIOS
está en la reunión de los dioses; En
medio de los dioses juzga.
-
¿Hasta
cuándo juzgaréis injustamente, Y
aceptaréis las personas de los
impíos? (Selah.)
-
Defended
al pobre y al huérfano: Haced
justicia al afligido y al
menesteroso.
-
Librad
al afligido y al necesitado:
Libradlo de mano de los impíos.
-
No
saben, no entienden, Andan en
tinieblas: Vacilan todos los
cimientos de la tierra.
-
Yo dije:
Vosotros sois dioses. E hijos todos
vosotros del Altísimo.
-
Empero
como hombres moriréis. Y caeréis
como cualquiera de los tiranos.
-
Levántate, oh Dios, juzga la tierra:
Porque tú heredarás en todas las
gentes.
-
OH Dios
no tengas silencio: No calles, oh
Dios, ni te estés quieto.
-
Porque
he aquí que braman tus enemigos; Y
tus aborrecedores han alzado cabeza.
-
Sobre tu
pueblo han consultado astuta y
secretamente, Y han entrado en
consejo contra tus escondidos.
-
Han
dicho: Venid, y cortémoslos de ser
pueblo, Y no haya más memoria del
nombre de Israel.
-
Por esto
han conspirado de corazón á una,
Contra ti han hecho liga;
-
Los
pabellones de los Idumeos y de los
Ismaelitas, Moab y los Agarenos;
-
Gebal, y
Ammón, y Amalec; Los Filisteos con
los habitadores de Tiro.
-
También
el Assur se ha juntado con ellos:
Son por brazo á los hijos de Lot. (Selah.)
-
Hazles
como á Madián; Como á Sísara, como á
Jabín en el arroyo de Cisón;
-
Que
perecieron en Endor, Fueron hechos
muladar de la tierra.
-
Pon á
ellos y á sus capitanes como á Oreb
y como á Zeeb; Y como á Zeba y como
á Zalmunna, á todos sus príncipes;
-
Que han
dicho: Heredemos para nosotros Las
moradas de Dios.
-
Dios
mío, ponlos como á torbellinos; Como
á hojarascas delante del viento.
-
Como
fuego que quema el monte, Como llama
que abrasa las breñas.
-
Persíguelos así con tu tempestad, Y
asómbralos con tu torbellino.
-
Llena
sus rostros de vergüenza; Y busquen
tu nombre, oh Jehová.
-
Sean
afrentados y turbados para siempre;
Y sean deshonrados, y perezcan.
-
Y
conozcan que tu nombre es JEHOVA; Tú
solo Altísimo sobre toda la tierra.
-
¡CUAN
amables son tus moradas, oh Jehová
de los ejércitos!
-
Codicia
y aun ardientemente desea mi alma
los atrios de Jehová: Mi corazón y
mi carne cantan al Dios vivo.
-
Aun el
gorrión halla casa, Y la golondrina
nido para sí, donde ponga sus pollos
En tus altares, oh Jehová de los
ejércitos, Rey mío, y Dios mío.
-
Bienaventurados los que habitan en
tu casa: Perpetuamente te alabarán (Selah.)
-
Bienaventurado el hombre que tiene
su fortaleza en ti; En cuyo corazón
están tus caminos.
-
Atravesando el valle de Baca pónenle
por fuente, Cuando la lluvia llena
los estanques.
-
Irán de
fortaleza en fortaleza, Verán á Dios
en Sión.
-
Jehová
Dios de los ejércitos, oye mi
oración: Escucha, oh Dios de Jacob (Selah.)
-
Mira, oh
Dios, escudo nuestro, Y pon los ojos
en el rostro de tu ungido.
-
Porque
mejor es un día en tus atrios que
mil fuera de ellos: Escogería antes
estar á la puerta de la casa de mi
Dios, Que habitar en las moradas de
maldad.
-
Porque
sol y escudo es Jehová Dios: Gracia
y gloria dará Jehová: No quitará el
bien á los que en integridad andan.
-
Jehová
de los ejércitos, Dichoso el hombre
que en ti confía.
-
FUISTE
propicio á tu tierra, oh Jehová:
Volviste la cautividad de Jacob.
-
Perdonaste la iniquidad de tu
pueblo; Todos los pecados de ellos
cubriste. (Selah.)
-
Dejaste
toda tu saña: Te volviste de la ira
de tu furor.
-
Vuélvenos, oh Dios, salud nuestra, Y
haz cesar tu ira de sobre nosotros.
-
¿Estarás
enojado contra nosotros para
siempre? ¿Extenderás tu ira de
generación en generación?
-
¿No
volverás tú á darnos vida, Y tu
pueblo se alegrará en ti?
-
Muéstranos, oh Jehová, tu
misericordia, Y danos tu salud.
-
Escucharé lo que hablará el Dios
Jehová: Porque hablará paz á su
pueblo y á sus santos, Para que no
se conviertan á la locura.
-
Ciertamente cercana está su salud á
los que le temen; Para que habite la
gloria en nuestra tierra.
-
La
misericordia y la verdad se
encontraron: La justicia y la paz se
besaron.
-
La
verdad brotará de la tierra; Y la
justicia mirará desde los cielos.
-
Jehová
dará también el bien; Y nuestra
tierra dará su fruto.
-
La
justicia irá delante de él; Y sus
pasos pondrá en camino.
-
INCLINA,
oh Jehová, tu oído, y óyeme; Porque
estoy afligido y menesteroso.
-
Guarda
mi alma, porque soy pío: Salva tú,
oh Dios mío, á tu siervo que en ti
confía.
-
Ten
misericordia de mí, oh Jehová:
Porque á ti clamo todo el día.
-
Alegra
el alma de tu siervo: Porque á ti,
oh Señor, levanto mi alma.
-
Porque
tú, Señor, eres bueno y perdonador,
Y grande en misericordia para con
todos los que te invocan.
-
Escucha,
oh Jehová, mi oración, Y está atento
á la voz de mis ruegos.
-
En el
día de mi angustia te llamaré:
Porque tú me respondes.
-
Oh
Señor, ninguno hay como tú entre los
dioses, Ni obras que igualen tus
obras.
-
Todas
las gentes que hiciste vendrán y se
humillarán delante de ti, Señor; Y
glorificarán tu nombre.
-
Porque
tú eres grande, y hacedor de
maravillas: Tú solo eres Dios.
-
Enséñame, oh Jehová, tu camino;
caminaré yo en tu verdad: Consolida
mi corazón para que tema tu nombre.
-
Te
alabaré, oh Jehová Dios mío, con
todo mi corazón; Y glorificaré tu
nombre para siempre.
-
Porque
tu misericordia es grande para
conmigo; Y has librado mi alma del
hoyo profundo.
-
Oh Dios,
soberbios se levantaron contra mí, Y
conspiración de fuertes ha buscado
mi alma, Y no te pusieron delante de
sí.
-
Mas tú,
Señor, Dios misericordioso y
clemente, Lento para la ira, y
grande en misericordia y verdad;
-
Mírame,
y ten misericordia de mí: Da tu
fortaleza á tu siervo, Y guarda al
hijo de tu sierva.
-
Haz
conmigo señal para bien, Y veánla
los que me aborrecen, y sean
avergonzados; Porque tú, Jehová, me
ayudaste, y me consolaste.
-
SU
cimiento es en montes de santidad.
-
Ama
Jehová las puertas de Sión Más que
todas las moradas de Jacob.
-
Cosas
ilustres son dichas de ti, Ciudad de
Dios. (Selah.)
-
Yo me
acordaré de Rahab y de Babilonia
entre los que me conocen: He aquí
Palestina, y Tiro, con Etiopía: Este
nació allá.
-
Y de
Sión se dirá: Este y aquél han
nacido en ella; Y fortificarála el
mismo Altísimo.
-
Jehová
contará cuando se escribieren los
pueblos: Este nació allí. (Selah.)
-
Y
cantores y tañedores en ella dirán:
Todas mis fuentes estarán en ti.
-
OH
Jehová, Dios de mi salud, Día y
noche clamo delante de ti.
-
Entre mi
oración en tu presencia: Inclina tu
oído á mi clamor.
-
Porque
mi alma está harta de males, Y mi
vida cercana al sepulcro.
-
Soy
contado con los que descienden al
hoyo, Soy como hombre sin fuerza:
-
Libre
entre los muertos, Como los matados
que yacen en el sepulcro, Que no te
acuerdas más de ellos, Y que son
cortados de tu mano.
-
Hasme
puesto en el hoyo profundo, En
tinieblas, en honduras.
-
Sobre mí
se ha acostado tu ira, Y me has
afligido con todas tus ondas. (Selah.)
-
Has
alejado de mí mis conocidos: Hasme
puesto por abominación á ellos:
Encerrado estoy, y no puedo salir.
-
Mis ojos
enfermaron á causa de mi aflicción:
Hete llamado, oh Jehová, cada día;
He extendido á ti mis manos.
-
¿Harás
tú milagro á los muertos? ¿Levantaránse
los muertos para alabarte? (Selah.)
-
¿Será
contada en el sepulcro tu
misericordia, O tu verdad en la
perdición?
-
¿Será
conocida en las tinieblas tu
maravilla, Ni tu justicia en la
tierra del olvido?
-
Mas yo á
ti he clamado, oh Jehová; Y de
mañana mi oración te previno.
-
¿Por
qué, oh Jehová, desechas mi alma?
¿Por qué escondes de mí tu rostro?
-
Yo soy
afligido y menesteroso: Desde la
mocedad he llevado tus terrores, he
estado medroso.
-
Sobre mí
han pasado tus iras; Tus espantos me
han cortado.
-
Hanme
rodeado como aguas de continuo;
Hanme cercado á una.
-
Has
alejado de mí el enemigo y el
compañero; Y mis conocidos se
esconden en la tiniebla.
-
LAS
misericordias de Jehová cantaré
perpetuamente; En generación y
generación haré notoria tu verdad
con mi boca.
-
Porque
dije: Para siempre será edificada
misericordia; En los mismos cielos
apoyarás tu verdad.
-
Hice
alianza con mi escogido; Juré á
David mi siervo: diciendo.
-
Para
siempre confirmaré tu simiente, Y
edificaré tu trono por todas las
generaciones. (Selah.)
-
Y
celebrarán los cielos tu maravilla,
oh Jehová; Tu verdad también en la
congregación de los santos.
-
Porque
¿quién en los cielos se igualará con
Jehová? ¿Quién será semejante á
Jehová entre los hijos de los
potentados?
-
Dios
terrible en la grande congregación
de los santos, Y formidable sobre
todos cuantos están alrededor suyo.
-
Oh
Jehová, Dios de los ejércitos,
¿Quién como tú? Poderoso eres,
Jehová, Y tu verdad está en torno de
ti.
-
Tú
tienes dominio sobre la bravura de
la mar: Cuando se levantan sus
ondas, tú las sosiegas.
-
Tú
quebrantaste á Rahab como á un
muerto: Con el brazo de tu fortaleza
esparciste á tus enemigos.
-
Tuyos
los cielos, tuya también la tierra:
El mundo y su plenitud, tú lo
fundaste.
-
Al
aquilón y al austro tú los criaste:
Tabor y Hermón cantarán en tu
nombre.
-
Tuyo el
brazo con valentía; Fuerte es tu
mano, ensalzada tu diestra.
-
Justicia
y juicio son el asiento de tu trono:
Misericordia y verdad van delante de
tu rostro.
-
Bienaventurado el pueblo que sabe
aclamarte: Andarán, oh Jehová, á la
luz de tu rostro.
-
En tu
nombre se alegrarán todo el día; Y
en tu justicia serán ensalzados.
-
Porque
tú eres la gloria de su fortaleza; Y
por tu buena voluntad ensalzarás
nuestro cuerno.
-
Porque
Jehová es nuestro escudo; Y nuestro
rey es el Santo de Israel.
-
Entonces
hablaste en visión á tu santo, Y
dijiste: Yo he puesto el socorro
sobre valiente; He ensalzado un
escogido de mi pueblo.
-
Hallé á
David mi siervo; Ungílo con el
aceite de mi santidad.
-
Mi mano
será firme con él, Mi brazo también
lo fortificará.
-
No lo
avasallará enemigo, Ni hijo de
iniquidad lo quebrantará.
-
Mas yo
quebrantaré delante de él á sus
enemigos, Y heriré á sus
aborrecedores.
-
Y mi
verdad y mi misericordia serán con
él; Y en mi nombre será ensalzado su
cuerno.
-
Asimismo
pondré su mano en la mar, Y en los
ríos su diestra.
-
El me
llamará: Mi padre eres tú, Mi Dios,
y la roca de mi salud.
-
Yo
también le pondré por primogénito,
Alto sobre los reyes de la tierra.
-
Para
siempre le conservaré mi
misericordia; Y mi alianza será
firme con él.
-
Y pondré
su simiente para siempre, Y su trono
como los días de los cielos.
-
Si
dejaren sus hijos mi ley, Y no
anduvieren en mis juicios;
-
Si
profanaren mis estatutos, Y no
guardaren mis mandamientos;
-
Entonces
visitaré con vara su rebelión, Y con
azotes sus iniquidades.
-
Mas no
quitaré de él mi misericordia, Ni
falsearé mi verdad.
-
No
olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que
ha salido de mis labios.
-
Una vez
he jurado por mi santidad, Que no
mentiré á David.
-
Su
simiente será para siempre, Y su
trono como el sol delante de mí.
-
Como la
luna será firme para siempre, Y como
un testigo fiel en el cielo. (Selah.)
-
Mas tú
desechaste y menospreciaste á tu
ungido; Y te has airado con él.
-
Rompiste
el pacto de tu siervo; Has profanado
su corona hasta la tierra.
-
Aportillaste todos sus vallados; Has
quebrantado sus fortalezas.
-
Menoscabáronle todos los que pasaron
por el camino: Es oprobio á sus
vecinos.
-
Has
ensalzado la diestra de sus
enemigos; Has alegrado á todos sus
adversarios.
-
Embotaste asimismo el filo de su
espada, Y no lo levantaste en la
batalla.
-
Hiciste
cesar su brillo, Y echaste su trono
por tierra.
-
Has
acortado los días de su juventud;
Hasle cubierto de afrenta. (Selah.)
-
¿Hasta
cuándo, oh Jehová? ¿te esconderás
para siempre? ¿Arderá tu ira como el
fuego?
-
Acuérdate de cuán corto sea mi
tiempo: ¿Por qué habrás criado en
vano á todos los hijos del hombre?
-
¿Qué
hombre vivirá y no verá muerte?
¿Librarás su vida del poder del
sepulcro? (Selah.)
-
Señor,
¿dónde están tus antiguas
misericordias, Que juraste á David
por tu verdad?
-
Señor,
acuérdate del oprobio de tus
siervos; Oprobio que llevo yo en mi
seno de muchos pueblos.
-
Porque
tus enemigos, oh Jehová, han
deshonrado, Porque tus enemigos han
deshonrado los pasos de tu ungido.
-
Bendito
Jehová para siempre. Amén, y Amén.
-
SEÑOR,
tú nos has sido refugio En
generación y en generación.
-
Antes
que naciesen los montes Y formases
la tierra y el mundo, Y desde el
siglo y hasta el siglo, tú eres
Dios.
-
Vuelves
al hombre hasta ser quebrantado, Y
dices: Convertíos, hijos de los
hombres.
-
Porque
mil años delante de tus ojos, Son
como el día de ayer, que pasó, Y
como una de las vigilias de la
noche.
-
Háceslos
pasar como avenida de aguas; son
como sueño; Como la hierba que crece
en la mañana:
-
En la
mañana florece y crece; A la tarde
es cortada, y se seca.
-
Porque
con tu furor somos consumidos, Y con
tu ira somos conturbados.
-
Pusiste
nuestras maldades delante de ti,
Nuestros yerros á la luz de tu
rostro.
-
Porque
todos nuestros días declinan á causa
de tu ira; Acabamos nuestros años
como un pensamiento.
-
Los días
de nuestra edad son setenta años;
Que si en los más robustos son
ochenta años, Con todo su fortaleza
es molestia y trabajo; Porque es
cortado presto, y volamos.
-
¿Quién
conoce la fortaleza de tu ira, Y tu
indignación según que debes ser
temido?
-
Enséñanos de tal modo á contar
nuestros días, Que traigamos al
corazón sabiduría.
-
Vuélvete, oh Jehová: ¿hasta cuándo?
Y aplácate para con tus siervos.
-
Sácianos
presto de tu misericordia: Y
cantaremos y nos alegraremos todos
nuestros días.
-
Alégranos conforme á los días que
nos afligiste, Y los años que vimos
mal.
-
Aparezca
en tus siervos tu obra, Y tu gloria
sobre sus hijos.
-
Y sea la
luz de Jehová nuestro Dios sobre
nosotros: Y ordena en nosotros la
obra de nuestras manos, La obra de
nuestras manos confirma.
-
EL que
habita al abrigo del Altísimo,
Morará bajo la sombra del
Omnipotente.
-
Diré yo
á Jehová: Esperanza mía, y castillo
mío; Mi Dios, en él confiaré.
-
Y él te
librará del lazo del cazador: De la
peste destruidora.
-
Con sus
plumas te cubrirá, Y debajo de sus
alas estarás seguro: Escudo y adarga
es su verdad.
-
No
tendrás temor de espanto nocturno,
Ni de saeta que vuele de día;
-
Ni de
pestilencia que ande en oscuridad,
Ni de mortandad que en medio del día
destruya.
-
Caerán á
tu lado mil, Y diez mil á tu
diestra: Mas á ti no llegará.
-
Ciertamente con tus ojos mirarás, Y
verás la recompensa de los impíos.
-
Porque
tú has puesto á Jehová, que es mi
esperanza. Al Altísimo por tu
habitación,
-
No te
sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu
morada.
-
Pues que
á sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
-
En las
manos te llevarán, Porque tu pie no
tropiece en piedra.
-
Sobre el
león y el basilisco pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al
dragón.
-
Por
cuanto en mí ha puesto su voluntad,
yo también lo libraré: Pondrélo en
alto, por cuanto ha conocido mi
nombre.
-
Me
invocará, y yo le responderé: Con él
estare yo en la angustia: Lo
libraré, y le glorificaré.
-
Saciarélo de larga vida, Y
mostraréle mi salud.
-
BUENO es
alabar á Jehová, Y cantar salmos á
tu nombre, oh Altísimo;
-
Anunciar
por la mañana tu misericordia, Y tu
verdad en las noches,
-
En el
decacordio y en el salterio, En tono
suave con el arpa.
-
Por
cuanto me has alegrado, oh Jehová,
con tus obras; En las obras de tus
manos me gozo.
-
¡Cuán
grandes son tus obras, oh Jehová!
Muy profundos son tus pensamientos.
-
El
hombre necio no sabe, Y el insensato
no entiende esto:
-
Que
brotan los impíos como la hierba, Y
florecen todos los que obran
iniquidad, Para ser destruídos para
siempre.
-
Mas tú,
Jehová, para siempre eres Altísimo.
-
Porque
he aquí tus enemigos, oh Jehová,
Porque he aquí, perecerán tus
enemigos; Serán disipados todos los
que obran maldad.
-
Empero
tú ensalzarás mi cuerno como el de
unicornio: Seré ungido con aceite
fresco.
-
Y
mirarán mis ojos sobre mis enemigos:
Oirán mis oídos de los que se
levantaron contra mí, de los
malignos.
-
El justo
florecerá como la palma: Crecerá
como cedro en el Líbano.
-
Plantados en la casa de Jehová, En
los atrios de nuestro Dios
florecerán.
-
Aun en
la vejez fructificarán; Estarán
vigorosos y verdes;
-
Para
anunciar que Jehová mi fortaleza es
recto. Y que en él no hay
injusticia.
-
JEHOVÁ
reina, vistióse de magnificencia,
Vistióse Jehová, ciñose de
fortaleza; Afirmó también el mundo,
que no se moverá.
-
Firme es
tu trono desde entonces: Tú eres
eternalmente.
-
Alzaron
los ríos, oh Jehová, Alzaron los
ríos su sonido; Alzaron los ríos sus
ondas.
-
Jehová
en las alturas es más poderoso Que
el estruendo de las muchas aguas,
Más que las recias ondas de la mar.
-
Tus
testimonios son muy firmes: La
santidad conviene á tu casa, Oh
Jehová, por los siglos y para
siempre.
-
JEHOVÁ,
Dios de las venganzas, Dios de las
venganzas, muéstrate.
-
Ensálzate, oh Juez de la tierra: Da
el pago á los soberbios.
-
¿Hasta
cuándo los impíos, Hasta cuándo, oh
Jehová, se gozarán los impíos?
-
¿Hasta
cuándo pronunciarán, hablarán cosas
duras, Y se vanagloriarán todos los
que obran iniquidad?
-
A tu
pueblo, oh Jehová, quebrantan, Y á
tu heredad afligen.
-
A la
viuda y al extanjero matan, Y á los
huérfanos quitan la vida.
-
Y
dijeron: No verá JAH, Ni entenderá
el Dios de Jacob.
-
Entended, necios del pueblo; Y
vosotros fatuos, ¿cuándo seréis
sabios?
-
El que
plantó el oído, ¿no oirá? El que
formó el ojo, ¿no verá?
-
El que
castiga las gentes, ¿no reprenderá?
¿No sabrá el que enseña al hombre la
ciencia?
-
Jehová
conoce los pensamientos de los
hombres, Que son vanidad.
-
Bienaventurado el hombre á quien tú,
JAH, castigares, Y en tu ley lo
instruyeres;
-
Para
tranquilizarle en los días de
aflicción, En tanto que para el
impío se cava el hoyo.
-
Porque
no dejará Jehová su pueblo, Ni
desamparará su heredad;
-
Sino que
el juicio será vuelto á justicia, Y
en pos de ella irán todos los rectos
de corazón.
-
¿Quién
se levantará por mí contra los
malignos? ¿Quién estará por mí
contra los que obran iniquidad?
-
Si no me
ayudara Jehová, Presto morara mi
alma en el silencio.
-
Cuando
yo decía: Mi pie resbala: Tu
misericordia, oh Jehová, me
sustentaba.
-
En la
multitud de mis pensamientos dentro
de mí, Tus consolaciones alegraban
mi alma.
-
¿Juntaráse
contigo el trono de iniquidades, Que
forma agravio en el mandamiento?
-
Pónense
en corros contra la vida del justo,
Y condenan la sangre inocente.
-
Mas
Jehová me ha sido por refugio; Y mi
Dios por roca de mi confianza.
-
Y él
hará tornar sobre ellos su
iniquidad, Y los destruirá por su
propia maldad; Los talará Jehová
nuestro Dios.
-
VENID,
celebremos alegremente á Jehová:
Cantemos con júbilo á la roca de
nuestra salud.
-
Lleguemos ante su acatamiento con
alabanza; Aclamémosle con cánticos.
-
Porque
Jehová es Dios grande; Y Rey grande
sobre todos los dioses.
-
Porque
en su mano están las profundidades
de la tierra, Y las alturas de los
montes son suyas.
-
Suya
también la mar, pues él la hizo; Y
sus manos formaron la seca.
-
Venid,
adoremos y postrémonos;
Arrodillémonos delante de Jehová
nuestro hacedor.
-
Porque
él es nuestro Dios; Nosotros el
pueblo de su dehesa, y ovejas de su
mano. Si hoy oyereis su voz,
-
No
endurezcáis vuestro corazón como en
Meriba, Como el día de Masa en el
desierto;
-
Donde me
tentaron vuestros padres, Probáronme,
y vieron mi obra.
-
Cuarenta
años estuve disgustado con la
nación, Y dije: Pueblo es que divaga
de corazón, Y no han conocido mis
caminos.
-
Por
tanto juré en mi furor Que no
entrarían en mi reposo.
-
CANTAD á
Jehová canción nueva; Cantad á
Jehová, toda la tierra.
-
Cantad á
Jehová, bendecid su nombre: Anunciad
de día en día su salud.
-
Contad
entre las gentes su gloria, En todos
los pueblos sus maravillas.
-
Porque
grande es Jehová, y digno de suprema
alabanza; Terrible sobre todos los
dioses.
-
Porque
todos los dioses de los pueblos son
ídolos: Mas Jehová hizo los cielos.
-
Alabanza
y magnificencia delante de él:
Fortaleza y gloria en su santuario.
-
Dad á
Jehová, oh familias de los pueblos,
Dad á Jehová la gloria y la
fortaleza.
-
Dad á
Jehová la honra debida á su nombre:
Tomad presentes, y venid á sus
atrios.
-
Encorvaos á Jehová en la hermosura
de su santuario: Temed delante de
él, toda la tierra.
-
Decid en
las gentes: Jehová reinó, También
afirmó el mundo, no será conmovido:
Juzgará á los pueblos en justicia.
-
Alégrense los cielos, y gócese la
tierra: Brame la mar y su plenitud.
-
Regocíjese el campo, y todo lo que
en él está: Entonces todos los
árboles del bosque rebosarán de
contento.
-
Delante
de Jehová que vino: Porque vino á
juzgar la tierra. Juzgará al mundo
con justicia, Y á los pueblos con su
verdad.
-
JEHOVÁ
reinó: regocíjese la tierra:
Alégrense las muchas islas.
-
Nube y
oscuridad alrededor de él: Justicia
y juicio son el asiento de su trono.
-
Fuego
irá delante de él, Y abrasará en
derredor sus enemigos.
-
Sus
relámpagos alumbraron el mundo: La
tierra vió, y estremecióse.
-
Los
montes se derritieron como cera
delante de Jehová, Delante del Señor
de toda la tierra.
-
Los
cielos denunciaron su justicia, Y
todos los pueblos vieron su gloria.
-
Avergüéncense todos los que sirven á
las imágenes de talla, Los que se
alaban de los ídolos: Los dioses
todos á él se encorven.
-
Oyó
Sión, y alegróse; Y las hijas de
Judá, Oh Jehová, se gozaron por tus
juicios.
-
Porque
tú, Jehová, eres alto sobre toda la
tierra: Eres muy ensalzado sobre
todos los dioses.
-
Los que
á Jehová amáis, aborreced el mal:
Guarda él las almas de sus santos;
De mano de los impíos los libra.
-
Luz está
sembrada para el justo, Y alegría
para los rectos de corazón.
-
Alegraos, justos, en Jehová: Y
alabad la memoria de su santidad.
-
CANTAD á
Jehová canción nueva; Porque ha
hecho maravillas: Su diestra lo ha
salvado, y su santo brazo.
-
Jehová
ha hecho notoria su salud: En ojos
de las gentes ha descubierto su
justicia.
-
Hase
acordado de su misericordia y de su
verdad para con la casa de Israel:
Todos los términos de la tierra han
visto la salud de nuestro Dios.
-
Cantad
alegres á Jehová, toda la tierra;
Levantad la voz, y aplaudid, y
salmead.
-
Salmead
á Jehová con arpa; Con arpa y voz de
cántico.
-
Aclamad
con trompetas y sonidos De bocina
delante del rey Jehová.
-
Brame la
mar y su plenitud; El mundo y los
que en él habitan;
-
Los ríos
batan las manos; Los montes todos
hagan regocijo,
-
Delante
de Jehová; porque vino á juzgar la
tierra: Juzgará al mundo con
justicia, Y á los pueblos con
rectitud.
-
JEHOVÁ
reinó, temblarán los pueblos: El
está sentado sobre los querubines,
conmoveráse la tierra.
-
Jehová
en Sión es grande, Y ensalzado sobre
todos los pueblos.
-
Alaben
tu nombre grande y tremendo: El es
santo.
-
Y la
gloria del rey ama el juicio: Tú
confirmas la rectitud; Tú has hecho
en Jacob juicio y justicia.
-
Ensalzad
á Jehová nuestro Dios, Y encorvaos
al estrado de sus pies: El es santo.
-
Moisés y
Aarón entre sus sacerdotes, Y Samuel
entre los que invocaron su nombre;
Invocaban á Jehová, y él les
respondía.
-
En
columna de nube hablaba con ellos:
Guardaban sus testimonios, y el
estatuto que les había dado.
-
Jehová
Dios nuestro, tú les respondías: Tú
les fuiste un Dios perdonador, Y
vengador de sus obras.
-
Ensalzad
á Jehová nuestro Dios, Y encorvaos
al monte de su santidad; Porque
Jehová nuestro Dios es santo.
-
CANTAD
alegres á Dios, habitantes de toda
la tierra.
-
Servid á
Jehová con alegría: Venid ante su
acatamiento con regocijo.
-
Reconoced que Jehová él es Dios: El
nos hizo, y no nosotros á nosotros
mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas
de su prado.
-
Entrad
por sus puertas con reconocimiento,
Por sus atrios con alabanza:
Alabadle, bendecid su nombre.
-
Porque
Jehová es bueno: para siempre es su
misericordia, Y su verdad por todas
las generaciones.
-
MISERICORDIA y juicio cantaré: A ti
cantaré yo, oh Jehová.
-
Entenderé en el camino de la
perfección Cuando vinieres á mí: En
integridad de mi corazón andaré en
medio de mi casa.
-
No
pondré delante de mis ojos cosa
injusta: Aborrezco la obra de los
que se desvían: Ninguno de ellos se
allegará á mí.
-
Corazón
perverso se apartará de mí; No
conoceré al malvado.
-
Al que
solapadamente infama á su prójimo,
yo le cortaré; No sufriré al de ojos
altaneros, y de corazón vanidoso.
-
Mis ojos
pondré en los fieles de la tierra,
para que estén conmigo: El que
anduviere en el camino de la
perfección, éste me sevirá.
-
No
habitará dentro de mi casa el que
hace fraude: El que habla mentiras
no se afirmará delante de mis ojos.
-
Por las
mañanas cortaré á todos los impíos
de la tierra; Para extirpar de la
ciudad de Jehová á todos los que
obraren iniquidad.
-
JEHOVA,
oye mi oración, Y venga mi clamor á
ti.
-
No
escondas de mí tu rostro: en el día
de mi angustia Inclina á mí tu oído;
El día que te invocare, apresúrate á
responderme.
-
Porque
mis días se han consumido como humo;
Y mis huesos cual tizón están
quemados.
-
Mi
corazón fué herido, y secóse como la
hierba; Por lo cual me olvidé de
comer mi pan.
-
Por la
voz de mi gemido Mis huesos se han
pegado á mi carne.
-
Soy
semejante al pelícano del desierto;
Soy como el buho de las soledades.
-
Velo, y
soy Como el pájaro solitario sobre
el tejado.
-
Cada día
me afrentan mis enemigos; Los que se
enfurecen contra mí, hanse contra mí
conjurado.
-
Por lo
que como la ceniza á manera de pan,
Y mi bebida mezclo con lloro,
-
A causa
de tu enojo y de tu ira; Pues me
alzaste, y me has arrojado.
-
Mis días
son como la sombra que se va; Y heme
secado como la hierba.
-
Mas tú,
Jehová, permanecerás para siempre, Y
tu memoria para generación y
generación.
-
Tú
levantándote, tendrás misericordia
de Sión; Porque el tiempo de tener
misericordia de ella, porque el
plazo es llegado.
-
Porque
tus siervos aman sus piedras, Y del
polvo de ella tienen compasión.
-
Entonces
temerán las gentes el nombre de
Jehová, Y todos los reyes de la
tierra tu gloria;
-
Por
cuanto Jehová habrá edificado á
Sión, Y en su gloria será visto;
-
Habrá
mirado á la oración de los
solitarios, Y no habrá desechado el
ruego de ellos.
-
Escribirse ha esto para la
generación venidera: Y el pueblo que
se criará, alabará á JAH.
-
Porque
miró de lo alto de su santuario;
Jehová miró de los cielos á la
tierra,
-
Para oir
el gemido de los presos, Para soltar
á los sentenciados á muerte;
-
Porque
cuenten en Sión el nombre de Jehová,
Y su alabanza en Jerusalem,
-
Cuando
los pueblos se congregaren en uno, Y
los reinos, para servir á Jehová.
-
El
afligió mi fuerza en el camino;
Acortó mis días.
-
Dije:
Dios mío, no me cortes en el medio
de mis días: Por generación de
generaciones son tus años.
-
Tú
fundaste la tierra antiguamente, Y
los cielos son obra de tus manos.
-
Ellos
perecerán, y tú permanecerás; Y
todos ellos como un vestido se
envejecerán; Como una ropa de vestir
los mudarás, y serán mudados:
-
Mas tú
eres el mismo, Y tus años no se
acabarán.
-
Los
hijos de tus siervos habitarán, Y su
simiente será afirmada delante de
ti.
-
BENDICE,
alma mía á Jehová; Y bendigan todas
mis entrañas su santo nombre.
-
Bendice,
alma mía, á Jehová, Y no olvides
ninguno de sus beneficios.
-
El es
quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
-
El que
rescata del hoyo tu vida, El que te
corona de favores y misericordias;
-
El que
sacia de bien tu boca De modo que te
rejuvenezcas como el águila.
-
Jehová
el que hace justicia Y derecho á
todos los que padecen violencia.
-
Sus
caminos notificó á Moisés, Y á los
hijos de Israel sus obras.
-
Misericordioso y clemente es Jehová;
Lento para la ira, y grande en
misericordia.
-
No
contenderá para siempre, Ni para
siempre guardará el enojo.
-
No ha
hecho con nosotros conforme á
nuestras iniquidades; Ni nos ha
pagado conforme á nuestros pecados.
-
Porque
como la altura de los cielos sobre
la tierra, Engrandeció su
misericordia sobre los que le temen.
-
Cuanto
está lejos el oriente del occidente,
Hizo alejar de nosotros nuestras
rebeliones.
-
Como el
padre se compadece de los hijos, Se
compadece Jehová de los que le
temen.
-
Porque
él conoce nuestra condición;
Acuérdase que somos polvo.
-
El
hombre, como la hierba son sus días,
Florece como la flor del campo.
-
Que pasó
el viento por ella, y pereció: Y su
lugar no la conoce más.
-
Mas la
misericordia de Jehová desde el
siglo y hasta el siglo sobre los que
le temen, Y su justicia sobre los
hijos de los hijos;
-
Sobre
los que guardan su pacto, Y los que
se acuerdan de sus mandamientos para
ponerlos por obra.
-
Jehová
afirmó en los cielos su trono; Y su
reino domina sobre todos.
-
Bendecid
á Jehová, vosotros sus ángeles,
Poderosos en fortaleza, que
ejecutáis su palabra, Obedeciendo á
la voz de su precepto.
-
Bendecid
á Jehová, vosotros todos sus
ejércitos, Ministros suyos, que
hacéis su voluntad.
-
Bendecid
á Jehová, vosotras todas sus obras,
En todos los lugares de su señorío.
Bendice, alma mía á Jehová.
-
BENDICE,
alma mía, á Jehová. Jehová, Dios
mío, mucho te has engrandecido;
Haste vestido de gloria y de
magnificencia.
-
El que
se cubre de luz como de vestidura,
Que extiende los cielos como una
cortina;
-
Que
establece sus aposentos entre las
aguas; El que pone las nubes por su
carroza, El que anda sobre las alas
del viento;
-
El que
hace á sus ángeles espíritus, Sus
ministros al fuego flameante.
-
El fundó
la tierra sobre sus basas; No será
jamás removida.
-
Con el
abismo, como con vestido, la
cubriste; Sobre los montes estaban
las aguas.
-
A tu
reprensión huyeron; Al sonido de tu
trueno se apresuraron;
-
Subieron
los montes, descendieron los valles,
Al lugar que tú les fundaste.
-
Pusísteles término, el cual no
traspasarán; Ni volverán á cubrir la
tierra.
-
Tú eres
el que envías las fuentes por los
arroyos; Van entre los montes.
-
Abrevan
á todas las bestias del campo:
Quebrantan su sed los asnos
montaraces.
-
Junto á
aquellos habitarán las aves de los
cielos; Entre las ramas dan voces.
-
El que
riega los montes desde sus
aposentos: Del fruto de sus obras se
sacia la tierra.
-
El que
hace producir el heno para las
bestias, Y la hierba para el
servicio del hombre; Sacando el pan
de la tierra.
-
Y el
vino que alegra el corazón del
hombre, Y el aceite que hace lucir
el rostro, Y el pan que sustenta el
corazón del hombre.
-
Llénanse
de jugo los árboles de Jehová, Los
cedros del Líbano que él plantó.
-
Allí
anidan las aves; En las hayas hace
su casa la cigüeña.
-
Los
montes altos para las cabras
monteses; Las peñas, madrigueras
para los conejos.
-
Hizo la
luna para los tiempos: El sol conoce
su ocaso.
-
Pone las
tinieblas, y es la noche: En ella
corretean todas las bestias de la
selva.
-
Los
leoncillos braman á la presa, Y para
buscar de Dios su comida.
-
Sale el
sol, recógense, Y échanse en sus
cuevas.
-
Sale el
hombre á su hacienda, Y á su
labranza hasta la tarde.
-
¡Cuán
muchas son tus obras, oh Jehová!
Hiciste todas ellas con sabiduría:
La tierra está llena de tus
beneficios.
-
Asimismo
esta gran mar y ancha de términos:
En ella pescados sin número,
Animales pequeños y grandes.
-
Allí
andan navíos; Allí este leviathán
que hiciste para que jugase en ella.
-
Todos
ellos esperan en ti, Para que les
des su comida á su tiempo.
-
Les das,
recogen; Abres tu mano, hártanse de
bien.
-
Escondes
tu rostro, túrbanse: Les quitas el
espíritu, dejan de ser, Y tórnanse
en su polvo.
-
Envías
tu espíritu, críanse: Y renuevas la
haz de la tierra.
-
Sea la
gloria de Jehová para siempre;
Alégrese Jehová en sus obras;
-
El cual
mira á la tierra, y ella tiembla;
Toca los montes, y humean.
-
A Jehová
cantaré en mi vida: A mi Dios
salmearé mientras viviere.
-
Serme ha
suave hablar de él: Yo me alegraré
en Jehová.
-
Sean
consumidos de la tierra los
pecadores, Y los impíos dejen de
ser. Bendice, alma mía, á Jehová.
Aleluya.
-
ALABAD á
Jehová, invocad su nombre. Haced
notorias sus obras en los pueblos.
-
Cantadle, cantadle salmos: Hablad de
todas sus maravillas.
-
Gloriaos
en su santo nombre: Alégrese el
corazón de los que buscan á Jehová.
-
Buscad á
Jehová, y su fortaleza: Buscad
siempre su rostro.
-
Acordaos
de sus maravillas que hizo, De sus
prodigios y de los juicios de su
boca,
-
Oh
vosotros, simiente de Abraham su
siervo, Hijos de Jacob, sus
escogidos.
-
El es
Jehová nuestro Dios; En toda la
tierra son sus juicios.
-
Acordóse
para siempre de su alianza; De la
palabra que mandó para mil
generaciones,
-
La cual
concertó con Abraham; Y de su
juramento á Isaac.
-
Y
establecióla á Jacob por decreto, A
Israel por pacto sempiterno,
-
Diciendo: A ti daré la tierra de
Canaán Por cordel de vuestra
heredad.
-
Esto
siendo ellos pocos hombres en
número, Y extranjeros en ella.
-
Y
anduvieron de gente en gente, De un
reino á otro pueblo.
-
No
consintió que hombre los agraviase;
Y por causa de ellos castigó los
reyes.
-
No
toquéis, dijo, á mis ungidos, Ni
hagáis mal á mis profetas.
-
Y llamó
al hambre sobre la tierra, Y
quebrantó todo mantenimiento de pan.
-
Envió un
varón delante de ellos, A José, que
fué vendido por siervo.
-
Afligieron sus pies con grillos; En
hierro fué puesta su persona.
-
Hasta la
hora que llegó su palabra, El dicho
de Jehová le probó.
-
Envió el
rey, y soltóle; El señor de los
pueblos, y desatóle.
-
Púsolo
por señor de su casa, Y por
enseñoreador en toda su posesión;
-
Para que
reprimiera á sus grandes como él
quisiese, Y á sus ancianos enseñara
sabiduría.
-
Después
entró Israel en Egipto, Y Jacob fué
extranjero en la tierra de Châm.
-
Y
multiplicó su pueblo en gran manera,
E hízolo fuerte más que sus
enemigos.
-
Volvió
el corazón de ellos para que
aborreciesen á su pueblo, Para que
contra sus siervos pensasen mal.
-
Envió á
su siervo Moisés, Y á Aarón al cual
escogió.
-
Pusieron
en ellos las palabras de sus
señales, Y sus prodigios en la
tierra de Châm.
-
Echó
tinieblas, é hizo oscuridad; Y no
fueron rebeldes á su palabra.
-
Volvió
sus aguas en sangre, Y mató sus
pescados.
-
Produjo
su tierra ranas, Aun en las cámaras
de sus reyes.
-
Dijo, y
vinieron enjambres de moscas, Y
piojos en todo su término.
-
Volvió
en su tierra sus lluvias en granizo,
Y en fuego de llamaradas.
-
E hirió
sus viñas y sus higueras, Y quebró
los árboles de su término.
-
Dijo, y
vinieron langostas, Y pulgón sin
número;
-
Y
comieron toda la hierba de su país,
Y devoraron el fruto de su tierra.
-
Hirió
además á todos los primogénitos en
su tierra, El principio de toda su
fuerza.
-
Y
sacólos con plata y oro; Y no hubo
en sus tribus enfermo.
-
Egipto
se alegró de que salieran; Porque su
terror había caído sobre ellos.
-
Extendió
una nube por cubierta, Y fuego para
alumbrar la noche.
-
Pidieron, é hizo venir codornices; Y
saciólos de pan del cielo.
-
Abrió la
peña, y fluyeron aguas; Corrieron
por los secadales como un río.
-
Porque
se acordó de su santa palabra, Dada
á Abraham su siervo.
-
Y sacó á
su pueblo con gozo; Con júbilo á sus
escogidos.
-
Y dióles
las tierras de las gentes; Y las
labores de las naciones heredaron:
-
Para que
guardasen sus estatutos, Y
observasen sus leyes. Aleluya.
-
ALELUYA.
Alabad á Jehová, porque es bueno;
Porque para siempre es su
misericordia.
-
¿Quién
expresará las valentías de Jehová?
¿Quién contará sus alabanzas?
-
Dichosos
los que guardan juicio, Los que
hacen justicia en todo tiempo.
-
Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu
benevolencia para con tu pueblo:
Visítame con tu salud;
-
Para que
yo vea el bien de tus escogidos,
Para que me goce en la alegría de tu
gente, Y me gloríe con tu heredad.
-
Pecamos
con nuestros padres, Hicimos
iniquidad, hicimos impiedad.
-
Nuestros
padres en Egipto no entendieron tus
maravillas; No se acordaron de la
muchedumbre de tus misericordias;
Sino que se rebelaron junto á la
mar, en el mar Bermejo.
-
Salvólos
empero por amor de su nombre, Para
hacer notoria su fortaleza.
-
Y
reprendió al mar Bermejo, y secólo;
E hízoles ir por el abismo, como por
un desierto.
-
Y
salvólos de mano del enemigo, Y
rescatólos de mano del adversario.
-
Y
cubrieron las aguas á sus enemigos:
No quedó uno de ellos.
-
Entonces
creyeron á sus palabras, Y cantaron
su alabanza.
-
Apresuráronse, olvidáronse de sus
obras; No esperaron en su consejo.
-
Y
desearon con ansia en el desierto; Y
tentaron á Dios en la soledad.
-
Y él les
dió lo que pidieron; Mas envió
flaqueza en sus almas.
-
Tomaron
después celo contra Moisés en el
campo, Y contra Aarón el santo de
Jehová.
-
Abrióse
la tierra, y tragó á Dathán, Y
cubrió la compañía de Abiram.
-
Y
encendióse el fuego en su junta; La
llama quemó los impíos.
-
Hicieron
becerro en Horeb, Y encorváronse á
un vaciadizo.
-
Así
trocaron su gloria Por la imagen de
un buey que come hierba.
-
Olvidaron al Dios de su salud, Que
había hecho grandezas en Egipto;
-
Maravillas en la tierra de Châm,
Cosas formidables sobre el mar
Bermejo.
-
Y trató
de destruirlos, A no haberse puesto
Moisés su escogido al portillo
delante de él, A fin de apartar su
ira, para que no los destruyese.
-
Empero
aborrecieron la tierra deseable: No
creyeron á su palabra;
-
Antes
murmuraron en sus tiendas, Y no
oyeron la voz de Jehová.
-
Por lo
que alzó su mano á ellos, En orden á
postrarlos en el desierto,
-
Y
humillar su simiente entre las
gentes, Y esparcirlos por las
tierras.
-
Allegáronse asimismo á Baalpeor, Y
comieron los sacrificios de los
muertos.
-
Y
ensañaron á Dios con sus obras, Y
desarrollóse la mortandad en ellos.
-
Entonces
se levantó Phinees, é hizo juicio; Y
se detuvo la plaga.
-
Y fuéle
contado á justicia De generación en
generación para siempre.
-
También
le irritaron en las aguas de Meriba:
E hizo mal á Moisés por causa de
ellos;
-
Porque
hicieron se rebelase su espíritu,
Como lo expresó con sus labios.
-
No
destruyeron los pueblos Que Jehová
les dijo;
-
Antes se
mezclaron con las gentes, Y
aprendieron sus obras.
-
Y
sirvieron á sus ídolos; Los cuales
les fueron por ruina.
-
Y
sacrificaron sus hijos y sus hijas á
los demonios;
-
Y
derramaron la sangre inocente, la
sangre de sus hijos y de sus hijas,
Que sacrificaron á los ídolos de
Canaán: Y la tierra fué contaminada
con sangre.
-
Contamináronse así con sus obras, Y
fornicaron con sus hechos.
-
Encendióse por tanto el furor de
Jehová sobre su pueblo, Y abominó su
heredad:
-
Y
entrególos en poder de las gentes, Y
enseñoreáronse de ellos los que los
aborrecían.
-
Y sus
enemigos los oprimieron, Y fueron
quebrantados debajo de su mano.
-
Muchas
veces los libró; Mas ellos se
rebelaron á su consejo, Y fueron
humillados por su maldad.
-
El con
todo, miraba cuando estaban en
angustia, Y oía su clamor:
-
Y
acordábase de su pacto con ellos, Y
arrepentíase conforme á la
muchedumbre de sus miseraciones.
-
Hizo
asimismo tuviesen de ellos
misericordia todos los que los
tenían cautivos.
-
Sálvanos, Jehová Dios nuestro, Y
júntanos de entre las gentes, Para
que loemos tu santo nombre, Para que
nos gloriemos en tus alabanzas.
-
Bendito
Jehová Dios de Israel, Desde el
siglo y hasta el siglo: Y diga todo
el pueblo, Amén. Aleluya.
-
ALABAD á
Jehová, porque es bueno; Porque para
siempre es su misericordia.
-
Digan lo
los redimidos de Jehová, Los que ha
redimido del poder del enemigo,
-
Y los ha
congregado de las tierras, Del
oriente y del occidente, Del aquilón
y de la mar.
-
Anduvieron perdidos por el desierto,
por la soledad sin camino, No
hallando ciudad de población.
-
Hambrientos y sedientos, Su alma
desfallecía en ellos.
-
Habiendo
empero clamado á Jehová en su
angustia, Librólos de sus
aflicciones:
-
Y
dirigiólos por camino derecho, Para
que viniesen á ciudad de población.
-
Alaben
la misericordia de Jehová, Y sus
maravillas para con los hijos de los
hombres.
-
Porque
sació al alma menesterosa, Y llenó
de bien al alma hambrienta.
-
Los que
moraban en tinieblas y sombra de
muerte, Aprisionados en aflicción y
en hierros;
-
Por
cuanto fueron rebeldes á las
palabras de Jehová, Y aborrecieron
el consejo del Altísimo.
-
Por lo
que quebrantó él con trabajo sus
corazones, Cayeron y no hubo quien
los ayudase;
-
Luego
que clamaron á Jehová en su
angustia, Librólos de sus
aflicciones.
-
Sacólos
de las tinieblas y de la sombra de
muerte, Y rompió sus prisiones.
-
Alaben
la misericordia de Jehová, Y sus
maravillas para con los hijos de los
hombres.
-
Porque
quebrantó las puertas de bronce, Y
desmenuzó los cerrojos de hierro.
-
Los
insensatos, á causa del camino de su
rebelión Y á causa de sus maldades,
fueron afligidos.
-
Su alma
abominó toda vianda, Y llegaron
hasta las puertas de la muerte.
-
Mas
clamaron á Jehová en su angustia, Y
salvólos de sus aflicciones.
-
Envió su
palabra, y curólos, Y librólos de su
ruina.
-
Alaben
la misericordia de Jehová, Y sus
maravillas para con los hijos de los
hombres:
-
Y
sacrifiquen sacrificios de alabanza,
Y publiquen sus obras con júbilo.
-
Los que
descienden á la mar en navíos, Y
hacen negocio en las muchas aguas,
-
Ellos
han visto las obras de Jehová, Y sus
maravillas en el profundo.
-
El dijo,
é hizo saltar el viento de la
tempestad, Que levanta sus ondas.
-
Suben á
los cielos, descienden á los
abismos: Sus almas se derriten con
el mal.
-
Tiemblan, y titubean como borrachos,
Y toda su ciencia es perdida.
-
Claman
empero á Jehová en su angustia, Y
líbralos de sus aflicciones.
-
Hace
parar la tempestad en sosiego, Y se
apaciguan sus ondas.
-
Alégranse luego porque se reposaron;
Y él los guía al puerto que
deseaban.
-
Alaben
la misericordia de Jehová, Y sus
maravillas para con los hijos de los
hombres.
-
Y
ensálcenlo en la congregación del
pueblo; Y en consistorio de ancianos
lo alaben.
-
El
vuelve los ríos en desierto, Y los
manantiales de las aguas en
secadales;
-
La
tierra fructífera en salados, Por la
maldad de los que la habitan.
-
Vuelve
el desierto en estanques de aguas, Y
la tierra seca en manantiales.
-
Y allí
aposenta á los hambrientos, Y
disponen ciudad para habitación;
-
Y
siembran campos, y plantan viñas, Y
rinden crecido fruto.
-
Y los
bendice, y se multiplican en gran
manera; Y no disminuye sus bestias.
-
Y luego
son menoscabados y abatidos A causa
de tiranía, de males y congojas.
-
El
derrama menosprecio sobre los
príncipes, Y les hace andar errados,
vagabundos, sin camino:
-
Y
levanta al pobre de la miseria, Y
hace multiplicar las familias como
rebaños de ovejas.
-
Vean los
rectos, y alégrense; Y toda maldad
cierre su boca.
-
¿Quién
es sabio y guardará estas cosas, Y
entenderá las misericordias de
Jehová?
-
MI
corazón está dispuesto, oh Dios;
Cantaré y salmearé todavía en mi
gloria.
-
Despiértate, salterio y arpa:
Despertaré al alba.
-
Te
alabaré, oh Jehová, entre los
pueblos; A ti cantaré salmos entre
las naciones.
-
Porque
grande más que los cielos es tu
misericordia, Y hasta los cielos tu
verdad.
-
Ensálzate, oh Dios, sobre los
cielos; Y sobre toda la tierra tu
gloria.
-
Para que
sean librados tus amados, Salva con
tu diestra y respóndeme.
-
Dios
habló por su santuario: alegraréme,
Repartiré á Sichêm, y mediré el
valle de Succoth.
-
Mío es
Galaad, mío es Manasés; Y Eprhaim es
la fortaleza de mi cabeza; Judá es
mi legislador;
-
Moab, la
vasija de mi lavatorio: Sobre Edom
echaré mi calzado; Regocijaréme
sobre Palestina.
-
¿Quién
me guiará á la ciudad fortalecida?
¿Quién me guiará hasta Idumea?
-
Ciertamente tú, oh Dios, que nos
habías desechado; Y no salías, oh
Dios, con nuestros ejércitos.
-
Danos
socorro en la angustia: Porque
mentirosa es la salud del hombre.
-
En Dios
haremos proezas; Y él hollará
nuestros enemigos.
-
OH Dios
de mi alabanza, no calles;
-
Porque
boca de impío y boca de engañador se
han abierto sobre mí: Han hablado de
mí con lengua mentirosa,
-
Y con
palabras de odio me rodearon; Y
pelearon contra mí sin causa.
-
En pago
de mi amor me han sido adversarios:
Mas yo oraba.
-
Y
pusieron contra mí mal por bien, Y
odio por amor.
-
Pon
sobre él al impío: Y Satán esté á su
diestra.
-
Cuando
fuere juzgado, salga impío; Y su
oración sea para pecado.
-
Sean sus
días pocos: Tome otro su oficio.
-
Sean sus
hijos huérfanos, Y su mujer viuda.
-
Y anden
sus hijos vagabundos, y mendiguen; Y
procuren su pan lejos de sus
desolados hogares.
-
Enrede
el acreedor todo lo que tiene, Y
extraños saqueen su trabajo.
-
No tenga
quien le haga misericordia; Ni haya
quien tenga compasión de sus
huérfanos.
-
Su
posteridad sea talada; En segunda
generación sea raído su nombre.
-
Venga en
memoria cerca de Jehová la maldad de
sus padres, Y el pecado de su madre
no sea borrado.
-
Estén
siempre delante de Jehová, Y él
corte de la tierra su memoria.
-
Por
cuanto no se acordo de hacer
misericordia, Y persiguió al hombre
afligido y menesteroso Y quebrantado
de corazón, para matar lo.
-
Y amó la
maldición, y vínole; Y no quiso la
bendición, y ella se alejó de él.
-
Y
vistióse de maldición como de su
vestido, Y entró como agua en sus
entrañas, Y como aceite en sus
huesos.
-
Séale
como vestido con que se cubra, Y en
lugar de cinto con que se ciña
siempre.
-
Este sea
el pago de parte de Jehová de los
que me calumnian, Y de los que
hablan mal contra mi alma.
-
Y tú,
Jehová Señor, haz conmigo por amor
de tu nombre: Líbrame, porque tu
misericordia es buena.
-
Porque
yo estoy afligido y necesitado; Y mi
corazón está herido dentro de mí.
-
Voime
como la sombra cuando declina; Soy
sacudido como langosta.
-
Mis
rodillas están debilitadas á causa
del ayuno, Y mi carne desfallecida
por falta de gordura.
-
Yo he
sido para ellos objeto de oprobio;
Mirábanme, y meneaban su cabeza.
-
Ayúdame,
Jehová Dios mío: Sálvame conforme á
tu misericordia.
-
Y
entiendan que ésta es tu mano; Que
tú, Jehová, has hecho esto.
-
Maldigan
ellos, y bendice tú: Levántense, mas
sean avergonzados, y regocíjese tu
siervo.
-
Sean
vestidos de ignominia los que me
calumnian; Y sean cubiertos de su
confusión como con manto.
-
Yo
alabaré á Jehová en gran manera con
mi boca, Y le loaré en medio de
muchos.
-
Porque
él se pondrá á la diestra del pobre,
Para librar su alma de los que le
juzgan.
-
JEHOVÁ
dijo á mi Señor: Siéntate á mi
diestra, En tanto que pongo tus
enemigos por estrado de tus pies.
-
La vara
de tu fortaleza enviará Jehová desde
Sión: Domina en medio de tus
enemigos.
-
Tu
pueblo serálo de buena voluntad en
el día de tu poder, En la hermosura
de la santidad: desde el seno de la
aurora, Tienes tú el rocío de tu
juventud.
-
Juró
Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres
sacerdote para siempre Según el
orden de Melchîsedech.
-
El Señor
á tu diestra Herirá á los reyes en
el día de su furor:
-
Juzgará
en las gentes, Llenará las de
cadáveres: Herirá las cabezas en
muchas tierras.
-
Del
arroyo beberá en el camino: Por lo
cual levantará cabeza.
-
ALABARÉ
á Jehová con todo el corazón, En la
compañía y congregación de los
rectos.
-
Grandes
son las obras de Jehová; Buscadas de
todos los que las quieren.
-
Gloria y
hermosura es su obra; Y su justicia
permanece para siempre.
-
Hizo
memorables sus maravillas: Clemente
y misericordioso es Jehová.
-
Dió
mantenimiento á los que le temen;
Para siempre se acordará de su
pacto.
-
El poder
de sus obras anunció á su pueblo,
Dándole la heredad de las gentes.
-
Las
obras de sus manos son verdad y
juicio: Fieles son todos sus
mandamientos;
-
Afirmados por siglo de siglo, Hechos
en verdad y en rectitud.
-
Redención ha enviado á su pueblo;
Para siempre ha ordenado su pacto:
Santo y terrible es su nombre.
-
El
principio de la sabiduría es el
temor de Jehová: Buen entendimiento
tienen cuantos ponen aquéllos por
obra: Su loor permanece para
siempre.
-
BIENAVENTURADO el hombre que teme á
Jehová, Y en sus mandamientos se
deleita en gran manera.
-
Su
simiente será poderosa en la tierra:
La generación de los rectos será
bendita.
-
Hacienda
y riquezas hay en su casa; Y su
justicia permanece para siempre.
-
Resplandeció en las tinieblas luz á
los rectos: Es clemente, y
misericordioso, y justo.
-
El
hombre de bien tiene misericordia y
presta; Gobierna sus cosas con
juicio.
-
Por lo
cual no resbalará para siempre: En
memoria eterna será el justo.
-
De mala
fama no tendrá temor: Su corazón
está apercibido, confiado en Jehová.
-
Asentado
está su corazón, no temerá, Hasta
que vea en sus enemigos su deseo.
-
Esparce,
da á los pobres: Su justicia
permanece para siempre; Su cuerno
será ensalzado en gloria.
-
Verálo
el impío, y se despechará; Crujirá
los dientes, y se repudrirá:
Perecerá el deseo de los impíos.
-
ALABAD,
siervos de Jehová, Alabad el nombre
de Jehová.
-
Sea el
nombre de Jehová bendito, Desde
ahora y para siempre.
-
Desde el
nacimiento del sol hasta donde se
pone, Sea alabado el nombre de
Jehová.
-
Alto
sobre todas las naciones es Jehová;
Sobre los cielos su gloria.
-
¿Quién
como Jehová nuestro Dios, Que ha
enaltecido su habitación,
-
Que se
humilla á mirar En el cielo y en la
tierra?
-
El
levanta del polvo al pobre, Y al
menesteroso alza del estiércol,
-
Para
hacerlos sentar con los príncipes,
Con los príncipes de su pueblo.
-
El hace
habitar en familia á la estéril,
Gozosa en ser madre de hijos.
Aleluya.
-
CUANDO
salió Israel de Egipto, La casa de
Jacob del pueblo bárbaro,
-
Judá fué
su consagrada heredad, Israel su
señorío.
-
La mar
vió, y huyó; El Jordán se volvió
atrás.
-
Los
montes saltaron como carneros: Los
collados como corderitos.
-
¿Qué
tuviste, oh mar, que huiste? ¿Y tú,
oh Jordán, que te volviste atrás?
-
Oh
montes, ¿por qué saltasteis como
carneros, Y vosotros, collados, como
corderitos?
-
A la
presencia del Señor tiembla la
tierra, A la presencia del Dios de
Jacob;
-
El cual
tornó la peña en estanque de aguas,
Y en fuente de aguas la roca.
-
NO á
nosotros, oh Jehová, no á nosotros,
Sino á tu nombre da gloria; Por tu
misericordia, por tu verdad.
-
Por qué
dirán las gentes: ¿Dónde está ahora
su Dios?
-
Y
nuestro Dios está en los cielos:
Todo lo que quiso ha hecho.
-
Sus
ídolos son plata y oro, Obra de
manos de hombres.
-
Tienen
boca, mas no hablarán; Tienen ojos,
mas no verán;
-
Orejas
tienen, mas no oirán; Tienen
narices, mas no olerán;
-
Manos
tienen, mas no palparán; Tienen
pies, mas no andarán; No hablarán
con su garganta.
-
Como
ellos son los que los hacen;
Cualquiera que en ellos confía.
-
Oh
Israel, confía en Jehová: El es su
ayuda y su escudo.
-
Casa de
Aarón, confiad en Jehová: El es su
ayuda y su escudo.
-
Los que
teméis á Jehová, confiad en Jehová:
El es su ayuda y su escudo.
-
Jehová
se acordó de nosotros: nos
bendecirá: Bendecirá á la casa de
Israel; Bendecirá á la casa de
Aarón.
-
Bendecirá á los que temen á Jehová;
A chicos y á grandes.
-
Acrecentará Jehová bendición sobre
vosotros; Sobre vosotros y sobre
vuestros hijos.
-
Benditos
vosotros de Jehová, Que hizo los
cielos y la tierra.
-
Los
cielos son los cielos de Jehová: Y
ha dado la tierra á los hijos de los
hombres.
-
No
alabarán los muertos á JAH, Ni
cuantos descienden al silencio;
-
Mas
nosotros bendeciremos á JAH, Desde
ahora para siempre. Aleluya.
-
AMO á
Jehová, pues ha oído Mi voz y mis
súplicas.
-
Porque
ha inclinado á mí su oído, Invocaré
le por tanto en todos mis días.
-
Rodeáronme los dolores de la muerte,
Me encontraron las angustias del
sepulcro: Angustia y dolor había yo
hallado.
-
Entonces
invoqué el nombre de Jehová,
diciendo: Libra ahora, oh Jehová, mi
alma.
-
Clemente
es Jehová y justo; Sí,
misericordioso es nuestro Dios.
-
Jehová
guarda á los sinceros: Estaba yo
postrado, y salvóme.
-
Vuelve,
oh alma mía, á tu reposo; Porque
Jehová te ha hecho bien.
-
Pues tú
has librado mi alma de la muerte,
Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de
desbarrar.
-
Andaré
delante de Jehová En la tierra de
los vivientes.
-
Creí;
por tanto hablé, Estando afligido en
gran manera.
-
Y dije
en mi apresuramiento: Todo hombre es
mentiroso.
-
¿Qué
pagaré á Jehová Por todos sus
beneficios para conmigo?
-
Tomaré
la copa de la salud, E invocaré el
nombre de Jehová.
-
Ahora
pagaré mis votos á Jehová Delante de
todo su pueblo.
-
Estimada
es en los ojos de Jehová La muerte
de sus santos.
-
Oh
Jehová, que yo soy tu siervo, Yo tu
siervo, hijo de tu sierva: Rompiste
mis prisiones.
-
Te
ofreceré sacrificio de alabanza, E
invocaré el nombre de Jehová.
-
A Jehová
pagaré ahora mis votos Delante de
todo su pueblo;
-
En los
atrios de la casa de Jehová, En
medio de ti, oh Jerusalem. Aleluya.
-
ALABAD á
Jehová, naciones todas; Pueblos
todos, alabadle.
-
Porque
ha engrandecido sobre nosotros su
misericordia; Y la verdad de Jehová
es para siempre. Aleluya.
-
ALABAD á
Jehová, porque es bueno; Porque para
siempre es su misericordia.
-
Diga
ahora Israel: Que para siempre es su
misericordia.
-
Diga
ahora la casa de Aarón: Que para
siempre es su misericordia.
-
Digan
ahora los que temen á Jehová: Que
para siempre es su misericordia.
-
Desde la
angustia invoqué á JAH; Y
respondióme JAH, poniéndome en
anchura.
-
Jehová
está por mí: no temeré Lo que me
pueda hacer el hombre.
-
Jehová
está por mí entre los que me ayudan:
Por tanto yo veré mi deseo en los
que me aborrecen.
-
Mejor es
esperar en Jehová Que esperar en
hombre.
-
Mejor es
esperar en Jehová Que esperar en
príncipes.
-
Todas
las gentes me cercaron: En nombre de
Jehová, que yo los romperé.
-
Cercáronme y asediáronme: En nombre
de Jehová, que yo los romperé.
-
Cercáronme como abejas; fueron
apagados como fuegos de espinos: En
nombre de Jehová, que yo los
romperé.
-
Empujásteme con violencia para que
cayese: Empero ayudóme Jehová.
-
Mi
fortaleza y mi canción es JAH; Y él
me ha sido por salud.
-
Voz de
júbilo y de salvación hay en las
tiendas de los justos: La diestra de
Jehová hace proezas.
-
La
diestra de Jehová sublime: La
diestra de Jehová hace valentías.
-
No
moriré, sino que viviré, Y contaré
las obras de JAH.
-
Castigóme gravemente JAH: Mas no me
entregó á la muerte.
-
Abridme
las puertas de la justicia: Entraré
por ellas, alabaré á JAH.
-
Esta
puerta de Jehová, Por ella entrarán
los justos.
-
Te
alabaré porque me has oído, Y me
fuiste por salud.
-
La
piedra que desecharon los
edificadores, Ha venido á ser cabeza
del ángulo.
-
De parte
de Jehová es esto: Es maravilla en
nuestros ojos.
-
Este es
el día que hizo Jehová Nos gozaremos
y alegraremos en él.
-
Oh
Jehová, salva ahora, te ruego: Oh
Jehová, ruégote hagas prosperar
ahora.
-
Bendito
el que viene en nombre de Jehová:
Desde la casa de Jehová os
bendecimos.
-
Dios es
Jehová que nos ha resplandecido:
Atad víctimas con cuerdas á los
cuernos del altar.
-
Mi Dios
eres tú, y á ti alabaré: Dios mío, á
ti ensalzaré.
-
Alabad á
Jehová porque es bueno; Porque para
siempre es su misericordia.
-
ALEPH.
BIENAVENTURADOS los perfectos de
camino; Los que andan en la ley de
Jehová.
-
Bienaventurados los que guardan sus
testimonios, Y con todo el corazón
le buscan:
-
Pues no
hacen iniquidad Los que andan en sus
caminos.
-
Tú
encargaste Que sean muy guardados
tus mandamientos.
-
¡Ojalá
fuesen ordenados mis caminos A
observar tus estatutos!
-
Entonces
no sería yo avergonzado, Cuando
atendiese á todos tus mandamientos.
-
Te
alabaré con rectitud de corazón,
Cuando aprendiere los juicios de tu
justicia.
-
Tus
estatutos guardaré: No me dejes
enteramente.
-
BETH.
¿Con qué limpiará el joven su
camino? Con guardar tu palabra.
-
Con todo
mi corazón te he buscado: No me
dejes divagar de tus mandamientos.
-
En mi
corazón he guardado tus dichos, Para
no pecar contra ti.
-
Bendito
tú, oh Jehová: Enséñame tus
estatutos.
-
Con mis
labios he contado Todos los juicios
de tu boca.
-
Heme
gozado en el camino de tus
testimonios, Como sobre toda
riqueza.
-
En tus
mandamientos meditaré, Consideraré
tus caminos.
-
Recrearéme en tus estatutos: No me
olvidaré de tus palabras.
-
GIMEL.
Haz bien á tu siervo; que viva Y
guarde tu palabra.
-
Abre mis
ojos, y miraré Las maravillas de tu
ley.
-
Advenedizo soy yo en la tierra: No
encubras de mí tus mandamientos.
-
Quebrantada está mi alma de desear
Tus juicios en todo tiempo.
-
Destruiste á los soberbios malditos,
Que se desvían de tus mandamientos.
-
Aparta
de mí oprobio y menosprecio; Porque
tus testimonios he guardado.
-
Príncipes también se sentaron y
hablaron contra mí: Mas tu siervo
meditaba en tus estatutos.
-
Pues tus
testimonios son mis deleites, Y mis
consejeros.
-
DALETH.
Pegóse al polvo mi alma: Vivifícame
según tu palabra.
-
Mis
caminos te conté, y me has
respondido: Enséñame tus estatutos.
-
Hazme
entender el camino de tus
mandamientos, Y hablaré de tus
maravillas.
-
Deshácese mi alma de ansiedad:
Corrobórame según tu palabra.
-
Aparta
de mí camino de mentira; Y hazme la
gracia de tu ley.
-
Escogí
el camino de la verdad; He puesto
tus juicios delante de mí.
-
Allegádome he á tus testimonios; Oh
Jehová, no me avergüences.
-
Por el
camino de tus mandamientos correré,
Cuando ensanchares mi corazón.
-
HE.
Enséñame, oh Jehová, el camino de
tus estatutos, Y guardarélo hasta el
fin.
-
Dame
entendimiento, y guardaré tu ley; Y
la observaré de todo corazón.
-
Guíame
por la senda de tus mandamientos;
Porque en ella tengo mi voluntad.
-
Inclina
mi corazón á tus testimonios, Y no á
la avaricia.
-
Aparta
mis ojos, que no vean la vanidad;
Avívame en tu camino.
-
Confirma
tu palabra á tu siervo, Que te teme.
-
Quita de
mí el oprobio que he temido: Porque
buenos son tus juicios.
-
He aquí
yo he codiciado tus mandamientos:
Vivifícame en tu justicia.
-
VAV. Y
venga á mí tu misericordia, oh
Jehová; Tu salud, conforme á tu
dicho.
-
Y daré
por respuesta á mi avergonzador, Que
en tu palabra he confiado.
-
Y no
quites de mi boca en nigún tiempo la
palabra de verdad; Porque á tu
juicio espero.
-
Y
guardaré tu ley siempre, Por siglo
de siglo.
-
Y andaré
en anchura, Porque busqué tus
mandamientos.
-
Y
hablaré de tus testimonios delante
de los reyes, Y no me avergonzaré.
-
Y
deleitaréme en tus mandamientos, Que
he amado.
-
Alzaré
asimismo mis manos á tus
mandamientos que amé; Y meditaré en
tus estatutos.
-
ZAYIN.
Acuérdate de la palabra dada á tu
siervo, En la cual me has hecho
esperar.
-
Esta es
mi consuelo en mi aflicción: Porque
tu dicho me ha vivificado.
-
Los
soberbios se burlaron mucho de mí:
Mas no me he apartado de tu ley.
-
Acordéme, oh Jehová, de tus juicios
antiguos, Y consoléme.
-
Horror
se apoderó de mí, á causa De los
impíos que dejan tu ley.
-
Cánticos
me fueron tus estatutos En la
mansión de mis peregrinaciones.
-
Acordéme
en la noche de tu nombre, oh Jehová,
Y guardé tu ley.
-
Esto
tuve, Porque guardaba tus
mandamientos.
-
JET. Mi
porción, oh Jehová, Dije, será
guardar tus palabras.
-
Tu
presencia supliqué de todo corazón:
Ten misericordia de mí según tu
palabra.
-
Consideré mis caminos, Y torné mis
pies á tus testimonios.
-
Apresuréme, y no me retardé En
guardar tus mandamientos.
-
Compañía
de impíos me han robado: Mas no me
he olvidado de tu ley.
-
A media
noche me levantaba á alabarte Sobre
los juicios de tu justicia.
-
Compañero soy yo de todos los que te
temieren Y guardaren tus
mandamientos.
-
De tu
misericordia, oh Jehová, está llena
la tierra: Enséñame tus estatutos.
-
TETH.
Bien has hecho con tu siervo, Oh
Jehová, conforme á tu palabra.
-
Enséñame
bondad de sentido y sabiduría;
Porque tus mandamientos he creído.
-
Antes
que fuera yo humillado, descarriado
andaba; Mas ahora guardo tu palabra.
-
Bueno
eres tú, y bienhechor: Enséñame tus
estatutos.
-
Contra
mí forjaron mentira los soberbios:
Mas yo guardaré de todo corazón tus
mandamientos.
-
Engrasóse el corazón de ellos como
sebo; Mas yo en tu ley me he
deleitado.
-
Bueno me
es haber sido humillado, Para que
aprenda tus estatutos.
-
Mejor me
es la ley de tu boca, Que millares
de oro y plata.
-
YOD. Tus
manos me hicieron y me formaron:
Hazme entender, y aprenderé tus
mandamientos.
-
Los que
te temen, me verán, y se alegrarán;
Porque en tu palabra he esperado.
-
Conozco,
oh Jehová, que tus juicios son
justicia, Y que conforme á tu
fidelidad me afligiste.
-
Sea
ahora tu misericordia para
consolarme, Conforme á lo que has
dicho á tu siervo.
-
Vengan á
mí tus misericordias, y viva; Porque
tu ley es mi deleite.
-
Sean
avergonzados los soberbios, porque
sin causa me han calumniado: Yo
empero, meditaré en tus
mandamientos.
-
Tórnense
á mí los que te temen Y conocen tus
testimonios.
-
Sea mi
corazón íntegro en tus estatutos;
Porque no sea yo avergonzado.
-
KAF.
Desfallece mi alma por tu salud,
Esperando en tu palabra.
-
Desfallecieron mis ojos por tu
palabra, Diciendo: ¿Cuándo me
consolarás?
-
Porque
estoy como el odre al humo; Mas no
he olvidado tus estatutos.
-
¿Cuántos
son los días de tu siervo? ¿Cuándo
harás juicio contra los que me
persiguen?
-
Los
soberbios me han cavado hoyos; Mas
no obran según tu ley.
-
Todos
tus mandamientos son verdad: Sin
causa me persiguen; ayúdame.
-
Casi me
han echado por tierra: Mas yo no he
dejado tus mandamientos.
-
Vivifícame conforme á tu
misericordia; Y guardaré los
testimonios de tu boca.
-
LAMED.
Para siempre, oh Jehová, Permenece
tu palabra en los cielos.
-
Por
generación y generación es tu
verdad: Tú afirmaste la tierra, y
persevera.
-
Por tu
ordenación perseveran hasta hoy las
cosas criadas; Porque todas ellas te
sirven.
-
Si tu
ley no hubiese sido mis delicias, Ya
en mi aflicción hubiera perecido.
-
Nunca
jamás me olvidaré de tus
mandamientos; Porque con ellos me
has vivificado.
-
Tuyo soy
yo, guárdame; Porque he buscado tus
mandamientos.
-
Los
impíos me han aguardado para
destruirme: Mas yo entenderé en tus
testimonios.
-
A toda
perfección he visto fin: Ancho
sobremanera es tu mandamiento.
-
MEM.
¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día
es ella mi meditación.
-
Me has
hecho más sabio que mis enemigos con
tus mandamientos; Porque me son
eternos.
-
Más que
todos mis enseñadores he entendido:
Porque tus testimonios son mi
meditación.
-
Más que
los viejos he entendido, Porque he
guardado tus mandamientos.
-
De todo
mal camino contuve mis pies, Para
guardar tu palabra.
-
No me
aparté de tus juicios; Porque tú me
enseñaste.
-
¡Cuán
dulces son á mi paladar tus
palabras! Más que la miel á mi boca.
-
De tus
mandamientos he adquirido
inteligencia: Por tanto he
aborrecido todo camino de mentira.
-
NUN.
Lámpara es á mis pies tu palabra, Y
lumbrera á mi camino.
-
Juré y
ratifiqué El guardar los juicios de
tu justicia.
-
Afligido
estoy en gran manera: oh Jehová,
Vivifícame conforme á tu palabra.
-
Ruégote,
oh Jehová, te sean agradables los
sacrificios voluntarios de mi boca;
Y enséñame tus juicios.
-
De
continuo está mi alma en mi mano:
Mas no me he olvidado de tu ley.
-
1Pusiéronme lazo los impíos: Empero
yo no me desvié de tus mandamientos.
-
Por
heredad he tomado tus testimonios
para siempre; Porque son el gozo de
mi corazón.
-
Mi
corazón incliné á poner por obra tus
estatutos De continuo, hasta el fin.
-
SAMECH.
Los pensamientos vanos aborrezco;
Mas amo tu ley.
-
Mi
escondedero y mi escudo eres tú: En
tu palabra he esperado.
-
Apartaos
de mí, malignos; Pues yo guardaré
los mandamientos de mi Dios.
-
Susténtame conforme á tu palabra, y
viviré: Y no me avergüences de mi
esperanza.
-
Sosténme, y seré salvo; Y
deleitaréme siempre en tus
estatutos.
-
Hollaste
á todos los que se desvían de tus
estatutos: Porque mentira es su
engaño.
-
Como
escorias hiciste consumir á todos
los impíos de la tierra: Por tanto
yo he amado tus testimonios.
-
Mi carne
se ha extremecido por temor de ti; Y
de tus juicios tengo miedo.
-
AIN.
Juicio y justicia he hecho; No me
dejes á mis opresores.
-
Responde
por tu siervo para bien: No me hagan
violencia los soberbios.
-
Mis ojos
desfallecieron por tu salud, Y por
el dicho de tu justicia.
-
Haz con
tu siervo según tu misericordia, Y
enséñame tus estatutos.
-
Tu
siervo soy yo, dame entendimiento;
Para que sepa tus testimonios.
-
Tiempo
es de hacer, oh Jehová; Disipado han
tu ley.
-
Por eso
he amado tus mandamientos Más que el
oro, y más que oro muy puro.
-
Por eso
todos los mandamientos de todas las
cosas estimé rectos: Aborrecí todo
camino de mentira.
-
PE.
Maravillosos son tus testimonios:
Por tanto los ha guardado mi alma.
-
El
principio de tus palabras alumbra;
Hace entender á los simples.
-
Mi boca
abrí y suspiré; Porque deseaba tus
mandamientos.
-
Mírame,
y ten misericordia de mí, Como
acostumbras con los que aman tu
nombre.
-
Ordena
mis pasos con tu palabra; Y ninguna
iniquidad se enseñoree de mí.
-
Redímeme
de la violencia de los hombres; Y
guardaré tus mandamientos.
-
Haz que
tu rostro resplandezca sobre tu
siervo; Y enséñame tus estatutos.
-
Ríos de
agua descendieron de mis ojos,
Porque no guardaban tu ley.
-
TZADDI.
Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos
tus juicios.
-
Tus
testimonios, que has recomendado,
Son rectos y muy fieles.
-
Mi celo
me ha consumido; Porque mis enemigos
se olvidaron de tus palabras.
-
Sumamente acendrada es tu palabra; Y
la ama tu siervo.
-
Pequeño
soy yo y desechado; Mas no me he
olvidado de tus mandamientos.
-
Tu
justicia es justicia eterna, Y tu
ley la verdad.
-
Aflicción y angustia me hallaron:
Mas tus mandamientos fueron mis
deleites.
-
Justicia
eterna son tus testimonios; Dame
entendimiento, y viviré.
-
COPH.
Clamé con todo mi corazón;
respóndeme, Jehová, Y guardaré tus
estatutos.
-
A ti
clamé; sálvame, Y guardaré tus
testimonios.
-
Anticipéme al alba, y clamé: Esperé
en tu palabra.
-
Previnieron mis ojos las vigilias de
la noche, Para meditar en tus
dichos.
-
Oye mi
voz conforme á tu misericordia; Oh
Jehová, vivifícame conforme á tu
juicio.
-
Acercáronse á la maldad los que me
persiguen; Alejáronse de tu ley.
-
Cercano
estás tú, oh Jehová; Y todos tus
mandamientos son verdad.
-
Ya ha
mucho que he entendido de tus
mandamientos, Que para siempre los
fundaste.
-
RESH.
Mira mi aflicción, y líbrame; Porque
de tu ley no me he olvidado.
-
Aboga mi
causa, y redímeme: Vivifícame con tu
dicho.
-
Lejos
está de los impíos la salud; Porque
no buscan tus estatutos.
-
Muchas
son tus misericordias, oh Jehová:
Vivifícame conforme á tus juicios.
-
Muchos
son mis perseguidores y mis
enemigos; Mas de tus testimonios no
me he apartado.
-
Veía á
los prevaricadores, y carcomíame;
Porque no guardaban tus palabras.
-
Mira, oh
Jehová, que amo tus mandamientos:
Vivifícame conforme á tu
misericordia.
-
El
principio de tu palabra es verdad; Y
eterno es todo juicio de tu
justicia.
-
SIN.
Príncipes me han perseguido sin
causa; Mas mi corazón tuvo temor de
tus palabras.
-
Gózome
yo en tu palabra, Como el que halla
muchos despojos.
-
La
mentira aborrezco y abomino: Tu ley
amo.
-
Siete
veces al día te alabo Sobre los
juicios de tu justicia.
-
Mucha
paz tienen los que aman tu ley; Y no
hay para ellos tropiezo.
-
Tu salud
he esperado, oh Jehová; Y tus
mandamientos he puesto por obra.
-
Mi alma
ha guardado tus testimonios, Y helos
amado en gran manera.
-
Guardado
he tus mandamientos y tus
testimonios; Porque todos mis
caminos están delante de ti.
-
TAU.
Acérquese mi clamor delante de ti,
oh Jehová: Dame entendimiento
conforme á tu palabra.
-
Venga mi
oración delante de ti: Líbrame
conforme á tu dicho.
-
Mis
labios rebosarán alabanza, Cuando me
enseñares tus estatutos.
-
Hablará
mi lengua tus dichos; Porque todos
tus mandamientos son justicia.
-
Sea tu
mano en mi socorro; Porque tus
mandamientos he escogido.
-
Deseado
he tu salud, oh Jehová; Y tu ley es
mi delicia.
-
Viva mi
alma y alábete; Y tus juicios me
ayuden.
-
Yo
anduve errante como oveja
extraviada; busca á tu siervo;
Porque no me he olvidado de tus
mandamientos.
-
A JEHOVÁ
llamé estando en angustia, Y él me
respondió.
-
Libra mi
alma, oh Jehová, de labio mentiroso,
De la lengua fraudulenta.
-
¿Qué te
dará, ó qué te aprovechará, Oh
lengua engañosa?
-
Agudas
saetas de valiente, Con brasas de
enebro.
-
¡Ay de
mí, que peregrino en Mesech, Y
habito entre las tiendas de Kedar!
-
Mucho se
detiene mi alma Con los que
aborrecen la paz.
-
Yo soy
pacífico: Mas ellos, así que hablo,
me hacen guerra.
-
ALZARÉ
mis ojos á los montes, De donde
vendrá mi socorro.
-
Mi
socorro viene de Jehová, Que hizo
los cielos y la tierra.
-
No dará
tu pie al resbaladero; Ni se dormirá
el que te guarda.
-
He aquí,
no se adormecerá ni dormirá El que
guarda á Israel.
-
Jehová
es tu guardador: Jehová es tu sombra
á tu mano derecha.
-
El sol
no te fatigará de día, Ni la luna de
noche.
-
Jehová
te guardará de todo mal: El guardará
tu alma.
-
Jehová
guardará tu salida y tu entrada,
Desde ahora y para siempre.
-
YO me
alegré con los que me decían: A la
casa de Jehová iremos.
-
Nuestros
pies estuvieron En tus puertas, oh
Jerusalem;
-
Jerusalem, que se ha edificado Como
una ciudad que está bien unida entre
sí.
-
Y allá
subieron las tribus, las tribus de
JAH, Conforme al testimonio dado á
Israel, Para alabar el nombre de
Jehová.
-
Porque
allá están las sillas del juicio,
Las sillas de la casa de David.
-
Pedid la
paz de Jerusalem: Sean prosperados
los que te aman.
-
Haya paz
en tu antemuro, Y descanso en tus
palacios.
-
Por amor
de mis hermanos y mis compañeros
Hablaré ahora paz de ti.
-
A causa
de la casa de Jehová nuestro Dios,
Buscaré bien para ti.
-
A TI que
habitas en los cielos, Alcé mis
ojos.
-
He aquí
como los ojos de los siervos miran á
la mano de sus señores, Y como los
ojos de la sierva á la mano de su
señora; Así nuestros ojos miran á
Jehová nuestro Dios, Hasta que haya
misericordia de nosotros.
-
Ten
misericordia de nosotros, oh Jehová,
ten misericordia de nosotros; Porque
estamos muy hartos de menosprecio.
-
Muy
harta está nuestra alma Del escarnio
de los holgados, Y del menosprecio
de los soberbios.
-
A NO
haber estado Jehová por nosotros,
Diga ahora Israel;
-
A no
haber estado Jehová por nosotros,
Cuando se levantaron contra nosotros
los hombres,
-
Vivos
nos habrían entonces tragado, Cuando
se encendió su furor en nosotros.
-
Entonces
nos habrían inundado las aguas;
Sobre nuestra alma hubiera pasado el
torrente:
-
Hubieran
entonces pasado sobre nuestra alma
las aguas soberbias.
-
Bendito
Jehová, Que no nos dió por presa á
sus dientes.
-
Nuestra
alma escapó cual ave del lazo de los
cazadores: Quebróse el lazo, y
escapamos nosotros.
-
Nuestro
socorro es en el nombre de Jehová,
Que hizo el cielo y la tierra.
-
LOS que
confían en Jehová Son como el monte
de Sión que no deslizará: estará
para siempre.
-
Como
Jerusalem tiene montes alrededor de
ella, Así Jehová alrededor de su
pueblo Desde ahora y para siempre.
-
Porque
no reposará la vara de la impiedad
sobre la suerte de los justos;
Porque no extiendan los justos sus
manos á la iniquidad.
-
Haz
bien, oh Jehová, á los buenos, Y á
los que son rectos en sus corazones.
-
Mas á
los que se apartan tras sus
perversidades, Jehová los llevará
con los que obran iniquidad: Y paz
sea sobre Israel.
-
CUANDO
Jehová hiciere tornar la cautividad
de Sión, Seremos como los que
sueñan.
-
Entonces
nuestra boca se henchirá de risa, Y
nuestra lengua de alabanza; Entonces
dirán entre las gentes: Grandes
cosas ha hecho Jehová con éstos.
-
Grandes
cosas ha hecho Jehová con nosotros;
Estaremos alegres.
-
Haz
volver nuestra cautividad oh Jehová,
Como los arroyos en el austro.
-
Los que
sembraron con lágrimas, con regocijo
segarán.
-
Irá
andando y llorando el que lleva la
preciosa simiente; Mas volverá á
venir con regocijo, trayendo sus
gavillas.
-
SI
Jehová no edificare la casa, En vano
trabajan los que la edifican: Si
Jehová no guardare la ciudad, En
vano vela la guarda.
-
Por
demás os es el madrugar á
levantaros, el veniros tarde á
reposar, El comer pan de dolores:
Pues que á su amado dará Dios el
sueño.
-
He aquí,
heredad de Jehová son los hijos:
Cosa de estima el fruto del vientre.
-
Como
saetas en mano del valiente, Así son
los hijos habidos en la juventud.
-
Bienaventurado el hombre que hinchió
su aljaba de ellos: No será
avergonzado Cuando hablare con los
enemigos en la puerta.
-
BIENAVENTURADO todo aquel que teme á
Jehová, Que anda en sus caminos.
-
Cuando
comieres el trabajo de tus manos,
Bienaventurado tú, y tendrás bien.
-
Tu mujer
será como parra que lleva fruto á
los lados de tu casa; Tus hijos como
plantas de olivas alrededor de tu
mesa.
-
He aquí
que así será bendito el hombre Que
teme á Jehová.
-
Bendígate Jehová desde Sión, Y veas
el bien de Jerusalem todos los días
de tu vida.
-
Y veas
los hijos de tus hijos, Y la paz
sobre Israel.
-
MUCHO me
han angustiado desde mi juventud,
Puede decir ahora Israel;
-
Mucho me
han angustiado desde mi juventud;
Mas no prevalecieron contra mí.
-
Sobre
mis espaldas araron los aradores:
Hicieron largos surcos.
-
Jehová
es justo; Cortó las coyundas de los
impíos.
-
Serán
avergonzados y vueltos atrás Todos
los que aborrecen á Sión.
-
Serán
como la hierba de los tejados, Que
se seca antes que crezca:
-
De la
cual no hinchió segador su mano, Ni
sus brazos el que hace gavillas.
-
Ni
dijeron los que pasaban: Bendición
de Jehová sea sobre vosotros; Os
bendecimos en el nombre de Jehová.
-
DE los
profundos, oh Jehová, á ti clamo.
-
Señor,
oye mi voz; Estén atentos tus oídos
A la voz de mi súplica.
-
JAH, si
mirares á los pecados, ¿Quién, oh
Señor, podrá mantenerse?
-
Empero
hay perdón cerca de ti, Para que
seas temido.
-
Esperé
yo á Jehová, esperó mi alma; En su
palabra he esperado.
-
Mi alma
espera á Jehová Más que los
centinelas á la mañana. Más que los
vigilantes á la mañana.
-
Espere
Israel á Jehová; Porque en Jehová
hay misericordia. Y abundante
redención con él.
-
Y él
redimirá á Israel De todos sus
pecados.
-
JEHOVA,
no se ha envanecido mi corazón, ni
mis ojos se enaltecieron; Ni anduve
en grandezas, Ni en cosas para mí
demasiado sublimes.
-
En
verdad que me he comportado y he
acallado mi alma, Como un niño
destetado de su madre: Como un niño
destetado está mi alma.
-
Espera,
oh Israel, en Jehová Desde ahora y
para siempre.
-
ACUÉRDATE, oh Jehová, de David, Y de
toda su aflicción;
-
Que juró
él á Jehová, Prometió al Fuerte de
Jacob:
-
No
entraré en la morada de mi casa, Ni
subiré sobre el lecho de mi estrado;
-
No daré
sueño á mis ojos, Ni á mis párpados
adormecimiento.
-
Hasta
que halle lugar para Jehová, Moradas
para el Fuerte de Jacob.
-
He aquí,
en Ephrata oímos de ella: Hallamósla
en los campos del bosque.
-
Entraremos en sus tiendas;
Encorvarnos hemos al estrado de sus
pies.
-
Levántate, oh Jehová, á tu reposo;
Tú y el arca de tu fortaleza.
-
Tus
sacerdotes se vistan de justicia, Y
regocíjense tus santos.
-
Por amor
de David tu siervo No vuelvas de tu
ungido el rostro.
-
En
verdad juró Jehová á David, No se
apartará de ellos: Del fruto de tu
vientre pondré sobre tu trono.
-
Si tus
hijos guardaren mi alianza, Y mi
testimonio que yo les enseñaré, Sus
hijos también se sentarán sobre tu
trono para siempre.
-
Porque
Jehová ha elegido á Sión; Deseóla
por habitación para sí.
-
Este es
mi reposo para siempre: Aquí
habitaré, porque la he deseado.
-
A su
mantenimiento daré bendición: Sus
pobres saciaré de pan.
-
Asimismo
vestiré á sus sacerdotes de salud, Y
sus santos darán voces de júbilo.
-
Allí
haré reverdecer el cuerno de David:
He prevenido lámpara á mi ungido.
-
A sus
enemigos vestiré de confusión: Mas
sobre él florecerá su corona.
-
¡MIRAD
cuán bueno y cuán delicioso es
Habitar los hermanos igualmente en
uno!
-
Es como
el buen óleo sobre la cabeza, El
cual desciende sobre la barba, La
barba de Aarón, Y que baja hasta el
borde de sus vestiduras;
-
Como el
rocío de Hermón, Que desciende sobre
los montes de Sión: Porque allí
envía Jehová bendición, Y vida
eterna.
-
MIRAD,
bendecid á Jehová, Vosotros todos
los siervos de Jehová, Los que en la
casa de Jehová estáis por las
noches.
-
Alzad
vuestras manos al santuario, Y
bendecid á Jehová.
-
Bendígate Jehová desde Sión, El cual
ha hecho los cielos y la tierra.
-
ALABAD
el nombre de Jehová; Alabad le,
siervos de Jehová;
-
Los que
estáis en la casa de Jehová, En los
atrios de la casa de nuestro Dios.
-
Alabad á
JAH, porque es bueno Jehová: Cantad
salmos á su nombre, porque es suave.
-
Porque
JAH ha escogido á Jacob para sí, A
Israel por posesión suya.
-
Porque
yo se que Jehová es grande, Y el
Señor nuestro, mayor que todos los
dioses.
-
Todo lo
que quiso Jehová, ha hecho En los
cielos y en la tierra, en las mares
y en todos los abismos.
-
El hace
subir las nubes del cabo de la
tierra; El hizo los relámpagos para
la lluvia; El saca los vientos de
sus tesoros.
-
El es el
que hirió los primogénitos de
Egipto, Desde el hombre hasta la
bestia.
-
Envió
señales y prodigios en medio de ti,
oh Egipto, Sobre Faraón, y sobre
todos sus siervos.
-
El que
hirió muchas gentes, Y mató reyes
poderosos:
-
A Sehón
rey Amorrheo, Y á Og rey de Basán, Y
á todos los reinos de Canaán.
-
Y dió la
tierra de ellos en heredad, En
heredad á Israel su pueblo.
-
Oh
Jehová, eterno es tu nombre; Tu
memoria, oh Jehová para generación y
generación.
-
Porque
juzgará Jehová su pueblo, Y
arrepentiráse sobre sus siervos.
-
Los
ídolos de las gentes son plata y
oro, Obra de manos de hombres.
-
Tienen
boca, y no hablan; Tienen ojos, y no
ven;
-
Tienen
orejas, y no oyen; Tampoco hay
espíritu en sus bocas.
-
Como
ellos son los que los hacen; Todos
los que en ellos confían.
-
Casa de
Israel, bendecid á Jehová: Casa de
Aarón, bendecid á Jehová:
-
Casa de
Leví, bendecid á Jehová: Los que
teméis á Jehová, bendecid á Jehová:
-
Bendito
de Sión Jehová, Que mora en
Jerusalem. Aleluya.
-
ALABAD á
Jehová, porque es bueno; Porque para
siempre es su misericordia.
-
Alabad
al Dios de los dioses, Porque para
siempre es su misericordia.
-
Alabad
al Señor de los señores, Porque para
siempre es su misericordia.
-
Al solo
que hace grandes maravillas, Porque
para siempre es su misericordia.
-
Al que
hizo los cielos con entendimiento,
Porque para siempre es su
misericordia.
-
Al que
tendió la tierra sobre las aguas,
Porque para siempre es su
misericordia;
-
Al que
hizo las grandes luminarias, Porque
para siempre es su misericordia;
-
El sol
para que dominase en el día, Porque
para siempre es su misericordia;
-
La luna
y las estrellas para que dominasen
en la noche, Porque para siempre es
su misericordia.
-
Al que
hirió á Egipto en sus primogénitos,
Porque para siempre es su
misericordia.
-
Al que
sacó á Israel de en medio de ellos,
Porque para siempre es su
misericordia;
-
Con mano
fuerte, y brazo extendido, Porque
para siempre es su misericordia.
-
Al que
dividió el mar Bermejo en partes,
Porque para siempre es su
misericordia;
-
E hizo
pasar á Israel por medio de él,
Porque para siempre es su
misericordia;
-
Y arrojó
á Faraón y á su ejército en el mar
Bermejo, Porque para siempre es su
misericordia.
-
Al que
pastoreó á su pueblo por el
desierto, Porque para siempre es su
misericordia.
-
Al que
hirió grandes reyes, Porque para
siempre es su misericordia;
-
Y mató
reyes poderosos, Porque para siempre
es su misericordia;
-
A Sehón
rey Amorrheo, Porque para siempre es
su misericordia,
-
Y á Og
rey de Basán, Porque para siempre es
su misericordia;
-
Y dió la
tierra de ellos en heredad, Porque
para siempre es su misericordia;
-
En
heredad á Israel su siervo, Porque
para siempre es su misericordia.
-
El es el
que en nuestro abatimiento se acordó
de nosotros, Porque para siempre es
su misericordia;
-
Y nos
rescató de nuestros enemigos, Porque
para siempre es su misericordia.
-
El da
mantenimiento á toda carne, Porque
para siempre es su misericordia.
-
Alabad
al Dios de los cielos: Porque para
siempre es su misericordia.
-
JUNTO á
los ríos de Babilonia, Allí nos
sentábamos, y aun llorábamos,
Acordándonos de Sión.
-
Sobre
los sauces en medio de ella Colgamos
nuestras arpas.
-
Y los
que allí nos habían llevado cautivos
nos pedían que cantásemos, Y los que
nos habían desolado nos pedían
alegría, diciendo:
-
Cantadnos algunos de los himnos de
Sión. ¿Cómo cantaremos canción de
Jehová En tierra de extraños?
-
Si me
olvidare de ti, oh Jerusalem, Mi
diestra sea olvidada.
-
Mi
lengua se pegue á mi paladar, Si de
ti no me acordare; Si no ensalzare á
Jerusalem Como preferente asunto de
mi alegría.
-
Acuérdate, oh Jehová, de los hijos
de Edom En el día de Jerusalem;
Quienes decían: Arrasadla, arrasadla
Hasta los cimientos.
-
Hija de
Babilonia destruída, Bienaventurado
el que te diere el pago De lo que tú
nos hiciste.
-
Bienaventurado el que tomará y
estrellará tus niños Contra las
piedras.
-
ALABARTE
he con todo mi corazón: Delante de
los dioses te cantaré salmos.
-
Encorvaréme al templo de tu
santuario, Y alabaré tu nombre por
tu misericordia y tu verdad: Porque
has hecho magnífico tu nombre, y tu
dicho sobre todas las cosas.
-
En el
día que clamé, me respondiste;
Esforzásteme con fortaleza en mi
alma.
-
Confesarte han, oh Jehová, todos los
reyes de la tierra, Cuando habrán
oído los dichos de tu boca.
-
Y
cantarán de los caminos de Jehová:
Que la gloria de Jehová es grande.
-
Porque
el alto Jehová atiende al humilde;
Mas al altivo mira de lejos.
-
Si
anduviere yo en medio de la
angustia, tú me vivificarás: Contra
la ira de mis enemigos extenderás tu
mano, Y salvaráme tu diestra.
-
Jehová
cumplirá por mí: Tu misericordia, oh
Jehová, es para siempre; No dejarás
la obra de tus manos.
-
OH
Jehová, tú me has examinado y
conocido.
-
Tú has
conocido mi sentarme y mi
levantarme, Has entendido desde
lejos mis pensamientos.
-
Mi senda
y mi acostarme has rodeado, Y estás
impuesto en todos mis caminos.
-
Pues aun
no está la palabra en mi lengua, Y
he aquí, oh Jehová, tú la sabes
toda.
-
Detrás y
delante me guarneciste, Y sobre mí
pusiste tu mano.
-
Más
maravillosa es la ciencia que mi
capacidad; Alta es, no puedo
comprenderla.
-
¿Adónde
me iré de tu espíritu? ¿Y adónde
huiré de tu presencia?
-
Si
subiere á los cielos, allí estás tú:
Y si en abismo hiciere mi estrado,
he aquí allí tú estás.
-
Si
tomare las alas del alba, Y habitare
en el extremo de la mar,
-
Aun allí
me guiará tu mano, Y me asirá tu
diestra.
-
Si
dijere: Ciertamente las tinieblas me
encubrirán; Aun la noche
resplandecerá tocante á mí.
-
Aun las
tinieblas no encubren de ti, Y la
noche resplandece como el día: Lo
mismo te son las tinieblas que la
luz.
-
Porque
tú poseiste mis riñones; Cubrísteme
en el vientre de mi madre.
-
Te
alabaré; porque formidables,
maravillosas son tus obras: Estoy
maravillado, Y mi alma lo conoce
mucho.
-
No fué
encubierto de ti mi cuerpo, Bien que
en oculto fuí formado, Y compaginado
en lo más bajo de la tierra.
-
Mi
embrión vieron tus ojos, Y en tu
libro estaban escritas todas
aquellas cosas Que fueron luego
formadas, Sin faltar una de ellas.
-
Así que
¡cuán preciosos me son, oh Dios, tus
pensamientos! ¡Cuán multiplicadas
son sus cuentas!
-
Si los
cuento, multiplícanse más que la
arena: Despierto, y aun estoy
contigo.
-
De
cierto, oh Dios, matarás al impío;
Apartaos pues de mí, hombres
sanguinarios.
-
Porque
blasfemias dicen ellos contra ti:
Tus enemigos toman en vano tu nombre
-
¿No
tengo en odio, oh Jehová, á los que
te aborrecen, Y me conmuevo contra
tus enemigos?
-
Aborrézcolos con perfecto odio;
Téngolos por enemigos.
-
Examíname, oh Dios, y conoce mi
corazón: Pruébame y reconoce mis
pensamientos:
-
Y ve si
hay en mí camino de perversidad, Y
guíame en el camino eterno.
-
LÍBRAME,
oh Jehová, de hombre malo: Guárdame
de hombre violento;
-
Los
cuales maquinan males en el corazón,
Cada día urden contiendas.
-
Aguzaron
su lengua como la serpiente; Veneno
de áspid hay debajo de sus labios. (Selah.)
-
Guárdame, oh Jehová, de manos del
impío, Presérvame del hombre
injurioso; Que han pensado de
trastornar mis pasos.
-
Hanme
escondido lazo y cuerdas los
soberbios; Han tendido red junto á
la senda; Me han puesto lazos. (Selah.)
-
He dicho
á Jehová: Dios mío eres tú; Escucha,
oh Jehová, la voz de mis ruegos.
-
Jehová
Señor, fortaleza de mi salud, Tú
pusiste á cubierto mi cabeza el día
de las armas.
-
No des,
oh Jehová, al impío sus deseos; No
saques adelante su pensamiento, que
no se ensoberbezca. (Selah.)
-
En
cuanto á los que por todas partes me
rodean, La maldad de sus propios
labios cubrirá su cabeza.
-
Caerán
sobre ellos brasas; Dios los hará
caer en el fuego, En profundos hoyos
de donde no salgan.
-
El
hombre deslenguado no será firme en
la tierra: El mal cazará al hombre
injusto para derribarle.
-
Yo sé
que hará Jehová el juicio del
afligido, El juicio de los
menesterosos.
-
Ciertamente los justos alabarán tu
nombre; Los rectos morarán en tu
presencia.
-
JEHOVÁ,
á ti he clamado; apresúrate á mí;
Escucha mi voz, cuando te invocare.
-
Sea
enderezada mi oración delante de ti
como un perfume, El don de mis manos
como la ofrenda de la tarde.
-
Pon, oh
Jehová, guarda á mi boca: Guarda la
puerta de mis labios.
-
No dejes
se incline mi corazón á cosa mala, A
hacer obras impías Con los que obran
iniquidad, Y no coma yo de sus
deleites.
-
Que el
justo me castigue, será un favor, Y
que me reprenda será un excelente
bálsamo. Que no me herirá la cabeza:
Así que aun mi oración tendrán en
sus calamidades.
-
Serán
derribados en lugares peñascosos sus
jueces, Y oirán mis palabras, que
son suaves.
-
Como
quien hiende y rompe la tierra, Son
esparcidos nuestros huesos á la boca
de la sepultura.
-
Por
tanto á ti, oh Jehová Señor, miran
mis ojos: En ti he confiado, no
desampares mi alma.
-
Guárdame
de los lazos que me han tendido, Y
de los armadijos de los que obran
iniquidad.
-
Caigan
los impíos á una en sus redes,
Mientras yo pasaré adelante.
-
CON mi
voz clamaré á Jehová, Con mi voz
pediré á Jehová misericordia.
-
Delante
de él derramaré mi querella; Delante
de él denunciaré mi angustia.
-
Cuando
mi espíritu se angustiaba dentro de
mí, tú conociste mi senda. En el
camino en que andaba, me escondieron
lazo.
-
Miraba á
la mano derecha, y observaba; mas no
había quien me conociese; No tuve
refugio, no había quien volviese por
mi vida.
-
Clamé á
ti, oh Jehová, Dije: Tú eres mi
esperanza, Y mi porción en la tierra
de los vivientes.
-
Escucha
mi clamor, que estoy muy afligido;
Líbrame de los que me persiguen,
porque son más fuertes que yo.
-
Saca mi
alma de la cárcel para que alabe tu
nombre: Me rodearán los justos,
Porque tú me serás propicio.
-
OH
Jehová, oye mi oración, escucha mis
ruegos: Respóndeme por tu verdad,
por tu justicia.
-
Y no
entres en juicio con tu siervo;
Porque no se justificará delante de
ti ningún viviente.
-
Porque
ha perseguido el enemigo mi alma; Ha
postrado en tierra mi vida; Hame
hecho habitar en tinieblas como los
ya muertos.
-
Y mi
espíritu se angustió dentro de mí;
Pasmóse mi corazón.
-
Acordéme
de los días antiguos; Meditaba en
todas tus obras, Reflexionaba en las
obras de tus manos.
-
Extendí
mis manos á ti; Mi alma á ti como la
tierra sedienta. (Selah.)
-
Respóndeme presto, oh Jehová que
desmaya mi espíritu: No escondas de
mí tu rostro, Y venga yo á ser
semejante á los que descienden á la
sepultura.
-
Hazme
oir por la mañana tu misericordia,
Porque en ti he confiado: Hazme
saber el camino por donde ande,
Porque á ti he alzado mi alma
-
Líbrame
de mis enemigos, oh Jehová: A ti me
acojo.
-
Enséñame
á hacer tu voluntad, porque tú eres
mi Dios: Tu buen espíritu me guíe á
tierra de rectitud.
-
Por tu
nombre, oh Jehová me vivificarás:
Por tu justicia, sacarás mi alma de
angustia.
-
Y por tu
misericordia disiparás mis enemigos,
Y destruirás todos los adversarios
de mi alma: Porque yo soy tu siervo.
-
BENDITO
sea Jehová, mi roca, Que enseña mis
manos á la batalla, Y mis dedos á la
guerra:
-
Misericordia mía y mi castillo,
Altura mía y mi libertador, Escudo
mío, en quien he confiado; El que
allana mi pueblo delante de mí.
-
Oh
Jehová, ¿qué es el hombre, para que
de él conozcas? ¿O el hijo del
hombre, para que lo estimes?
-
El
hombre es semejante á la vanidad:
Sus días son como la sombra que
pasa.
-
Oh
Jehová, inclina tus cielos y
desciende: Toca los montes, y
humeen.
-
Despide
relámpagos, y disípalos, Envía tus
saetas, y contúrbalos.
-
Envía tu
mano desde lo alto; Redímeme, y
sácame de las muchas aguas, De la
mano de los hijos de extraños;
-
Cuya
boca habla vanidad, Y su diestra es
diestra de mentira.
-
Oh Dios,
á ti cantaré canción nueva: Con
salterio, con decacordio cantaré á
ti.
-
Tú, el
que da salud á los reyes, El que
redime á David su siervo de maligna
espada.
-
Redímeme, y sálvame de mano de los
hijos extraños, Cuya boca habla
vanidad, Y su diestra es diestra de
mentira.
-
Que
nuestros hijos sean como plantas
crecidas en su juventud; Nuestras
hijas como las esquinas labradas á
manera de las de un palacio;
-
Nuestros
graneros llenos, provistos de toda
suerte de grano; Nuestros ganados,
que paran á millares y diez millares
en nuestras plazas:
-
Que
nuestros bueyes estén fuertes para
el trabajo; Que no tengamos asalto,
ni que hacer salida, Ni grito de
alarma en nuestras plazas.
-
Bienaventurado el pueblo que tiene
esto: Bienaventurado el pueblo cuyo
Dios es Jehová.
-
ENSALZARTE he, mi Dios, mi Rey; Y
bendeciré tu nombre por siglo y para
siempre.
-
Cada día
te bendeciré, Y alabaré tu nombre
por siglo y para siempre.
-
Grande
es Jehová y digno de suprema
alabanza: Y su grandeza es
inescrutable.
-
Generación á generación narrará tus
obras, Y anunciarán tus valentías.
-
La
hermosura de la gloria de tu
magnificencia, Y tus hechos
maravillosos, hablaré.
-
Y la
terribilidad de tus valentías dirán
los hombres; Y yo recontaré tu
grandeza.
-
Reproducirán la memoria de la
muchedumbre de tu bondad, Y cantarán
tu justicia.
-
Clemente
y misericordioso es Jehová, Lento
para la ira, y grande en
misericordia.
-
Bueno es
Jehová para con todos; Y sus
misericordia sobre todas sus obras.
-
Alábente,
oh Jehová, todas tus obras; Y tus
santos te bendigan.
-
La
gloria de tu reino digan, Y hablen
de tu fortaleza;
-
Para
notificar á los hijos de los hombre
sus valentías, Y la gloria de la
magnificencia de su reino.
-
Tu reino
es reino de todos los siglos, Y tu
señorío en toda generación y
generación.
-
Sostiene
Jehová á todos los que caen, Y
levanta á todos los oprimidos.
-
Los ojos
de todos esperan en ti, Y tú les das
su comida en su tiempo.
-
Abres tu
mano, Y colmas de bendición á todo
viviente.
-
Justo es
Jehová en todos sus caminos, Y
misericordioso en todas sus obras.
-
Cercano
está Jehová á todos los que le
invocan, A todos los que le invocan
de veras.
-
Cumplirá
el deseo de los que le temen; Oirá
asimismo el clamor de ellos, y los
salvará.
-
Jehová
guarda á todos los que le aman;
Empero destruirá á todos los impíos.
-
La
alabanza de Jehová hablará mi boca;
Y bendiga toda carne su santo nombre
por siglo y para siempre.
-
ALABA,
oh alma mía, á Jehová.
-
Alabaré
á Jehová en mi vida: Cantaré salmos
á mi Dios mientras viviere.
-
No
confiéis en los príncipes, Ni en
hijo de hombre, porque no hay en él
salud.
-
Saldrá
su espíritu, tornaráse en su tierra:
En aquel día perecerán sus
pensamientos.
-
Bienaventurado aquel en cuya ayuda
es el Dios de Jacob, Cuya esperanza
es en Jehová su Dios:
-
El cual
hizo los cielos y la tierra, La mar,
y todo lo que en ellos hay; Que
guarda verdad para siempre;
-
Que hace
derecho á los agraviados; Que da pan
á los hambrientos: Jehová suelta á
los aprisionados;
-
Jehová
abre los ojos á los ciegos; Jehová
levanta á los caídos; Jehová ama á
los justos.
-
Jehová
guarda á los extranjeros; Al
huérfano y á la viuda levanta; Y el
camino de los impíos trastorna.
-
Reinará
Jehová para siempre; Tu Dios, oh
Sión, por generación y generación.
Aleluya.
-
ALABAD á
JAH, Porque es bueno cantar salmos á
nuestro Dios; Porque suave y hermosa
es la alabanza.
-
Jehová
edifica á Jerusalem; A los echados
de Israel recogerá.
-
El sana
á los quebrantados de corazón, Y
liga sus heridas.
-
El
cuenta el número de las estrellas; A
todas ellas llama por sus nombres.
-
Grande
es el Señor nuestro, y de mucha
potencia; Y de su entendimiento no
hay número.
-
Jehová
ensalza á los humildes; Humilla los
impíos hasta la tierra.
-
Cantad á
Jehová con alabanza, Cantad con arpa
á nuestro Dios.
-
El es el
que cubre los cielos de nubes, El
que prepara la lluvia para la
tierra, El que hace á los montes
producir hierba.
-
El da á
la bestia su mantenimiento, Y á los
hijos de los cuervos que claman.
-
No toma
contentamiento en la fortaleza del
caballo, Ni se complace en las
piernas del hombre.
-
Complácese Jehová en los que le
temen, Y en los que esperan en su
misericordia.
-
Alaba á
Jehová, Jerusalem; Alaba á tu Dios,
Sión.
-
Porque
fortificó los cerrojos de tus
puertas; Bendijo á tus hijos dentro
de ti.
-
El pone
en tu término la paz; Te hará saciar
de grosura de trigo.
-
El envía
su palabra á la tierra; Muy presto
corre su palabra.
-
El da la
nieve como lana, Derrama la escarcha
como ceniza.
-
El echa
su hielo como pedazos: Delante de su
frío ¿quién estará?
-
Enviará
su palabra, y los derretirá: Soplará
su viento, y fluirán las aguas.
-
El
denuncia sus palabras á Jacob, Sus
estatutos y sus juicios á Israel.
-
No ha
hecho esto con toda gente; Y no
conocieron sus juicios. Aleluya.
-
ALABAD á
Jehová desde los cielos: Alabadle en
las alturas.
-
Alabadle, vosotros todos sus
ángeles: Alabadle, vosotros todos
sus ejércitos.
-
Alabadle, sol y luna: Alabadle,
vosotras todas, lucientes estrellas.
-
Alabadle, cielos de los cielos, Y
las aguas que están sobre los
cielos.
-
Alaben
el nombre de Jehová; Porque él
mandó, y fueron criadas.
-
Y las
hizo ser para siempre por los
siglos; Púso les ley que no será
quebrantada.
-
Alabad á
Jehová, de la tierra Los dragones y
todos los abismos;
-
El fuego
y el granizo, la nieve y el vapor,
El viento de tempestad que ejecuta
su palabra;
-
Los
montes y todos los collados; El
árbol de fruto, y todos los cedros;
-
La
bestia y todo animal; Reptiles y
volátiles;
-
Los
reyes de la tierra y todos los
pueblos; Los príncipes y todos los
jueces de la tierra;
-
Los
mancebos y también las doncellas;
Los viejos y los niños,
-
Alaben
el nombre de Jehová, Porque sólo su
nombre es elevado; Su gloria es
sobre tierra y cielos.
-
El
ensalzó el cuerno de su pueblo;
Aláben le todos sus santos, los
hijos de Israel, El pueblo á él
cercano. Aleluya.
-
CANTAD á
Jehová canción nueva: Su alabanza
sea en la congregación de los
santos.
-
Alégrese
Israel en su Hacedor: Los hijos de
Sión se gocen en su Rey.
-
Alaben
su nombre con corro: Con adufe y
arpa á él canten.
-
Porque
Jehová toma contentamiento con su
pueblo: Hermoseará á los humildes
con salud.
-
Gozarse
han los píos con gloria: Cantarán
sobre sus camas.
-
Ensalzamientos de Dios modularán en
sus gargantas. Y espadas de dos
filos habrá en sus manos;
-
Para
hacer venganza de las gentes, Y
castigo en los pueblos;
-
Para
aprisionar sus reyes en grillos, Y
sus nobles con cadenas de hierro;
-
Para
ejecutar en ellos el juicio escrito:
Gloria será esta para todos sus
santos. Aleluya.
-
ALABAD á
Dios en su santuario: Alabadle en la
extensión de su fortaleza.
-
Alabadle
por sus proezas: Alabadle conforme á
la muchedumbre de su grandeza.
-
Alabadle
á son de bocina: Alabadle con
salterio y arpa.
-
Alabadle
con adufe y flauta: Alabadle con
cuerdas y órgano.
-
Alabadle
con címbalos resonantes: Alabadle
con címbalos de júbilo.
-
Todo lo
que respira alabe á JAH. Aleluya.
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